SERRAT
RUMBO A AMERICA
Para Serrat, como para los toreros, acaba su
temporada española de galas de verano. Ahora le espera América, su primer
contacto americano. Antes de partir declara: “Me ilusiona muchísimo cantar en
un sitio totalmente nuevo. Es algo fresco, para ellos y para mí. Tengo un poco
de miedo por otro lado, porque es un público que no conozco, y esto si que me
preocupa”. En su agenda países como Brasil, Argentina, Chile, Perú, Colombia,
Venezuela, Puerto Rico, Santo Domingo y México. Una gira prevista al principio
de tres meses que después se prolongará a seis meses. Una gira diseñada por
Lasso de la Vega para introducir a Serrat en el mercado sudamericano.
Mientras Serrat emprende rumbo americano, su editora barcelonesa Edigsa
edita un nuevo sencillo con tres temas del cantante, “Mare Lola”, “Bon dia” y
“Temps de pluja”. Las dos últimas forman parte de la banda sonora de su segunda
película, mientras “Mare Lola” pertenece al Serrat de los retratos más
cotidianos, en este caso, una oda a la “sufrida ama de casa”. Un tema que no
alcanzará la repercusión prevista. Por su parte la editora madrileña Zafiro
también durante la ausencia del cantante edita un nuevo disco, un sencillo con
los temas “Penélope” y “Tiempo de lluvia”. Precisamente es “Penélope” la
canción con la que participa en el Festival de Rio de Janeiro, su primera
escala americana. Una canción que le reporta su primer “premio” americano, una
medalla de oro a la mejor interpretación mientras Augusto Algueró, autor de la
música, lo recibe a la composición. Aunque insólita, la pareja Serrat-Algueró,
su composición conjunta “Penélope” queda como uno de los grandes hits de la
carrera del cantante. En el capítulo de ventas, por esas fechas la revista
americana “Cash-Box” publica que Serrat ha vendido en España ciento sesenta mil
copias del disco de Machado.
Su
primera gira americana se cierra con excelentes resultados. Serrat se ha
presentado por primera vez ante un público que no conocía sus canciones o las
había escuchado en otras versiones. Por otro lado ha podido actuar con
asiduidad en un medio como la televisión – en Argentina le sirve de pasaporte-
que en España tiene vedado. Sus recitales en el Teatro Bellas Artes de Méjico
constituyen todo un acontecimiento artístico y social. En la tierra de acogida
de los españoles republicanos, Serrat se presenta de la mano del máximo poeta
de la España republicana, Antonio Machado. Méjico y Argentina serán a partir de
ahora dos referencias constantes en la
trayectoria musical de Serrat.
En el capítulo de ventas Serrat se vuelve con un saldo demás de 600.000
discos vendidos. Para la crítica americana Serrat representa un nuevo valor de
un país representado hasta entonces por la música pseudo-folklórica o las
canciones de Raphael. Serrat es el exponente de una nueva sensibilidad. En el
capitulo anecdótico señalemos que Serrat a su paso por Chile es saludado por
Frei, presidente de aquel país, al que tiempo después sucedería el malogrado
presidente Salvador Allende.
Durante la
ausencia de Serrat en el panorama musical español han aparecido nuevos
cantautores siguiendo la brecha musical abierta por Serrat. Así Victor Manuel
conoce su primer gran éxito, con acento asturiano mientras desde Galicia y
producido por Juan Pardo se da a conocer Andrés Do Barro. Finalmente Lluís
Llach, con nueva casa discográfica, conoce un gran éxito con su tema “Irene”
mientras se presenta por todo lo alto en el Palau de la Música de Barcelona.
Saliendo al paso de rivalidades artísticas declara: “Tenemos que ser un país
muy mezquino y pobre si porque un artista funcione, otro deje de hacerlo
automáticamente. Me han dicho que Victor Manuel lo hace muy bien, aunque la
verdad es que todavía no conozco sus canciones. No creo que nadie copie a
nadie. Recuerdo que en un principio algunos críticos decían que yo copiaba a
Charles Aznavour.”
Serrat
regresa de su primer periplo sudamericano en el mes de marzo de 1970. Para
celebrarlo se organiza en el aeropuerto del Prat un recibimiento triunfal como
los que acostumbran a hacer a Raphael... En el aeropuerto, sus padres, amigos,
prensa y sus fans que han acudido a recibir
a su ídolo. Y una banda infantil que se arranca a los compases de “El
ball de la civada”. El “nene” ya ha vuelto a casa.
En la
primavera aparece un nuevo disco de larga duración en catalán. El cuarto de su
discografía catalana, “Serrat 4”, algunos temas ya conocidos como “Mare Lola” o
“Bon dia” y otros destinados a convertirse en populares. Entre los nuevos temas
destaca “Quasi una dona” dedicado a un amor adolescente o “Conillet de vellut”
donde Serrat deja constancia de su número telefónico, que rápidamente habrá de
cambiar por otro. Despedidas amorosas (“Adeu amor meu i sort”) o álbum de
recuerdos (“El meu carrer”). Entre las canciones nuevas un tema dedicado al
poeta catalán Joan Salvat-Papasseit. Los versos el poeta sirven a Serrat para
“manifestarse” artísticamente:
Jo no vull
allistar-me
Sota de cap bandera
De la divina
Acràcia
Seré ara el
glossador;
De
l’Acràcia imposible
En la vida
dels homes
Que no senten desig d’una era millor.
I el que
pensin de mi
No
m’interessa gens...
Yo no quiero
alistarme
Bajo ninguna bandera
De la
divina Acracia
seré ahora
el glosador
de la Acracia
imposible
en la vida
de los hombres
que no
sienten deseos de una era mejor
Y lo que piensen
de mi
no me
interesa nada...
Como es
natural en aquellos momentos se pensaba y se decían muchas cosas de Serrat.
Desde los que le negaban el pan y la sal dentro de la Cançó Catalana a los que
le consideraban el cantante catalán más internacional. Televisión Española por
su parte le sigue vetando la entrada aunque existen contactos por ambas partes
que no llegaran a fructificar hasta
años después. Y para compensar su ausencia televisiva Serrat a dar una serie de
conciertos por los principales teatros del país. Aunque hay previsto un nuevo
disco de larga duración en castellano, éste por problemas con la censura debe
esperar mejores tiempos. Como aperitivo se edita un single con dos nuevos temas,
“Como un gorrión” y “Si la muerte pisa mi huerto”. La primera, una canción que
Serrat a todos aquellos que llegan a la capital de España en busca de fortuna
en el mundo del cine o de la música; en el segundo tema, Serrat como
anteriormente Brel o Brassens, da instrucciones para una “buena muerte”.
Dentro
de su proyección internacional se habla de un recital en las Naciones Unidas
bajo batuta de Pau Casals, recital que no llegará a realizarse. Un concierto
destinado a abrirle las puertas del mercado norteamericano. Y aunque Serrat
anuncia que tiene en proyecto cantar en francés y en inglés, su campo
internacional será sobretodo el mercado latinoamericano, aunque en Italia y
Francia goce de gran prestigio.
Para las
Navidades de 1970 sale finalmente su anunciado disco de larga duración en
castellano. Su versión de “Fiesta” se registra convenientemente retocada o
“Muchacha típica” que ve desaparecer una parte de su contenido donde se refleja
la ideología monárquica de la niña bien...El amor hasta la locura (“De cartón
piedra”) o el mundo de la postguerra a través de su infancia (“Mi niñez”).
Por
estas fechas Serrat anuncia su intención de gestionar el Teatro Poliorama de
Barcelona para convertirlo en un centro de espectáculos internacionales. También
colabora en la producción de un disco de cuplets de los años 20 de Guillermina
Motta que se convertirá en un gran éxito. Precisamente es en casa de
Guillermina Motta, aunque otros hablan de Bocaccio, local que reúne a la
progresía barcelonesa de la época, donde tiene lugar los preparativos para el
encierro de intelectuales catalanes en el Monasterio de Montserrat. Como
protesta por los juicios de Burgos, una serie de nombres conocidos de la
cultura catalana deciden encerrarse en la Abadía de Montserrat. El acto tendrá
gran repercusión tanto en la prensa nacional como internacional. Serrat junto
con otros cantantes se suma al encierro. Todos los artistas sufrirán de una
manera u otra las represalias del régimen
por su protesta. Serrat vé como se prohíben sus recitales para final del
aquel año. En unos momentos en que parece un artista poco conflictivo para el
régimen y poco comprometido para algunos sectores intelectuales y musicales,
vuelve a mostrar su solidaridad en la lucha anti-franquista. Como homenaje a
ese pueblo vasco juzgado en Burgos Serrat compone “Edurne”, un tema que
permanecerá varios años sin publicarse.
Las giras
por Latinoamérica ya se han convertido en un hecho frecuente, Serrat vuelve a
actuar por diversos países sudamericanos y en primavera –estamos en 1971- se
presenta en concierto en diferentes teatros. En Madrid, después del Carlos III,
y el Lope de Vega, actúa en el Bellas Artes donde estrena dos de los poemas de
Miguel Hernández musicalizados por él.
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