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Diana Ross, indudablemente suprema

Como parte de un trío legendario tenía ya asegurado su sitio dentro del mejor pop norteamericano. Pero aquello era apenas el inicio. Con medio siglo de éxitos a cuestas, Diana Ross ha incursionado en vairos géneros y en todos consigue su propósito. Fuera de algunos detalles de su persona, es artista sui generis

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DICIEMBRE, 2011. Es una tarde de verano de 1983 en Central Park. Sobre los enormes jardines hay alrededor de 300 mil personas que han ido a ver a una de las más grandes divas del soul norteamericano. Diana Ross, aunque estaba por cumplir de cumplir las cuatro décadas de vida, luce espectacular con un ajustado overol morado que deja ver su extraordinaria buena figura y una cabellera esponjada que la hace irradiar sensualidad. El concierto sería transmitido en vivo por la cadena de cable Showtime sin embargo y pese a que el servicio meteorológico había pronosticado una tarde soleada sin una sola nube, a los 40 minutos se desata un aguacero que obliga a suspender el concierto y reanudarlo al día siguiente. Showtime, que ansiaba desbancar en rating a su ultra rival HBO, pierde miles de dólares al verse forzada a modificar su programación del día siguiente.

Pese a las sonrisas que luego mostró el ser entrevistada, Diana Ross hizo uno de los mayores corajes de su vida y de acuerdo a Tom Nolan, uno de sus ex asistentes, la cantante soltó un amplio repertorio de antisonantes cuando finalmente se quejó con los meteorólogos. "Diana Ross tiene un carácter explosivo que se cuida de mostrar si alguien que no es de su confianza está presente: su temperamento es tan feroz que incluso Berry Gordy Jr. --el fundador de Motown-- solía esconderse en cuanto Diana se ponía de mal humor. Pero siempre ha sido una profesional y suele dar todo en sus shows... también es una perfeccionista", refire Nolan.

De acuerdo al mismo Gordy, Diana solía canalizar una situación en la que no estaba de acuerdo. Ella detestaba la canción "Where Did Our Love Go" que se le obligó a cantar mientras pertenecía a The Supremes que los golpes que se escuchan al principio son en realidad zapatazos de furia que luego entraron a ser parte del ritmo. Por muchos años se negóa interpretar esa canción en vivo. Cuando el líder de Soft Cell Marc Almond pidió permiso para regrabar esa canción en 1980 la respuesta de la diva fue más que clara: "Por favor hágalo ya, quizá así la gente se olvide de mi versión".

Los cantantes gruñones se dan con mucha frecuencia: Frank Sinatra le lanzó una trompada a un reportero que le preguntó sobre su relación con Ava Gardner, Engelbert Humperdink solía arrojar platos contra la pared cuando la comida que le servían en su hotel no era de su agrado, Björk agredió a otro reportero en un aeropuerto mientras que Liam Gallagher, ex miembro de Oasis, la han tumbado los dientes un par de ocasiones en riñas de bar. En el caso de Ross sus estallidos han sido meramente por cuestiones de calidad en su trabajo; como dijo Nolan, es terriblemente perfeccionista y cualquier detalle puede desquiciarla.Pero de que es una de las más grandes artistas del siglo XX, es innegable.

Diana Ross nació en 1941 en un suburbio clasemediero de Detroit. Su madre era ama de casa y su padre estuvo destacamentado en el ejército norteamericano en Europa. Por sus venas corre no solo sangre negra sino también irlandesa, francesa e italiana, una combinación que resultó en sus rasgos delicados y una bella piel caoba brillante. Como en muchas otras cantantes de color, el talento de Diana fue descubierto cuando la familia asistía al góspel los domingos por la mañana. Cuando ella era apenas una adolescente, Berry Gordy se fijó en ella, no para cortejarla sino para firmarla para una minidisquera del área llamada Motown y la cual Gordy había abierto recientemente. Para 1958 Diana Ross ya podía ser considerada una profesional y formó el trío The Supremes junto con Florence Ballard y Mary Wilson. The Supremes tuvieron varios éxitos hoy legendarios, entre ellos "(Stop) In the Name of Love", "You Can't Hurry Love", "Reflections", "I Hear a Symphony" y la referida "Where Did Our Love Go", entre muchas más. 

Fue a partir de The Supremes cuando Motown fue considerada en serio: "En ese momento dejamos de ser la disquera de los negros norteamericanos y pasamos a ser la disquera de los jóvenes norteamericanos", dijo Smokey Robinson, otra leyenda de esa disquera.

Tras el embate de los Beatles The Supremes fueron cayendo en ventas, algo que se fue reflejando en el deterioro de la relación laboral y personal entre sus integrantes. Finalmente Wilson dejó el grupo para iniciar una carrera en solitario. Para 1970 la situación ya era insostenible pues Ross y Ballard tuvieron una pelea que dio por concluido al grupo. Ballard murió pocos años después en la pobreza a causa del contrato leonino que había firmado con Motown. Previsiblemente, Diana se salvó del desastre financiero, sin duda aconsejada por Gordy Jr.; "Diana Ross era una carta que Gordy ni loco dejaría partir... era sencillamente oro puro", escribió el crítico Ken Tucker en la historia de la música rock de Rolling Stone. Y para ganar por doble partida, Gordy --un tipo carismático pero caústico y a quien el cantante José Feliciano acusó hace años de ser "un tipo racista que odia a blancos y a latinos"-- siguió explotando a The Supremes con tres nuevas cantantes, un experimento que duró hasta bien entrada la música disco.

Pese a su enorme talento, Diana Ross siempre ha sentido frustración por no poder componer sus propias canciones. Gente como Smokey Robinson, Stevie Wonder y aun Michael Jackson trataron de enseñarle a tocar el piano, el cual no intepreta tan mal, pero sus esfuerzos por componer han sido en vano. Era una respuesta a que en Motown le impusieran las canciones cortesía de William-Dozer-Holland, un trío responsable de la mayoría de los hits que tuvo la disquera en los sesenta. Diana odiaba muchas de esas canciones pues sentía que no la representaban como artista, y quizá tenía razón.

Al principio de los setenta Ross dio varios giros a su estilo que fueron desde el funk hasta la ópera rock. Se sentía tan desorientada que aceptó brincar al cine e interpretar a su ídolo Billie Halliday en la cinta Lady Sings the Blues. Era todo un reto pues se dudaba mucho que pudiera completar la encomienda pues se trataba d eun papel difícil aun para una actriz más curtida. "Diana se metía tanto en su personaje que le costaba trabajo salir de él luego que las cámaras dejaban de filmar", dijo su coestelar Billy Dee Williams, mundialmente conocido por su papel de Lando Carlissian en El Imperio Contraataca, "nadie diría que se trataba de una actriz primeriza".

The Supremes: (izq a der) Mary Wilson, Florence Ballard y Diana Ross

Lady Sings the Blues la valió una nominación al Óscar que no ganó porque rara vez la Academia suele premiar con la presea a los que son muy novatos. En una entrevista posterior Diana dejó entrever que todo se debió al criterio racista en el certamen.

Su regreso a la música fue espectacular: grabó temas a dúo con Smokey Robinson y Marvin Gaye, el otro "divo" de Motown; convenció a Gordy Jr. a que en 1975 lanzara un tema disco titulado "Love Hangover" pese a la renuencia del magnate, una decisión que le dio su primer número uno solista a Ross --no es casual que los coros fueran cortesía de Michael Jackson-- y luego volvió a dar otro campanazo con la bellísima "Theme from Mahogany", parte de una película donde participó la cantante quien repitió con la cinta musical Oz y también realizó varios especiales para la TV. Por ese tiempo contrajo matrimonio con un ejecutivo sueco y se fue a vivir a Europa.

 

Al iniciar los 80 Diana Ross estaba en la cúspide: tuvo otros éxitos con "Upside Down", "It's my Hpuse" y "I'm Comin' Up" que luego pasaría a ser himno de la comunidad gay norteamericana. Posteriormente logró cristalizar el anhelo de cantar al lado de Lionel Richie quien acababa de dejar a The Commodores y deseaba iniciar una carrera solista. El sencillo "Endless Love" es hasta hoy el dueto más grande salido de Motown en las listas. "Fue un privilegio grabar con Diana", señaló Richie poco después que el single llegó al número uno, "sin ella mi carrera en solitario jamás hubiera despegado..." Luego vino el ya referido concierto en Central Park que hizo de la Ross una apuesta imbatible.

Hubo otros hits, entre ellos un par escritos por Barry Gibb, el líder de los Bee Gees. Por aquellos años Motown cambió su sede a Los Ángeles y luego fue vendida a Universal, un paso que hizo poca gracia a los artistas más veteranos de la disquera. Y en un paso inédito, Ross decidió cambiarse a Columbia. Sin embargo ahí se carecía del olfato para darle hits a la cantante, quien lanzó ahí un par de discos mediocres.

De acuerdo al biógrafo Mike Nemett, Diana Ross comenzó a tomar más alcohol a consecuencia de esos fracasos y en 1992 fue detenida por manejar en estado de ebriedad, y pese a que la escena fue captada por la videocámara de la policía, la Ross acusó de "racistas" a los agentes quienes supuestamente se habían burlado de ella durante la detención (los acontecimientos donde Rodney King fue sido golpeado en Los Ángeles aún estaban frescos por lo que la cantante sin duda trató de utilizarlos como excusa). Además de pagar una multa fue obligada a cumplir 60 horas de servicio social.

Y aunque su relación ya se había distanciado con los años, la muerte de Michael Jackson fue un shock para Diana Ross, quien le llamaba "my baby". "Diana y Michael habían sido confidentes, pasaban muchas horas hablando por teléfono y se divertían como niños cuando ella visitaba Neverland. "Jamás hubo nada sexual entre ellos aunque Michael confió estar enamorado de Diana", escribió Nemett. Jackson le había ayudado a superar los difíciles momentos de su divorcio y a abandonar lo que estuvo a punto de convertirse en alcoholismo crónico. Su amistad sufrió un claro deterioro en 1990 cuando el cantante lanzó en sencillo "Dirty Diana" ("Sucia Diana") y aunque aseguraba que nada tenía que ver con la intérprete muchos críticos señalaban que la letra de la canción hablaba por sí sola. Aparentemente su desaveniencia se dio porque ella declinó asistir a las sesiones de Cienciología que le habían absorbido el seso al autor de Thriller.

Con todo, Diana sufrió una crisis nerviosa al saber la noticia del deceso y asistió a les exequias donde dio el pésame a los hermanos pero evitó hacerlo con Joe, el padre del clan. En una entrevista con la BBC en el 2000 le llamó un "monstruo" y lo culpaba de haber provocado un daño psicológico irreparable en Michael. "Sin duda ella escuchó en boca de Michael todas esas historias de horror", escribió Nemett.

Desde el 2007 Diana Ross reformó The Supremes para convertirlo en un acto de Las Vegas. A diferencia de la primera versión, la intérprete toma todas las decisiones y las otras dos chicas trabajan por contrato por lo que pueden ser reemplazadas cuando así se considere conveniente. Florence Ballard y Mary Wilson jamás fueron debidamente compensadas con las regalías que les tocaban--la primera ganó un jucio por 850 mil dólares en 1972 pero se gastó casi todo en abogados-- una jugada donde según Nemett, "todos los que tenían peso en Motown fueron corresponsables"; quizá por ello Feliciano, aparte de llamar "racista" a Motown, la acusó de ofrecer "contratos de sobreexplotación".

De cualquier manera Diana Ross es ya una parte indispensable de la música norteamericana del siglo XX.

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