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¿Bufón, títere o genuino? Gabriel Quadri

Luego del primer debate dejó de ser considerado el candidato de adorno a la presidencia de la República, y aunque difícilmente ganará las elecciones. nos dejó a todos con un signo de interrogación: ¿quién es en realidad este recién llegado a la política mexicana?

Por Roberto Rojas M. Colaborador invitado

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JUNIO, 2012. ¿A qué nos remite la imagen de Gabriel Quadri? Muchas cosas: la de ese maestro alivianado que muchos de nosotros tuvimos en la prepa o la universidad, al nerd que se la pasaba metido en los libros mientras los demás nos íbamos de fiesta a conocer chicas, a la del bufón que soltaba chistoretes a los profesores y éstos tenían que contener la risa, o bien a ese compañero de clases desgarbado que tenía poco contacto con los demás, el que se sentaba al frente de las clases y contestaba correctamente todas las preguntas, al alumno que nos sorprendió a todos al verlo con su primera novia...

Es curioso, pero Gabriel Quadri nos recuerda, inevitablemente, al ambiente académico, y quizá por ello suena lógico que sea el candidato postulado por el Panal, una organización creada al servicio del SNTE, el de la "profesora" Gordillo. Con sus anteojos de fondo de botella, la frente amplia y el cabello en desorden, Quadri da más la idea de ser un profesor chiflado que alguien que bloquea con frecuencia las calles del D.F. con las excusas más inverosímiles. Para otros el candidato de ese partido parece haber salido de esos personajes creados por Andrés Bustamante, el "Güiri Güiri", y no del sindicato más numeroso de maestros en todo el continente... y de los más corruptos. Ya circula un chiste por ahí que dice que, si pierde las elecciones, Quadri podría integrarse a la barra cómica de José Ramón Fernández en ESPN.

Pero después de las risas y los chascarrillos, Quadri fue la sorpresa del primer debate. Tras su intervención el uno por ciento que tenía de simpatías entre los votantes pasó a un tres por ciento, cantidad que, que por cierto, no ha bajado. Ya hubieran querido los otros tres candidatos ver un brinco tan grande a su favor tras el debate. Quadri habló claro, fluido, y demostró ser muy buen orador, y alguien de buen gusto cuando las cámaras atestiguaron cómo ponía sus ojos en el bien formado trasero de la edecán Julia Orayen. Claro que esa soltura se debió en gran medida a que como colero de las encuestas nada tenía qué perder.

Sin embargo al final y detrás de ese discurso, nos topamos con que Gabriel Quadri fue postulado por Nueva Alianza, un partido que es propiedad de una señora que ha provocado un daño irreparable a la educación en México. La incómoda posición de Quadri es similar a la de Peña Nieto, la de alguien que habla de la urgencia de un cambio pero que detrás suyo se encuentra una maquinaria corrupta que pone en entredicho y ridiculiza sus promesas.

Hay quienes han defendido a Quadri dado que la legislación electoral no permite las candidaturas libres, razón que enarboló también Isabel Miranda para aceptar su postulación a la jefatura de gobierno del D.F. por parte del PAN. Pero al final llegamos al punto de partida: el candidato del Panal llega a la nominación manchado de origen. Su candidatura es circunstancial y se dio como producto de que la señora Gordillo no alcanzó acuerdos con el PRI una vez que decidió poner su aparato de votos al mejor postor, un desacuerdo que hoy Peña Nieto debe lamentar más que nadie pues los tres puntos de Quadri a su favor le darían hoy una aura de invencibilidad. 

Hace seis años el Panal decidió la elección cuando sus votos se fueron a favor de Calderón. En esta ocasión podrían marcar otro tanto definitorio. Forma maquiavélica en la que la "profesora" juega sus fichas.

Tampoco faltan quienes ubican a Quadri como un payaso que se quiso pasar de listo manejando una austera combi pero que luego fue descubierto que lo hacía tras bajarse de un lujoso auto blindado. Los hay quienes reconocen que, pese a que miente al afirmar que a Gordillo "solo la he visto una sola vez en persona", Quadri suena más genuino porque no habla como político, ni mucho menos se considera como tal. En vez del discurso y la entonación demagógicas que nos han atosigado en México por décadas, la participación que Quadri tuvo en el debate le dio oportunidad de hacerle ver a muchos televidentes que él tenía las mismas preocupaciones. Quizá ni el mismo se imaginaba el efecto que ello traería en las encuestas. Pero es dudoso que ese brinco pueda incrementarse de aquí a julio; si mucho veremos cómo le agrega uno o dos puntos a su preferencia, máxime porque los demás candidatos apenas y lo tomaron en cuenta. Después del físico de la edecán Orayen, lo que más se recuerda del primer debate es a Gabriel Quadri.

Pero eso no es suficiente para convencernos de quien es en verdad este personaje típicamente chilango y la relación que lleva con la "profesora" Gordillo. Por lo demás, y antes de la aparición del #YoSoy132, Gabriel Quadri le había puesto sabor al estofado que lleva a Los Pinos.

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