ASI NOS VEN

¿Y que piensan fuera de esta país sobre nuestra 'entretenida' diversión popular?

Es fácil encontrar en la Red opiniones de gente de otros países y en esta sección pondré algunos documentos de este tipo. De momento solo aparece dos, de un norteamericano de nombre Greg McMurry que muy amablemente me permitió poner aquí su documento, así como exhibir las imágenes que el mismo pudo tomar en una corrida de toros, así que:

Thank you, Greg!

(Fuente: www.gregssandbox.com/places/spain/)

y un Manifiesto Antitaurino redactado por estudiantes de Español en Varsovia

    Así que, compramos las entradas, y no fueron baratas, por cierto, sobre $150.00 cada una. Por supuesto las compramos en primera fila pensando que si íbamos a presenciar una autentica corrida de toros, debíamos verlo lo mejor posible.

    El inicio de la corrida fue vivido y festivo. Tenia preparada mi maquina de fotos e inmediatamente tome una buena imagen de la famosa mujer torero. El desfile era encabezado por dos jóvenes mujeres montando magníficos caballos Andaluces. Particularmente nosotros disfrutamos de todo esto. El desfile continuo varios minutos mas y pudimos ver a todos aquellos que iban a tomar parte en este evento.

    Cuando la arena quedo vacía, sonó un familiar acorde de trompeta. Entonces se abrió la puerta que se encontraba justo enfrente nuestro, al otro lado de la plaza y vimos salir un toro de un oscuro túnel. Le debían haber hecho algo porque parecía asustado. El animal corría por la arena mientras la multitud soltaba alaridos y aplaudía. Aparecieron entonces otras personas vestidas con atuendos taurinos que saltaban a la arena y provocaban al toro. Y luego saltaban la barrera para escapar de la carga del animal.

    Pasado un tiempo, apareció Cristina Sánchez luciendo el tradicional capote ondeante para atacar al toro, dando un paso lateral en el ultimo momento. Hasta aquí es lo que todos sabemos o pensamos que es la tauromaquia. Ese domingo torearon dos Matadores, pero Cristina Sánchez era definitivamente la favorita. Cristina trabajo el toro durante unos minutos y luego aparecieron otros hombres y clavaron cuatro banderillas de colores en el cuello del toro. El programa llamaba a esto "contención del toro". La practica no siempre era exitosa y el torero solía tener que hacerlo varias veces.

    Había una banda de música que tocaba de cuando en cuando para animar la ocasión.

    Un poco mas tarde, dos grandes y pesados caballos aparecieron en escena. Tan pronto como el toro los vio, se lanzo a la carga. Afortunadamente, el jinete de cada caballo portaba un asta de unos 8 pies acabada en una afilada y larga pieza metálica. La hundió en el cuello del toro ocasionado una herida enorme. Una vez no solía ser suficiente así que lo hirieron varias veces. Cuando esto fue hecho, los caballos abandonaron la arena.

    Ahora el toro sangraba abundantemente. Y otra vez el torero salió para importunarlo implacablemente. En este momento, el toro estaba completamente agotado y a menudo tenia que ser provocado para obligarle a ir contra el capote del matador. A estas alturas el toro estaba tan débil que solía derrumbarse. Una vez el animal cayo. No podía levantarse, así que un grupo de muchachos salto al circulo para empujarlo y tirar de la cola para ponerlo en pie. Y al final el toro se levanto.

    Este parecía ser el momento mas glorioso del torero. Con el toro completamente roto, solía mostrarnos lo bravo y valiente que era, arrodillándose frente al animal.

    El marco de la plaza era algo parecido a lo que podría ser un partido de baloncesto. Managers y la prensa tomando posiciones para poder ver el evento.

Y para terminar, cuando el toro apenas podía mantenerse en pie, llegaba la hora de matar. Prudentemente el torero permanecía de pie, espada en mano, dispuesto para la ejecución.

    Entonces el torero hunde la espada de tres pies en el cuerpo del animal medio muerto dándole la estocada. Rara vez logra clavar la espada al primer intento. Esa tarde de domingo mataron 6 toros. Y solo una vez lo hicieron al primer intento.

    Después de la muerte del toro, un muchacho aparece y corta una o las dos orejas del toro. Pacientemente un grupo de caballos esperan para arrastrar el cuerpo del toro fuera de la plaza.

    Los Españoles llaman a esto deporte. Nosotros pensamos que es algo repugnante. No podíamos creernos la naturaleza tan salvaje del evento. No había respeto para el toro, y mucho menos consideración hacia el dolor del animal.

    Cuando terminaron con el primer toro, los dos deseábamos salir pero la plaza estaba atestada de gente y nos fue imposible marchar, así que nos quedamos hasta el final.

    Cuando todo termino (el viaje) nos sentíamos contentos de haber ido, pero también estamos de acuerdo en que ambos hemos perdido nuestro respeto hacia mucha de la gente de España.

    ¿Quien podía pensar que una cultura tan rica en arte y belleza podría entretener a sus gentes de esta manera?

    No me arrepiento de haber asistido a una corrida de toros. Me alegro de haberlo hecho. Sobre todo porque ahora puedo decirle a otras personas que NO lo hagan.

Manifiesto Antitaurino de Varsovia

Los toros: a favor o en contra:

Señores míos:

Nos complace ponernos en contacto con alguien que se interesa por la tauromaquia. Somos un grupo que poco a poco descubre la cultura y la vida de la sociedad española. Es muy natural por eso acabar en muchas controversias relacionadas con la tauromaquia, los toros, la corrida, Sanfermines, etc. Somos de Varsovia, y algunos de nosotros han visto corridas, otos no. Tenemos varias opiniones sobre el tema, pero la cuestión de la tortura de los toros no nos es indiferente. Por eso escribimos, para mostrar nuestra opinión común.

Los toros son una parte de la cultura española, una tradición celebrada durante generaciones. Pero nos parece difícil entender el significado de la corrida en todos sus aspectos. Por un lado, esta ceremonia, incluso tomándola como ritual, es muy sangrienta. Nos apena que los toros tengan que morir. Pero por otro lado, aunque no entendemos todo eso, la respetamos.

Cuando escuchamos o vemos los programas sobre los Sanfermines, no podemos entenderlos. Claro, una fiesta como ésta pudo ser muy interesante y divertida en el pasado. Hoy, cuando cada país anuncia los derechos para todos (la gente y los animales) y estamos en contra de la pena capital, no podemos aceptarla. No es moral y humanitario. Matar es matar y punto. Claro,  entendemos que los Sanfermines es una fiesta tradicional muy típica de los españoles, pero pensamos que podemos cambiarlo un poco y convertirlo en algo más humanitario.

Para nosotros, la corrida es una parte integral de la imagen de la cultura española. Está en la base de la tradición y la mentalidad de los españoles aunque no ponen su interés en ella. La corrida existe en un ambiente creado por la tradición y la afición del público y creemos que va a seguir mientras sigan existiendo en la sociedad todos los elementos que la forman.

Nos extraña que se pueda encontrar alegría o placer en unos juegos que consisten en matar o, por lo menos, en hacerle sufrir. Nos aprovechamos de nuestra superioridad sobre los animales sin dejarles el derecho de decidir sobre su vida. Además creamos una filosofía para el uso de nuestros caprichos.

Si a la gente le gusta correr riesgos, divertirse en la lucha, exponerse al peligro, que luchen unos con otros. Todo se reduce a un espectáculo, a mostrarse ante el público (ante las mujeres) lo más varonil posible, a confirmar su virilidad, a satisfacer su propia vanidad.

No nos gustan los toros, porque no vemos más que una diversión brutal para las masas de espectadores. A veces se compara a la corrida con una competición deportiva. Dudo que esta comparación sea correcta, la tauromaquia no corresponde a la condición principal del deporte: la de la lucha honrada y justa. El toro y el torero no son iguales en esta situación. El toro está solo mientras que el matador tiene toda la camarilla de banderilleros y picadores para apoyarle. Es posible argumentar que el toro es mucho más fuerte que el hombre, pero el hombre es mucho más inteligente, y puede usar su inteligencia para vencer. Acabada en un asesinato de un animal, la tauromaquia se convierte en una cadena casi mecánica de la violencia hipócrita e injusta.

Esperamos que esta carta pueda servir para que muchos que, como nosotros, están en contra de los toros, expresen sus opiniones.

Firmado por un grupo de estudiantes de español de Varsovia:

ELIZA DYMOWSKA, AGNIESZKA JUZMA-OGINSKA, KAROLINA KAMINSKA, MARIA KARYS, EWELINA KOCHOWSKA, MARTA KOSOWSKA, ANNA KOTKOWICZ, JUSTYNA KULCZYCKA, IGOR POTAPOV, KATARZYNA SOBOTKA, BEATA VARGAS

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