Sientes emoción, algo de ansiedad, estás esperando algo muy especial. Junto a ti, un receptor de radio de madera, de forma semicircular y de gran tamaño, con un gran altavoz cuya rejilla está decorada con intrincadas figuras de marquetería. Ha llegado la hora… ¡de tomar una lección de vuelo a través de tu receptor de radio! Tal cosa pudo hacerse en los Estados Unidos allá por 1928, cuando se emitió uno de los programas radiofónicos más singulares de la historia.
En realidad, el receptor de radio no es tan vetusto como el mencionado, cuenta incluso con auriculares, pero la silla, la chimenea, el ambiente casero, y el supuesto mando de vuelo, ya nos darán suficientes pistas para entender esta diversión.
Una silla, un "palo" como mando del hipotético avión, y una radio, eran suficientes para aprender a volar (o soñar que se estaba volando) en los años veinte. Aquellas personas que tuvieran pasión por el vuelo, pero que no podían acercarse a un aerodromo, podían equiparse con un kit básico de vuelo de lo más curioso. Podría definirse éste como un predecesor lejano de los actuales simuladores de vuelo por ordenador, con joystick e incluso pedales.
Allá a finales de los años veinte, a falta de ordenador, lo que hacían aquellas personas era sintonizar la radio los viernes entre las ocho y las ocho y cuarto de la tarde. Se sentaban en una silla, tomaban su "mando de vuelo", típicamente un palo de escoba que firmemente aferraban entre sus rodillas, y escuchaban el increíble programa de radio de la emisora KOA de Denver (Colorado, USA). La voz del piloto Cloyd P. Clevenger, de la Alexander Aircraft Company, se mezclaba con todo tipo de sonidos mecánicos y efectos especiales, como si se estuviera volando en un avión de verdad. De esa forma, iba emitiendo lección tras lección (un total de 10 lecciones), mientras enseñaba pilotaje a un ficticio alumno que, además, solía aportar el toque de humor al programa. A lo largo y ancho del Medio Oeste y de las Montañas Rocosas de Norteamérica miles de personas escuchaban apasionadamente aquellos quince minutos semanales que les acercaban un poco más a su sueño de volar.
Para levantar el interés y mantener la atención de una audiencia inusual y crear un entusiasmo por la aviación (que aún no había cumplido 20 años desde el primer vuelo de un avión por los hermanos Wrigth), las lecciones no se presentaban directamente a la audiencia, sino que los oyentes escuchaban las informaciones que el piloto Clevenger impartía en el programa a un supuesto y torpe campesino del medio rural norteamericano, que era interpretado por Gene Lindberg, uno de los más populares humoristas de los periódicos de la región de las Montañas Rocosas. A través de los comentarios, con algunos toques de humor, entre Clevenger y Gene, se iban tratando en las distintas lecciones aspectos de las distintas partes de los aviones de la época, modos de operación durante los vuelos, etc..., y estos soliloquios proporcionaban el suficiente entretenimiento para los oyentes con el fin de engancharlos al programa y evitar que estos cambiaran a otras emisoras en las que a esas horas solían actuar orquestas de jazz.
Como se ha dicho, durante la emisión del programa las conversaciones se mezclaban con todo tipo de sonidos mecánicos y efectos especiales, como si se estuviera volando en un avión de verdad. Se escuchaba el supuesto rugir de los motores del avión. Los ruidos de los motores se conseguían moviendo ventiladores eléctricos frente a los micrófonos, y se conseguía imitar tanto el ruido sostenido de los motores en vuelo como las aceleraciones y deceleraciones de los motores cuando el hipotético avión arrancaba los motores y se calentaban, así como al pararlos.
Las lecciones, en forma de diálogos entre Gene y Clev (así se identificaban los dos protagonistas en los diálogos), comenzaban con la llegada de Gene al aerodromo. La primera lección consistió en una sencilla explicación de los mandos de control del aeroplano y de las partes de este. En lecciones siguientes se fueron explicando distintos aspectos del pilotaje del aeroplano. Incluso en una lección se explicaba los principios para salir de una situación de parada del aeroplano en vuelo y como evitar la entrada de este en caída en barrena (el programa en este caso representaba bien una entrada en barrena, la salida de esta situación, y finalizaba con un feliz aterrizaje). Otra lección se dedicó a acrobacias con el aeroplano realizando loops, en la cual se daban algunas situaciones emocionante que eran humorísticas a la vez que peligrosas.
Todas las lecciones estaban basadas en el libro "Modern Flight" (Vuelo Moderno), escrito por el propio Clevenger y tenían lugar mediante los diálogos de Clev y Gene, convenientemente adaptados. De ello se hizo mención en el programa. No se sabe cuán efectivo fue este programa de radio, pero en corto tiempo se vendieron cientos de ejemplares del libro, y se incrementaron las visitas a la escuela de pilotos de aviación de Denver.
Más información, con un fragmento de uno de los diálogos del programa, se publicó en la revista Popular Aviation (Flying Magazine), en su número de marzo de 1928 (accesible en internet en https://books.google.es/), páginas 18, 19 y 81.
Fuente original publicada en Tecnología Obsoleta
Entrada del 13-09-2016 : Un simulador de vuelo para aerotrastornados (por radio) de 1928
Durante los conflictos bélicos la radio ha tenido en muchas ocasiones una importancia capital, y uno de los aspectos más destacados es la emisión de programas de radio cuyo destinatario principal es precisamente el bando enemigo. Se trata de programas de radio emitidos por las cadenas de radiodifusión en los que se informa de los avances de los ejércitos propios, a la vez con un contenido que pretente desmoralizar a los soldados y civiles del bando enfrentado. Es decir, guerra psicológica a través de las ondas de radio.
En España, durante la Guerra Civil (1936-39) fueron notables las transmisiones desde Radio Sevilla locucionadas por el general insurrecto Queipo de Llano, dirigidas al bando republicano, con clara intención de intimidar y desmoralizar a la población civil que permanecía en el lado republicano, sobre todo a la que vivía en zonas que estaban cerca de los frentes, al alcance de las tropas sublevadas. Fuera de España, son bien conocidos los casos de los programas de la radiodifusión japonesa hacia Estados Unidos durante la Guerra del Pacífico (1941-45) en el transcurso de la II Guerra Mundial, o desde la radiodifusión vietnamita hacia los soldados norteamericanos durante la guerra de Vietnam (1964-75).
Durante la II Guerra Mundial, Estados Unidos entró en guerra con Japón, y con ello se metió de lleno en la II Guerra Mundial, tras el ataque a traición (sin declaración previa de estado de guerra) de la aviación japonesa a la base de la armada norteamericana de Pearl Harbor, en Hawai, el 7 de diciembre de 1941, y que supuso la destrucción de parte de la flota norteamericana en el Pacífico. Siguió una sangrienta guerra en el Pacífico, que finalizaría en agosto de 1945 tras los bombardeos atómicos de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, que obligaron a la rendición a Japón días después.
Durante la campaña del Pacífico, desde la radiodifusora estatal japonesa, hasta una docena de locutoras angloparlantes de origen japonés llevaron un programa de radio de propaganda japonesa dirigidas a las tropas aliadas del Pacífico como medio de guerra psicológica, con la intención de desmoralizar a los enemigos en el Pacífico. Las locutoras de estas emisiones deliberadas en las bandas de AM fueron denominadas por los servicios de contrainteligencia norteamericanos como Rosa de Tokio (“Tokyo Rose” en inglés).
El programa, "The Zero Hour" (La Hora Cero), era un programa producido por prisioneros de guerra aliados con experiencia en radiotransmisión, forzados a hacerlo bajo amenaza. El programa consistía en enviar mensajes de los prisioneros de guerra a sus familias, difusión de noticias censuradas por el bando aliado, intercalados con música popular norteamericana (para despertar la nostalgia de los combatientes estadounidenses) e información local, todo ello con la finalidad de bajar la moral de las tropas aliadas instaladas en el Pacífico (es decir, había una estrategia de guerra psicológica). Mucha de la información emitida era suministrada por la Kenpeitai (la brutal policía militar del Ejército Imperial Japonés), quien la obtenía del interrogatorio forzado de prisioneros. El programa se emitía a través de Radio Tokio (NHK).
Sin embargo, aunque fueron varias las locutoras de estas emisiones, el nombre de "Rosa de Tokio" está principalmente asociado a Iva Toguri d’Aquino (Ikuko Toguri), una ciudadana estadounidense nacida en Los Ángeles (California) en 1916, hija de inmigrantes japoneses. Toguri viajó a Japón el 5 de julio de 1941, es decir 6 meses antes de iniciarse la guerra, para pasar un tiempo con una tía enferma, visitar a algunos familiares y ver posibilidades de seguir sus estudios de medicina allí. Pero el 7 de diciembre de 1941 tuvo lugar el ataque japonés a Pearl Harbor, lo que cerró sus posibilidades de regreso de Iva Toguri a Estados Unidos.
La presencia de Iva en el país no fue del agrado de todo el mundo. Su condición de estadounidense, así como el rechazo a renunciar a su nacionalidad, generó ciertos recelos, pero también tuvo algunas ventajas: Obligada a buscar un trabajo para mantenerse, fue reclutada por los servicios de inteligencia japoneses para participar en el mencionado programa de radio The Zero Hour. Toguri participó primero como traductora y mecanógrafa en la radio japonesa, y luego fue preparada y habilitada como locutora junto con otras mujeres de origen japonés para hablarles a las tropas enemigas, con el fin de desmoralizarlas.
Iva Toguri participó en unos 350 programas, aunque se negó a emitir propaganda antiestadounidense, lo que le fue aceptado. Aunque de ascendencia japonesa, ciertamente Toguri no simpatizaba con las autoridades japonesas. Dicho programa era escuchado no solo por la contrainteligencia aliada, sino por todas las bases y unidades navales aliadas en el frente del Pacífico. A finales de 1943 la voz de Iva Toguri era escuchada regularmente por miles de marines y soldados de Estados Unidos destinados en el Pacífico, se hizo bastante popular entre los combatientes estadounidenses.
Así, por ejemplo, el 22 de febrero de 1944, Iva le decía a las tropas aliadas: "Hola, ¿qué tal enemigos? ¿Qué tal las trampas cazabobos? Aquí está Ann, de Radio Tokio, y nosotros estamos justamente para comenzar nuestro programa regular de música, noticias y la Hora Cero, para nuestros amigos… quiero decir, nuestros enemigos en Australia y el Pacífico Sur. Así que estén en guardia, y quieran que los niños no estén escuchando. ¿Todo listo? OK, aquí está el primer ataque a su moral, la Boston Pops, tocando Strike Up the Band".
Aunque Iva Toguri pasó a la historia como la "Rosa de Tokio", en Japón era conocida como "Ana, la huérfana", puesto que sus padres habían muerto en los Estados Unidos mientras ella se encontraba en la isla,al no poder regresar.
El apodo "Rosa de Tokio" fue una fábula creada por los servicios de contrainteligencia estadounidenses, lo que al final de la guerra en agosto de 1945 significó para una ingenua Iva Toguri ser investigada por el FBI y los servicios de contrainteligencia del Ejército de los Estados Unidos bajo la acusación de traición (fue la única estadounidense identificada entre las locutoras acusadas de prácticar la guerra psicológica), siendo arrestada el 5 de septiembre, trasladada a la prisión de Yokahama, donde se realizaban los interrogatorios. Su siguiente destino fue la prisión de Sugarno, en compañía de otros criminales de guerra. Tras seis meses del arresto, un informe interno del ejército estadounidense concluyó que no existía base suficiente para sostener la acusación de traición, por lo que fue liberada.
Pero al regresar a Estados Unidos en 1948, fue blanco de las acusaciones de un periódico sensacionalista, que generaron protestas populares y el linchamiento mediático de una población que buscaba venganza tras las disputas vividas con el país nipón. Fue investigada de nuevo por el FBI, arrestada a finales de ese año, y juzgada el 5 de julio de 1949 por ocho cargos por traición a la patria, apoyándose el juicio en falsos testimonios de ex-empleados de Radio Tokio y soldados que habían oído una emisión de la que ni siquiera se conservaban grabaciones o transcripciones. El 29 de septiembre fue sentenciada a diez años de cárcel y a pagar una multa de 10.000 dólares.
Por suerte para Iva, un hombre decidió seguir investigando, convencido de la falta de veracidad de las acusaciones vertidas contra Iva Toguri: Ronald Yates, periodista del Chicago Tribune Ronald. Yates logró destapar la trama de mentiras y falsas acusaciones vivida por Iva. En enero de 1956, tras seis años y dos meses de condena, Iva fue liberada.
Iva se trasladó a Chicago, donde en 1976 fue entrevistada por un periodista que se interesó en su caso, descubriendo que las acusaciones en su contra habían sido fabricadas por dos ciudadanos japoneses, que dijeron a su vez haber sido forzados por el FBI y la policía militar estadounidense a atestiguar en su contra. A raíz de ello, el 17 de enero de 1977 fue indultada oficialmente por el presidente Gerald Ford por su papel en la guerra, y además le devolvió la ciudadanía estadounidense.
Finalmente, en 2006, con 90 años de edad, Iva vio reconocida su labor al recibir un premio del Comité de Veteranos de la Segunda Guerra Mundial, logrando por fin justicia no solo a nivel legal, sino también social y mediático. Iva murió el 20 de septiembre de ese año, en Chicago, a los 90 años de edad.
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Iva Ikuko Toguri d’Aquino |
Fuente principal : Wikipedia (versiones española e inglesa), artículo "Rosa de Tokio" / "Tokyo Rose"
11-10-2016
Entre 1964 y 1975 Estados Unidos estuvo en guerra con el régimen comunista del entonces Vietnam del Norte, apoyando a su aliado pro-occidental Vietnam del Sur, a causa del conflicto surgido entre ambos países al no respetar el gobierno dictatorial de Vietnam del Sur un acuerdo firmado en Ginebra en 1954 para la reunificación territorial de ambos países mediante referéndum. Los acuerdos de Ginebra se tomaron en 1954 tras la derrota de Francia, potencia colonial de Vietnam, en una guerra de independencia, pero dejó a Vietnam partido en dos países, aunque con un acuerdo de una futura reunificación. Estados Unidos se involucró en esta guerra enviando tropas combatientes en apoyo del régimen dictatorial y pro-occidental de Vietnam del Sur (con capital en Saigón) frente a los guerrilleros del comunista de Vietnam del Norte (con capital en Hanói). La guerra finalizó en 1975 con la retirada de los norteaericanos, la caída de Saigón, capital de Vietnam del Sur que fue rebautizada por el régimen de Hanói como Ciudad Ho Chi Minh, y la reunificación de todo Vietnam. Más de 58.000 soldados norteamericanos murieron en esta guerra.
Durante el tiempo que duró la contienda bélica, mañana, tarde y noche, a través de las ondas de radio una voz suave y persuasiva invitaba a desertar y a regresar a los soldados norteamericanos a sus hogares. Nunca vieron su rostro, pero la bautizaron con el nombre de Hanoi Hanna y con el tiempo se convirtió en la más famosa de las locutoras vietnamitas que difundían la propaganda comunista durante aquella confrontación.
Trinh Thi Ngo, el verdadero nombre de Hanoi Hanna, se hizo célebre entre los marines estadounidenses por su capacidad para seducirles con su voz, a pesar de que les transmitía miedo e incertidumbre. Utilizaba para ello un cóctel de propaganda, canciones populares e información en su programa de media hora, que se repetía tres veces al día. “Con una voz suave como la seda y un inglés impecable”, según la definió el periodista Don North, que cubrió aquella contienda por la cadena ABC, Hanoi Hanna les leía lo que publicaba la prensa de EE.UU. sobre las manifestaciones contra la guerra, les ponía canciones de Joan Baez o Bob Dylan (músicos comprometidos contra la guerra de Vietnam) y les facilitaba la lista de soldados muertos o capturados cada día. Incluso les mencionaba la ubicación secreta de sus unidades, información que al parecer obtenía de publicaciones militares de EE.UU. como el periódico Stars and Stripes, pero que creaba una gran inseguridad entre los soldados. Y luego, Lady Dragón, como también la denominaban los marines estadounidenses, remataba su emisión con una reflexión acerca de lo injusta que era la guerra y les daba a entender que morirían en vano. “Nada es más confuso que recibir la orden de ir a la guerra para morir o quedar mutilado para toda la vida sin tener la menor idea de lo que ocurre”, les decía aquella locutora con voz relajada y un inglés perfecto. Un idioma que había aprendido por su afán de entender su película favorita, "Lo que el viento se llevó", sin subtítulos.
Para los vietnamitas, la labor que desarrolló Hanoi Hanna fue primordial para el desenlace de la guerra. “Nunca se olvidará su voz legendaria en los programas destinados a los soldados norteamericanos. Jugó un papel muy importante en la victoria de Vietnam”, señaló Nguyen Ngoc Thuy, un antiguo periodista de su emisora, La Voz de Vietnam. Consideran que su aportación fue decisiva para que los marines empezaran a oponerse a una guerra en la que murieron más de tres millones de civiles, 2,5 millones de soldados vietnamitas de ambos bandos y más de 58.000 soldados estadounidenses, además de unos 200 periodistas.
En el bando estadounidense relativizan, en cambio, el protagonismo de Trinh Thi Ngo, a quien incluso el famoso general Giap llamaba Hanoi Hanna. El periodista Carl Robinson, que cubrió el conflicto para la agencia Ap, cuestionó en su día el papel de esta locutora en la desmotivación de los marines norteamericanos. En su opinión, eran conscientes de que se trataba de propaganda. Un arma que también utilizaba EE.UU., que lanzaba miles de panfletos anticomunistas desde sus aviones por todo el territorio vietnamita.
Hanoi Hanna finalizó su misión el 30 de abril de 1975, con el anuncio en inglés de la liberación de Saigón, lo que supuso el final de la guerra. Tras aquel día, se instaló en el sur del país junto a su marido y prosiguió su tarea como locutora en La Voz de Vietnam en Ciudad Ho Chi Minh (nombre actual de Saigón) hasta su jubilación. Nunca más empezó ninguna emisión con un “¿Qué tal G.I.?” (como llamaba a los soldados de EE.UU.) al inicio de sus programas durante la guerra. Y no sería hasta 1995 cuando Washington y Hanói restablecieron relaciones diplomáticas.
Hanoi Hanna falleció el 30 de septiembre de 2016 en su casa de Ciudad Ho Chi Minh, a la edad de 87 años.
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Trinh Thi Ngo "Hanoi Hanna", ya jubilada, con un antiguo retrato suyo. |
Artículo original : " Hanoi Hanna, la voz de la propaganda comunista en la guerra de Vietnam, fallece a los 87 años "
Fuente : Guía de la Radio nº 971 (09-10-2016)
Menos conocido es el caso de las emisiones para el enemigo en la guerra de las Malvinas (o Conflicto del Atlántico Sur), entre la República Argentina y el Reino Unido, que tuvo lugar en 1982 en las islas Malvinas, que se desarrolló entre el 2 de abril, y el 14 de junio de 1982. También afectó a las islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur.
El origen de la guerra fue el intento por parte de Argentina de recuperar la soberanía de las islas Malvinas (islas Falklands para los británicos), a las que las Naciones Unidas consideran territorios en litigio entre Argentina y el Reino Unido, si bien es el Reino Unido el que ejerce la soberanía actualmente sobre ellas. Situadas en el Atlántico sur, a unos 350-400 Km de la costa sur argentina (frente a la Tierra del Fuego), desde su descubrimiento a principios del siglo XVI este archipiélago fue ocupado en forma sucesiva por España, Francia, Argentina y el Reino Unido. Argentina siempre ha considerado estas islas suyas y considera que estos territorios se encuentran ocupados por una potencia invasora.
Argentina estaba gobernada por una dictadura militar encabezada ese año por el general Leopoldo Fortunato Galtieri, mientras que en Reino Unido gobernaba la primera ministro conservadora Margaret Thatcher, apodada "La Dama de Hierro" por su carácter decidido y enérgico. Tras 149 años de administración británica ininterrumpida, el 2 de abril se produjo el desembarco de tropas argentinas en la islas y su ocupación, y la Junta Militar argentina confió en que Gran Bretaña se adviniera a negociar la soberanía de las islas que Argentina reclamaba como suyas, y no creyó probable que hubiera respuesta militar británica contra Argentina al tratarse de unas islas coloniales remotas poco pobladas que estaban a más de 10.000 km de distancia de las islas Británicas. De hecho, no llegó a haber declaración de guerra formal entre ambas naciones. Pero Margaret Thatcher no se advino a negociar la soberanía de las islas, y organizó una fuerza operativa naval especial que fue enviada a las Malvinas a las que llegó a principios de mayo, y tras duros enfrentamientos con las tropas argentinas en mayo y junio, recuperaron el control de las islas para el Reino Unido. El saldo final de la guerra en vidas humanas fue de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.
La guerra fue considerada una causa nacional que casi ningún argentino se atrevería a cuestionar, y puso a la población argentina a favor de la dictadorial Junta Militar que los gobernaba. Pero como consecuencia de la guerra, en Argentina la derrota en el conflicto precipitó el fin de la Junta Militar, y tras las elecciones de diciembre de 1983 llevaron a la recuperación de un gobierno democrático. En cambio, la victoria reforzó en el Reino Unido a Margaret Tatcher y su gobierno conservador, siendo éste reelegido en las elecciones de principios de 1983.
Pues bien, durante el conflicto hizo su aparición en las ondas una voz femenina que se dirigió a los soldados de las fuerzas británicas, y cuyo cometido fue primero intentar evitar la guerra, pero cuando empezaron los combates, hizo todo lo posible para desmoralizar al enemigo. Fue una especie de "Rosa de Tokio criolla".
Se trataba de la joven periodista Silvia Fernández Barrio, que por entonces trabajaba en el antiguo Canal 7 de la radio argentina. Además del español, hablaba un perfecto inglés, ya que se educó en un colegio inglés, el William Shakespeare, y tenía una voz muy sensual. Una vez producida la invasión de las islas, un comité militar la llamó para hacer un programa, llamado 'Hora Cero', bajo el más absoluto secreto, que se proponía hablarles a los soldados de la flota británica.
Así nació Liberty, las emisiones en inglés dirigidas a los soldados ingleses de la flota británica, locucionadas con la sensual voz de Silvia Fernández. Como ella posteriormente declararía, "Yo sentía que estaba haciendo mi aporte para evitar una guerra que era impensada desde mi lugar; tuve la ilusión de colaborar con que no suceda. Trataba de convencer a los ingleses de que era innecesaria la guerra, que estas tierras lejanas nada tenían que ver con ellos. Cuando los contenidos del programa eran demasiado bélicos, los suavizaba porque en mi inconsciente primaba la idea evitar las acciones bélicas".
La voz de Fernández Barrio se podía escuchar en una hermosa casa en Londres o en un barco navegando en altamar. "Hola soy Liberty, he decidido mostrarme al mundo desde un lugar que está muy lejos de usted, en Malvinas, Sandwich y Georgias del Sur, soy una voz, un espíritu, un país", dijo alguna vez, mientras el tema Yesterday, de The Beatles, sonaba de fondo.
Fue un radioaficionado inglés de la pequeña ciudad de Grandtham (curiosamente, donde nació Margaret Thatcher) el que captó en abril de 1982 una transmisión, que le recordaba a Rosa de Tokio, en la que una voz sensual, con perfecto acento inglés, hablaba a la flota británica que había sido enviada a las Islas Malvinas. El hombre dio aviso a las autoridades y, según una publicación del diario inglés Daily Mail de esos días, el ministro de Defensa de Reino Unido, John Nott, se refirió a ella como un procedimiento de propaganda negra, ya obsoleta, usada por última vez en Vietnam.
En algunas ocasiones, a pesar del secreto, la emisión de Liberty se transmitía por Radio del Plata, los sábados por la noche. Tras hacer escuchar las campanas del Big Ben, se daban los resultados del futbol inglés y se les recordaba a los soldados británicos lo lejos que estaban de sus hogares. "Nos hemos encontrado, soy Liberty y tú eres Tomy, simpatizante del Tottenham, sí, debes estar navegando en alta mar, por eso hemos decidido brindarte compañía. ¿Te gustaría que te recuerde tu pueblo?", leía Fernández Barrio.
El 19 de mayo, y en vista que en el Reino Unido se tenía la impresión de que estaban perdiendo la guerra mediática y la opinión pública salía tomar como verdaderas las noticias argentinas (si bien buena parte de ellas erróneas, engañosas o de propaganda), Margaret Thatcher ordenó que desde la isla de Ascensión, de soberanía británica en el Atlántico Sur, comenzara a transmitir Radio Atlántico Sur, con el único fin de desmoralizar o engañar a las tropas argentinas. Aunque el Ministro de Defensa británico consideraba esto obsoleto, en estas transmisiones se pasaban falsos mensajes para los soldados argentinos de tal o cual batallón, en los que sus familias les decían, supuestamente, que estaban bien y que los esperaban de regreso. Los ingleses llamaron a esta emisión "Operación Moonshine" (que significa "Luz de luna").
Según sus declaraciones, Fernández Barrio siempre fue consciente de la imposibilidad de ganarle una guerra a Reino Unido, pero cumplió la orden que le dieron como empleada del canal público, y tuvo la ilusión de hacer desistir a los británicos de la guerra. "No tomamos conciencia de que la guerra era verdad hasta el 1 de mayo, con el primer combate aéreo. El 2 de mayo, cuando se produjo el hundimiento del crucero General Belgrano, allí supe lo que vendría". (El crucero General Belgrano fue torpedeado y hundido dicha fecha por el submarino británico HMS Conqueror, muriendo 323 de sus tripulantes).
El conflicto fue breve, pero durante éste, en el lado argentino se cometieron importante errores. Silvia Fernández declaró que "Como todos dicen, en la guerra la primera baja es la verdad. Aquí se cometieron muchos errores periodísticos, como relatar en tiempo real el movimiento de las tropas argentinas, lo que ponía en alerta a los británicos. Es que no había experiencia. Todo lo que se decía en los noticieros estaba guionado, como la famosa frase a la que murió atado José Gómez Fuentes, 'que venga el Principito'. Cuando lo llamaron las autoridades para saber por qué lo había dicho, mostró un cable de Télam, donde Mario Benjamín Menéndez decía esa frase en Puerto Argentino".
Las mujeres fueron tan protagonistas como los hombres en la Guerra Malvinas. Fernández Barrio nunca tuvo una dimensión real de lo que significó su trabajo, hasta que vio las notas de aquella época, enterándose de que habían marinos argentinos que participaron de la guerra que conocían su trabajo y que la admiran por eso.
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Silvia Fernández Barrio, año 2017. |
Artículo original : " Silvia Fernández Barrio, la voz de la guerra psicológica durante el conflicto por Malvinas "
Publicado en: Infobae por Alicia Panero (01-04-2017)
Se suele confundir en muchas ocasiones las radios clandestinas con las radios pirata, ya que aunque ambas son emisoras ilegales, las emisoras pirata no tienen licencia legal para emitir y se crean con un motivo económico, para ganar dinero, normalmente con fórmulas del tipo músical más publicidad, mientras que las radios clandestinas tienen una finalidad política, ya que son puestas en marcha por grupos, organizaciones o partidos políticos que están perseguidos en un determinado territorio o país. Puesto que no pueden actuar a la luz del día en dicho territorio o país, dichas organizaciones se ven abocadas a actuar de forma clandestina, y sus comunicaciones y medios de información también son necesariamente clandestinos.
En el caso de la radio clandestina, se consideran como tal cualquier emisión de carácter político que provenga de esos movimientos políticos clandestinos, y ello puede realizarse a través de una emisora clandestina que dedique todo el tiempo a realizar esa labor clandestina, pero también puede realizarse mediante espacios de programación cedidos a ese movimiento clandestino por emisoras de otros países, que simpaticen con ese movimiento político. Por tanto, hay una diferencia entre las auténticas emisoras de radio clandestinas y las emisiones clandestinas desde emisoras legales u oficiales en otros países.
Así, por ejemplo, durante el Apartheid (la discriminación oficial de los ciudadanos de raza negra, oprimidos por la minoría blanca del país) en Sudáfrica hasta principios de los 90's, Radio Freedom fue la emisora del Congreso Nacional Africano (que luchaba contra esa discriminación y era clandestino en su país), y en realidad eran emisiones a través de emisoras oficiales de países vecinos como Madagascar, Angola, Namibia, e incluso Etiopía, países que cedían espacios de programación al CNA en sus emisoras oficiales. Las emisoras, en sí, no eran clandestinas, sí lo eran los espacios de programación cedidos al CNA, que era una organización clandestina en su país.
Las radios clandestinas son un género de radio en el que hay una estrecha relación entre la radio y la historia, y son fruto de unas circunstancias históricas muy concretas, como son dictaduras políticas, ausencia de libertad de expresión, guerras, situaciones de colonización, etc... y que son el caldo de cultivo para que movimientos clandestinos las pongan en marcha. Sin estas circunstancias, no hay radios clandestinas.
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REI Pirenaica |
En el caso de España, tenemos como mejor ejemplo la conocida como Radio Pirenaica, sobrenombre de Radio España Independiente, emisora clandestina que puso en marcha el Partido Comunista de España (PCE) tras la finalización de la Guerra Civil Española, y que transmitió entre 1941 y 1977, prácticamente durante casi toda la dictadura franquista y el principio de la Transición política española tras la muerte del generalísmo Francisco Franco. Transmitió primero desde Moscú, y desde 1955 desde Bucarest (Rumanía). Aunque políticamente era la voz en el exilio del PCE (con una importante carga ideológica comunista), informaba a través de las ondas cortas a los ciudadanos de España de noticias y muchas otras cosas que la censura del gobierno franquista ocultaba, trayendo un espacio de libertad y de esperanza a sus oyentes del interior de España. Debido al tiempo que estuvo en antena, es considerada la decana de las emisoras clandestinas, ya que no hay ninguna otra emisora clandestina que haya estado emitiendo de forma continuada el tiempo que estuvo en antena Radio España Independiente "Estación Pirenaica" (36 años seguidos, salvo esporádicos momentos por motivos técnicos o de otros tipos), y eso que han habido dictaduras demasiado largas en otros países.
A pesar del sobrenombre de Radio Pirenaica
, nunca emitió desde los Pirineos, eso fue una leyenda que le vino muy bien al PCE, y que incluso los primeros años alimentó, indicando que la emisora "se movía de risco en risco en la cordillera Pirenaica, burlando la vigilancia de la policía franquista". Tampoco nunca emitió desde Praga, donde durante muchos años la situaron las autoridades franquistas, según se reflejó en muchos informes oficiales.
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La Voz del Pueblo (Colombia, 1948) |
Auténticas emisoras clandestinas, fueron, por ejemplo, las que surgieron en Colombia en 1948 con motivo del denominado "Bogotazo", movimiento de insurrección que tuvo lugar tras el asesinato de Jorge E. Gaitán, el dirigente liberal más importante del país. En las horas siguientes al asesinato, aparecieron dentro del país numerosas emisoras clandestinas, absolutamente rudimentarias y normalmente operadas por una única persona, que en la mayoría de los casos eran emisoras de radioaficionado de onda corta modificadas para poder operar en bandas de radiodifusión comerciales, y desde las cuales se llamaba a los liberales izquierdistas a la revolución en Colombia, a levantarse contra el gobierno conservador. Y aunque el gobierno conservador de Colombia decretó un apagón general del suministro eléctrico para intentar acallar esas emisoras clandestinas que acababan de surgir, muchas siguieron activas ya que estaban instaladas a bordo de camiones y vehículos. Disponían, pues, de su propio generador de energía eléctrica.
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Radio Rebelde (Cuba, 1958) |
Otra emisora clandestina fue Radio Rebelde, el prototipo de emisora revolucionaria por excelencia, durante la revolución en Cuba, y que fue fundada (según se dice) por Ernesto "Che" Gevara, y cuya primera ubicación fue el campamento que tenía "Che" Guevara en la Sierra Maestra, y que al cabo de dos meses se la llevó Fidel Castro al suyo. Fue la emisora que más audiencia tuvo dentro de Cuba a pesar de ser clandestina, fue fundamental para dar a conocer los postulados del movimiento revolucionario "26 de Julio" no sólo en Cuba, sino que también en toda Latinoamérica, ya que muchas emisoras de países latinoamericanos se encadenaron a Radio Rebelde para transmitir en directo o en diferido su programación. Menos de un año después de la puesta en marcha de Radio Rebelde, en enero de 1959 los revolucionarios derrocaron al presidente Batista y se plantaron en el poder en Cuba con Fidel Castro a la cabeza.
Radio Rebelde fue ejemplo para muchos otros movimientos y guerrillas revolucionarias en los años 1960 y 70's que siguieron las doctrinas de Che Guevara y se alzaron en armas contra sus gobiernos, creando sus propias emisoras clandestinas revolucionarias.
Volviendo a España, otra emisora clandestina que alcanzó cierta notoriedad (pero mucho menos que Radio Pirenaica), fue La Voz de Canarias Libre, durante el inicio de la Transición española, aunque en realidad era prácticamente la voz de una única persona, Antonio Cubillo, líder del pequeño grupúsculo independentista canario MPAIAC, que abogaba por la independencia de las islas Canarias. Era una emisora que transmitía muchas consignas de acción para ir minando poco a poco el poder colonial (como decía Cubillo) de la metrópolis (Madrid) para crear en las islas un clima que se volviese irrespirable a las autoridades españolas y así conseguir al final la independencia de las islas Canarias. Ello contrasta con muchas otras emisoras clandestinas en las que en algún momento abogaban por una ofensiva general o una ofensiva final para acabar con alguna dictadura.
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La Voz de Canarias Libre |
La Voz de Canarias Libre en realidad eran emisiones desde las antenas de Radio Argel cedidas por el gobierno argelino a Antonio Cubillo. En diciembre de 1975 el gobierno de Argelia dio dos programas en las antenas de Radio Argel, uno al saharaui Frente Polisario (justo después del acuerdo tripartito de Madrid tras la muerte de Franco según el cual España cedía la administración del antiguo Sáhara Español a Marruecos y Mauritania), y otro al MPAIAC.
Cubillo era prácticamente la única voz, si bien frecuentemente solía hacer cambios de voz en su programa para simular conversaciones con supuestos contertulios. Tenía un discurso independentista, incluso tremendista, caudillista y petardista, sin ningún tipo de concesión de tipo autonómico. Las emisiones de La Voz de Canarias Libre se hicieron pronto populares en las islas Canarias, pero también en el resto de España. Las escuchaban los simpatizantes de la causa independentista, que veían en Cubillo a un líder que despertaba la conciencia de su pueblo, pero también la podían oír cualquiera que buscara algo diferente en las ondas de radio, muchos de los cuales veían a Cubillo como alguien estrafalario con ideas exóticas. Cubillo mostraba un carácter desenfadado e irónico que atraía su escucha.
Cubillo acabó mal, fue víctima de un atentado financiado por los servicios secretos españoles del que salió gravemente herido, y se produjo en un momento en que la causa independentista de las islas Canarias estaba más activa que nunca, con cierto apoyo de la OUA (Organización de la Unidad Africana), y tratándose en el Comité de Descolonización de la ONU (Naciones Unidas). Cubillo no sólo molestaba en España, habían otros servicios secretos que consideraban a Cubillo una amenaza. Se dice que el atentado a Cubillo se llevó a cabo como consecuencia de una acción del MPAIAC en el recién inaugurado aeropuerto Reina Sofía, en Las Palmas de Gran Canaria, que fue la colocación de unas bombas en la terminal de pasajeros, que más bien eran unos petardos, más con la idea de llamar la atención tras avisar de la colocación de las bombas. Ello obligó a desviar varios vuelos al aeropuerto de Los Rodeos, en Tenerife, un aeropuerto complicado e insuficiente para absorber el tráfico que se le vino encima. Ese día, el 27 de marzo de 1977, con la única pista del aeropuerto sumida en intensa niebla, tuvo lugar la mayor tragedia de la aviación civil hasta incluso actualmente, al colisionar en la pista del aeropuerto dos aviones de pasajeros Jumbo, uno que rodaba lentamente por la pista (norteamericano) y otro que ya había comenzado a alzar el vuelo (holandés), con un balance de unas 580 personas muertas. Aunque el accidente fue debido a una negligencia del capitán del jumbo holandés, que había iniciado negligentemente la maniobra de despegue sin estar totalmente autorizado por los controladores del aeropuerto, Cubillo fue considerado responsable de este acccidente. Días después, Cubillo sufrió el atentado que casi le cuesta la vida y que lo dejó paralítico. Finalmente, las emisiones de la Voz de canarias Libre fueron cesadas por el gobierno argelino en enero de 1978.
No todas las radios clandestinas las crean grupos o partidos que pretenden la liberación frente al poder establecido en su país, a veces es el propio poder quien las crea. Por ejemplo, Radio Liberación (de Guatemala), emisora clandestina contra el gobierno del coronel Jacobo Arbenz en Guatemala en la primera mitad de la década de 1950. Arbenz introdujo políticas socializantes y una reforma agraria que afectó los intereses de la poderosa compañía norteamericana United Fruit Co., y ello motivó que Estados Unidos ayudara al coronel Carlos Castillo Armas a derrocarle en 1954.
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Radio Liberación (Guatemala, 1953-54) |
Radio Liberación solía enviar por antena mensajes a supuestos agentes que ni siquiera debieron existir, y la emisora clandestina era en realidad una operación de guerra psicológica de la CIA norteamericana, destinada a desetabilizar el régimen de Arbenz, y se decía que tras esta radio estaba el Gran Movimiento Libertador Guatemalteco, que en realidad era el coronel Carlos Castillo Armas, ya sublevado contra el gobierno de Arbenz y reclutado por la CIA, y una serie de mercenarios de Honduras, República Dominicana y otros países centroamericanos. Fue una operación psicológica bastante eficaz, y como la CIA pensó que el éxito de Radio Liberación había sido mucho mayor y fundamental para la caída del régimen de Jacobo Arbenz, intentó transplantar este modelo de emisoras contrarrevolucionarias (también conocidas como Radios Negras) en otros lugares, como fue Radio Swan en Cuba para facilitar el desembarco en 1961 en Bahía Cochinos, operación realizada por guerrilleros mercenarios dirigida por la CIA contra el régimen de Fidel Castro, y que fue un auténtico fracaso (tanto la emisora como el desembarco).
Por su origen, las emisoras clandestinas están destinadas a durar poco tiempo, lo menos posible, ya que nacen de unas circunstancias concretas y dejan de tener razón de ser cuando se consiguen los objetivos perseguidos por las organizaciones que las crearon, típicamente un cambio político en su país (cuanto menos dure una emisora clandestina, es que antes se ha conseguido el objetivo que se perseguía). Algunas se convierten entonces en emisoras oficiales del país, como fue el caso de Radio Nacional de España, que nació en 1937 durante la Guerra Civil Española como emisora de información y propaganda del bando rebelde, una vez ganada la guerra se convirtió en la emisora oficial del régimen franquista, y posteriormente en la emisora pública del estado democrático español desde 1977.
Caso aparte fue el ya mencionado de Radio España Internacional "Estación Pirenaica", que como se ha dicho anteriormente, estuvo funcionando prácticamente ininterrumpidamente a lo largo de 36 años. Pero una vez conseguida la democracia en España, cerró sus emisiones y se despidió para siempre el día 14 de julio de 1977, día de la constitución de las primeras Cortes democráticas en España (casi dos años después de la muerte del general Franco), y cuya sesión transmitió en directo desde el propio Parlamento español, antes de cesar sus emisiones.
Un muy buen y extenso trabajo sobre las emisoras y emisiones clandestinas de todo el mundo está recogido en el libro Voces en las sombras -Una historia de las radios clandestinas
(Editorial Cátedra, 2016), de Luis Zaragoza Fernández (Doctor en Periodismo y licenciado en Geografía e Historia, y periodista de Radio Nacional de España), autor también del libro Radio Pirenaica - La voz de la esperanza antifranquista
(Editorial Marcial Pons, 2008), ambos libros basados en los trabajos universitarios de fin de carrera del autor.
Fuente: Luis Zaragoza
Radio Nacional de España, 13-08-2017.
Durante gran parte de la década de 1980 la informática personal del usuario doméstico estuvo dominada por pequeños ordenadores de 8 bits, mucho más baratos que los Personal Computers (PC's) de IBM, que habían sido lanzados al mercado en agosto de 1981 y aún eran equipos muy caros para el usuario doméstico, tanto de España como de otros países, estando su uso restringido prácticamente al ámbito empresarial. Los ordenadores de 8 bits eran más sencillos, económicos, y la mayoría de ellos solían consistir en una especie de caja con el teclado que albergaba en su interior la placa electrónica del ordenador, y que usaba el televisor (de tubo y analógico por entonces) como monitor (a través de la toma de antena, ya que incliían un modulador de UHF), si bien habían modelos con monitor incluido. Como sistema de almacenamiento de datos y programas la mayoría utilizaban las cintas magnéticas de audio (casettes y cintas magnetofónicas) como barato sistema de almacenamiento (los programas se grababan y guardaban como señales de audio que codificaban con tonos los bits de información digital).
El almacenamiento en cintas de casette (o cintas magnetofónicas) era muy lento pero barato, ya que las unidades de disquete existentes por la época eran muy caras para el usuario doméstico, por lo que no se contemplaron en los primeros ordenadores domésticos de 8 bits, e incluso las unidades de disquette que aparecieron después para estos ordenadores utilizaban disquetes baratos que en muchos casos eran de calidad bastante cuestionable. El almacenamiento en cintas de casette era más robusto, pero muy lento comparado con un disquette, sólo unos cientos de bits por segundo, lo que hacía que el almacenamiento de un programa en cinta de casette o la carga de éste desde la cinta al ordenador pudiera tardar varios minutos para un programa de sólo unas decenas de kilobytes de tamaño.
Concretamente el 23 de abril de 1982 fue lanzado al mercado desde Inglaterra un nuevo ordenador personal de 8 bits basado en el microprocesador Zilog Z80, y bautizado con el nombre de ZX Spectrum. El equipo fue diseñado por la empresa británica Sinclair. Ese equipo fue, posiblemente, el ordenador personal de 8 bits más destacado —junto con la serie CPC de Amstrad y el Commodore 64— de la década de los años ochenta. Rápidamente se hizo con una gran cuota de mercado, principalmente en Europa, y con un interminable grupo de fanáticos de esa máquina. Mientras, en América triunfaba por aquellos años el Commodore 64.
Prácticamente todos estos ordenadores domésticos de 8 bits funcionaban con distintas versiones del sencillo lenguaje de programación BASIC, y los programas se grababan y se cargaban en cinta magnetofónica, típicamente en cintas domésticas de casette, por medio de estridentes sonidos que parecían venir del espacio exterior, pero que contaban con todo el sentido necesario para un ordenador cuya base era un básico sistema binario. Cada bloque de sonido era traducido en grupos de bits que el ordenador podía interpretar. Con estos ordenadores, copiar un programa era tan sencillo como utilizar un radiocasette de doble pletina (o dos equipos de casette) para copiar todos aquellos extraños sonidos de la cinta original a otra virgen.
Pero en el año 1983 se dio algún paso más al respecto en el país de moda en Europa para la informática personal que era, en aquellos años, Reino Unido (de donde procedía el ZX Spectrum). Una emisora de radio local llamada Radio West, de la ciudad de Bristol, estrenó la noche de un lunes de julio de 1983 un programa semanal dedicado a la informática llamado Datarama, y se les ocurrió la feliz idea de emitir por sus ondas de radio software creado por el propio equipo de ese programa. Es decir, transmitían en vivo por antena los sonidos que genera el ordenador cuando envía el contenido de un programa a la cinta de casette (al fin y al cabo son señales de audio) y los radioyentes solo tenían que grabar en cinta, desde sus receptores de radio, aquellos periodos del programa donde se emitía el software (o bien, conectar directamente la salida del receptor de radio a la toma de casette del ordenador, estando éste preparado para cargar un programa). Concretamente, los ingenieros de la emisora Joe Tozer y Tim Lyons desarrollaron el software con el que se transferían las señales de ordenador por las ondas de radio semanalmente los lunes a través de la emisora de Radio West.
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Imagen transmitida de Cheryl Ladd, la primera transmisión de software a través de Radio West, en julio de 1983. |
Estas grabaciones en cinta podían después ser cargadas en el ordenador del usuario (podían ser programas, juegos, etc...). La primera transmisión de software realizada esa noche de verano de 1983 por las antenas de Radio West fue una “foto” de la impactante actriz Cheryl Ladd, en toda la gloria que una resolución de 40 × 80 píxels podía ofrecer.
El sistema de envío vía radio era muy útil a la par que sencillo, pero también tuvo algunos peros. El programa de radio era escuchado por muchos oyentes, y no todos contaban con un ordenador ZX Spectrum en su hogar. Muchos oyentes tenían otros ordenadores de 8 bits muy comunes en la época como el BBC Micro o el también muy popular Commodore 64, y aunque todos utilizaban el lenguaje BASIC, cada ordenador tenía su propia versión de BASIC y su propia forma de codificar con sonidos los programas para grabar en cinta, por lo que eran incompatibles entre sí: Los softwares transmitidos por radio sólo eran válidos para el ZX Spectrum, no servían para los demás ordenadores.
Una emisora de radio holandesa llamada Nederlandse Omroep Stichting emitía desde 1980 un espacio dedicado a la informática llamado Hobbyscoop, y también compartían software con sus oyentes durante el programa. A los responsables del programa de radio se les ocurrió una idea para solucionar el problema de incompatibilidad entre ordenadores: crear un conversor intermedio. Las emisiones de software por radio se crearon en un único lenguaje llamado BASICODE, y se utilizaba una aplicación de conversión llamada BASCODER con la que traducían el programa emitido al BASIC correcto de cada máquina del usuario (estaba diseñada para convertir el software BASICODE a las versiónes BASIC de más de una decena de modelos distintos de ordenadores de 8 bits de la época, entre ellos los de Sinclair, Commodore, Tandy, BBC y otros).
El furor del software vía radio arrasó al continente europeo. En Serbia, un programa de Radio Belgrado de nombre Ventilator 202 a cargo de Zoran Modli compartió cientos de programas entre 1983 y 1986, desde calculadoras y enciclopedias hasta simuladores de vuelo. Ese código era compatible con los ordenadores domésticos Commodore 64, ZX Spectrum, y por supuesto, el ordenador DIY Galaksija (ordenador de 8 bits diseñado en la antigua Yugoslavia para competir con los ordenadores procedentes del “Bloque Occidental”). Para el público general y los técnicos de Radio Belgrado, Zoran había perdido la cabeza con sus ruidos extraños y chirridos, pero los propietarios de ordenadores domésticos lo entendieron de inmediato.
Además de Reino Unido, Holanda y Yugoslavia, en España también existieron emisoras de radio que emitieron software, por ejemplo el programa El Vicio del Silicio en Los 40 principales de Bilbao, o L’Altra Ràdio de Ràdio 4 (de Radio Nacional de España en Cataluña). En el caso concreto de El Vicio del Silicio, el programa debutó en 1985 y emitió su último programa en el año 1987 ; era un programa de radio dedicado a la informática que se emitía todos los sábados entre las 21 y 22 horas de la noche, y eran presentados por Fermín Rotaetxe acompañado de otros colaboradores como Juan Carlos Otaola, Cristina Ardanza, Yolanda López, Borja Bilbao, Juan Carlos de Rojo, o Jesús Mari de la Riva. En aquel programa existió una sección llamada Audiobaudios que hizo lo mismo que Datarama tuvo a bien incluir en su espacio radiofónico desde el año 1983: enviar software utilizando las ondas de radio.
Este método de distribución de software no solo estuvo en el ámbito de las emisoras de radio, ya que también se empleó a nivel doméstico por los aficionados a los 27 MHz o Banda Ciudadana (CB): En algunas ciudades se agruparon aficionados de los ordenadores de 8 bits que también eran cebeístas para utilizar sus emisoras de 27 MHz para intercambiar sus softwares a través de las ondas de radio. En muchos casos se intercambiaron software comercial (aque se vendía en cintas de casette ya grabadas), lo que supuso una forma de pirateo de software.
En la década de 1980, la emisión de software por radio fue todo un avance que llamó la atención de muchos aficionados a la informática personal, pero no fue un método que pudiera sobrevivir. En la mitad de la década de los años ochenta Datarama cerró sus emisiones por falta de financiación, y El Vicio del Silicio tan solo estuvo dos años en antena, pero poco importaba aquello porque con la expansión de las unidades de disco que sustituyeron al lento almacenamiento en cinta, y el abaratamiento de los ordenadores personales PC's (y otros ordenadores de 16 bits), supuso el rápido declive de los ordenadores de 8 bits a finales de la década, y con ello murió la posibilidad de emitir software por medio de las ondas de radio.
Artículo original tomado de parceladigital.com ,
artículo "Radio West, El Vicio del Silicio, y los Audiobaudios… cuando se emitía software por radio"
publicado en 22-09-2017
(Se han añadido comentarios posteriores ajenos al artículo original)
Durante el periodo de tensa paz conocido como la "Guerra Fría", periodo convulso de fuerte tensión política y militar entre el bloque occidental y el bloque comunista, que siguió a la II Guerra Mundial y duró hasta finales de los 80's - principios de los 90's, fue muy habitual escuchar en las bandas de radio de onda corta (bandas que recordemos son de alcance mundial) una serie de emisoras que se caracterizaban por transmitir en fonía (y en menos medida, también en telegrafía y en otros modos) mensajes en forma de listas de números y letras que se transmitían de forma repetitiva durante muchos minutos, e incluso durante horas.
Una voz generalmente femenina, muchas veces con cierto tono metálico (lo que indica que es una voz sintetizada), locuciona la transmisión de los números o letras. También hay estaciones que transmiten en telegrafía morse, y en estos casos junto con los códigos Morse se transmiten diferentes tonos de señalización que representan números diferentes. Más modernamente, también hay estaciones que emplean modos digitales.
Se sospecha fuertemente que estas emisoras son operadas por los servicios de inteligencia de algunos países, aunque ningún gobierno ha reconocido públicamente que opere una emisora de este tipo. Parece ser están relaccionadas con servicios de espionaje, para la transmisión de mensajes codificados con destino a agentes de inteligencia fuera del país desde donde transmiten.
Parece ser que este tipo de emisoras espía no fueron únicas en el periodo de la Guerra Fría, y parece ser que este tipo de transmisiones ya existieron durante la I Guerra Mundial (1914-18), aunque ello no está comprobado. La revista austriaca 'Kurzwelle Panorama', en los años de la I Guerra Mundial, ya hacía un relato en una de sus ediciones de este tipo de emisoras. Durante la II Guerra Mundial (1939-45) repuntó el uso de este tipo de emisoras por las mismas razones: la necesidad de comunicación siguiendo criterios de opacidad por parte de los contendientes. Así, la BBC británica se destacó por enviar mensajes codificados a los agentes de la SOE durante la II Guerra Mundial. Durante la Guerra Fría, es de suponer que muchas de estas estaciones fueron operadas por paises de ambos bloques enfrentados, como Estados Unidos, la Unión Soviética, Reino Unido, Alemania Oriental (o Alemania “Democrática”), Polonia, etc...
Las emisoras de números y letras (“Number stations”, en inglés) aparecen y desaparecen a lo largo del tiempo (aunque algunas siguen horarios regulares), y su actividad global aumentó ligeramente desde principios de los años 1990's, tras el final de la Guerra Fría. Este aumento sugiere que, como fenómenos relacionados con el espionaje, no fueron únicas a la Guerra Fría y a periodos históricos anteriores. Muchas estaciones numéricas dejaron de funcionar entre fines de la década de 1990 y principios de la de 2010, coincidiendo con el auge de Internet, los teléfonos móviles y las comunicaciones satelitales más baratas, pero desde mediados de la década de 2010, la actividad de varias de las estaciones de números y letras que aún continuaban activas ha aumentado significativamente. En cualquier caso, actualmente siguen habiendo transmisiones de este tipo, aunque son mucho menos frecuentes que durante la Guerra Fría, y están más relaccionadas con nuevos actores de la geopolítica mundial tras la Guerra Fría, como China y Corea del Norte.
Las emisoras de números y letras básicamente son emisoras de las que oficialmente no se sabe nada, ni desde dónde emiten, ni quien está detrás de ellas, y ni siquiera para quién transmiten o con qué objetivo. El sentido común lleva a pensar que se utilizan como medios de difusión de mensajes encriptados. Son los destinatarios, con los códigos adecuados, los que pueden descifrarlos. Son tremendamente económicas, ya que ni siquiera cuentan con personal, están automatizadas. Suelen utilizar voces pregrabadas, generalmente femeninas. Tienen un alcance enorme ya que al transmitir en bandas de onda corta, pueden ser sintonizadas en muchos lugares del mundo . Y además, resultan sumamente seguras. Esto se debe a que los mensajes transmitidos son tan crípticos que resultan incomprensibles para quién sea que dé con ellas.
Las características de estas emisoras son muy variadas. Algunas siguen horarios estrictos, mientras que otras emiten en momentos aparentemente aleatorios. Las voces pueden leer números, letras, palabras, tonadas, o ser transmisiones de código morse. La voz que lee la información puede ser automática (producida en el momento), pero también de una persona joven o vieja, masculina o femenina. El uso de distintos idiomas para transmitir la información no necesariamente indica el origen del mensaje: espías franceses, por ejemplo, pueden ser hábiles con los numerales chinos, que pueden usar sin embargo para enviar un mensaje en francés.
Pero también suelen transmitir alguna melodía musical o alguna canción, y el uso de géneros musicales específicos puede también ser un intento de distraer a las personas que las lleguen a escuchar de la idea de que estas emisoras tienen propósitos de espionaje. Alguien que oiga música extraña junto con una niña leyendo secuencias de números podría, por ejemplo, tomar una transmisión de este tipo por una niña jugando con la radio; sin embargo, el oyente experto notará que tales números son leídos de manera idéntica, como cuando se marca un número equivocado en el teléfono y una máquina anuncia que el número no ha sido reconocido.
Muchas de estas estaciones suelen tener un patrón de transmisiones regular: Comienzan, normalmente al inicio de la hora o de la media hora, con una melodía o secuencia de tonos o una señal de llamada concreta, a modo de identificación (lo que se conoce como “señal de intervalo”), seguida de un identificador (que suele ser un identificador de tres números), sigue un valor que se corresponde con el número de grupos de código en la transmisión, y a continuación, la transmisión repetitiva de grupos de números o de letras. Algunas, al finalizar las transmisiones, transmiten algún tipo de indicación de fin de transmisión.
Las series de cifras y letras enviadas deben seguir alguna clave, clave que es conocida por los agentes de inteligencia desplazados a otros países. En muchos casos, las cifras y las letras son agrupadas y leídas en grupos o paquetes de 5 caracteres.
Transmiten en bandas de onda corta (de alcance mundial), fuera de las bandas asignadas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones para la radiodifusión, y típicamente en las bandas de 3 a 5 MHz, aunque pueden escucharse en cualquier banda de Onda Corta.
Normalmente emiten en amplitud modulada (AM), para facilitar la recepción a los agentes secretos a los que van destinados estas emisiones: Ello permite que estos puedan usar receptores de radio convencionales que equipen bandas de Onda Corta, que no llaman la atención, y pueden recibir los mensajes codificados a cualquier hora del día, ya que los mensajes se repiten durante largo tiempo. También hay estaciones que transmiten en banda lateral única, pero su recepción requiere receptores de radio más sofisticados.
Fueron muy utilizadas en una época en que no habían caminos alternativos para transmitir mensajes alrededor del mundo, hacia agentes secretos desplazados a otros países (hoy se puede emplear Internet y las comunicaciones por satélite para llegar a cualquier parte del mundo). Sin embargo aún se siguen usando actualmente por algunos países, ya que permite la difusión de mensajes a largas distancias y a cualquier parte del mundo aprovechando las condiciones de propagación de las ondas cortas, y las señales pueden ser recibidas por los supuestos agentes secretos destinatarios con el uso de receptores de radio con Onda Corta ordinarios y que no levantarían sospechas. Además el modo de encriptación de los mensajes, en grupos de cifras/números, las hace bastante seguras.
Uno de los algoritmos de cifrado de los mensajes más usados es el "cifrado de Vernam", también llamado "one time pad" o "camino de una sola vez". Consiste en disponer de una larga clave de cifrado/descifrado, constituida por una serie de números o letras aleatorios. Cada uno de los números o letras se suma a cada carácter del texto claro (sin cifrar), y el texto cifrado obtenido es el que se transmite repetitivamente (normalmente en grupos de varias cifras o números, típicamente grupos de 5 caracteres) mediante estas emisoras. El anónimo agente destinatario del mensaje lo único que deberá hacer es capturar el mensaje transmitido y restarle la clave de cifrado (de la cual ha de estar en posesión) para así obtener el texto claro y luego destruir la clave (de ahí que sea de un solo uso). Como herramientas de trabajo, además del receptor de radio, sólo necesita disponer de un lápiz y un papel: Escribir los paquetes de caracteres recibidos, y después, con la clave, recuperar el texto claro. Y como estas transmisiones seguramente serán escuchadas por muchas agencias de inteligencia del mundo, la clave de cifrado de cada mensaje suele ser de un solo uso, sólo para ese mensaje o sólo para ese día.
Hay especulaciones de que algunas de estas emisoras se usan actualmente para operaciones de narcotráfico. Pero a diferencia de las emisoras de servicios de inteligencia gubernamentales, las emisoras de los narcotraficantes deberían tener menos potencia y no funcionar regularmente para evitar ser localizadas por triangulación y atacadas posteriormente. Sin embargo, las emisoras de números han operado impunemente durante décadas, por lo que se supone que sólo son operadas o patrocinadas por los servicios secretos y de inteligencia de distintos gobiernos. Por otro lado, las transmisiones en bandas internacionales de onda corta requieren de altos niveles de potencia eléctrica, inaccesibles para ranchos, granjas, o plantaciones de droga en regiones aisladas.
En las bandas de onda corta, las transmisiones de radio con potencias inferiores a 40 vatios pueden dar la vuelta al mundo en condiciones ideales de ruido de radiofrecuencia, clima, estación del año, actividad solar, uso de una gran antena receptora y de un excelente receptor. Pero, hipotéticamente, los espías trabajarían con receptores comerciales ordinarios, a veces bajo presión, en cualquier estación del año y condiciones, y en total anonimato. Por tanto, sólo unos transmisores enormes, de hasta 500.000 vatios de potencia, pueden llegar hasta cualquier espía escondido en un sótano, en casi cualquier lugar de la Tierra, casi todo el tiempo. Algunos gobiernos podrían no necesitar emisoras de números con transmisores tan potentes si sólo envían espías a países cercanos.
Los destinatarios de los mensajes cifrados pueden estar en casi cualquier parte del mundo y recibir instrucciones sin temor a ser rastreados a través de una llamada telefónica o conexión a Internet. Sus receptores de radio no pueden ser rastreados. Todo lo que el destinatario necesita es una radio de onda corta y estar en el lugar correcto en el momento correcto.
Actualmente en Internet hay foros y páginas web donde se interesan por este tipo de estaciones e incluso intentan analizar sus mensajes codificados. El sistema de nomenclatura de estaciones de números más popular fue ideado por la asociación ENIGMA (European Number Information Gathering an Monitoring Association ; Asociación Europea de Monitorización y Captura de Información de Números), un grupo de investigación de estaciones numéricas activo en 1993-2000, y luego mantenido por el foro británico ENIGMA 2000. ENIGMA fue creado para resolver ambigüedades en el reporte de estaciones numéricas y clasifica las estaciones por idioma o tipo de señal. Cada identificación ENIGMA consta de un prefijo alfabético (que cataloga el tipo de estación en función de su idioma o modo de transmisión) seguido de un número ordinario de dos o tres cifras (ejemplo: E30). Las letras empleadas son las siguientes:
E = | Estaciones de habla inglesa. |
G = | Estaciones de habla alemana. |
S = | Estaciones de habla en lenguas eslavas (ruso, polaco, etc...) |
V = | Estaciones de habla en otras lenguas. |
T = | Estaciones que transmiten en un idioma desconocido (actualmente no utilizado). |
M = | Estaciones telegráficas (en código morse). |
F = | Estaciones que transmiten en modos digitales por desplazamiento de frecuencia (FSK). |
P = | Estaciones que transmiten en modos digitales por desplazamiento de fase (PSK). |
X = | Estaciones con tipos especiales de modulación (politonos, etc...) y otros tipos de transmisiones que no son especificamente emisoras de números (actualmente no utilizado). |
XP = | Estaciones que transmiten en modos digitales Russian 7. |
MH = | Estaciones que transmiten en modos híbridos analógicos o digitales. |
Algunas estaciones que fueron calificadas por ENIGMA 2000 perdieron el código asignado al descubrirse que no era una estación de números. Así fue el caso de la estación E22, cuando se comprobó que sus transmisiones aparentemente cifradas eran en realidad transmisiones de pruebas de la estación de radiodifusión internacional india All India Radio.
Las emisoras de números reciben a veces, por parte de los entusiastas, apodos que reflejan algún elemento distintivo de ellas. Por ejemplo "Lincolnshire Poacher" (catalogada por ENIGMA 2000 como E03), una de las más conocidas (supuestamente operada por el MI6 británico, pues sus emisiones han sido rastreadas hasta la base de la RAF de Akrotiri, en Chipre), toca los primeros dos compases de la canción popular inglesa del mismo nombre antes de cada secuencia de números; La emisora apodada "Magnetic Fields" reproducía esta pieza del francés Jean Michel Jarre antes y después de cada secuencia; la emisora "Atención" (catalogada como V02) comenzaba la transmisión de cada mensaje con dicha exclamación. O la conocida como "Rapsodia Sueca", en la que se escuchaba la tenebrosa voz de una niña recitando mensajes.
Aunque toma mucho tiempo y dinero localizar la fuente de una transmisión de radio de onda corta, errores en la emisora, triangulación, y un buen conocimiento de la propagación de las ondas de radio, han dado a los detectives aficionados pistas sobre la ubicación de algunas de ellas. Por ejemplo, la emisora "Atención" (catalogada V02) se supuso cubana cuando un error provocó que la emisora de radiodifusión internacional cubana Radio Habana Cuba se oyera en la misma frecuencia. No está claro si la frecuencia de esta emisora y la de "Atención" coincidieron y se hicieron interferencias o si el operador de la estación "Atención" estaba oyendo la emisora de radiodifusión y accidentalmente transmitió el audio captado de Radio Habana Cuba. En el año 2000, "Atención" fue identificada oficialmente como cubana por los EEUU, y fue la pieza clave en una Corte Federal de los Estados Unidos de Norteamérica durante el juicio por espionaje seguido a cinco espías cubanos arrestados en 1998 (caso conocido como “Los Cinco”, o en inglés como “Cuban Five”), con la argumentación de que los acusados tomaban nota de los códigos recibidos por "Atención" con un receptor de radio portátil con onda corta de la marca Sony y escritos en un ordenador portátil para decodificar las instrucciones recibidas (Estados Unidos presentó como evidencia en el juicio tres ejemplos de mensajes de la estación Atención que lograron decodificar). Los cinco agentes de inteligencia cubanos fueron condenados a largas penas de prisión en 2001 entre protestas del gobierno de La Habana y de sus apoyos internacionales.
De las emisoras de números y letras una de las más conocidas fue la ya mencionada Lincolnshire Poacher (E03). Entró en funcionamiento en algún momento a mitad de la década de los 70 y se mantuvo emitiendo hasta junio de 2008. En su momento fue una más del boom de radio espías que surgieron durante los momentos de mayor tensión del período de la Guerra Fría. A pesar de que jamás se ha confirmado, algunos rastreos de la señal por triangulación por parte de radioaficionados de la época llevaron a establecer la base operativa de la misma en Chipre, concretamente en la zona de Akrotiri, en un lugar muy cercano a donde está ubicada una base de la Royal Air Force (RAF) británica, con lo que siempre se ha especulado con que el MI6 (el Servicio de Inteligencia Exterior del Reino Unido) era quién estaba tras ella.
La Lincolnshire Poacher fue una emisora numérica que adquirió su nombre por la emisión continua de los primeros dos compases de la canción folk del mismo nombre, una melodía popular británica del siglo XVIII devenida en himno no oficial del condado inglés del mismo nombre. Cuando cesaba la transmisión repetitiva de esta melodía, se iniciaba la transmisión de los números, en bloques de cuatro o cinco, que se podía extender hasta veinte minutos. Los números eran “leídos” por una voz femenina, algo que podía hacer varias veces al día sin seguir un patrón de tiempo específico. La transmisión de algunos tonos durante la transmisión del mensaje parecía delimitar distintos contenidos del mensaje (cabecera, contenido del mensaje, final de mensaje...). La emisora transmitía en 5422 kHz.
Sin motivo aparente, la emisora dejó de estar operativa en junio de 2008. Pero se especula con que esto no supuso una interrupción de su servicio, ya que en 2013, un medio digital llamado 'The Daily Dot' dijo haber localizado un teléfono que desde entonces operaba supliendo la función realizada anteriormente por la radio. Aparentemente, el número +44 1252 230 607 (número posteriormente bloqueado), estuvo durante años emitiendo códigos numéricos similares a los utilizados antes por la emisora Lincolnshire Poacher. Si esta emisora sigue operando hoy día desde otra emisora no detectada, desde un número alternativo de teléfono, o por Internet, o realmente ha cesado su actividad, es algo que se desconoce, y esto puede estar sucediendo con otras emisoras numéricas que hayan desaparecido (aparentemente) de las ondas.
Entre las más conocidas emisoras de cifras de la época de la Guerra Fría se pueden citar las siguientes:
– La PKM 50 fue una estación norteamericana operada por la CIA cuyas emisiones tenían origen en un centro de formación de la CIA en Virginia, destinadas tanto a agentes nacionales como internacionales, y se cree que era parte de la red de espionaje mundial bautizada como M25, que también emitía al menos desde Reino Unido, Bolivia, Liberia, Grecia y Miami. Primeramente transmitía caracteres alfanuméricos en telegrafía Morse, aunque posteriormente pasaron a usar la voz. Dejó de escucharse en 1977. Se desconoce si la red M25 continuó funcionando, utilizando medios más sofisticados.
– La ya mencionada “Swedish Rapsody” (Rapsodia Sueca, catalogada G02), emisora que se cree estuvo ubicada en Polonia, estuvo activa desde los años 70 hasta 1988, transmitiendo los números, generalmente en lengua alemana, una voz aniñada de mujer algo tenebrosa que era generada automáticamente con un sintetizador que había sido creado originalmente por la STASI, los servicios policiales y secretos de la antigua República Democrática de Alemania (RDA, la Alemania Oriental comunista). Operada inicialmente por la policía estatal polaca, luego pasó bajo control de la Oficina de protección del estado del país. El sonido de un carillón o caja de música que reproducía la Luxemburg Polka durante 5 minutos servía de señal de intervalo y para separar las emisiones repetitivas del mismo mensaje, constituido típicamente por diversos códigos numéricos en lengua alemana agrupados en grupos de 5 cifras que parecían preceder a tres mensajes principales, de 100 cifras los dos primeros y de 50 cifras el último. Se supone que transmitía a operativos de la RDA en la Alemania Occidental, aunque actualmente se sigue sin conocer cuál era el cometido de esta emisora.
– La Cherry Ripe, una estación de números hermana de la The Lincolnshire Poacher, que estuvo activa desde el norte de Australia hasta 2009.
La emisora catalogada como E10 (y apodada Mossad) fue detectada a mediados de los años 60 del siglo pasado y continuó emitiendo hasta el año 2011, siendo una de las más activas de la historia. La triangulación de sus señales indicaban que parecía transmitir desde puntos indeterminados dentro o en los alrededores de Tel-Aviv, en Israel, y sus vínculos con el Mossad (el servicio secreto israelí) eran más que evidentes. Tras una primera época en que sus mensajes eran leídos en vivo, se cambió a una voz femenina automatizada. Los mensajes comenzaban con el identificador del agente al que iba destinado el mensaje, repetido durante tres minutos, seguido de códigos alfanuméricos secretos, más identificadores, y la expresión "repeat, repeat" (repetición), acabando con un "end transmission" (fin de transmisión), y comenzando de nuevo el proceso en un bucle que podía durar horas. Transmitía en AM y muchas veces simultáneamente en varias frecuencias, posiblemente para evitar intentos de jamming (interferencias deliberadas).
– La Estación Gong, que transmitía como señal de intervalo el tenebroso repiqueteo de varias campanas (una tras otra, interpretando una secuencia musical), era operada por el ejército de Alemania Oriental (RDA), y que estuvo activa hasta mayo de 1990, semanas antes de la reunificación de Alemania tras caer el Muro de Berlín en 1989. Parece ser que el esclofriante sonido de la melodía de intervalo se debía a que ésta era emitía directamente desde una cinta magnética que, después de tres décadas de emisión, estaba bastante deteriorada.
– La “Música hacia atrás” o “Balleno” fue el imaginativo nombre dado a una extraña estación que no transmitía números sino una serie de sonidos bastante siniestros. Podría ser que se tratara de un bucle de sonido, el que tiene lugar cuando se acoplan un micrófono y un altavoz, pero no tiene mucho sentido transmitir de forma permanente algo así con una potencia suficiente para ser escuchado tanto en Europa como en Estados Unidos.
– Y la ya mencionada emisora cubana Atención, emisora que emitía a sus agentes en Estados Unidos desde el mismo edificio que la radio estatal cubana y que en 2020 seguía aún activa en varias frecuencias. También en Cuba operó (y aún opera ocasionalmente) la estación La voz de la chica, emisora numérica en español con voz femenina, parece estar operada por la Dirección de Inteligencia Cubana desde cerca de la Habana, se supone que envía mensajes a agentes probablemente dentro de Estados Unidos, y se piensa que en la Guerra Fría también pudo ser usada para enviar mensajes a agentes soviéticos.
En general, las emisoras de números siguen un mismo formato básico, aunque los detalles son diferentes entre estaciones. Las transmisiones usualmente comienzan a la hora en punto o a la media hora.
El preludio o introducción de una transmisión (de donde se derivan casi siempre los apodos de las emisoras) contiene algún tipo de identificador, bien sea de la emisora o del destinatario. Éste puede ser un código numérico o fonético (p.ej. "Charlie India Oscar", "250 250 250"), frases o locuciones características (p.ej. "¡Atención!", "1234567890"), o sonidos musicales (p.ej. los temas musicales "Lincolnshire Poacher" y "Magnetic Fields"). A veces, como en el caso de las emisoras israelitas de letras fonéticas, el preludio puede también indicar la naturaleza o importancia del mensaje a seguir (p.ej. "Charlie India Oscar 2" significa que no sigue un mensaje). Muchas veces el preludio se repite durante un tiempo antes de comenzar el mensaje (actúa como “Señal de Intervalo”, señal de sintonía típica de las estaciones radiodifusoras en onda corta, transmitida repetitivamente antes de iniciar un programa para que los oyentes puedan identificar fácilmente la estación de radio de entre todas las que estén tranmitiendo en la misma banda de frecuencias).
Usualmente se anuncia el número de grupos numéricos en el mensaje, y luego éstos se recitan. Los grupos consisten comúnmente de cuatro o cinco dígitos o letras fonéticas (normalmente cinco). Éstos en general se repiten, bien sea leyendo dos veces cada grupo, o repitiendo el mensaje completo.
Se cree que los mensajes están cifrados con el método de la "libreta de un solo uso", con lo cual, los grupos de dígitos o letras transmitidos son indistinguibles de una secuencia aleatoria de números o letras.
Algunas emisoras envían más de un mensaje por transmisión. En este caso el proceso anterior se repite en todo o en parte, con distinto contenido.
Finalmente, después de haber enviado todos los mensajes, la emisora se suele despedir de forma característica. Muchas veces es sólo con alguna forma de la palabra "final" en el idioma de la emisora (p.ej. "end of message", "Ende", "fini", "konec"). Algunas otras, especialmente las que se supone que transmitían desde la antigua Unión Soviética, terminaban con una serie de ceros; otras terminan con música u otra clase de sonidos.
Una página popular americana sobre este tipo de estaciones es: www.spynumbers.com . También está en internet el sitio web de ENIGMA 2000.
Recopilado por Fernando Fernández de Villegas
Actualizado: 09-02-2024
Edwin Howard Armstrong (Nueva York, 18 de diciembre de 1890 - Nueva York, 31 de enero de 1954), fue un ingeniero eléctrico estadounidense que sería uno de los inventores más prolíficos de la primera época de la radio, con una visión que se anticipó a su tiempo. Fue el inventor de varios tipos de receptores de radio, así como de la modulación de frecuencia (FM) en 1933, instalando en Estados Unidos la primera red de emisoras de FM, pero tuvo muchos problemas por sus pantentes por diversos motivos.
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Edwin Howard Armstrong |
Armstrong estudió en la Universidad de Columbia, graduándose en ingeniería eléctrica en 1913. Ese año, ya graduado como ingeniero eléctrico, entró a trabajar para Marconi, considerado el inventor oficial de la radio.
Estamos en los primeros años de la radio, Marconi (y otros inventores) habían comenzado el desarrollo de este medio de comunicación inalámbrica (en forma de telegrafía sin hilos) a finales de la década de 1890, y en la década de 1900 se inventaron las primeras lámparas electrónicas (el diodo por John Ambrose Fleming en 1904 y el audión o triodo por Lee de Forest, en 1906), que posibilitaron crear los primeros circuitos electrónicos y dieron inicio a la era de la Electrónica.
Aún estando estudiando en la Universidad de Columbia, Armstrong inventó el circuito receptor regenerativo en 1912, consiguiendo su patente en 1914, una vez ya graduado. Este tipo de receptor es el primer receptor de radio electrónico, ya que está realizado con una lámpara triodo (conocida entonces como audión), y muestra una mucho mayor sensibilidad que los primitivos receptores de radio utilizados hasta entonces (receptores de cristal, receptores magnéticos...).
En 1920 sobre la base del receptor regenerativo y desarrolla otro tipo de receptor más sensible, el receptor Super-regenerativo, cuya patente obtendrá en 1922, pero antes, en 1918, desarrolla y patenta el receptor superheterodino, que es el tipo de receptor de radio mayoritariamente utilizado hasta hoy en día.
Estados Unidos había entrado en 1917 en la I Guerra Mundial, y Armstrong trabajó en el diseño de un dispositivo para reducir la frecuencia de una onda radioeléctrica, destinado a la localización de aviones enemigos (sería un antecedente del radar). Para ello lo que hizo fue diseñar un circuito mezclador electrónico al que se aplicaba la señal recibida con una señal de otra frecuencia generada por un oscilador local, y ello conduce a la generación de una señal idéntica a la recibida, pero con una frecuencia diferente, igual a la diferencia de frecuencias entre la señal recibida y la señal del oscilador local. Este proceso, denominado heterodinación, permite trasladar la señal recibida a una frecuencia mucho más baja y más fácil de manejar, si la diferencia de frecuencias entre ambas señales es baja.
Al acabar la guerra, a finales de 1918, Armstrong (que alcanzó el grado de comandante o "Major") aplicó este diseño a la recepción de ondas de radio, ideando el mencionado receptor superheterodino en 1918, casi al mismo tiempo que el francés Isaac Levy. Este tipo de receptor permite sintonizar fácilmente una determinada frecuencia dentro de un rango de frecuencias de recepción, y lo más importante, con bastante selectividad. Hasta entonces los receptores usados más modernos eran los denominados de "amplificación directa", y consistían en varias etapas amplificadoras (antes del diodo detector) que debían sintonizarse cada una de ellas a la frecuencia de recepción deseada, lo que obligaba a un complicado reajuste de todo el receptor cuando se quería cambiar de sintonía. Y por otro lado son poco selectivos, dependiendo del ajuste y de la frecuencia de sintonía. Algo más selectivo, y mucho más sencillo, era el receptor regenerativo, desarrollado por Armstrong en 1912.
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Comandante E. H. Armstrong |
El receptor superheterodino, por sus grandes ventajas, fue un gran éxito, y Armstrong vendió su patente a la RCA (Radio Corporation of America) en 1923, y se convirtió en prácticamente en el único circuito utilizado por la mayoría de las marcas fabricantes de receptores de radio a partir de 1923, a pesar de tener que pagar derechos de licencia a la RCA.
RCA fue creada en Estados Unidos a partir de la empresa Marconi Wireless Telegraph Company of America (Marconi America), comprada a Marconi por General Electric a instancias del presidente Wilson, con el fin de romper el monopolio de Marconi sobre la radio en Estados Unidos (que realizaba a través de Marconi America), y estaba presidida por entonces por otro personaje notable de la radio, David Sarnoff, que muy pocos años antes, en 1916, siendo empleado de Marconi América, propuso a sus superiores la idea de "llevar las noticias y la música a las propias casas a través de la radio..." cuando la radiodifusión aún no existía (ni existía tal concepto), idea que en aquel momento fue deshechada por los obstáculos técnicos por resolver para llevar a cabo el proyecto, y además, porque Estados Unidos iba a entrar en la Primera Guerra Mundial.
Muchas de las invenciones de Armstrong fueron reclamadas por otros, llegando a pleitos por las patentes. La vida de Armstrong es tanto una historia sobre los grandes inventos que realizó como una tragedia acerca de los derechos reclamados por otros sobre esos mismos inventos.
En particular, el circuito regenerativo, que Armstrong patentó en 1914, fue posteriormente patentado por Lee De Forest (inventor de la lámpara triodo) en 1916. De Forest vendió entonces los derechos de su patente a AT&T. Entre 1922 y 1934, Armstrong se encontró envuelto en una guerra por las patentes, entre él, RCA, y Westinghouse por un lado, y De Forest y AT&T en el otro. Este pleito de patentes fue el litigio más largo hasta la fecha, 12 años. Armstrong ganó el primer "round" del pleito, perdió el segundo, y quedó "en tablas" en un tercero. El Tribunal Supremo de los Estados Unidos finalmente concedió a De Forest la patente de la regeneración en lo que hoy se cree que fue un malentendido de los hechos técnicos por el Tribunal Supremo.
Incluso mientras el pleito del circuito de regeneración continuaba, Armstrong creó otra invención significativa: la modulación de la frecuencia (FM, Frecuencia Modulada), que fue patentada en 1933. Armstrong presentó y describió este nuevo avance el 6 de noviembre de 1935 en un artículo titulado “A Method of Reducing Disturbances in Radio Signaling by a System of Frequency Modulation” (“Un método para reducir las perturbaciones en la señalización de radio mediante un sistema de modulación de frecuencia”).
Hasta entonces las emisoras de radiodifusión y radiotelefonía usaban la modulación de amplitud o AM (Amplitud Modulada) para transportar las señales de sonido en la onda portadora de radio, consistente en hacer variar la amplitud de la portadora de radio de acuerdo a la amplitud de la señal de sonido. En la modulación de frecuencia (FM) desarrollada por Armstrong desde 1933, lo que se hace es variar la frecuencia instantánea (y no la amplitud) de la onda portadora de radio de acuerdo a la amplitud de la señal de sonido.
La modulación de frecuencia proporciona en los equipos receptores un sonido mucho más claro, de mejor calidad musical, y libre de parásitos atmosféricos, que el proporcionado por las transmisiones de amplitud modulada (AM), dominantes en la radio en aquella época.
Armstrong inició las primeras transmisiones experimentales de radiodifusión en modulación de frecuencia (FM) en 1935 en Pensilvania (Estados Unidos), en la banda de 40 MHz, concretamente en la frecuencia de 42,80 MHz. En octubre de 1937 la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, el organismo regulador de las comunicaciones de Estados Unidos), creó la denominada "banda Apex" entre 41-44 MHz, con el fin de experimentar transmisiones de radiodifusión en AM de banda ancha, que proporcionaran una mayor calidad de sonido que las emisoras de radiodifusión en la banda de onda media, y que también fue utilizada por Armstrong para poner en el aire varias estaciones experimentales de FM.
Aunque al principio la industria de radio norteamericana fue escéptica respecto a la tecnología de la FM, en enero de 1939 la FCC envió un equipo de ingenieros a la estación de FM del propio Armstrong, la W2XMN en Alpine (New Jersey), que transmitía con 20 kW de potencia en 42,8 MHz, para investigar la tecnología de la FM, quedando impresionados por los resultados de las demostraciones. Otras demostraciones posteriores dejaron claro que la FM era superior a la AM, y la FCC comenzó a recomendar a las estaciones de AM de la banda Apex que se reconvirtieran a la FM, y además que ya no se concederían nuevas licencias de AM en esta banda.
Mientras, Armstrong movió influencias con éxito ante la FCC, para crear una banda de radiodifusión en FM hacia los 40-50 MHz, y finalmente, el 1 de enero de 1941, la FCC creó la banda de FM entre 42 y 50 MHz, estructurada en 40 canales de 200 kHz de ancho de banda cada uno, y poniendo fin a la banda Apex.
A principios de los años 40, ya con la nueva banda aprobada por la FCC, y poco antes de la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, Armstrong ayudó a poner en marcha un número pequeño de potentes estaciones de radio en FM en los estados de Nueva Inglaterra, conocido como la Yankee Network (Red Yankee). Armstrong había comenzado un camino para convencer a América de que la radio en FM era superior a la de AM y esperaba recoger derechos de patente por cada receptor de radio vendido con tecnología FM.
Esto suponía una importante competencia para la Corporación de Radio de América (RCA), por lo que ésta intentó comprar la patente de la FM a Armstrong, sin conseguirlo. Por lo que alrededor de junio de 1945, la RCA presionó fuertemente a la FCC sobre la asignación de las frecuencias para la nueva industria de la televisión electrónica. Aunque ellos negaron malas artes, David Sarnoff y la RCA maniobraron para conseguir que la FCC moviera el espectro asignado a la radio FM desde la banda de 42 a 49 MHz, a la de 88 a 104 MHz, mientras que conseguían que los nuevos canales de televisión fueran asignados en el rango de los 40 MHz.
Consecuentemente, esto dejó a todos los sistemas de radiodifusión en FM de la era de Armstrong sin uso, lo que con ello se protegía el amplio mercado de radio en AM de RCA. La red de radio de Armstrong no sobrevivió al cambio de frecuencias a la banda de 88-104 MHz. La mayoría de los expertos creen que el desarrollo e implementación de la tecnología de FM fue retrasada décadas por esta decisión de la FCC.
Además, RCA, que había intentado comprar la patente de la FM a Armstrong, reclamó y consiguió su propia patente de tecnología FM, lo que inició en 1948 un pleito por la patente de la FM entre RCA y Edwin Armstrong. En 1954 el pleito se resolvió en última instancia a favor de la RCA, dejando a Armstrong sin capacidad para demandar derechos por las radios de FM vendidas en los Estados Unidos. El constante y progresivo debilitamiento de la Yankee Network (Red Yankee) y la lucha por las patentes que lo dejaron sin un centavo destruyeron a Armstrong emocionalmente. Con ello, y habiendo burlado judicialmente RCA la patente de Armstrong, RCA continuo la explotación de la radiodifusión de la FM en la banda de 88-104 MHz (banda que sería ampliada oficialmente a 108 MHz en la Conferencia Administrativa Mundial de Radiocomunicaciones celebrada en Ginebra de 1979, configurando así la actual banda de radiodifusión en FM).
Tras perder el litigio por la patente de la FM, en este estado emocional y económico, Armstrong se suicidó en 1954 saltando por la ventana de su apartamento, deprimido por lo que él vio como el fracaso de su invención de la radio en FM.
Su segunda esposa y viuda Marion continuó la lucha por la patente de la FM contra RCA, y finalmente la obtuvo en 1967. Después de la muerte de Armstrong transcurrieron tres décadas para que la radio FM se igualara y sobrepasara la saturación de las bandas de AM.
Edwin Armstrong fue definitivamente el creador de la tecnología FM y por esa razón no debe ser olvidado. Por ello fue postumamente elegido para figurar en la lista de los "grandes" de la electricidad junto a figuras tales como Alexander Graham Bell, Marconi y Michael Pupin, por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) en Ginebra.
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Edwin Howard Armstrong, creador de la FM, e inventor de los receptores regenerativo, super-regenerativo y superheterodino. |
Fuente principal: Wikipedia
(Artículo sobre Edwin Armstrong, con ampliaciones añadidas)
El 15 de noviembre de 1926 la cadena de radiodifusión norteamericana National Broadcasting Company (NBC) empezaba sus emisiones con 24 estaciones afiliadas.
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Primer logo de la NBC |
Una de las disposiciones de la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones, el organismo regulador de las Telecomunicaciones en Estados Unidos) establecía que toda estación emisora con licencia para emitir debía identificarse periódicamente mediante un mensaje consistente en el código o indicativo de la estación seguido de la comunidad donde se expidió la licencia, por ejemplo, "WEAF, New York". Además este mensaje tenía que radiarse a cada hora en punto.
Cuando una cadena de radiodifusión estaba emitiendo un programa a través de sus estaciones (antiguamente casi todos los programas eran en directo, ya que no habían sistemas de registro de sonido para grabarlos y emitirlos después en diferido), tenía que hacer una pausa a las horas en punto para que todas y cada una de sus estaciones de la cadena se identificasen, de acuerdo a lo dispuesto en esta normativa.
Una manera de hacer esto era la siguiente: se indicaba a los oyentes que se iba a proceder a hacer una pausa para identificación y acto seguido, el mismo locutor que estaba llevando el programa, o un "anunciador" (otro locutor), leía uno a uno los textos de identificación de las estaciones asociadas de la cadena. Para una red de emisoras pequeña (de pocas estaciones) esto era tolerable, pero para una cadena de muchas estaciones asociadas, como fue el caso de la NBC, esto no era tolerable, ya que el tener que recitar la lista de las estaciones asociadas cada hora, se desperdiciaba un gran tiempo de radiodifusión al que no se le podía sacar rendimiento económico.
La solución más eficiente que se aplicó fue la de delegar la identificación a cada estación asociada, individualmente, de manera que las estaciones asociadas se identificaran de manera simultánea en cuanto recibían una señal, previamente acordada, desde las emisoras de cabecera de la red (a las horas en punto). La señalización puede ser tan sencilla como un mensaje hablado, por ejemplo, "Estan escuchando la NBC". Los operadores de las estaciones asociadas, al oír esto, se desconectaban durante un momento de la red y lanzaban a continuación el mensaje de identificación de la estación, para luego conectarse otra vez a la red.
En la NBC, los encargados de estudiar y crear esta señal de sincronización fueron Oscar Hanson (antiguo ingeniero de AT&T), Earnest la Prada (director de orquesta de la NBC) y Philip Carlin (un anunciador de la NBC). Éstos pensaron que una pequeña melodía, de un carillón, podría ser una señal bastante más elegante que un mensaje hablado. Y tenían razón, porque sin saberlo iban a crear la primera "marca corporativa" sonora. Y un mito que iba a durar décadas.
Después de probar varias melodías, encargaron a la célebre firma Deagan de Chicago la elaboración de un xilófono a medida, con tres notas, como el que podéis ver en la siguiente foto:
Xilófono-carillón original de la NBC
El instrumento al principio se tocaba manualmente, y se dejaba a la pericia de cada locutor la mejor o peor interpretación de la sencilla melodía. A continuación podemos ver a Kelvin Keech identificando a su estación, la WEAF (de New York), en 1933. Hacer clic en la imagen para verle en acción (secuencia de vídeo mp4):
Pero una empresa consciente de la importancia de su imagen corporativa no puede consentir en absoluto que su marca sea distorsionada en lo más mínimo. Y mientras la melodía de identificación de la NBC continuara siendo reproducida manualmente, ese objetivo no iba a poder alcanzarse.
Para solucionar esto, el ya mencionado Oscar Hanson y otro ingeniero, Robert Morris, se trajeron al capitán Richard Ranger, prolífico inventor y pionero en el campo de los órganos electrónicos, y le plantearon el problema. Seis semanas después volvía con una especie de cajita de música electromecánica, consistente en un tambor que giraba a velocidad uniforme y tres levas que golpeaban las lengüetas correspondientes a las ya tres famosas notas de la melodía: sol, mi, do:
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Cajita de música - carillón de la NBC. |
Si a alguien le queda alguna duda del reconocimiento que tuvo esta marca sonora, hay que comentar que hasta se vendieron xilófonos para que la gente practicara y oyera la melodía de la NBC en su casa, como el que se muestra a continuación:
Y hasta se hicieron canciones para ensalzar el mito.
Por fin, ya tiempo después, se hizo una versión totalmente electrónica del carillón, en la que las notas eran generadas por osciladores construidos con válvulas de vacío y, más tarde, con transistores.
En 1971 las tres notas de identificación dejaron de sonar, aunque fueron resucitadas durante el año 1976 con motivo de la celebración del 50 aniversario de la NBC.
Hace ya muchos años que estas notas no se oyen, quizá por aquello de romper con el pasado para parecer más moderno y sofisticado.
Esta es la historia de un experimento de radiotelegrafía trasatlántica en 1906. Mientras Marconi estaba luchando para poner en funcionamiento su gran proyecto del radioenlace trasatlántico comercial, una pequeña compañía de EEUU intentaba hacer lo mismo.
En Escocia, cerca de Campbeltown se encuentra Machrihanish. Un paseo por el lugar conocido como Ulisaed Point nos lleva por una vieja senda hasta unos fragmentos de cemento desperdigados. Muchos habitantes del pueblo piensan que se trata de un recuerdo de la guerra contra Alemania. Nada más lejos de la verdad. Se trata de todo lo que queda de uno de los primeros experimentos de radiotelegrafía trasatlántica de principios del siglo XX.
Tras este experimento se encuentra un nombre, Reginald A. Fessenden, y una compañía, la National Electric Signaling Co. (NESCO).
A lo largo de la narración de esta extraordinaria y prácticamente desconocida historia no hay que olvidar un detalle, el difícil carácter de Fessenden. Esto fue puesto de manifiesto por todas las personas que trataron con él. En los archivos de las Fuerzas Navales de EEUU (Navy) se le refiere a menudo como "el temperamental, testarudo, porfiado e intransigente director científico de la NESCO".
Al mes siguiente, septiembre de 1902, dos millonarios de Pittsburg, Thomas Given y Hay Walker, formaron la National Electric Signaling Co. (NESCO) con Fessenden al frente como director científico.
Uno de los primeros trabajos de la NESCO fue la construcción de un enlace radiotelegráfico entre las plantas de la General Electric Co. en Schenectady (Nueva York) y Lynn (Massachusetts), a una distancia de 277 km. Dos años después, este enlace seguía sin funcionar, y tras algunas burlas en diversos periódicos sobre "los prodigios de un maravilloso enlace que aún no funciona", General Electric canceló el contrato. Despechados por este fracaso y las burlas, NESCO tomó una arriesgada decisión, competir directamente con Marconi con un enlace comercial de radiotelegrafía trasatlántica. Esto ocurría en 1904.
Marconi había recibido el 12 de diciembre de 1901 en Terranova las señales de la estación de Poldhu. Esto le confirmó que era posible construir un enlace trasatlántico y su explotación comercial. En 1902 construyó en Glace Bay una estación gemela a la de Poldhu. Después de muchas dificultades consiguió recibir en Poldhu sus señales el 5 de diciembre de 1902. La frecuencia empleada era 182 kHz. El 15 de diciembre del mismo año envió el primer mensaje a Inglaterra. Se trataba de un artículo de prensa para el London Times.
Entre 1902 y 1907 construyó dos estaciones más de alta potencia, en Cape Cod (EEUU), y en Clifden (Irlanda). Sin embargo y a pesar de todos los esfuerzos, el enlace trasatlántico todavía no era fiable para su explotación comercial. Se pasaban muchos días sin poder comunicar directamente entre Europa y América, y las veces que contactaban entre sí las estaciones era por poco tiempo. La única utilidad que tenían en aquel momento era mantener la comunicación en alta mar con los barcos que hacían la travesía del Atlántico.
Aquí es donde aparece NESCO aspirando a la construcción de un enlace trasatlántico radiotelegráfico fiable para su explotación comercial. Una vez tomada esta decisión comenzaron los preparativos. El primero era la localización de las estaciones. La casa de Fessenden se convirtió en un hervidero de actividad, como si se tratara de una gran expedición. El suelo estaba cubierto de mapas a gran escala, se hicieron excursiones a lo largo de las costas Este y Oeste del Atlántlco, mediciones topográficas de diversos emplazamlentos considerados idóneos, etc. Finalmente se decidió que los mejores puntos eran Machrihanish, en la pequeña península de Kintyre, Escocia, y Brant Rock, en Massachusetts, cerca de Boston. Se arrendaron estos terrenos y comenzó la construcción de dos estaciones gemelas.
Para la antena, Fessenden desechó las formaciones en abanico y de cono invertido multifilar que usaba Marconl y se decidió por una simple y efectiva antena vertical. Esta antena consistía en un tubo de acero cilíndrico de 90 cm de diámetro y una altura de 125 m. En la parte inferior de este tubo había un agujero lateral por el que se podía entrar, y a través de una escalera interior se accedía hasta la parte superior de la antena. En el extremo superior había una cruz de cuatro brazos, cada uno de 15 m de longitud, que proporcionaban una carga capacitativa. Esta antena descansaba en una bola de acero que encajaba en un alvéolo practicado en una base de hormigón. La estructura se mantenía en pie con doce vientos aislados, distribuidos en cuatro pisos de tres vientos con una separación de 31 m entre cada piso. La construcción la llevó a cabo la Brown Hoisting Company, que terminó primero la construcción de Brant Rock. La estación de Machrihanish estaba un poco más retrasada y se acabó en diciembre de 1905.
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Izquierda : Las antenas de las estaciones de Brant Rock (izquierda) y de Machrihanish (derecha) eran gemelas, formadas por un tubo de acero de 125 m de altura, coronado por una estructura que actuaba como carga capacitativa. Derecha : Detalle de la base de la antena de la estación de Machrihanish, durante su construcción. El pie del mástil radiante descansaba sobre una bola de acero y una base aislante. |
Mientras se construían las estaciones, Fessenden no perdía el tiempo y probaba diversos tipos de transmisores, buscando el más eficaz. Probó un descargador que hacía saltar una chispa en el interior de una cámara llena de nitrógeno a presión, una primitiva forma de transmisor de arco, un descargador de mercurio trabajando al vacío, etc. Finalmente desarrolló un transmisor con descargador rotativo sincronizado. Consistía en una rueda metálica de 1,8 m de diámetro y con 50 electrodos en su periferia, girando unida a un generador trifásico de CA de 35 kW a 150 Hz. Alrededor de esta rueda se encontraba un anillo fijo (estator) donde había cuatro electrodos fijos en las posiciones adecuadas. La corriente del generador se conectaba a estos electrodos fijos y la chispa saltaba entre ellos y la rueda central en los momentos exactos de las crestas de las ondas de la corriente. De esta manera se obtenían 750 chispas por segundo. Este generador proporcionaba una nota musical muy clara y característica, fácilmente audible. La energía para mover a todo este conjunto generador/chispero se obtenía de una máquina de vapor de 40 CV. La potencia de RF en la antena se cifraba en algo más de 10 kW.
El receptor consistía en un detector electrolítico con circuito sintonizado, un tipo de circuito que recuerda mucho a los típicos receptores de galena.
El 11 de diciembre de 1905 comenzó a funcionar el transmisor radiotelegráfico de Brant Rock. El día de Navidad todavía no se había recibido ninguna señal en Escocia y se envió a James Armor, el mejor asistente de Fessenden. La noche del 2 de enero de 1906 se recibieron las primeras señales. ¿Qué frecuencia se empleó? En este punto no hay mucha información. El propio Fessenden indica que se emplearon tres frecuencias diferentes, en un primer intento de estudiar la propagación, pero debido a la competencia con Marconi se mantuvieron muchos datos en completo secreto. Los contactos siempre se hicieron de noche y en el registro de estaciones radiotelegráficas de 1907 figura la estación de Brant Rock con una frecuencia de 166 kHz. Esto y las características de la antena (su frecuencia de resonancia estaba en torno a los 350 kHz) nos orienta respecto a que estas frecuencias debían estar comprendidas entre 80 y 200 kHz.
El transmisor de Machrihanish se acabó el 10 de enero y se comenzó a transmitir hacia EEUU. Inmediatamente se recibió la señal en Brant Rock, estableciendo el primer contacto bidireccional entre EEUU y Europa. ¿Qué tipo de mensajes se intercambiaron? Eran mensajes bastante cortos en Morse y se referían principalmente al funcionamiento de la estación.
Durante el mes de enero, Machrihanish y Brant Rock contactaron entre sí varias noches. Fessenden hacía mediciones de la intensidad de señal recibida insertando diversas resistencias en paralelo con los auriculares hasta que la señal apenas era audible, de esta forma se podía tener una idea de la intensidad recibida. Este es el primer registro de propagación.
Hacia la primavera, debido al aumento del ruido atmosférico, ya tenían muchas dificultades para mantener los contactos y suspendieron el trabajo regular. Durante el verano se efectuaron muchos trabajos para perfeccionar las estaciones. Se había observado que la intensidad de las señales era muy variable, así que Fessenden contrató a un barco para hacer mediciones a diferentes distancias, frecuencias y horas en un intento de encontrar los factores que determinaban la propagación. Para la misma distancia y frecuencia, con una diferencia de unas horas, la señal presentaba variaciones de intensidad superiores de 1 a 400. Encontró que la pérdida de señal era proporcional a la frecuencia, especialmente para frecuencias superiores a 100 kHz. La frecuencia que presentaba menos pérdidas y se mantenía más estable era la de 70 kHz.
Una divertida anécdota relacionada con estas pruebas es la siguiente: un día no se podía cargar correctamente la antena. Un operario subió varias veces a lo alto por la escalera interior sin encontrar nada anormal. Finalmente Fessenden decidió subir él en persona a lo alto de la antena. Se deslizó por el agujero de la base y se dirigió arriba, pero cuando fue a salir se encontró con la dificultad de que no podía pasar por el agujero. Parecía que había engordado. Después de diversos esfuerzos sin resultado se tuvo que despojar de bastante ropa y embadurnarse con grasa de las máquinas, de esta manera pudieron estirarlo por el agujero.
Fessenden también estudió aumentar la potencia del transmisor y la sensibilidad del receptor. Comenzó a trabajar en el diseño de un transmisor de 100 kW para sustituir al de 35 kW. Diseñó y construyó el receptor heterodino, hoy llamado de conversión directa. Las válvulas todavía no se habían inventado y la única manera de obtener la frecuencia de batido era con un minúsculo generador de arco que resultaba muy difícil de ajustar y mantener. Tuvo que abandonar este tipo de receptor y volver al detector electrolítico. 0tro dispositivo que inventó fue el "relé telefónico". Este invento consistía en un sensible electroimán diferencial con una ligera armadura. Esta armadura estaba unida mecánicamente a la membrana de un micrófono de carbón. A grandes rasgos se comportaba como un auricular sensible unido a un micrófono. Ajustando con cuidado este relé era posible obtener una cierta amplificación de la señal. Por su parte, en Machrihanish se aumentó la altura de la antena hasta los 150 m y hacia octubre de 1906 volvieron a comenzar nuevamente las pruebas del enlace trasatlántico.
Paralelamente, Fessenden estaba entretenido en otro trabajo, este sin ninguna conexión con el enlace trasatlántico. Era la transmisión de la voz y el sonido por medio de la radio. Para conseguir esto diseñó un alternador de HF que le proporcionara la onda portadora. Encargó a la General Electric Co. la construcción del alternador que debía de entregar 1 kW a una frecuencia de 100 kHz. Ernest Alexanderson, un joven ingeniero de la General Electric, se encargó de la construcción del alternador. Durante este trabajo tuvo numerosas disputas con Fessenden, que no estaba de acuerdo con las soluciones que proponía Alexanderson. En noviembre de 1906 entregó un alternador capaz de proporcionar 1 kW a 100 kHz, aunque en las pruebas no se consiguieron superar los 500 W a 82 kHz. Con este alternador comenzó a hacer pruebas de radiotelefonía entre Brant Rock y una estación de pruebas construida a tal efecto en Plymouth, a 16 km de distancia. Fessenden probó varias formas de conectar el micrófono para modular las ondas y finalmente se decidió por insertar un micrófono de carbón en serie entre el extremo inferior de la bobina de antena y tierra. Toda la energía (500 W) pasaba a través del micrófono de carbón, por lo que éste estaba dotado de unas aletas de refrigeración para disipar el calor que se generaba. Hablando fuerte ante el micrófono conseguía una variación de 1 amperio en la corriente que se entregaba a la antena, de esta manera podía llegar a conseguir una modulación en AM aproximadamente al 30%. El alternador se hacía girar por medio de una turbina de vapor a unas 13.500 rpm.
Un día, Fessenden recibió una carta del operador de Machrihanish diciéndole que había escuchado por radio la voz de un conocido ingeniero de Brant Rock haciendo una pregunta a un ayudante; sólo fueron unas palabras. En la carta figuraba el texto de las palabras y se comprobaron que correspondían con el libro de registros donde llevaban las pruebas entre Brant Rock y Plymouth. Si tenemos en cuenta las condiciones en las que se efectuó esta escucha: 500 W de potencia, una frecuencia de 70 kHz (es decir, una onda de 4.280 metros), con una antena cuya longitud era sólo de 0,03 longitudes de onda y el receptor era un simple detector electrolítico (equivalente más o menos a un receptor de galena), no es extraño que esta recepción accidental ocurriera una sola vez y durante un corto espacio de tiempo, apenas suficiente para escuchar unas palabras. Fessenden así lo entendió y no hizo público este hecho hasta 1918, en que escribió a Scientific American, solicitando testigos de este hecho accidental, y reclamó haber efectuado la primera transmisión de fonía a través del Atlántico entre EEUU y Europa. No recordaba la fecha exacta pero la situaba hacia las cuatro de la mañana de una noche de finales de noviembre de 1906.
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El equipo de trabajo en Brant Rock, delante del edificio del transmisor, con el pie de la antena al fondo. En el centro, Reginald A. Fressenden. |
El 5 de diciembre de 1906, durante una fuerte tormenta, se vino abajo la antena de Machrihanish. La causa fue la rotura de un viento en la parte superior de la torre. La investigación posterior determinó que se debió a una falsa soldadura en el soporte superior de un viento. Machrihanish nunca más se reconstruyó. Poco después de la rotura de la torre se marchó el equipo y se desmanteló lo que quedaba de la estación. Hoy no quedan más que unos pocos fragmentos de cemento y una vieja senda que llega hasta ellos.
¿Que pasó con la otra estación gemela?. Brant Rock continuó como estación experimental. El 21 de diciembre, Fessenden hizo una demostración de su alternador de HF para la radiotelefonía a los representantes de la AT&T con la esperanza que se interesaran en él y adquiriesen sus derechos. Tras la demostración, los asistentes indicaron que si bien la radiotelefonía se adaptaba perfectamente a la transmisión de noticias, música y espectáculo para muchas personas a la vez en diferentes lugares, todavía no estaba perfeccionada para el trabajo comercial.
El 24 de diciembre de 1906 Fessenden dio lo que se considera como el primer programa de radio: la transmisión constaba en un discurso de Fessenden, música navideña de un disco fonográfico y una interpretación de "Noche de Paz" al violín por el propio Fessenden. Esta transmisión fue escuchada por diversos operadores de barcos de la United Fruit Company, que disponían de equipos de NESCO y de diversos barcos de las Fuerzas Navales de EEUU. El día de Año Nuevo se volvió a repetir el mismo programa.
El transmisor de chispa de 100 kW que estaba en construcción cuando acabó bruscamente la aventura del enlace trasatlántico, lo adquirió en 1909 las Fuerzas Navales para la estación de alta potencia que estaban construyendo en Arlington. Una vez que se terminó la construcción de Arlington se procedió a probar el transmisor y compararlo con otros. Resultó ser muy superior a los transmisores normales de chispa, pero cuando se le comparó con el transmisor de arco de 35 kW que había construido la Telegraph Federal Co. el resultado fue muy distinto. Sorprendentemente el transmisor de arco de 35 kW abrumó al transmisor de Fessenden de 100 kW, se le escuchaba a mayor distancia y acabó reemplazándolo. Arlington se había levantado pensando en el transmisor de Fessenden, pero éste acabó como transmisor de emergencia. A lo largo de los años en que estuvo instalado entró en funcionamiento pocas veces.
En 1911 llegó la ruptura entre Fessenden y sus financieros. Las peleas habían sido constantes hasta llegar a diferencias personales. Fessenden fue cesado y no volvió a trabajar nunca más en el campo de la radio. La estación de Brant Rock se abandonó en 1912 y la antena se desmanteló al año siguiente. Hoy día permanece la base de la misma con una pequeña placa conmemorativa.
Entre 1905 y 1906 Fessenden intentó llegar más lejos que lo que permitía la tecnología de aquella época, y a pesar que muchas de sus ideas eran correctas, no se pudieron llevar a la práctica hasta después de la I Guerra Mundial, gracias el enorme desarrollo que impulsaron las válvulas.
Por otro lado, su difícil carácter y el carecer de "mano izquierda" para los negocios le causó muchos problemas y le cerró muchas puertas. En los archivos de las Fuerzas Navales de EEUU hay numerosas referencias de discusiones con Fessenden, hasta que finalmente se negaron a tener negocios directamente con NESCO. La adquisición del transmisor de 100 kW para Arlington se efectuó por medio de una compañía intermediaria.
Artículo del radioaficionado Carlos Gambau (EA2BRN) (Fraga, Huesca).
Publicado en la desaparecida revista CQ Radio Amateur (Edición española) nº 232 (Abril 2003)
(Título original: Brant Rock y Machrihanish)
La radiodifusión ha cambiando bastantes veces desde sus inicios a principios de la década de 1920, pasado primero por las estaciones de modulación de amplitud (AM), surgiendo posteriormente la modulación de frecuencia (FM), y llegando hoy en día a las transmisiones de radio digital, transmisiones por satélite, o el "streaming" por Internet.
Tecnológicamente, las emisoras de radiodifusión fueron al principio en modulación de amplitud (AM), sistema de modulación que tenía algunos problemas de calidad de sonido, por lo que pronto se estudiaron sistemas para poder transmitir el sonido con una mucha mayor calidad (dando origen al concepto de "Alta Fidelidad" en radio). Los primeros experimentos al respecto tienen lugar en Estados Unidos en la década de 1930, cuando la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones) autorizó en 1937 el desarrollo de la denominada banda Apex (o banda Skyscraper), que fue una banda ubicada entre los 41 y los 44 MHz, destinada a estaciones de AM de alta fidelidad.
La década de 1930 fue la década en la que explotó la popularidad de la radio. La tecnología de las emisoras de radiodifusión, ya desde sus inicios en la década anterior, era la amplitud modulada o modulación de ampitud (AM). La banda de AM utilizada en Estados Unidos estaba asignada entre los 550 y los 1.500 kHz, dividida en 96 canales de 10 kHz de ancho. La FCC (creada en 1934 como sucesora de la FRC, la Comisión Federal de Radio) tenía la importante misión (entre otras) de ubicar las estaciones de AM en los distintos canales de esa banda (que actualmente es la banda de Onda Media en Europa, o banda de Onda Larga en América) para evitar conflictos entre ellas.
La AM era efectiva, pero tenía varios e importantes problemas. Por un lado, las frecuencias de esta banda se propagaban a largas distancias por las noches, por lo que ello suponía un importante riesgo de interferencias entre estaciones que estuvieran en el mismo canal de radio. Para controlar esto y reducir las interferencias nocturnas, la FCC se encargó de realizar una cuidadosa asignación de las frecuencias de transmisión de las estaciones de radio en la banda de AM, pero también se tuvieron que adoptar medidas tales como elegir bien la ubicación de las estaciones (de sus antenas), reducir la potencia de transmisión por las noches, e incluso obligar al cierre nocturno de algunas estaciones de radio.
Además, al ser las canalizaciones (ancho de canal de radio) de 10 kHz, el audio que se podía transmitir estaba limitado a un máximo de 5 kHz (en las transmisiones de AM, el ancho de banda de una transmisión es el doble de la máxima frecuencia de audio moduladora). Esto es suficiente para la voz, pero no para la música, y ello implicaba una baja calidad de audio musical de las emisoras de AM. Y además, dependiendo de la potencia de las señales recibidas y de la calidad de los receptores de radio de la época (su selectividad), se solían producir interferencias entre estaciones que transmitieran en canales adyacentes (interferencias cocanal). Por ello, la FCR aprobó en 1932 expandir la banda de AM hasta 1600 kHz creando tres frecuencias experimentales, en 1530, 1550 y 1570 kHz, reservadas para transmisiones de AM de mayor ancho de banda (y por tanto de mayor calidad de audio, hasta 10 kHz en lugar de los 5 kHz habituales) y una menor interferencia cocanal (ya que entre canal y canal había un "espacio de guarda" de 20 kHz). Sólo 4 estaciones experimentales operarían en estos 3 canales, con una potencia de 1 kW.
Otros problemas típicos de la AM eran los ruidos eléctricos, la "estática" natural en estas bandas, el efecto de las tormentas eléctricas (las descargas de rayos y relámpagos)... Todo ello originan parásitos radioeléctricos de gran ancho de banda que se suman a la amplitud de las señales transmitidas, por lo que forman parte de la señal recibida en los receptores de AM. Es muy conocido, por ejemplo, cómo durante las tormentas eléctricas la descarga de rayos se escuchan como crujidos al sintonizar la banda de onda media (AM), incluso por encima de las señales de las estaciones radiodifusoras.
Los avances tecnológicos permitieron a los ingenieros experimentar en frecuencias más altas, y observaron como más allá de los 20 MHz la propagación a largas distancias, incluso de noche, se limitaba mucho, y en la mayoría de los casos quedaba limitada al alcance visual desde la antena de la emisora, esto es, a algo más allá del horizonte (visto desde la antena). En radiodifusión usar estas frecuencias significaba limitar el alcance de la emisora (dando coberturas locales o de unas cuantas decenas de kilómetros, según la altura de la antena transmisora), por lo que los riesgos de interferencias con otras estaciones más distantes en la misma frecuencia se reducían mucho. Además, ello permitía reutilizar una misma frecuencia por muchas estaciones a través de todo Estados Unidos. Y además, como la influencia de la propagación era mínima, las transmisiones eran bastante estables y consistentes a lo largo de todo el día. Algunas compañías iniciaron pronto transmisiones experimentales en estas frecuencias, como la estación W2XDV (creada por la cadena CBS para ensayar en estas frecuencias) en New York en febrero de 1932 (transmitiendo con 50 W de potencia).
La FCC vio con buenos ojos esto, y a partir de 1934 comenzó a animar a las radiodifusoras a experimentar en estas frecuencias más altas, en la banda de 25 a 42 MHz, que se denominó "banda ultracorta" (Ultra Short Wave). Ese año inició emisiones regulares en estas bandas la estación W8XH de Buffalo (New York), y posiblemente fue la primera estación en operar en la banda Apex, a partir de enero de 1936, transmitiendo en 31.600, 35.600 y 38.600 kHz. Siguió a finales de enero la W8XWJ de Detroit en 31.600 kHz, y en enero de 1937, la W9XAZ de Milwaukee (Wisconsin) comenzó a transmitir una programación regular propia en esta banda.
El problema para recibir estas estaciones es que los receptores de radio de la época no estaban equipados con estas altas frecuencias, como mucho llegaban a los 20 MHz, y el usuario debía construirse su propio receptor o adquirir un convertidor de frecuencias para acoplarlo a su receptor de radio convencional. Pero el uso de un convertidor de frecuencia (que "traslada" la frecuencia captada por la antena a una frecuencia más baja, para que pueda ser recibida con un receptor convencional de la época) hace perder calidad de sonido a las señales recibidas (ya que se sigue usando un receptor de AM convencional, con su limitación del audio recibido a 5 kHz). No obstante, a partir de 1937 salieron ya al mercado algunos modelos de receptores comerciales dotados de estas bandas de "ondas ultracortas" (alguno llegaba hasta los 60 MHz), aunque sus características a estas frecuencias a menudo dejaban algo que desear.
En estas frecuencias por encima a 20 MHz se observó que las comunicaciones eran más limpias de ruidos estáticos (más débiles en estas bandas), y eran de carácter local, generalmente poco más allá del horizonte, aunque en ocasiones se producían propagaciones a largas distancias. Así, la W6XKG de Los Angeles (California) fue escuchada en Asia y Europa, y la W9XAZ de Milwaukee fue escuchada en Australia, junto con otras estaciones de Estados Unidos. Y es que los 20-30 MHz aún se considera parte de la onda corta, y está sometida a las propagaciones a largas distancias por reflexión ionosférica, sobre todo en el máximo del ciclo de actividad solar de 11 años (y en 1936 el ciclo solar estaba en su máximo).
Todo esto decidió finalmente en octubre de 1937 a que la FCC creara oficialmente la denominada banda Apex, banda de radiodifusión que, en esencia, comprendía de 41,02 a los 43,98 MHz (41-44 MHz), estructurada en 75 canales de radio de 40 kHz de ancho, esto es, cuatro veces más que los 10 kHz de la AM convencional. También se crearon 16 canales en la banda de 30 a 40 MHz, para uso de estaciones relés (repetidoras de señal).
Este mayor ancho de canal (40 kHz) se tradujo en una menor interferencia entre canales adyacentes, y poder transmitir sonido con una mucho mayor calidad musical (20 Hz a 17 kHz), a pesar de que seguían siendo transmisiones de AM. Los primeros 25 canales de la banda fueron reservados por la FCC en 1938 para estaciones de AM con programación de contenido educativo y sin fines comerciales. La adopción de la banda Apex entre las radiodifusoras, que no mostraron demasiado interés por esta banda, fue tibia en el mejor de los casos. Con todo, unas 50 estaciones de esta especie de "súper AM" se establecieron en esta banda, operando en 34 ciudades en 22 estados de EE.UU.
Las transmisiones en la banda Apex seguían siendo en AM, y ello seguía comportando algunos problemas inherentes a la AM, como las perturbaciones por ruidos y parásitos radioeléctricos. Cuando el FCC estableció esta banda en 1937, Edwin Armstrong estaba experimentando con un nuevo sistema de modulación, la modulación en frecuencia o frecuencia modulada (FM). La FM permitía una transmisión de sonido de calidad (alta fidelidad), a la vez que era bastante inmune a los parásitos y ruidos radioeléctricos (incluso bajo condiciones de tormentas eléctricas) y a las interferencias por otras estaciones en la misma frecuencia (siempre que la señal interferente fuera más débil que la señal de la estación sintonizada). La FM pronto demostró ser técnicamente muy superior a la AM.
La FCC tomó muy buena nota de ello, y permitió que en la banda Apex pudieran funcionar estaciones radiodifusoras de FM, que aún tenían carácter experimental. Armstrong ayudó a poner entonces en marcha un número pequeño de potentes estaciones de radio en FM en los estados de Nueva Inglaterra, conocido como la Yankee Network (Red Yankee). La primera estación de la red Yankee fue la W1XOJ en Paxton (Massachusetts), inaugurada en agosto de 1937. Muchas de estas primeras estaciones de FM operaron alrededor de los 42 MHz.
Convencida finalmente la FCC de la superioridad de la FM sobre la AM (tras una serie de demostraciones ante un equipo de ingenieros de la FCC en la estación de FM del propio Armstrong, la W2XMN en Alpine, New Jersey, en enero de 1939), la FCC comenzó a sugerir a las estaciones que operaban en AM en la banda Apex se reconvirtieran a la FM, y además ya no se concederían nuevas licencias de AM en estas frecuencias tan elevadas. Esto condujo al final de la banda Apex el 1 de enero de 1941 cuando la FCC creó una nueva banda de radiodifusión comercial, pero ahora ya para estaciones de FM, estructurada en 40 canales entre los 42 y los 50 MHz. La canalización (ancho de canal) era de 200 kHz. Esta nueva banda para las estaciones de radio de FM fue promovida por Edwin Armstrong.
Las últimas dos estaciones en abandonar la banda Apex fueron la WBOE de la Junta Educativa de la ciudad de Cleveland, que completó su paso a FM en febrero de 1941 (irónicamente fue la primera estación en transmitir en alguno de los canales Apex reservados para estaciones educativas y no comerciales, en 1938), y la WBKY de la Universidad de Kentucky en junio de ese mismo año, que dejó de funcionar por problemas financieros. La banda Apex tuvo, pues, unos 3 años de existencia.
Se inició así la radiodifusión comercial en FM en Estados Unidos, y pronto surgió la polémica por las patentes de la FM entre Edwin Armstrong (que realmente fue quien desarrolló esta tecnología) y la compañía RCA (con muchos intereses comerciales en la radiodifusión norteamericana), que quería adquirirlas, sin conseguirlo. La RCA presionó a la FCC y consiguió en 1945 que ésta reasignara la banda de radiodifusión de FM al segmento de los 88-104 MHz (casi el segmento actual de la FM comercial), quedando la antigua banda de 40 MHz para el canal 1 de televisión. Esto dejó a todos los sistemas de radiodifusión en FM de la era de Armstrong (y los receptores de esta banda) sin uso, no sobreviviendo la red Yankee al cambio de banda.
Con ello la RCA consiguió proteger su amplio mercado de radio en AM. RCA reclamó entonces derechos de patente de la FM en esta nueva banda (que consideraba que eran distintos a los de Armstrong), cosa que consiguió en 1954 tras un largo litigio judicial con Armstrong iniciado en 1948, y que arruinó emocional y económicamente a Edwin Armstrong, el cual se suicidó en 1954 saltando por la ventana de su apartamento, deprimido por lo que él vio como el fracaso de su invención de la radio en FM. No obstante, la segunda esposa y viuda de Armstrong, Marion, continuó la lucha por la patente de la FM contra RCA, y finalmente le fue reconocida en 1967.
Como nota final, el nombre de la banda Apex, también conocida como banda skyscraper, fue dado informalmente en 1935 por el ingeniero jefe auxiliar de la FCC Andrew D. Ring, por el hecho de que como el alcance de las transmisiones en estas frecuencias tan altas era prácticamente hasta donde llegaba la vista (hasta el horizonte o algo más allá), era necesario situar las antenas de las estaciones de radio lo más alto posible para aumentar la cobertura de la estación, y ello se conseguía situándolas en el ápice (apex) o punto más alto de una alta torreta, o de un alto edicifio o rascacielos (skyscraper) o de una montaña.
Fuentes:
Sitio web The Radio Historian (artículo America’s Apex Broadcasting Stations of the 1930’s
)
Blog Hackaday (entrada del 31/07/2018 sobre apex radio
)
22-08-2018
Ducati es una conocida e icónica firma italiana, célebre por sus motocicletas superdeportivas, pero lo que es menos conocido es que tuvo su origen en la fabricación de receptores de radio.
La empresa vivió una época de esplendor en los años 1930s cuando sus productos estrella eran elementos relacionados con aparatos de radio y elementos de radiofrecuencia, antes de comenzar con la fabricación de motocicletas.
Hablar de Ducati es anhelar la belleza del diseño italiano, es degustar la vibración en tus oídos del bicilíndrico desmodrómico. Algunos soñaron con las primeras motocicletas SBK de Ducati como las 851 y la 888, conocida también conocida como “Triple Ocho”, posteriormente otros más jóvenes se relamían al ver pasar la asombrosa 996, antes de que en el siglo XXI Ducati siguiera sorprendiendo con creaciones como la Ducati Diavel o las Ducati Panigale.
Sin embargo, muchos no saben que el creador de esta mítica marca italiana no era motero. Antonio Cavalieri Ducati, graduado en Milán como ingeniero industrial, decidió lanzarse junto a otros inversores boloñeses en la fabricación de equipos receptores de onda corta para canalizar el talento de sus hijos Adriano, Marcello y Bruno Ducati. De hecho, el señor Ducati era un apasionado de la experimentación con componentes de radio, algo que su hijo Adriano también heredó y estudió. En 1926 la industria de la radiotransmisión era potente y la Societá Radio Brevetti Ducati de Bolonia empezó a fabricar componentes de radio para responder a la demanda creciente de toda Europa.
Adriano Ducati, que era también radioaficionado, había conseguido contactar con los Estados Unidos desde su casa de Bolonia en 1924 con un equipo de radio de onda corta, algo impresionante en la época, y que le valió el premio de la Cruz de Caballero de la Corona de Italia con tan sólo 21 años. El joven Adriano patentó después el condensador Manens para aparatos de radio, elemento que tuvo mucho éxito en todo el mundo y que precedió a una serie de avances que mejoraron las transmisiones por radio en esa Europa de finales de los 1920 y principios de los 1930.
Pronto la Ducati se hizo una empresa respetada que daba trabajo a miles de italianos. Empezaba a marcarse ese espíritu innovador y puramente italiano que ha caracterizado a Ducati durante sus años de vida. Incluso el propio Guillermo Marconi visitó la planta de Ducati en 1935, lo que supuso una visita memorable para los hermanos Adriano, Bruno y Marcello, enrolados todos ellos en la empresa de radio y que empezaron a gestionar desde muy jóvenes ya que en 1927 murió su padre Antonio.
En 1935 la planta se trasladó a Borgo Panigale, en las afueras de Bolonia, para poder hacer frente a la expansión de la empresa. El propio Bruno Cavalieri Ducati fue el diseñador arquitectónico de la planta. El nuevo complejo pretendía ser el centro neurálgico de la tecnología industrial en Bolonia y las cosas no parecían ir mal: clientes y negocios en Londres, París, Nueva York, Sydney, Caracas...
Sin embargo, en 1939 llegó la Segunda Guerra Mundial, e Italia se vio inmersa en ella al ponerse al lado de la Alemania nazi. El estallido bélico frenó las aspiraciones de los Ducati al ser bombardeada la planta de Borgo Panigale en 1944. Afortunadamente, se salvaron algunas máquinas y la empresa pudo mantener un mínimo de producción.
Durante el conflicto, los hermanos Ducati siguieron estudiando para que, una vez pasada la guerra, pudieran volver a irrumpir en el mercado con nuevos productos. Pero lo que supondría el inicio de su brillante historia como marca de motos fue la aparición de la Ducati Cucciolo, que inicialmente fue un motor que se le acoplaba a las bicicletas y que luego se adaptó a un chasis propio para crear la primera motocicleta Ducati. Y es aquí donde comienza lo que hoy en día es una marca de motos icónica.
Antes de las bellas máquinas de dos ruedas que han salido de Borgo Panigale, hubo una época difícil en la que en Europa se escuchó la radio gracias, en gran parte, a los componentes fabricados por Ducati. La identidad de Ducati estuvo basada en la innovación, en los avances y en la investigación nacional que marcó de manera especial la industria italiana de todo el siglo XX.
Alejandro Alonso, publicado en el sitio web de moteros moto1pro.com
Artículo “El origen de Ducati, el radioaficionado”.
Publicado en 10-12-2018
Recopilado por Fernando Fernández de Villegas (EB3EMD)
Actualizado: 09-02-2024