EL MOVIMIENTO DE LA MATERIA

Si todo lo que tiene causa tiene efecto, y causa y efecto, prescindiendo del factor tiempo, son equivalentes. Si lo que es un fin en sí, teóricamente, no puede moverse. Teniendo en cuenta que el Universo se mueve, entonces el Universo no es ni su propio fin ni su propia causa.

Que un fin en sí mismo no puede moverse es una verdad analítica, ya que todo se mueve hacia algo y no hacia sí mismo. Así que, si el Universo es finito y se expande, entonces su movimiento no es meramente interno o ilusorio, sino que obedece a una razón que le precede. Se expande hacia algo que no es él mismo.

Si ese algo es la nada, y acordamos que causa y fin son lo mismo, tendremos que deducir ambas cosas: que el Universo surgió de la nada y que se dirige a la nada. Pero de la nada nada sale, luego es necesario presuponer una Inteligencia inmaterial y creadora que haga posible dicha generación primordial.



Silogismo:

1) Todo lo divisible en el tiempo es causado. 2) Todo lo causado es móvil. 3) Todo lo divisible en el tiempo es móvil.

A sensu contrario:

1) Todo lo indivisible en el tiempo es incausado. 2) Todo lo incausado es inmóvil. 3) Todo lo indivisible en el tiempo es inmóvil.

Justificación:

Por este motivo los atomistas estarán siempre equivocados, pues, aunque imaginan átomos en movimiento, son incapaces de explicar quién o qué los puso en movimiento.

Si el átomo es uno consigo mismo, si no puede descomponerse, entonces:

1) O bien goza de libre albedrío y facultad de autodeterminarse;

2) O bien ha de ser movido desde fuera.

Si goza de libre albedrío, que en su caso equivaldría a la total indeterminación, la ciencia se encuentra indefensa para comprender este tipo de fenómenos. Serán un perpetuo Ignotum X para el conocimiento humano.

Si ha de ser movido desde fuera, entonces todo átomo necesita alguna cosa que no sea un átomo y que obre por él como causa primera. Siendo el motor distinto al átomo, deberá ser a su vez infinitamente divisible. Es decir, el atomista o bien se contradice (la materia es y no es infinitamente divisible), o bien se ve obligado a presuponer a Dios de todos modos.

Conclusión:

Si los átomos existieran, no se moverían. Aquello a que llamamos átomos se mueve, de modo que no son átomos. Luego, los átomos no existen, ya que todo en la naturaleza está en continuo movimiento.

Si la materia es infinitamente divisible, el hombre, cuyo entendimiento es finito, jamás podrá dominar completamente el cosmos (principio de indeterminación relativa).

* * *

Sobre la infinita divisibilidad de la materia

Silogismo 1:

Lo inmóvil es siempre incausado. En el Universo nada es inmóvil. En el Universo nada es incausado.

Prosilogismo a sensu contrario (tertium non datur):

Lo móvil es siempre causado. En el Universo todo es móvil. En el Universo todo es causado.

Silogismo 2:

Todo lo múltiple es divisible. Todo lo causado es múltiple. Todo lo causado es divisible.

Prosilogismo:

Todo lo causado es divisible. En el Universo todo es causado. En el Universo todo es divisible.

* * *

Postulación de la primera premisa

Silogismo 1

Todo efecto tiene movimiento Toda causa tiene efecto Toda causa tiene movimiento.

A sensu contrario, tertium non datur:

Todo lo incausado carece de movimiento.

Silogismo 2

Todo lo inmóvil* es incausado (premisa falsable). Todo lo incausado carece de efecto Todo lo inmóvil carece de efecto.

A sensu contrario, tertium non datur:

Todo lo móvil tiene efecto.

Silogismo 3

Todo lo móvil es causado (a sensu contrario, tertium non datur; mientras no se false la anterior). Todo efecto tiene movimiento. Todo efecto es causado.







LO LIMITADO HACE POSIBLE EL LÍMITE

Imaginaos que todo terminara en el límite: entonces no habría límite, cualquier objeto sería el todo.

Luego, para que el límite exista, es necesario que también se dé lo ilimitado. Pero el límite existe, ergo, también lo ilimitado.

Parece absurdo que, en base a este axioma, siendo la naturaleza ilimitada, esté finitamente dividida, como los atomistas pretenden.

El universo no puede ser limitado e ilimitado al mismo tiempo (el big-bang es una teoría peregrina). Todo límite presupone un límite mayor "ad infinitum".

También resulta inconcebible que algo infinito se autoincoe, ya que se es infinito de una vez, no progresivamente.

Y aún más ridículo es que lo infinito sea eterno, ya que si nunca ha empezado a ser, entonces no debería ser (ni finito ni infinito).

El factor tiempo, pues, no ayuda a la hora de pasar de lo finito a lo infinito.

Necesitamos un Factor no-tiempo, esto es, Dios.








La pequeñez del hombre frente a la infinitud del universo


El motivo de la existencia de un gigantesco universo como el nuestro parece no cuadrar con la insignificancia humana. Si al hombre le es suficiente un planeta en el que vivir, �qué objetivo tiene la existencia de tan ingente cantidad de astros a nuestro alrededor?

El universo es la obra de Dios, por así decirlo, Su casa. La Tierra por la contra, es la casa del hombre, cedida temporalmente por Dios. El hombre está en la Tierra a manera de examen. Los justos irán A LA CASA DE DIOS, y los malvados al abismo infernal. Esto significa que Dios acogerá en Su casa a Sus elegidos, en otras palabras, que les concederá la posibilidad de desplazarse por todo el gigantesco universo creado por Él. El propio Jesús lo afirmó: LA CASA DE MI PADRE TIENE MUCHAS MORADAS (Jn. 14, 2). Si consideramos el universo cuasi infinito, es evidente que las moradas (planetas) son incontables.

En cuanto al factor tiempo, sólo un matiz: para Dios el tiempo es irrelevante. Él es el Creador del tiempo y del espacio. La Biblia lo afirma: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día (2 Pedro 3, 8). Por lo tanto, que significan mil, diez mil, diez mil millones de años en comparación con toda la eternidad? nada. Millones de años en relación a la infinitud de la eternidad es como un grano de arena en el desierto, como una gota de agua en el mar.

En conclusión: Dios es INFINITO. Su casa (el universo) es infinita, y Su vida (el tiempo) es eterna (infinita).









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