El
Pensamiento neoliberal, Carta Internacional, 20 de enero de 2001 Yuri Aleksandr |
El mundo nos está mandando señales de una sola senda. Un sólo camino
a transitar. Una nueva economía, una sola idea, un sólo pensamiento. Pero la
mayoría no esta viendo resultados. Entonces, ¿Quienes ven resultados? Los
enormes grupos de poder económico y financiero. Los que ya eran poderosos en
la "vieja economía", que en verdad es la misma de siempre, sólo que
asociados desde viejos tiempos al grupo de "iluminados", y de la
mano de la propaganda y publicidad flechada dan un gran espaldarazo a la
nueva fachada de lo que siempre fue. Es que la "nueva economía", se apertrechó como era de
esperar de las armas más poderosas de las cuales se hace un círculo de poder:
la publicidad, la propaganda insistente, un ejército de críticos elegidos por
su "objetividad" y servilismo y bien pagos que alaban todo lo
"bueno y positivo de un sistema". Y es que la discriminación a la
hora de la difusión de ideas, se ha vuelto más sofisticada: el currículum de
los expertos no debe dejar lugar a ninguna duda. En todo caso aquellos que
tardan en alinearse o parecen retozar en la ambigüedad terminan bloqueados
por los líderes de los medios, éstos si a prueba de toda duda son
incondicionales de la ideología del mercado. Si analizamos detenidamente la conformación de un equipo de
información nos daremos cuenta que los analistas o personas que
"opinan" sobre determinadas cuestiones del acontecer mundial,
nacional, económico o político son seleccionados con extremo cuidado. Por
ejemplo la cadena CNN. Uno puede pasar mucho tiempo sin ver los famosos
análisis de sus "expertos", aquellos que opinan de política o
economía, y sin embargo, se mantienen siempre los mismos perfiles
ideológicos. Es increíble que en plena recesión económica en Estados Unidos
con impresionantes cantidad de despidos los sindicatos o líderes sindicales
no son entrevistados por ejemplo en la sección "economía y finanzas".Al
parecer el sindicalismo no existe en el emporio capitalista. Los técnicos o analistas de la ideología neoliberal son la nata, el cuerpo especializado en operaciones especiales, el grupo de
elite, rigurosamente escogido de "universidades selectas",
incorporados por su discurso disciplinado y apropiado a los mercados
de valores, el mundo financiero, y otros grupos poderosos de multinacionales
claves como las petroleras. Su discurso nunca será indisciplinado o
conducente a inducir a errores de apreciación de los valores e intereses que
representan. En verdad, ellos sólo tienen una única proclama, y los matices
de existir, no se desvían un ápice del libreto que han aprendido en
"escuelas de negocios"; en fin nunca se desvían de la única realidad
que han aprendido y conocen. ¿Y su discurso? ¿De que hablan estos reporteros y analistas? Su
discurso es una fantasía. O mejor dicho su trabajo consiste en hacer creíble
la fantasía. En volver realidad a la fantasía por medio de la palabra. Pero
también cave esperar que estos tecnócratas especializados en legitimar esta
fantasía capitalista estén viviendo ellos mismos una fantasía. Es altamente
probable que estos personeros de la dictadura financiera estén elegidos de
tal manera de no haber sido contaminados de las "realidades". Estos
voceros del individualismo y el monopolio, las fusiones y reconcentraciones
del capital se han criado y desenvuelto en una "caja de cristal", y
su discurso analítico está probado por su "confiabilidad". Son
personas de confianza y limpias, ajenas muchas veces a las realidades de la
vida. Me queda expresarme sobre la fantasía. En verdad la fantasía está tan
bien elaborada que parece una realidad. Sin embargo sigue siendo una
fantasía. Es muy posible que estos "técnicos del pensamiento neoliberal",
digan que estamos en el mejor de los mundos posibles. Que la política y la
práctica democrática legitima todo este estado de
cosas. En todo caso es posible que esta fantasía elaborada como gran vía a
transitar sea enemiga o desentendida de las realidades de las amplias
mayorías postergadas. En verdad no se dirige directamente a estas mayorías.
No tiene nada para darle. Sin embargo, sería un tremendo error dejar de lado
a los postergados del capitalismo. A éstos últimos se los engloba en su discurso,
haciéndolos partícipes de una política comunicacional que busca el consenso y
la aceptación mínima del sistema imperante. Aunque el entorno real impuesto
por los capitalistas financieros, las grandes corporaciones y los políticos
gerentes del capital, en definitiva por los "grupos de poder", no
ofrezca nada de futuro, los medios deben ayudar a "legitimar" las
injusticias y lo pésimo del sistema de la mejor manera posible. Deben hacer
creíble lo increíble. Aunque las mayorías no vean "resultados" en
el terreno de la vida real, tienen al menos un discurso que les ayude a creer
que están en el camino correcto para lograrlo. Volviendo al principio, observamos entonces que los grandes grupos
que detentan el poder mandan elaborar "técnicas modernas" para
difundir el "conocimiento". En verdad la mayoría del mundo vive en
un permanente bombardeo de ideas geniales sobre las bondades del estado de
cosas. Es increíble, pero muchos viven de un trabajo que es edulcorar el mundo
para que sea aceptado por las mayorías. Y en verdad en gran medida lo han
conseguido. Copyright © 2001 Yuri Aleksandr |