La deuda externa de los países pobres
es un ROBO del IMPERIALISMO

Carta Internacional, 22 de Diciembre de 2001

Yuri Aleksander

 Los acontecimientos en Argentina:

Los sucesos de la  República Argentina ocurridos durante todo el año 2001 eran previsibles, en cuanto a desocupación, necesidades sociales no cubiertas, cierres de fuentes laborales importantes, traslados de firmas al exterior, etc. Lo que me sorprendió verdaderamente fue la incursión en este año del ex ministro de economía Cavallo, ministro de gran parte de la era menemista. Eso me sorprendió en un momento, pero dentro de un esquema lógico de derrumbe económico encajaba a la perfección. Parecería que el inventor de la "convertibilidad", era el único capaz de sostenerla como si fuese un brujo, cual inventor diabólico, era el más capacitado y apropiado para apuntalarla, y darle fundamento adentro y afuera del país. El ex presidente De la Rua, tuvo la suficiente "lucidez" para creer que este personaje que a la postre resultó siniestro para la economía y la sociedad argentina era el único capaz de sostenerla.

Personalmente siempre he sostenido ­—incluso después de aprobada la ley de la Convertibilidad cambiaria, el famoso "un peso por un dólar"—, que tarde o temprano se derrumbaría, pues esta creación "genial", para salir de la hiperinflación de la época de Alfonsín, no tenía desde el comienzo la fortaleza técnica de lo que debe entenderse por una economía sana y de cómo funciona una economía en un país serio en nuestros días. Esta creación estaba condenada al fracaso desde el inicio, y luego del tembladeral que desparramó el efecto tequila de la crisis económica mexicana, personalmente estaba seguro, realmente seguro que la convertibilidad Argentina estaba herida de muerte, y que la crisis terminal llegaría en un momento u en otro, pero que llegaría y nada ni nadie podría impedirlo.

La convertibilidad tuvo la bondad de frenar la hiperinflación y dar la sensación de crecimiento económico a la población, pero era una mecanismo perverso utilizado para vender todo lo que fuese necesario vender del patrimonio económico de la nación, las importantes empresas públicas, como las telefónicas y otras, lo que favoreció una corrupción impresionante de la clase política dirigente de la época, difícil de ocultar, la mala venta, a precios irrisorios de estas empresas, y otras concesiones muy benévolas para grupos económicos extranjeros en el tema del petróleo. La convertibilidad necesitaba de divisas para sostenerse y se convirtió en la excusa fundamentalista perfecta para malvender todo lo que estaba en manos del estado. Recuerdo que el señor Carlos Menem dijo un día: "Dejaré a la Argentina en el primer mundo". Por los resultados obtenidos y el riesgo país —un invento de los capitalistas financieros para castigar a los países deudores— la nación argentina está por el vaciamiento ocurrido, la expoliación de los grupos financieros sufriendo una crisis económica nunca antes conocida. Increíblemente este señor, desea ser nuevamente candidato a la presidencia.

Pero llegaron las crisis regionales, y el salvataje mexicano fue posible porque México es hoy en día una nación en un esquema de integración con los Estados Unidos, y además puso como garantía de la salvación económica proporcionada por el imperio americano a todas sus reservas de petróleo, una garantía importante para un país petrolero de grandes recursos energéticos. De todas maneras en México el liberalismo económico ha hecho estragos y existe una gran desigualdad social, pero su esquema a pesar de estas necesidades es funcional.

Argentina no tiene hoy por hoy el petróleo que tiene México, y es mirada por los tecnócratas del Fondo Monetario, y por la dirigencia americana como una gran estancia, gigante que deberá llegado el caso salvarse como pueda. Si bien los recursos argentinos son enormes y el país posee un gran potencial de riquezas minerales y agrícolas aún sin explotar, su mayor recurso sin duda es su gente. Pero lamentablemente el capital financiero ha operado en Argentina como también en Uruguay como inhibidores del desarrollo. Vinieron por la especulación, las empresas públicas y sectores monopólicos de la economía, a provocar la desregulación laboral y social y a llevarse todas las superganancias que todo eso les reporta. Pero los gobiernos de turno no les pusieron condiciones para operar, todo lo contrario: fuimos y somos gobernados, administrados y expoliados por el capital financiero transnacional, por los administradores políticos de turno - gerentes locales que fueron y son copartícipes de todo este mecanismo y por los tecnócratas salidos de "consultoras" nacidas de las financieras para hacer marketing y fuerte presencia en el "gobierno" y en los medios.

En estos momentos difíciles, el pueblo argentino, salió a las calles para manifestar su bronca, su descontento, pero además demostrándose asimismo, y a todo el mundo, que es la hora de los pueblos, de tomar la rienda de la conducción de su destino, y diciéndoles a los políticos que hasta ahora se apoyaban en burócratas y tecnócratas que ése no es el camino, si no que el verdadero camino está en proteger a las inmensas mayorías postergadas.


Documento escrito el 15 de mayo del año 2000, no editado, pero que a la luz de los acontecimientos recientes en Argentina en diciembre del año 2001 expongo ahora:

La Argentina en su crisis terminal

La crisis terminal argentina podría ser considerada un paradigma perfecto del saqueo perpetrado por el fundamentalismo monetarista.

La Argentina está quebrada. Esto es un hecho incontrastable. Y esta crisis que se arrastra desde los tiempos de la dictadura militar, con un modelo afianzado luego en los primeros gobiernos de la democracia, busco beneficiar a unos pocos:

  • Los grandes grupos financieros, los grandes bancos.
  • Los grandes grupos económicos, grandes empresas extranjeras.
  • Los dueños de las empresas publicas privatizadas como ENTEL, etc.
  • Los grupos económicos dueños de hipermercados.

Hechos para analizar:

· La crisis económica y social que soporta el presidente De la Rua hace tiempo que está instalada y generada por el peor presidente que tubo la nación Argentina en toda su historia: Carlos Menem.

· Los sindicatos peronistas que apoyaron a Menem en cuanto a su política de privatizaciones, miran ahora para otro lado. Y estos mismos sindicalistas que poco o nada hicieron para que Menem concretara la mayor venta de empresas públicas que conociera la nación, parecen reaccionar justo ahora. ¿Por qué?

· Los sindicatos de filiación peronista le están haciendo la vida imposible al presidente De la Rua, pero es justo decirlo: este gobierno no está haciendo lo que prometió en la campaña.

Como derivación de toda esta situación es muy probable y personalmente diría que real que sucediera lo siguiente:

· El presidente De la Rua no terminase el mandato. Es probable que fuese destituido, u obligado a renunciar por el parlamento o por una revuelta popular apoyada por los sindicatos. En este caso habría que estar a lo que prevé la constitución Argentina. Su gobierno se verá obligado a renunciar o modificar su política. Pero dado que los tecnócratas burócratas que son contratados por el gobierno siempre sirven a los intereses de los extranjeros, es muy probable que no tengan en la mente otra receta que la que están acostumbrados a aplicar.

· Los Estados Unidos es la nación más interesada en que quiebre la Argentina. Ellos, los americanos saben que Argentina no puede pagar la deuda externa, que esta es impagable y que además ya la cobraron con creces en años de expoliación de amortización y paga de intereses y extranjerización. Pero el principal motivo es el interés norteamericano en la destrucción del MERCOSUR, por lo que la política oficial o encubierta opera en ese sentido contra este bloque regional.

· Cuando este modelo de la convertibilidad caiga definitivamente seguramente será precedido de una impresionante fuga de capitales difícilmente de contener. Los neoliberales, los monetaristas, lo creadores de "ideas geniales", como la convertibilidad que sirven a los grandes grupos financieros y han acumulado grandes riquezas en la Argentina en los últimos 24 años estarán al acecho para resguardar su usurpación o reaparecer bajo otra forma para mantenerse en el poder. No creo que la Argentina se saque el "yugo financiero extranjero", sin una revuelta popular que ponga los intereses de la gente muy por encima de estos grupos y sus gerentes políticos locales expoliadores de pueblos enteros.

 

Los episodios actuales vividos en la Argentina confirman una vez más que:

· La deuda externa de los países sudamericanos es en general inmoral e ilegal.

· Fue contraída mayoritariamente bajo gobiernos dictatoriales impuestos y apoyados por el capital financiero internacional y los propios Estados Unidos, en su estrategia de seguridad hemisférica, la llamada "doctrina de seguridad nacional", que tanta desgracia trajo a todos los pueblos latinoamericanos que tuvieron que soportarla.

· La estrategia diabólica del imperialismo norteamericano y sus socios occidentales fue generar dictaduras en todo el hemisferio, y de paso generar un mecanismo que "funcione", dentro de determinados parámetros para extraer la riqueza de todos estos pueblos, y de otros del tercer mundo. La deuda externa genera dependencia, y se comporta como ideal para dominar regiones enteras, por parte de los grupos de poder.

· Los países pobres del mundo y los latinoamericanos (de los cuales conocemos mejor su realidad), no tienen forma de desarrollarse. Viven en una pobreza endémica, plagados de corrupción en cantidad de administraciones, producto incluso mismo de la ingobernabilidad que genera la inoperancia de la política impuesta por el Fondo Monetario Internacional, y la falta de genuinos instrumentos de desarrollo.

· Los países latinoamericanos, en general, deberían hacer una suspensión colectiva de los pagos de intereses de la deuda externa, y del monto de la deuda misma. Por ejemplo el Uruguay, soporta un modelo económico muy similar al argentino. Las recetas son prácticamente las mismas, y también todos los males que genera. Debería nuestra población y su gobierno hacer ejemplo del caso argentino. Aunque dudo, dado el gobierno "oligarca" que tenemos, la desesperanza en que ha caído la gente, y la falta de coordinación "efectiva" de los actores sociales progresistas.

· La deuda externa debe tener un tratamiento legislativo. El parlamento del país en cuestión debería tratar el tema de la deuda, plazos, vencimientos y demás en el poder legislativo. Para que todo se haga en forma transparente y no de espaldas al pueblo.

· El principio a aplicar sería para estas sociedades políticas, pero igualmente válido para cualquier estado del mundo el siguiente:

PRINCIPIO DE RACIONALIDAD

El PAGO DEBE EFECTUARSE SÓLO SI EXISTE CRECIMIENTO ECONÓMICO SUSTENTABLE Y LAS NECESIDADES DE LA POBLACIÓN ESTAN SATISFECHAS

Este principio consagraría que solamente se puede pagar los intereses de una deuda si esta fue adquirida por métodos legítimos, legales, en donde el deudor sea un gobierno legítimamente constituido de acuerdo al derecho constitucional, y no por simples usurpadores del poder como ocurrió en la inmensa cantidad de países latinoamericanos. Y en el caso de que el país estuviere en recesión, se debería suspender los pagos hasta tanto la economía retomara el crecimiento económico.

Los hechos acontecidos en Argentina demuestran que:

· Los países pobres deudores deberían revisar el tema de la deuda externa.

· Creo que se está en el mejor momento para imponer al mundo un nuevo tratamiento al tema, y aplicar un principio racional que esté en consonancia con los verdaderos intereses de la población. No se puede pagar deuda con el hambre de un pueblo, desocupación, recesión permanente, ajuste y reajuste, y todo tipo de medidas recesivas achicamiento del estado, pues termina generando una involución económica y una parálisis que hacen insostenible a cualquier gobierno democrático, y la vida digna de los pueblos.

· Los pueblos son los únicos conductores de su destino. Un pueblo con necesidades debe manifestarse. Un grupo poblacional, una villa, un barrio, una provincia, debe organizarse para hacer defender sus derechos, pues si confían en los políticos, éstos pueden olvidarse y dejar incumplidas las promesas. Un Pueblo tiene derecho a manifestar su descontento, pacíficamente y boicotear a un gobierno que está alejado de las grandes y urgentes necesidades de la población.

Copyright © 2002 Yuri Aleksander

Primera Página