Edición Especial nº4
"Aspectos económico-financieros del Temple" Presentación
Es para nosotros un gran honor poder presentar este Número especial, el que
estará compuesto por un solo trabajo, el cual fue expuesto durante la
conferencia que dictara el Dr. en ciencias económicas y Hermano Templario de
Oficios Carlos Lacú, el lunes 26 de agosto en el Curso Templario del Priorato
General de Argentina, O.S.M.T.J.
Y decimos que es un honor puesto que el trabajo histórico del Dr. Lacú aborda
al estudio del Temple desde un lugar poco conocido: el campo económico.
Acostumbrados a la lectura de trabajos consistentes en tradicionales refritos
de lo poco que se conoce sobre la Orden, el estudio del Dr. Lacú representa un
aire nuevo, a nuestro humilde juicio, un verdadero aporte al estudio del
Temple. El aporte se acrecienta sobre el final, al reflotar y proponer una
hipótesis muy novedosa sobre el destino final de los bienes de la Orden, que
hidalgamente no la reconoce como propia pero que ha tenido la virtud de
adornar y completar con vivencias de su propia juventud. No adelantamos aquí
la sustancia de la hipótesis para mantener el debido interés en la lectura del
trabajo y ya sin más dejamos al lector en mejor compañía que la propia.
En poco tiempo, entregaremos por este medio y de forma totalmente gratuita, la
segunda edición de el libro "Los Caballeros Templarios", de Fr+ Horacio Amadeo
Della Torre, Prior General de Argentina y Preceptor Internacional del Temple.
La Redacción " Aspectos Económicos, Financieros y Administrativos de la Orden del Temple"
Por H.T.O. Dr. (Ciencias Económicas) Carlos A. Lacú
1. CONCEPTOS Y OBJETIVOS INICIALES
2. ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA
3. HERRAMIENTAS ECONOMICAS, FINANCIERAS, CONTABLES
4. DESARROLLO DE NEGOCIOS TEMPLARIOS
5. EVOLUCION PATRIMONIAL DE LA ORDEN
6. HIPOTESIS DEL DESTINO FINAL DEL PATRIMONIO DE LA ORDEN
7. ACTUALIDAD DEL ENFOQUE TEMPLARIO EN ASPECTOS ECONOMICOS, FINANCIEROS Y
CONTABLES
8. CONCLUSIONES FINALES
" Sus cosas no podrán ser comprendidas por la generalidad, solamente lo serán,
por aquél pequeño número de aquellos que estarán destinados a preparar, en
algún sentido o en otro los gérmenes de un Ciclo Futuro"
René Guénon
1- CONCEPTOS Y OBJETIVOS INICIALES
No hay duda de que la Orden del Temple se identifica con las Cruzadas,
cronológicamente nace con la Primera Cruzada y se disuelve cuando se torna
imposible el proyecto de la última. A pesar de que la Orden fue oficialmente
proscripta y disuelta tengamos muy en cuenta que nunca fue condenada por la
misma Iglesia Católica y hoy día, ante la incontestable prueba del Acta
Vaticana que la absuelve de todos los cargos imputados en su infame proceso,
no podemos negar que vuelven a tomar vigencia muchas de sus motivaciones,
aportes a la civilización y al progreso de la humanidad en su más amplio
sentido.
Cuando se encara el estudio o al menos se trata de conocer e interpretar a la
Orden del Temple encontramos bien definidos cuatro planos:
El religioso
El histórico-militar
El económico-financiero
El esotérico o los misterios
De los dos primeros y del cuarto, se han ocupado y se siguen ocupando cientos
de eruditos autores e investigadores de diversos países, algunos serios otros
no tanto, algunos manifiestamente parciales otros con cierta objetividad. Es
evidente que está lejos de mí, entrar a opinar o pretender siquiera explayarme
en estos aspectos a los cuales mi intelecto, a causa de mi formación
universitaria economicista, respeta en grado superlativo. Por lo tanto en esta
charla de amigos, me parece demasiado pomposo llamarla "clase", trataré de
comunicarles mi limitados conocimientos de los aspectos económicos y
financieros que rodearon la actividad de nuestra querida Orden del Temple en
los increíbles 200 años de existencia que podemos denominar "oficial".
Como todo estudio de los Templarios siempre nos vamos a encontrar con un
terrible vacío de documentación; muchos de estos testimonios escritos
desaparecieron o fueron destruidos. Muchos hechos y acontecimientos
difícilmente puedan demostrarse con documentación fehaciente, sería por
casualidad que se pudieran encontrar documentos secretos y menos los que jamás
se hicieron públicos, sobre todo aquellos que los Templarios hubieran escrito
para manifestar intenciones o planes de gran envergadura. Es por ello que
debemos basarnos en la realización de trabajos de hormiga, recorriendo ingente
bibliografía, haciendo un seguimiento muy parecido al de Sherlock Holmes y
sacando conclusiones basándonos en indicios y deducciones. Y muchas veces,
también como en el caso de este personaje, nos pasa de tener la solución a la
vista y nos perdemos en lo más simple o evidente.
También es interesante acotar que, cuando se emprende una investigación que
afecta hechos históricos o del pasado de la humanidad, no siempre los temas
estrictamente históricos o quienes son los eruditos en esta materia, son los
que pueden abrirnos los ojos de lo que realmente sucedió y por qué. Muy a
menudo la Historia necesita reunir otros conocimientos, otras disciplinas, a
veces muy ajenas a la misma Historia, para sacar conclusiones y establecer
verdades que por sí sola, la Historia no podría llegar a desentrañar.
Mucho se ha hablado y escrito aseverando que los Templarios fueron artífices
de su propia decadencia al olvidar sus famosas Reglas y su objetivo primordial
de la defensa de Tierra Santa, y fueron víctimas de su codicia y de un manejo
interesado de sus inmensas riquezas. Es evidente que si es difícil aceptar el concepto monjes-soldados con la
aparente contradicción de sus términos, imagínense como deberíamos pensar en
monjes-banqueros.
Pero si tenemos en cuenta sus objetivos primigenios, sembrados por el gran
visionario que fue Bernardo de Clarval, nos damos cuenta que a la luz de
conceptos modernos de civilización, progreso y cultura, resulta totalmente
lógico y necesario alcanzar el poder económico, pero no como un poder más,
agregándolo al militar, sino más bien como una herramienta indispensable para
el cumplimiento de un objetivo.
La tradición celta, sin duda, influenció en gran medida, en la creación de la
Orden. San Bernardo y sus más cercanos colaboradores, el abad Suger de Saint
Denis en Paris, el Abad Pedro el venerable de Cluny, San Esteban de Harding
del Cister, el propio Hugo de Payns crearon la Orden de los Pobres Caballeros
de Cristo, con objetivos que podemos llamar metafísicos o religiosos, y una
pantalla de sus actividades proclamándose como la fuerza militar que los hacía
consituirse en los artífices de la protección de los peregrinos en Tierra
Santa y defensores de los Santos Lugares.
Ahora bien, qué pasa si nos olvidamos por un momento de estos objetivos más o
menos "oficiales" que han sido tratados por muchos autores e historiadores, y
nos ponemos pensar que la creación de la Orden y su posterior actuación
obedeció a un objetivo mucho más abarcativo y primordial.
La creación de un nuevo orden en Occidente impulsando un tipo de civilización
que hoy denominaríamos occidental y cristiana.
Los Templarios eran maestros para aplicar la táctica del tero, poner el huevo
en el nido y cantar lejos de él para despistar a sus enemigos.
En muchos escritos del Cister, su joven abad proclamaba la necesidad de que la
humanidad estuvieras organizada para que los hombres cumplieran sus objetivos
materiales y espirituales.
San Bernardo pregonaba que una organización política de la civilización debía
tener como objetivos básicos tres elementos:
a) Garantizar pan, o comida a sus componentes
b) Aplicar el conocimiento para obtener las mejores herramientas
c) Garantizar la circulación del conocimiento, los bienes y los hombres. En
una palabra manejar los medios de comunicación.(Caminos y mares)
A estos conceptos se le debía agregar que los que ejercían el poder debían ser
responsables de la seguridad y la aplicación de justicia. A su vez debía
existir una fuerza compuesta por un ejercito poderoso, rica en los aspectos
materiales, pero con una salvedad; ésta debía ser manejada por gente
desinteresada en sí misma, protegiendo toda actividad humana. Hacía hincapié
también, en que esta concepción de civilización debía tener como pilares la
espiritualidad y el conocimiento.
Entre otras cosas se afirmaba que sin lo espiritual, el trabajo no es más que
un reflejo condicionado y lo intelectual memoria aplicada.
La tradición celta, inspiradora de algunos conceptos anteriores, daba
fundamental importancia al poder sobre las vías de comunicación como
propiciadora de cualquier acción civilizadora. Las vías romanas eran
militares, las de los galos eran comerciales, los Templarios llegaron a
ejercer un control y vigilancia sobre las vías de comunicación del mundo
conocido en ese entonces. No había nada escrito ni oficial al respecto,
simplemente imponían su presencia e idoneidad, sin duda obedecían a una orden
superior.
Lo que más sorprende del accionar templario es la firmeza de sus designios, la
continuidad de su acción y la habilidad y pragmatismo para utilizar los
mejores medios en el momento más oportuno.
Para nuestros conceptos actuales sobre el capitalismo lo que más llamaría la
atención es la gran creación templaria: el Banco Nacional o el Gran Banco como
institución (el nombre de sucursal fue inventado en esa época y se utilizaba
para designar una sub-comandería.)
Lo ingenioso del Temple fue la utilización de un banco como una importantísima
y fundamental herramienta de desarrollo económico comercial, no como una
institución con fin de lucro o riqueza en sí misma.
Si pensamos que Hugo de Payns fue el mismísimo fundador de las Casas de
Londres y Paris, que se construyeron teniendo en cuenta una arquitectura de
fortaleza, en medio de importantes vías de comunicación, en ese momento muy
cercano a la génesis de la Orden:
A qué objetivo militar obedecía la creación de ambas importantes encomiendas?
Qué necesidad había de emplazar tan importantes construcciones fortificadas,
cuando se estaba lejos de los frentes militares?
Por qué construyeron el imponente castillo del Temple de Paris con su famosa
torre, en medio de la ciudad? Ni siquiera el rey tenía algo parecido.
Cuando Hugo de Payns las funda, ni siquiera se había comenzado la recaudación
de las importantes donaciones que luego llovieron sobre la Orden; todavía no
se había desarrollado la actividad bancaria y financiera. Sin embargo ya se
constituían Londres y Paris como los dos más importantes centros de la
actividad financiera y se pensaba en la creación de estas dos Casas Bancarias
como casas matrices de la actividad.
No es razonable pensar que ya se tenía claro el proyecto de llegar a una
especie de hegemonía económica mediante la creación de una gran empresa
multinacional apuntalada por una poderosa banca?
Irrumpen también con una novedosa operatoria del manejo de la riqueza. Todos
los grandes señores, príncipes y reyes de la época, estiman que la base de la
potencia económica de sus estados está en el atesoramiento de metálico, oro o
plata, en lingotes y monedas, es decir se es más rico o más pobre evaluando la
presencia física de oro y la plata en sus arcas.
Los Templarios ponen en práctica una novedosa teoría, las riquezas se
potencian con inversiones, con su movilidad; ellos aligeran el peso del metal,
le dan alas, ponen en práctica algo que hoy día es totalmente normal en las
grandes empresas: no hay que dejar dinero inmovilizado en caja. El secreto del
poder y la riqueza de la Orden está en una gran innovación: ponen en marcha y
crean el crédito.
Los Templarios concibieron la Banca tal como hoy en día funcionan los modernos
sistemas bancarios: toman depósitos y se emiten papeles (Letras y cheques)
para evitar el movimiento de metálico, llevan fondos de donde sobran hacia
donde faltan. Y a todo ese circuito le dan confiabilidad y eficiencia.
El Temple es la caja fuerte de todos. En Paris, Londres o Jerusalem los
objetos de valor, el metálico, los documentos importantes son confiados a sus
monjes, ganan la confianza de los soberanos. Muchos de ellos . se transforman
en los ministros de hacienda de reyes. Los templarios les enseñan a hacer
fructificar sus depósitos, desarrollan una ciencia del dinero que no tuvo
parangón en su época. Compiten con lombardos y judíos, pero por su rectitud,
eficiencia y honestidad los suplen con ventaja.
Muchos autores le asignan un papel secundario a la actividad templaria en el
plano financiero, además la toman como causante de su decadencia y del
abandono de los objetivos primordiales fijados en sus Reglas originales.
Pero una vez más, creo que nos equivocamos y subestimamos a la Orden. Esta
operación, para el templarismo, es una de las más importantes herramientas y
principal eje de una superior misión civilizadora. Conceptualmente San
Bernardo afirmaba que ninguna obra civilizadora podía desarrollarse sin tener
seguridad en el intercambio, y que éste debía hacerse en todos los niveles y
al alcance de todos los involucrados.
Este intercambio generalizado se debía llevar a cabo con honestidad, seguridad
en los registros contables y administración, con continuidad en el tiempo, con
reglas claras conocidas por todos. Había de aplicarse por igual a reyes y
pequeños comerciantes, y servir para capitales chicos o grandes, y ser
brindado por una institución , no cabía duda de que la única que podía llevar
adelante tan ambiciosa operatoria era el Temple.
Todo estaba contenido en las Reglas inspiradas por San Bernardo: la Orden
debía ostentar el poder, pero ninguno de sus componentes caballeros podía
sacar ventajas personales de ello.
No hay duda de que la actividad del Temple en Occidente, mucho más financiera
que militar, tenía objetivos que sobrepasaban sobradamente, si tenemos en
cuenta sus resultados, las necesidades militares y estratégicas de Tierra
Santa.
Como dijimos anteriormente, el propio Hugo de Pyens dejó en marcha los dos
centros financieros más importantes (Londres y Paris) y dejó a sus espaldas al
procurador de la Orden Hugo Rigaud, verdadero cerebro de la organización
administrativa financiera.
Tan mal no les fue. ¿ Quién duda de que hoy día, ambas ciudades no sigan
siendo, dos de los centros principales de la economía mundial?
2- ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA El propósito de este trabajo es mostrar los aspectos económico- financieros de
la Orden del Temple. Como esta actividad se desarrolló principalmente en
Europa Occidental, nos ocuparemos de la organización templaria de este
continente y no nos detendremos en la organización de la Milicia Templi en los
reinos cristianos de Ultramar, que es bien conocida por todos.
No existe ninguna duda de que los Templarios de Tierra Santa no hubieran
existido ni hubieran podido realizar su misión sin los Templarios de la
retaguardia, los que actuaban y trabajaban en Europa. Unos eran la punta de la
lanza los otros eran el asta que les proveía de hombres, armas, caballos,
pertrechos, comida y fundamentalmente: dinero
Para ambos grupos regía la misma Regla, utilizaban la misma vestimenta,
efectuaban las mismas oraciones, tenían los mismos derechos y obligaciones y
obedecían a un único Maestre, pero, evidentemente, las varias ramas de la
Orden desarrollaron diferentes actividades y habilidades según la región en
que estaban implantadas. Una vez más el Temple demuestra su gran versatilidad
y pragmatismo.
Por ejemplo: el Caballero Templario que cumplía tareas en España, no debía
desarrollar las mismas actividades que en Francia, Italia o Inglaterra.
Inglaterra, Francia y España eran las tres regiones más importantes de
Occidente e importantes para la Orden., éstas eran sus depósitos, sus graneros
y sus arsenales.
En cada una la Orden encontró una acogida más que favorable; desde sus más
tempranos días recibió donaciones, tierras, edificios, hombres. Para 1291
tenían diferentes características.
Cada una de estas tres provincias (Francia, Inglaterra y España) tuvieron
distintivas funciones dentro de la Orden y más importantes aún si tenemos en
cuentas las disímiles relaciones con los soberanos en cuyos reinos actuaban.
En todas la Orden poseía y administraba grandes extensiones de tierra.
Inglaterra se asemejaba a un puñado de arena que se hubiera distribuido por su
territorio, donde cada grano representaba una granja o un castillo. En Francia
en cambio, 9000 factorías y encomiendas cubrían todas las rutas de su actual
territorio. En España, donde no era fundamental la producción sino la lucha
contra los moros, solo en Aragón había 38 castillos fortificados enclavados y
dominando señorías completas. Además administraban y cuidaban más de 120
pueblos pequeños.
Pero en sentido contrario en España con respecto a las otras dos , la Orden no
era predominantemente una hermandad caballeresca dedicada a la economía. La
rama española sin duda tenía como misión pelear contra los moros en la
reconquista de Aragón, y más hacia el Sur estuvo empeñada en ello casi hasta
su disolución, pero por ello obtuvo un tercio del reino de Aragón. Movida
inteligente típica de los Templarios de Europa.
Hasta aquí parecía que el accionar templario era igual o parecido a lo que
sucedía en Inglaterra y Francia, pero los hermanos españoles tenían dos
aspectos esenciales en su organización que los diferenciaba claramente del
resto de la Orden. Eran todos nativos de España, muy raramente enviados a
otros países y mantenían la obediencia a su rey. Esta última condición parecía
rara, pero se ve que era condición impuesta para disfrutar sus inmensas
riquezas peninsulares provenientes de las donaciones. La primera era bastante
lógica ya que los guerreros eran necesarios allí;
el enemigo estaba en las puertas de su país, tenía sentido entonces que
económicamente y militarmente defendieran la Fe en su patria, en vez de ser
enviado al exterior.
En Inglaterra, no se debía fidelidad al rey; al contrario, los sucesivos
monarcas fueron dándole más y más prerrogativas a la Orden.
Como no había Infieles en Inglaterra ni peligro de que los hubiera, todos los
guerreros eran enviados a Tierra Santa. Quedaban entonces los granjeros y
financistas. Inglaterra personificaba exactamente la Orden, rama no militar en
el Oeste. Cuando la Orden fue disuelta había solo 135 Caballeros templarios
guerreros en el país. Esto da una idea lo desproporcionada que era la
organización de la Orden en el Occidente comparando su gran poder con sus
tropas en la región. Entre otras cosas como hacían estos 135 Caballeros para
controlar y manejar todas las posesiones inglesas y los miles de trabajadores
en ellas?
Estas eran tan importantes que algunas de ellas todavía existen y se cree
conservan algunas de sus características. Por ejemplo Oxforshire, encomienda
templaria especializada en trabajos metalúrgicos, que hoy en día es famosa por
ser sede de importantes y reconocidos talleres de fabricas de autos.
¿Cuál era la razón para que tan pocos pudieran controlar a tantos miles y a
tan largas distancias? Solo una: Dinero. El gran valor de Inglaterra para la Orden eran sus beneficios. Los templarios
hicieron de Londres, junto con Paris un gran centro financiero, que permitió
el gran desarrollo económico de su puerto y de toda Inglaterra.
Los establecimientos ingleses eran particularmente exitosos porque no pagaba
ningún tipo de impuesto, a pesar de que en la época eran brutalmente exigidos
por los señores y monarcas. Los templarios estaban libres de todas las cargas:
hacían tierras de pastoreo, desmotaban bosques, araban tierras todo sin dar
cuentas a nadie, ni ser inspeccionados por los guardia reales Además los
propios miembros de la Orden y sus granjeros, artesanos y colaboradores,
estaban exentos de las obligaciones militares hacia los soberanos.
La Orden en Inglaterra era su propio juez, no sólo para ellos sino para todas
las personas que estaban bajo su protección o viviendo en sus territorios.
Esto les trajo algunos problemas con los demás comerciantes, parroquias etc.
El Rey Ricardo Corazón de León y su hermano Juan tuvieron que sustentar varias
veces estos privilegios ante reclamos de algunos de sus súbditos, por ello la
Orden tuvo que darles algunas dádivas a los alicaídos tesoros reales, muchas
veces en efectivo, otras con caballos o pertrechos. Pero la Orden seguía
siendo riquísima y poderosa, sus rentas ascendían a 5.200 libras por año (Cada
libra era 240 peniques; para tener una idea con un penique se le daba de comer
y vestir a una persona por día) La base de la organización en Europa eran las famosas comandarías o
encomiendas; varias de estas formaban una bailía. En éstas funcionaban los
capítulos regionales, donde se reclutaban los nuevos miembros. Varios
Capítulos formaban las Provincias.
En el momento de mayor auge de la Orden existían 9 provincias (6 dobles y 3
simples); las denominadas simples era las que estaban en contacto con el Islam.
Cada encomienda o comandería se instalaba generalmente cerca de un río; era
una verdadera explotación agrícola que producía y ofrecía víveres a una gran
comunidad. Se sembraban y cosechaban trigo, mijo y alfalfa, uvas y aceitunas.
Tenían granjas menores anexas, con sus herramientas y su personal
especializado, otras tenían talleres donde trabajaban herreros, carpinteros, y
ocupaban varios centenares de hectáreas, llegando algunas a mayores
dimensiones. Generalmente se construía un molino comunitario anexando también
un horno, explotados por la propia administración templaria. Se criaban
caballos, vacunos, lanares, caprinos y porcinos.
Cada comandería llevaba un muy detallado "inventario" de sus bienes, animales
y "stocks".
Según la región y las habilidades de la gente del país se producían
mercaderías de todo tipo: Telas, vinos, quesos, armas, utensilios para el
culto, velas, objetos de carpintería. En fin, tenían el concepto de producir
más de los necesario para vivir, ya que la diferencia se comercializaba.
Cuando había excedentes de productos en una región, la comandería ponía en
marcha el aparato de distribución y se comercializaban los excedentes allí
donde escaseaban. También se efectuaba una política de subsidios cuando se
necesitaba fomentar la producción de un determinado bien. Algunas veces se
optaba por políticas de precio "sostén" para determinadas regiones que sufrían
algún tipo de escasez de productos básicos y podrían sufrir el abuso de los
comerciantes de otras regiones donde circunstancialmente abundaban.
Las encomiendas de la Orden estaban organizadas muy meticulosamente. El
territorio bajo su jurisdicción se dividía en porciones para construir casas
(con huerto individual) y se les agregaban lotes de tierra, donde el cultivo o
la explotación eran colectivos con zonas comunes de pastoreo.
La encomienda propiamente dicha era una edificación cuadrada, con espesos
muros y cuatro torres en sus ángulos. Generalmente tenía un estanque
artificial. Los templarios eran excelentes constructores de espejos de agua
artificiales que utilizaban como depósitos de agua para riego y vivero de
peces.
Había dentro del recinto una edificación conventual, donde vivían los
caballeros, otra denominada mesnada donde habitaban los obreros y artesanos
con sus familias y finalmente el área de hospedaje u hotel donde se alojaban
los peregrinos y viajeros en tránsito. Muchas veces en las cercanías
extramuros funcionaba un leprosario. Cada encomienda tenía su capilla que
estaban siempre bajo la advocación de Nuestra Señora (Nôtre Dame).
En dependencias vinculadas a los conventos de la Orden del Temple, se
reprodujeron asociaciones de constructores según la tradición de los
"collegia" florecientes en el Bajo Imperio Romano.
San Bernardo inspiró algunos de los grandes objetivos de la Orden, y por ello
los Templarios fueron grandes constructores, tanto en Europa como en Tierra
Santa. Mantenían una intensa comunicación de formas e ideas entre las
concepciones arquitectónicas de Oriente y Occidente. Albergaban junto a sus
sedes o encomiendas logias o asociaciones de constructores denominadas
"Compañías del Santo Deber" que de igual manera que las asociaciones
monásticas conservaron los secretos del Arte. Se dividían en jerarquías para
ejercer su actividad profesional, fijaban rituales de asociación, contraseñas
de cobro, establecían los escalafones de progresos de sus miembros, admitían
la asociación con constructores libres o temporales. Las Compañías de los
Templarios se encargaban de la construcción de edificios militares, civiles y
religiosos. Muchas veces requerían la colaboración de profesionales
independientes como especialistas en arquitectura, escultores, canteros etc. El régimen que regía la vida de los colonos era bastante liberal; entre otros
beneficios gozaban de libertad personal absoluta, estaban eximidos de muchas
cargas fiscales del señor de la comarca, tenían el mejor servicio de seguridad
y vigilancia (los Templarios en persona), usufructuaban una especie de
autogestión asegurada, siempre que cumplieran los objetivos de la encomienda.
Se manejaban con un consejo formado por 4 cónsules y 4 consejeros bajo el
control del prior o preceptor (Total 9!!). Un código definía con precisión los
crímenes y delitos, con sus correspondientes castigos. Detrás de todo este
sistema hay que reconocer el espíritu metódico del Temple.
Dijimos que los Templarios explotaban molinos y hornos comunitarios, su pan y
su harina eran los de mejor calidad y mejor precio. Provocaron las quejas de
los productores independientes que debían competir con ellos. Lo mismo ocurría
con el vino; el que se producía en las encomiendas era de buena calidad y se
vendía a precios accesibles.
Sin duda podríamos afirmar que su producción se comercializaba en lo que hoy
llamaríamos "puerto franco" o más comúnmente "free shop". La gran ventaja de
las encomiendas templarias era que gozaban, tanto para la fabricación como su
posterior comercialización, de una exención total de cargas, que como en todos
los tiempos, los gobernantes aplicaban discrecionalmente a toda actividad
económica. Por ejemplo los productos, animales y granos del Temple no pagaban
derecho de "portazgo" (tonlieu),de transporte, de entrada y salida, de
tonelaje, peajes de todo tipo, etc.
Esta estructura económica funcionó de mil maravillas, en los 200 años de
manejo de la economía europea occidental no se registraron hambrunas. Como
detalle práctico, los estudiosos del armamento que se utilizó en diferentes
ciclos históricos, detectaron que las armaduras y las armas que se utilizaron
durante este período (S.XII y S.XIII) eran de mayor talla y peso que las que
se usaron en épocas más modernas.
A pesar de la riqueza y prosperidad que tenían estos enclaves templarios, la
Orden nunca dejó de observar un estricto cumplimiento de los votos de pobreza
de sus componentes. Los monjes-caballeros debían cumplir con la dádiva
obligatoria tres veces por semana. Además, cuando comían dos templarios debía
sobrar lo suficiente como para alimentar a un pobre.
Los conceptos de libertad y autogestión, pasando por la explotación de las
habilidades de cada miembro, así como también la disciplina y eficiencia en
las tareas cotidianas, fue formando un embrión de lo hoy llamaríamos clase
burguesa occidental y cristiana.
Qué hubiese pasado si una noble sociedad caballeresca, eficiente y
disciplinada, respetuosa del individuo y hábil para ejercer un efectivo
liderazgo, requisitos todos atribuibles al Temple, hubiese estado vigente
hasta nuestros días?
Como vemos la organización templaría era numerosa y compleja
la Orden era ante todo principalmente religiosa y militar; era una selecta
máquina de guerra instalada y funcionando en Tierra Santa y en otras tierras
de Cruzada, algunas permanentes como la de España y otras de actuación
temporal (Cataros). Esta máquina de guerra comprendía a los combatientes:
caballeros, escuderos, sargentos, servidores, hermanos legos y servidores para
tareas domésticas; los cuerpos auxiliares como los turcopolos, y los
caballeros seglares.
En los establecimientos templarios (castillos, conventos y encomiendas) las
administraciones eran encomendadas a los miembros de las "Compañías del Santo
Deber" o compañeros de oficio como los constructores, que bajo la dirección de
un Templario se encargaban de la edificación y mantenimiento de castillos y
edificios de la encomienda Los agricultores y granjeros generalmente eran
contratados.
El contraste más evidente que existía entre los sacerdotes y los caballeros y
demás combatientes era de orden cultural. Los sacerdotes eran los que
dominaban las ciencias sagradas, el derecho y defendían adecuadamente a la
Orden en los numerosos pleitos en los que continuamente se veían implicados
por razones económicas o jurisdiccionales.
Los Caballeros Templarios era una orden de guerreros, no de intelectuales.
Todos los autores convienen en que la mayoría de los caballeros y escuderos
eran sencillamente analfabetos, pero en cambio la rama sacerdotal y algunos
miembros de las Compañías del Santo Deber eran sacerdotes muy bien preparados
o laicos que surgían de las mejores y más progresistas universidades de la
época .
3- HERRAMIENTAS ECONOMICAS, FINANCIERAS, CONTABLES Hemos visto que los Templarios fueron los primeros banqueros de Europa en los
tiempos donde la usura, los préstamos de dinero por interés estaban prohibidos
por la Iglesia.
Por cierto había prestamistas en este período medieval, y en algunas regiones
donde no existía antisemitismo, la comunidad judía que habitaba en algunos
estados europeos, ofrecía este servicio a la comunidad, siendo utilizado
inclusive por reyes y señores feudales. ¿Qué hacía la diferencia a favor de
los Templarios? Era primordialmente la ausencia de usura, la transparencia y
lo completo de su servicio operativo.
Veamos un ejemplo: era posible depositar una suma de dinero en la encomienda
de Paris, en una cuenta cifrada discreta, detallando exactamente donde se
desearía cobrar esa suma, en qué moneda de otro lugar y en qué momento. Todo
este servicio se brindaba a cambio del pago de un honorario razonable. Los
Templarios eran los que ofrecían tal posibilidad, funcionaban como un Banco y
una Casa de Cambio simultáneamente; todo en una institución.
Las ventajas del sistema eran evidentes, se obviaban los peligros de los
viajes y se tenía certeza y transparencia en la operatoria de los diferentes
tipos de cambio, con valores de distintas monedas muy difíciles de equiparar
entre sí (Cotizaciones actualizadas).Esta sola tarea ya era considerada
admirable en la época.
Se cree que los Templarios tenían un patrón propio de moneda, que sólo ellos
manejaban. Una especie de moneda de consolidación, que le permitía evaluar las
mejores oportunidades, aprovechando las diferentes circunstancias de cada
región, fueron pioneros en el aprovechamiento de la "globalización" de los
negocios. El Temple de Londres era la plaza favorita para tomar estas
decisiones financieras
Además, gracias a los sistemas de movimientos de fondos, los Templarios eran
prestamistas de dinero en gran escala (Se cree que una de las razones de
Felipe el Hermoso para ponerse en contra de los Templarios y gestar su
eliminación, fue el ser deudor de la Orden por fuertes sumas en oro y plata).
Las primeras conclusiones que surgen al estudiar este tipo de servicios dado
por los Templarios y sus encomiendas, es que funcionaba una verdadera red de
distribución de dinero, en diferentes monedas y formas (algo así como lo que
hoy día llamaríamos un sistema de "clearing")
Se emitían regularmente estados de cuentas consolidados, tanto para los
clientes como para las casas templarias entre sí, balances por encomienda,
gestiones de créditos y cobranzas, informes de unos a otros de los distintos
saldos de cuenta, e informes de resultados entre las grandes ciudades de
Europa medieval que formaban parte de las diversas provincias y capítulos.
Eran realmente precursores de un sistema de inversiones. Lo común entre los
grandes señores y príncipes era que el metálico que provenía de las
recaudaciones de impuestos, y que sobraba de algún gasto directo, se atesorara
en grandes cofres en un oscuro sótano de un bien protegido castillo; lo
esencial era su atesoramiento físico en metales (monedas y lingotes) y piedras
preciosas. Los señores medievales eran poderosos pero mal educados y rústicos,
los Templarios eran totalmente distintos, el manejo de sus riquezas se parecía
mucho más a las actuales empresas multinacionales. Una multimillonaria empresa
actual raramente mantenga un saldo importante en dinero efectivo, lo que dice
vulgarmente saldo de caja; por el contrario, es un signo de mala
administración tener inmovilizado dinero contante. Pues bien, este concepto
básico de economía moderna, era manejado perfectamente por los ingeniosos e
inteligentes Templarios.
Sus riquezas: la propia y la de terceros, administradas por ellos, se
encontraban en permanente movimiento, llevándolas de un mercado de abundancia
a otro de escasez, aprovechando oportunidades de inversión (lo que hoy
llamaríamos funciones de "brockers", inversores) buscando siempre el mejor
rendimiento.
Compraban tierras, las hacían progresar (desarrolladores), desmotaban bosques,
construían molinos, puentes, curtiembres, rutas a peaje, cobraban regalías en
ferias, almacenaban mercaderías propias y de terceros. Acumulaban riquezas con
más ganancias, hacían compras globalizadas para sus posesiones de ultramar en
Tierra Santa, abasteciendo sus encomiendas/factorías y tropas.
Lo curioso de todo esto es que todo estos movimientos financieros los
ejecutaba personal que no recibía paga por ello. Simplemente era un deber de
cumplimiento de los objetivos de la Orden, pero, como vemos, con un alto grado
de eficiencia, transparencia y honestidad.
Si comparamos un sistema bancario actual con el de los Templarios, no hay duda
de su similitud; eran unos verdaderos adelantados de su tiempo.
Otro concepto moderno que manejaban muy bien era el de las garantías en
conjunción con un buen sistema de información en cuanto a solvencia de sus
deudores.
Los Templarios concibieron la Banca tal como hoy en día funciona, tomaron
depósitos, emitieron cheques o notas pagables a la vista, cobrando una
razonable y mínima comisión de corretaje. Y sobretodo crearon un banco
honesto!!!
Es imposible descubrir con los reportes financieros de la época un solo acto
de usura o de mala fe en las operaciones efectuadas en este sentido por
nuestros monjes-caballeros, ahora devenidos en monjes-banqueros.
La sustitución del metálico por papel que los representa, puesta a circular
ampliamente, no fue un invento de los judíos sino, algo totalmente original de
los Templarios. Príncipes, barones, nobles, burgueses y mercaderes depositaban
sus riquezas en sus sitios inviolables, con la facilidad de retirar parte de
ellos a su voluntad y mediante letras o cheques cobrables en cualquier
comandería templaria diseminadas por todo el mundo conocido. Estas letras son
como plata contante y sonante. El sello de la Orden en un pergamino es
garantía suficiente hasta para el más desconfiado.
Como ya dijimos, la gratuitidad de sus servicios era aparente. La usura es
anticristiana y está prohibida, por lo tanto los Templarios no la empleaban,
pero existían otras maneras de percibir beneficios: la comisión, los
corretajes, las hipotecas, rentas nominales que se transformaban en reales,
dejando beneficios para la Orden.
Cuando había excedentes de fondos en una región, ya lo anticiparamos
anteriormente con lo referido a mercaderías, la comandaría ponía en
circulación estos fondos mediante subsidios, es decir pagaba a valores mayores
que los reales para agilizar la economía de la región, prestaban sobre futuras
cosechas.
Las ordenes se transmitían en forma codificadas; se cumplían y se destruían,
por ello no quedaron muchos antecedentes al respecto, más aún luego de su
caída en Francia en octubre de 1307, el Temple no llevaba "oficialmente"
registros de sus transacciones. Eran conocidas sólo por un nivel de iniciados
y estos no rendían cuentas a nadie, pero no había dudas que las decisiones
pasaban por el más alto nivel y se tomaban uniformemente en toda la Orden, sin
importar el lugar donde se llevara a cabo la operatoria.
Los préstamos que hacían dieron lugar a la creación de dos tipos de contratos:
El mort-gage (prenda muerta) donde el que pedía un préstamo cedía la nuda
propiedad del inmueble hasta que el prestamista recibía la devolución de la
deuda.(Hipotecas)
Y el vief-gage (prenda viva) donde a cuenta de una suma de dinero se cedía el
usufructo del bien también aquí hasta el momento de la amortización del
préstamo. (Prendas flotantes)
A pesar de estas "garantías" las mayor parte de las veces los bienes afectados
terminaban como propiedad total y definitiva de los Templarios.
Cuando se actuaba en garantías o fianzas, los Templarios siempre actuaban por
la Orden, eran demasiado avispados y celosos de las consecuencias que les
podía acarrear en caso de no estar bien seguros en lo que hacían y a quién le
daban la garantía. La precaución especial que tomaban era la denominada "la
courtoise" ( traducida sería "la cortez) que era el embargo inmediato de
cualquier valor que poseyera el incumplidor.
Otra creación templaria, fue la cláusula penal: cuando no se pagaba una deuda
a su vencimiento se debía pagar un suplemento como compensación, además
ofrecían el "servicio" y los medios para hacerla cumplir.
Banqueros de avanzada para su época, también ofrecían garantías a compromisos
que efectuaban algunos de sus encumbrados clientes. Cuando San Luis proyectó
casar a su hijo con la hija del rey de Castilla, los Templarios fueron
garantes del pago de la dote. Si la pareja real de Castilla,todavía con
posibilidades de engendrar hijos, hubiera tenido un hijo varón, con lo cual la
heredera dejaría de serlo, le debía entonces al rey de Francia una suma
cercana a las 30.000 marcos de plata garantizados por los Templarios.
Bancos de depósitos, banco de prestamos, banco de negocios, casa de empeño, el
Temple ponía en práctica medios de pagos modernos.
Descubren e inventan el concepto de la intangibilidad de la moneda, sus
diferentes cotizaciones y el giro contra cuentas de números.
El trafico del Rey de Inglaterra a sus posesiones en lo que es hoy Francia, se
hacen todas a través del Temple. Los fondos que se mueven bajo la bandera del
Temple están asegurados, nunca serán atacados ni navíos ni carruajes, ni
siquiera por los soberanos cuyos territorios atraviesan,
Los principales clientes del Temple, que tendrán cuentas a su nombre serán los
papas Gregorio IX, Honorio III, Gregorio X, Honorio IV, Martín IV, Inocente
III, IV; los reyes de Inglaterra Enrique II, Ricardo Corazón de León, Juan sin
Tierra,; los reyes de Francia Luis VII, Felipe Augusto, Luis VIII, San Luis,
Felipe (dos), la reina Blanca de Castilla, los condes de Poitiers, Charles
d´Anjou, Roberto d´Artois, todos los hijos de San Luis, el Duque de Borgoña,
Juana de Navarra.
Fueron tesoreros del rey de Nápoles, Jaime I de Aragón.
Los mismos musulmanes de los territorios de Ultramar confiaban sus dineros al
Temple, por miedo a que los avatares de la guerra los obligaran a aliarse a
los cristianos.
La Orden también se encarga de aquellas obligaciones de clientes que tienen
que hacer pagos periódicos.
Los templarios eran también depositarios de los patrones de pesos y medidas.
Los contables del Temple igualaban a los banqueros lombardos, genoveses y
judíos en astucia y conocimiento, pero le añadían la honestidad y la probidad
que éstos no tenían. El tesorero del Temple era el consejero financiero de los
reyes de Francia e Inglaterra, cuando justamente éstos, no tenían ni la gente
ni los medios para crear sistemas administrativos propios.
Eran depositarios del Tesoro real; es decir manejaban la recaudación de
impuestos. Cuando el rey pedía contribuciones especiales o extraordinarias
generalmente se las encargaba a los Templarios, lo curioso es que la mayoría
de las veces recaudaban impuestos y/o contribuciones de los cuales ellos
mismos estaban exentos.
Los importantes fondos que manejaban les permitían adelantar plata o financiar
a los mismos reyes en complejas operaciones de finanzas públicas, operaciones
éstas que seguían aumentado la fortuna y el poder de la Orden.
El personaje más conocido y honrado en Paris era el hermano encargado de las
funciones de tesorería debido a sus contactos con el Rey y sus ministros.
En el Temple también funcionaban una especie de ventanillas abiertas al
público donde éste hacia sus depósitos, se pagaban las rentas y pensiones
reales a sus beneficiarios. Cada uno de los cajeros llevaba su propia
contabilidad y en diferentes monedas, al cierre se hacía la relación de las
operaciones.
En cuanto a las rentas de los dominios templarios, todos los priores o
comendadores debían depositar los excedentes de sus explotaciones en forma y
fecha regulares, se hacían auditorias y controles periódicos para el fiel
cumplimiento de estas obligaciones.
Con respecto a los depósitos de grandes señores y príncipes, comerciantes,
mercaderes y peregrinos, se trataban por igual no importando cuán elevada o
pequeña fuese la suma involucrada.
Cuando uno de estos clientes depositaba dinero o metálico se le abría una
especie de cuenta corriente, se le ponía ciertas condiciones de reembolso, en
qué tipo de moneda y en qué lugar se debían efectuar éstos etc. También a los
Templarios se les confiaba el cobro de rentas y su reinversión, ejecuciones de
contratos y reembolsos de deudas.
La originalidad de los templarios radicaba en imitar a los banqueros italianos
en cuanto a dar movilidad y posibilidades de reinversión a los fondos a ellos
confiados pero le agregaban respaldo, habilidad y rectitud que la Orden
garantizaba a sus clientes.
Se hacían lo que hoy se conoce por balances tres veces al año; en la
Ascensión, en el día de todos los Santos y en la fiesta de purificación de la
Virgen.
La clientela establecía cartas de pago que por su escueta y tajante redacción
fueron los antecesores de nuestros "cheques", éstos eran a la vista, con
identificación o no del beneficiario y pagable en diferentes lugares; se
podían girar sumas de dinero de una encomienda a otra.
Los que tenían cuentas en los Templarios podían hacer traspasos de una cuenta
a otra mediante escrituras, sin movimientos reales de fondos.
Adoptaron los principios de la partida doble en su contabilidad, los propios
administradores de las encomiendas actuaban como notarios públicos, daban fe
de actos entre terceros.
Si bien la usura o interés estaban prohibidos, se cobraban algunas veces sumas
de dinero al entregar la suma original (mayor deuda inicial) pero por
conveniencia algunas veces los Templarios prestaban sin interés a reyes y
señores. Eran extremadamente prudentes en los préstamos, generalmente existía
una garantía que como mínimo cubría el importe del préstamo. Existían
cláusulas punitorias o multas en caso de incumplimiento. También se les
encomendaba la custodia de bienes en espera de ejecución.
La Orden del Temple se fue convirtiendo prácticamente, en forma natural, en un
poderoso emporio económico-financiero y en la primera mitad del s.XII en un
eficientísimo sistema financiero internacional, el más importante de su
tiempo. |
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Todo el mundo busca en un sistema
financiero la seguridad. Seguridad en el buen fin de las transacciones,
garantizada por una firma multinacional por encima de los gobiernos. Sólo
reconocían la autoridad del Papa, todos requisitos que cumplía el Temple,
agregándole el carácter inexpugnable que tenían sus castillos y establecimientos,
y fundamentalmente la solvencia absoluta que demostraron siempre, hasta el fin,
sus administradores.
Como veremos más adelante, siguiendo sus operaciones de inversión, que fueron
uniformes durante su accionar, debemos intuir que el núcleo importante de sus
riquezas, al momento de la caída de la Orden, estaba invertido, con buenas
garantías y con cláusulas que los ponían a cubierto de incumplimientos y/o
como diríamos hoy en día de "defaults".
4- DESARROLLO DE NEGOCIOS TEMPLARIOS
Príncipes y papas rivalizan en la generosidad hacia los Templarios, donándoles
plazas fuertes y dominios a algunos e inmunidades y privilegios a otros.
Mucho antes de la muerte de San Bernardo la Orden ya estaba instalada en casi
todos los reinos de la cristiandad. Desde principios del siglo XII Enrique I de
Inglaterra le había otorgado tierras en Normandía, en 1129 en Castilla, en 1131
en la Rochelle, 1136 en el Languedoc, luego en Bretagna y Alemania. En España
comienza el gran despliegue del Temple cuando Alfonso I de Aragón y de Navarra
les cede su reino.
De todas parte el oro fluye hacia sus arcas, algunos les pagan rentas anuales
pero no solo en metálico; comienzan a recibir especies y mercaderías de todo
tipo; nada es rehusado: viñas, praderas.
Para muchos pecadores de noble sangre no existe mejor intermediario para sus
culpas ante Dios que estos monjes-soldados. Se le ceden tierra con derechos a
peaje, de tala de bosques, acequias, navegación de ríos, puentes etc.
Luis VII les dona un gran terreno, en una zona pantanosa al norte de Paris donde
se construye la famosa torre del Temple, sede central de la orden. Solo en el
actual territorio francés llegan a explotar 9000 encomiendas, verdaderas
empresas agrícolo-ganaderas.
Los monjes-soldados son extraordinarios trabajadores, tanto en las batallas como
en las encomiendas, son expertos en recuperar tierras improductivas, desmontan
grandes extensiones de terrenos, grandes forestas, secan pantanos, arbustos y
pastizales. A menudo reciben tierras que nadie quiere y les dan valor (developers),
construyen casas, granjas, castillos, toman mano de obra y fundan ciudades.
En Paris las posesiones Templarias representan un tercio de la superficie de la
gran capital francesa.(1211).
En Oriente tienen las prerrogativas del botín; cada ciudad, cada fuerte que
conquistan allí, pasa a ser de propiedad de los templarios .
La secta de los musulmanes Assasin, les pagan un tributo anual de 2.000 besantes
de oro.
Los derechos hereditarios que perciben los soberanos, no se los cobran cuando el
heredero es el Temple.
Otra gran habilidad de la Orden es su maestría para organizar la distribución
comercial de sus productos.
Las ferias de Province, por ejemplo, eran casi internacionales y duraban meses
enteros. Eran muy importantes en comercio de lanas, hilados y cueros.
En estas ferias, verdaderos precursores de los actuales "shoppings", la Orden se
encargaba de su organización, alquilaban los puestos o espacios, a los
comerciantes se les daba servicios de custodia de valores y mercaderías.
Sobre la comercialización de los productos en estas ferias, los Templarios
recibían una especie de IVA, era un valor añadido al precio. (Este gravamen fue
donado por los condes de Champaña)
En varias oportunidades compraban a los señores del lugar el derecho a percibir
ciertos impuestos; es así que en 1214 compraron al conde de Montigny el "tonlieu"
de la carne y el ganado en pié; en 1243 hicieron lo mismo con las pieles, en
aquel momento había en Province 124 talleres de cuero; no hay duda que hicieron
casi un monopolio de esta industria.
Qué hacían los Templarios con estas ganancias? La mayor parte iba al tesoro de
la Orden para abastecer a las tropas y castillos de Tierra Santa, pero otra no
menor se destinaba a adquirir nuevos bienes que a su vez fueran rentables;
nuevos diezmos y nuevas rentas seguras y regulares.
Los hermanos del manto blanco alquilaban sus casas y tiendas y vendían los
productos de sus granjas a través de intermediarios; incluso poseían cadenas de
carnicerías donde vendían el producto a precios razonables, lo que les acarreaba
la cólera de otros pequeños comerciantes que no podían competir con ellos.
En Inglaterra el dinero provenía de las rentas, el comercio y las operaciones
financieras. Comercio y Finanzas constituían la fuente de negocios con los
mejores resultados. Aparte de la compra venta de artículos de comida y vestir en
ferias y mercados, los Templarios ingleses organizaron un productivo mercado de
lanas, granos, pescados y productos lácteos. Específicamente en lanas lo
concentraron en Yorkshire y Lincolnshire, con tan alta calidad que aún hoy estas
localidades siguen siendo famosas por sus "casimires". Esta sola rama de
comercio significaba para la Orden cerca de del 50% de los beneficios originados
en el reino de Inglaterra.
Londres era el centro de sus operaciones. Probablemente empezó cuando Hugh de
Payens inauguró su Torre en 1128. Las actividades bancarias del Temple se hacían
objetivamente desde aquí. Desde el edificio situado alrededor de la Iglesia
Circular, operaba un sistema nacional e internacional de crédito y finanzas.
Reyes, mercaderes y nobles depositaban oro, plata y joyas para su salvaguarda, y
,a su vez, acudían por créditos o para realizar pagos a ultramar. Se trataba en
lo posible de no involucrar el efectivo o la caja; se empleaba con gran difusión
el invento Templario de los cheques o letras de cambio para transferencias sin
movimiento de metálico.
El Temple actuaba de dos maneras: como depositario del tesoro real y como
agencia donde esos beneficios se recolectaban y auditaban. Aquí también, los
Templarios recolectaban los impuestos respecto de los cuales ellos estaban
explícitamente exentos.
Simultáneamente con sus convoyes armados y vigilados por tierra y por mar se
encargaban de los movimientos de los fondos reales de un lado para otro.
También se los aprovechaba para enviar mensajes o decretos reales a sus súbditos
distantes, algunas veces con personales embajadores, los Templarios eran correo
y agentes de viajes. También eran activos consejeros "advisors", lo que hoy
llamaríamos asesores en el Parlamento y en sus Ministros.
En Europa las posesiones de la Orden llegaban desde el estuario de Kenmare en
Irlanda hasta Croacia y Eslovenia. En Alemania, a pesar de la Orden teutónica,
había comanderías templarias en Hanover y Berlín. En Italia había importantes
edificios y viñedos en Roma, Nápoles Perugia y Verona entre otros. Adonde
realmente eran importantes , por razones estratégicas, eran en la isla de
Sicilia (Messina, Trapani, Siracusa y Palermo), en todos estos enclaves
agrícolo-industriales las organizaciones templarias eran muy parecidas,
evidentemente solo en las grandes capitales Londres, Paris y Roma la vida era
más sofisticada y cosmopolita. Allí tuvieron lugar las grandes operaciones
financieras, donde la Orden aceptó cuentas corrientes, grandes depósitos,
empeños de joyas. Se efectuaron operaciones de créditos y adelantos de dinero,
se extendieron seguros de traslado etc.
Eran tan expandido y aceptado el uso del Temple como agente financiero oneroso,
que como ejemplo tenemos que una vez el propio Papa, Alejandro III pidió
prestadas 150 libras y tuvo que repagar 158. Los Templarios no llamaban a esto
interés, decían que era el resarcimiento por el tiempo, los trámites y molestias
además del riesgo del movimiento de las monedas.
El Temple y sus saneadísimas finanzas tuvieron mucho que ver con aquella
eclosión constructora que llenó de monumentos religiosos y de nuevas formas de
arquitectura las ciudades cristianas.
El siglo XII es el siglo de las catedrales. A partir de 1140 se van a construir
150 iglesias de las cuales 80 son catedrales.
En 1140 se empieza la catedral de Noyon, 1153 la de Senlis, en 1163 Notre-Dame
de Paris, en 1166 Piotiers, 1170 Sens y Lisieux, 1175 Soisssons, 1194 la de
Chartres, 1200 Rouen, 1211 Reims, 1218 Coutances, 1220 Aimiens, 1229 Toulouse,
1240 Strasbourg, 1247 Beauvais, 1250 Metz, 1262 Troyes por no decir que las más
importantes.
Estas canteras de obra monumentales insumirían períodos muchos años, decenas de
ellos, durante los cuales se pagaron arquitectos, talladores de piedra,
albañiles, carpinteros, escultores, vidrieros.
Una pregunta surge inmediatamente. Con qué plata se hizo todo esto? Como se
organizaron las obras?
Como vemos el problema no era solo la disposición de fondos, sino el trabajo de
titanes, que tardaba lustros enteros, de lo que hoy llamaríamos "Dirección de
Obra".
Coordinar las encomiendas de arquitectos y constructores capaces de iniciar esa
manera distinta de concebir el templo, resolver los arduos problemas técnicos
que se planteaban, totalmente novedosos, presupuestar y efectivizar los flujos
de fondos necesarios para esta grandes obras, sin duda requerían de personas o
instituciones poderosas en dinero y en conocimiento, además de inmune a los
avatares políticos de la época para que no se interfiriera las construcciones
proyectadas.
Fuera de toda duda, y además, porque en este caso así lo avalan documentos, solo
la Orden del Temple pudo estar en condiciones de afrontar los enormes dispendios
y la organización de obras monumentales como éstas.
Tantos maestros de obra, tantos talladores de piedras, tantos albañiles, tantos
carpinteros. Eran necesarios organizarlos, coordinarlos, enseñarles y
fundamentalmente pagarles. Se debía efectuar las mismas tareas para la
utilización de los transportes, los encargados de maniobras, los supervisores,
los adoquineros, los aguateros, los cocineros, los tiradores de cables,
escultores, vidrieros, carboneros etc.
El pueblo no tenía ninguna disponibilidad de dinero, los reyes y señores tampoco.
Las comunas apenas se abastecían a si mismas, hay una sola respuesta: EL TEMPLE.
Los templarios fueron los catalizadores de una obra que hubiere podido ser
anárquica, y que se constituyó en una unidad básica del conocimiento medieval.
Los templarios adquirieron de Oriente los principios básicos que regirían la
estructura de la construcción y la costumbre – tomada de las cofradías de
construcción islámica- de asociar en un fin común a todos los que intervendrían
en la gran obra.
Iniciados en los secretos del conocimiento y en su expresión por medio de la
piedra, los canteros y maestros de obra habrían adquirido su saber en los
conventos templarios y habrían salido de ellos encuadrados en logias y embebidos
de una aspiración expresiva común. El Temple fue el aglutinador de las cofradías
de constructores.
Para organizar y transmitir a través de los años, dado que las obras muchas
veces abarcaban varias generaciones de individuos, los conocimientos, la
organización de las obras, la coordinación de los gremios, las distintas etapas
de construcción, como se debían escalonar lo provisión de los múltiples
elementos que componen una catedral gótica, se manejaban con presupuestos y
planes que hoy denominaríamos de camino crítico o "perts".
Un hecho fundamental para tener en cuenta en el poderío económico de la Orden es
la Marina Templaria. Muchos historiadores prestan especial atención al ejercito
templario de tierra pero poca a su escuadra. Aspecto fundamental para comprender
el auge de la actividad económica de la Orden. La diferencia esencial con la
escuadra del Hospital era que ésta última estaba destinada primordialmente al
combate, la del Temple era más "comercial". Los Templarios siempre tuvieron
cordiales relaciones con los mercaderes de Venecia y su Dux.
La base del comercio mediterráneo estaba en el puerto de Marsella, se
transportaban unos 6 mil peregrinos al año, dándoles todo servicio. Otras de sus
servicios comerciales preferidos eran el transporte de armas y armaduras de
guerra con sus caballos.
La Rochèlle era el otro importante puerto en el Atlántico Norte, rodeado de una
red de encomiendas fortificadas, del cual nos ocuparemos más adelante.
Lo que hoy denominaríamos turismo o transportes de personas, constituía una
fuente de muy interesantes ingresos para la Orden.
Se efectuaba un incesante comercio de personas y mercaderías a través de la
flota; subir a bordo de un buque del Temple suponía pagar menos pasaje,
beneficiarse con una seguridad máxima para la época, calidad del personal a
bordo, confiabilidad de navíos y aparejos (eran muy bien cuidados y modernos);
se tenía asegurada una corajuda y organizada defensa en caso de ataque por los
piratas. Aquí también tuvieron que hacer convenios con los armadores de barcos
de Marsella por la dura competencia que significaba el Temple en estos aspectos.
Al botar barcos grandes para transporte de personas (carracas de 30 metros de
largo y ocho de ancho, con dos mástiles y seis velas) llevaban más de 300
personas, por viaje; además incluían naves menores de escolta y especialmente
las tafureas, que tenían una especie de rampa a sus costados para embarcar
caballos. Eran verdaderas caballerizas flotantes, además completaban el "convoy"
con las muy famosas naves de guerra: las galeras (40 metros de largo y 6 de
ancho).
Este lucrativo negocio, al que mayormente lo constituían los peregrinos que iban
a los Santos Lugares, llegó a alcanzar, como dijimos, un tráfico cercano a las
6.000 personas por año, que viajaban desde Francia, Inglaterra, Italia y España.
Todas las casas templarias, sin excepciones, eran usadas como alojamientos
transitorios para viajeros. Estos eran atraídos por su seguridad y completa gama
de servicios. Reyes, obispos, embajadores, legados papales y diplomáticos
utilizaban estos alojamientos, muy bien pagos, algunas veces por largos períodos
que llegaban a ser años.
Es evidente que este gran desarrollo de negocios conformados por la producción
agrícola de las encomiendas, las donaciones, el tráfico de mercancías de todo
tipo, las rentas regulares por recaudaciones de impuestos, explotación de
servicios públicos, explotación de una inmensa flota, todo ello acompañando a la
desbordante actividad financiera pone en evidencia un sentido moderno de la
diversificación de negocios y un alto grado de eficiencia para lograr objetivos
superlativos en pos de una meta, que no podemos minimizar como un simple deseo
de obtener el poder de la riqueza material por la riqueza en sí misma.
5- EVOLUCION PATRIMONIAL DE LA ORDEN
El básico concepto que manejaban, que hoy día parece una verdad de Perogrullo,
era que la riqueza conceptualmente no es solamente oro y plata; ésta está
constituida por la tenencia de bienes que permiten generar más bienes, y a su
vez tampoco la riqueza es un fin en sí misma sino una de las mejores
herramientas para llevar a cabo una acción civilizadora.
La fortuna del Temple era esencialmente inmobiliaria, proveniente de donaciones,
algunas muy considerables, de compras e intercambios. Los templarios eran
excelentes administradores, la mayoría de las encomiendas templarias eran
agrícolas, pero no eran simples granjas sino verdaderas empresas practicando a
gran escala y según la calidad de sus suelos la policultura.
Todo lo que se producía y no se consumía se vendía. Se le agregaba lo producido
por alquileres y percepción de derechos o impuestos de toda índole
específicamente con la explotación de servicios como molinos comunitarios,
aserraderos, hornos, peajes de puentes y rutas, y servicios de vigilancia en las
vías de comunicación.
Su capital humano estaba constituido por las fuerzas de los Caballeros
Templarios propiamente dichos que algunos historiadores hacen llegar a 15.000
lanzas, más los escuderos y sargentos, turcopoles, servidores y demás miembros
de la rama militar, y todo el personal de apoyo; colaboradores, "Las Compañías
del Santo Deber", artesanos y granjeros, marinos, administradores, contables,
que se estima que alcanzaban mas de 70.000 individuos. Esta última rama estaba
gobernada por el Comendador de la Orden, cuarta dignidad, que se denominaba
Comendador de la Tierra de Jerusalem, Jefe de la Escuadra Templaria y Comendador
de Acre. Era el que manejaba la tesorería y las finanzas de la Orden.
Algunos estudiosos elevan las rentas anuales del sistema económico templario a
50 millones de libras anuales, otros indican que las mismas alcanzaban más de
100 millones, una u otra son cifras pavorosas para la época.
Recientemente en una universidad de negocios de Estados Unidos de América
(Harvard), se efectuó un estudio comparativo llevando a moneda constante las
diferentes grandes fortunas de nuestra historia; se compararon las fortunas de
Napoleón, Bill Gates, la Reina Cleopatra, Los Templarios y Julio César. El
primer lugar fue para Bill Gates y el segundo para La Orden del Temple.
En Francia solamente, la Orden llegó a poseer cerca de 2.000.000 de hectáreas.
En España poseían 36 castillos en Aragón, monopolizaban la producción y venta de
sal de dicha región, en Castilla tenían funcionando 34 bailías, 12 conventos y
numerosos e importantes castillos y fortificaciones.
Pero, sin duda, el patrimonio más importante del Temple, y que sin duda le
permitió acrecentar muchísimo su poder y riqueza, fue el manejo de la
información y la discreción de sus acciones.
Con todo el entramado económico, sin duda uno de los más potentes de la
historia, teniendo en cuenta los enormes gastos de mantener las milicias de
Tierra Santa, admitiendo además como fuente para la financiación de las más
famosas catedrales góticas, en un tiempo inverosímil por lo corto, los
resultados o beneficios obtenidos en toda la actividad económica financiera que
estudiamos, no terminan de cerrar los números. Ya sabemos que los archivos de
estos aspectos desaparecieron en su totalidad cuando los Templarios cayeron en
cautiverio, pero la simple constatación de los hechos, nos permite deducir, que
hubo gran intervención de la Orden en los aspectos económicos que mencionamos y
no nos queda otra que tomar de ellos los indicios que nos proporcionan.
A menudo éstos son los bastante claros como para formular hipótesis que no
resultan ni descabelladas ni inverosímiles y resultan compatibles con lo que
conocemos de los Templarios
Como primer ejemplo de este tipo de "operación", en la península Ibérica el
Temple usufructúa la utilización de una de sus "claves secretas" y empleando lo
que hoy llamaríamos "información confidencial", logra hacerse de la explotación
de unas minas de oro supuestamente agotadas.
La historia es la siguiente, el monarca leonés Fernando II recibió la ayuda del
Temple cuando con éxito llevó a cabo su campaña contra los moros por la
conquista de Extremadura; se sucedieron las comanderías o encomiendas templarias
en la zona, pero una vez estabilizada ésta el monarca les donó a los Templarios
el famoso castillo de Ponferrada.
Si se piensa como primera apreciación, que fue para proteger el paso de los
peregrinos a Tierra Santa, parece una donación lógica, pero que se lo reforzara
y se le diera una características de bastión súper fortificado, cuando
justamente la región estaba pacificada, parece no tener sentido; sin embargo los
Templarios reforzaron al máximo sus defensas y construyeron una línea de
fortalezas alrededor (Corullón, Peros, Cornatel, Balboa etc.) En poco tiempo el
Temple se constituyó en el dueño de un cinturón defensivo impresionante, tanto
como aparentemente inútil, salvo que, y es aquí donde aparece el aparente "misterio
templario", que se puede explicar nada más que por acceso a información
confidencial, los Templarios tuvieron en cuenta que todos estos puntos
defensivos encabezados por el famosos castillo rodeaban un espacio muy
particular, allí estuvo el área del yacimiento aurífero más importante del
Imperio Romano en la Península Ibérica: Las Médulas.
Curiosamente ninguna crónica de la época hace referencia directa o
indirectamente a ello. Este absoluto silencio no deja de ser sospechoso, sobre
todo si tenemos en cuenta que las fortalezas templarias rodeaban y controlaban
materialmente el territorio antiguo ocupado por el yacimiento. Lógicamente no
existe ningún documento que avale esta explotación. Pero las grandes medidas de
seguridad adoptadas y las fuertes inversiones en castillos y fortificaciones,
así como los grandes movimientos de tropas en la región, no hacen dudar de la
existencia de un gran secreto que ni los reyes debía saber.
Otras de las grandes incógnitas, llamémoslas económicas, es desde un punto
totalmente técnico, el incremento de la base monetaria circulante en la Alta
Edad Media. Existen mucho indicios de que nuestros queridos Templarios tuvieron
algo que ver en ella.
Antes del siglo XII la circulación monetaria, basada preponderantemente en
metálico amonedado escaseaba sobremanera, durante los siglos XII y XIII surge
una época de recirculación y aumento de la masa monetaria, y está probado que no
surge de la circulación de papel representativo de dinero (letras y cheques); es
dinero real y contante, que no causa inflación porque está basado en su ley de
oro o plata.
De dónde viene esta masa de dinero que favorecerá la economía del mundo
cristiano? Quién o quiénes lo "dosifican" para que, justamente, no traiga
efectos perniciosos como aumentos de precios e inflación?
Las preguntas que se plantean, creo que lo adivinan, tienen una sola posible
respuesta: El Temple.
El oro sigue siendo escaso, pero la plata comienza a correr fluidamente, a pesar
que no fueron descubiertas nuevas minas de este metal. En esta circunstancia
circula una gran cantidad de monedas de plata, los templarios no son ajenos a
ello.
Si nos atenemos a una simple ley económica como la de oferta y demanda nos damos
cuenta de que la plata es más barata que el oro simplemente por que hay más
oferta de ella.
Quiénes son los que ponen mayor cantidad de plata en circulación? Quiénes
manejan como dijimos las cotizaciones de las diferentes monedas? Respuesta : Los
Templarios.
Ellos prestan enormes sumas e invierten en grandes construcciones (Castillos y
Catedrales) porque "tienen plata".
De esta situación se populariza la expresión " Avoir de l´argent", "Tener plata",
que perdura aún en nuestros días.
El Temple tiene suficiente metal para acuñar monedas propias en aquellos lugares
donde están autorizados a hacerlo, y/o a entregar lingotes de metal a los
soberanos para que estos acuñen sus propias monedas.
De dónde provienen estas reservas? los templarios reciben especies y objetos de
valor a cambio de metal para acuñar, lo entregan en lingotes. De dónde lo
extraen? Las viejas minas de los romanos están exhaustas, la minas de Alemania y
Rusia van a ser descubiertas en el próximo siglo, de Palestina no puede ser ya
que estaban agotadas o no existían más.
La única explicación lógica es que Los Templarios dispusieron, conocieron y
explotaron el único lugar donde había grandes filones en producción capaces de
dar a Occidente las necesarias reservas para su progreso económico: América del
Sur
Aquí volvemos a ocuparnos del famoso puerto de La Rochèlle, misterioso puerto
Templario que aparentemente no servía para nada; en este punto comienza a tener
una asombrosa lógica.
Nadie supo explicar por qué la Orden tenía un puerto tan importante sobre el
Atlántico. Las relaciones con Inglaterra estaban aseguradas vía Flandes y
Normandía, las de Portugal y España se hacían o por tierra o a través de Burdeos.
Qué tipo de actividad tenía este puerto, con grandes instalaciones, una numerosa
flota anclada permanentemente allí, un grupo de importantes encomiendas
alrededor y una sugestiva y numerosa presencia de hermanos del Temple en la
zona.
Una vez más deben sacarse conclusiones basadas en el análisis de los hechos,;
los archivos de la Orden desaparecieron, no nos quedan pruebas fehacientes.
La primera conclusión es que la importancia y utilidad de este puerto radicaba
en que servía de enlace con América, ya que si esta era su finalidad,
geográficamente su ubicación era perfecta.
Existe un mapa del Atlántico Norte y parte de Sud América, hecho por un tal
André de Coulours, con la leyendas "SECRETUM TEMPLI" y un dibujo de una figura
humana con un penacho de plumas y un arco y flecha, semidesnudo que bien podría
ser un indio americano,.
Además se han hecho estudio de la composición del mineral de ciertas monedas de
plata que circulaban en la Europa Medieval y se ha llegado a la conclusión que
su origen no es europeo.
Jean de La Varende en su libro "Gentilshommes", escritor muy meticuloso e
informado, no pone ninguna duda al aseverar que los Templarios viajaban
regularmente a América.
Pero como siempre donde intervienen los Templarios existen pocas pruebas
concretas, las mismas fueron celosamente borradas.
De lo que si no hay duda, es que la plata era rara en la Alta Edad Media, se
acuñaban solo monedas de oro y bronce. En Oriente, la Plata valía más que el
oro, pero al finalizar la Edad Media las monedas de plata eran las más
corrientes y comunes, y su cotización era inferior al oro y superior al bronce.
6- HIPOTESIS DEL DESTINO FINAL DEL PATRIMONIO DE LA ORDEN
Los templarios eran los mejores marinos, los más eficientes capitalistas, los
inigualables constructores y probablemente los mejores y más cultos
profesionales económicos-financieros de la época.
Gracias a estas habilidades se estima que cerca de los 4/5 de los templarios
franceses pudieron eludir el cerco del rey francés y que gran parte de la
riqueza de la Orden quedó fuera de las garras del mismo, enviándolo a otras
regiones, diseminándola por Europa En todo este operativo los Templarios
demostraron una gran habilidad en el uso de mapas, navegación y en general
matemáticas de todo tipo; lástima que debido a su huida de Francia se perdieron
los archivos de todos estos movimientos y aún hoy se sigue buscando el tesoro
oculto de la Orden.
Cuando cae Acre en 1291, los templarios retornan a Europa y se dedican a algo
que ellos saben hacer muy bien: Finanzas.
Esta circunstancia combinada con la pérdida de Tierra Santa (que aparentaba ser
el único objetivo "oficial" de la existencia de la Orden) trajo un creciente
desprestigio de la Orden dentro de los pueblos Europeos, propiciado además por
los grandes señores y príncipes que veían un peligro en la existencia,
aparentemente ociosa, de la poderosa y rica orden dentro sus Estados, muchos
veces dependiendo de ella por cuestiones de finanzas, comenzando a utilizar aquí
también un nuevo concepto para manejar la opinión pública: la propaganda.
Nogaret y sus acólitos lo emplearon eficazmente contra los Templarios.
De todos modos desde 1291 hasta su caída en 1307 (16 años) Templarios S.A.
siguió haciendo magníficos negocios y cubriendo necesidades financieras de
príncipes y monarcas.
Qué estuvieron programando y ejecutando los Templarios en las vísperas del aquel
fatídico octubre de 1307?
Adónde fueron los hombres, pertrechos y bienes que lograron escapar de Felipe
IV?
Se conoce que en Francia había 3000 Caballeros Templarios, ya sabemos con todo
su sequito, equipamiento y caballos. La famosa redada del monarca francés logró
apresar alrededor de 600 o 700 templarios.
Adónde fueron? Por dónde desaparecieron? Adónde llevaron el famoso tesoro
templario que se cree poseían en esa época?
Es de suponer que siguiendo sus pautas de inversión, al momento de su caída,
gran parte de las riquezas de la Orden estaban a buen resguardo, bien
invertidas, con buenas garantías y seguramente con un buen rendimiento. Qué pasó
con lo que estaba en esas condiciones aquel fatídico octubre de 1307? Se perdió?,
No es creíble, sobre todo teniendo en cuenta la prolijidad y meticulosidad de
los Templarios.
Seguramente, Los hermanos del Temple hicieron lo que cualquier hombre de
negocios en la actualidad hubiese hecho ante el eventual problema. Se hubiera
organizado la realización de activos, acelerado las cobranzas y con los
resultados de dichas liquidaciones hubiesen tratado de poner a salvo su riqueza
en otros lugares, fuera de peligro.
Esta hipótesis refuta también la teoría de su entierro. Seguramente los tesoros
templarios luego de algún período de quietud, deben haber continuado
reproduciéndose, siguiendo las pautas modernas.
Teniendo en cuenta la operatoria de Templarios S.A. a lo mejor no existió tal
misterio. Los Templarios eran una progresista facción de gentes que estaba
constantemente en busca de nuevos mercados y oportunidades de negocios, sobre
todo en esa época, luego de la caída de Acre, por lo tanto es dudoso que
tuvieran recursos inmovilizados en una gran flota, con todos los gastos que ello
acarrea, y además anclada en el puerto. Lo más lógico es que estuviera toda en
movimiento llevando gentes y mercaderías hacia los distintos destinos
abastecidos por el Temple. Si bien seguramente había un buen numero de naves en
el puerto lo más probable es que estuvieran los grandes barcos mercantes y los
galeones, recorriendo el Mediterráneo y el Atlántico ganando dinero para los
objetivos de la Orden.
Estos objetivos que hoy día llamaríamos "capitalistas" estaban lejos de la
percepción de un monarca como Felipe IV. y de algunos historiadores más
proclives a la hipótesis del martirio inútil de la Orden.
En la caída de los Templarios, casi todos los autores se ocupan del destino de
las propiedades urbanas y rurales de la Orden pero casi nadie ha investigado lo
que sucedió con los depósitos e inversiones que formaban la base del sistema
financiero del Temple. Tampoco el interés del mundo se ocupó del destino de los
millares de Templarios y sus colaboradores que entrenados y acostumbrados a un
sistema económico y financiero excepcional, desaparecieron de la faz de la
tierra. O no?
Existen muchas teorías en cuanto al destino de los hombres y bienes de la Orden.
La más común es la que interpretó que el Temple siguió la ruta del Mar del Norte
y terminó refugiándose en Escocia, perdiéndose en el tiempo y asimilándose a los
señores y costumbres de la región.
Ahora aquí también los vuelvo a invitar a olvidarnos de lo convencional, de los
cientos y cientos de páginas que se han escrito al respecto, de las diferentes
tesis y demostraciones que se hicieron fundamentado distintas hipótesis,
interesadas o subjetivas, y analizar una, que por lo simple y lógica merece
nuestra atención.
Como siempre, pongamos en la mesa esa gran habilidad de los Templarios, expertos
en el arte de maniobras de distracción y de alejar sus verdaderas intenciones de
las aparentes acciones que llevarán a cabo.
Primeras incógnitas. Si la hipótesis de Escocia fuese la verdadera. Cómo es que
no se detectaron los movimientos de hombres, pertrechos, bienes, etc. , través
del Canal de la Mancha o del Mar del Norte? Verdaderamente no se tienen noticias
de los supuestos 18 galeones que zarparon de La Rochèlle, tampoco en ningún otro
puerto francés, ni en España, ni en Portugal, menos por Gibraltar o su paso al
Mediterráneo. Es poco probable que los servicios informativos de Felipe IV no
hubiesen detectado un movimiento semejante marítimo, o por sus rutas.
Tampoco ningún cronista de la época, inglés, español, portugués o italiano tuvo
alguna información al respecto. Se hace bastante difícil pensar que un
movimiento de tal magnitud no se hubiera detectado en la Europa de ese octubre
de 1307.
La otra incógnita es el propio comportamiento de los templarios. Estaban tan
poco informados para no sospechar o vislumbrar el sombrío futuro que les estaba
preparando el Rey francés y sus astutos ministros?
Aquí también, por un instante olvidemos el espíritu militar derrotado y
deprimido por la perdida de Acre, que sin duda embargaba al Maestre Molay y a
algunos de sus principales dignatarios, y pongámonos en la "túnica" de los
Templarios financistas.
Éstos venían "sufriendo" desde hace tiempo las medidas de índole económica,
arbitrarias y contrarias a una sana y honesta administración, que había impuesto
Felipe IV, a quién por algo se lo llamaba el Rey Falsificador, totalmente
opuestas a las políticas económicas financieras del Temple.
En efecto, ya en 1296, Felipe ordenó una devaluación de la moneda alterando su
ley en metálico, raspando el metal y agregando plomo en la emisión de monedas.
En el año 1305 devaluó en dos tercios el signo monetario, causando una suba de
precios y por lo tanto una espantosa inflación, que ocasionó que el pueblo
iniciara una serie de protestas callejeras (¿Serían los orígenes del
"piquete"?)
Y finalmente, aunque parezca mentira Felipe, el Hermoso, inventó el "corralito".
En ese año emitió una ordenanza que prohibió exportar del reino de Francia oro,
plata, lingotes, monedas y vasos preciosos, además prohibió la negociación de
bienes franceses utilizando letras de cambio. Creer que todos estos hechos, que
afectaron directamente la actividad bancaria del Temple, y los colocaron
exactamente en las antípodas de los intereses del estado francés, no los
advirtieron de las intenciones del monarca , realmente creo que sería
subestimarlos seriamente. Eficiente y prolijo como era el accionar templario en
estos terrenos, ellos seguramente deben haber tomado medidas y encarado acciones
que protegieran sus intereses y por ende los objetivos primordiales de la Orden.
En este punto es donde aparece una teoría, propuesta por dos investigadores
ingleses, Butler & Defoe en su libro "Monjes y Banqueros" que tiene el atractivo
de su simpleza, y una vez más de corroborar aquello de lo que no nos dimos
cuenta, a pesar de estar siempre frente a nuestros ojos .
Llamaremos a esta "la Teoría Suiza".
En el año 1291, muy cerca en el tiempo de las fechas claves que mencionamos
anteriormente, Uri, Schwyz y Unterwald, los tres cantones originales formaron el
embrión de la Confederación Suiza, se revelaron contra la opresión del Imperio
Germánico y crearon con la sucesiva adhesión de otros cantones de la región, uno
de los estados que aún hoy es un ejemplo curioso por su sistema superdemocrático
de gobierno, su llamativa neutralidad y ciertas características que lo hicieron
único a través de la Historia y en el contexto político actual.
Su bandera casualmente es cuadrada, de fondo rojo con una cruz blanca. Varias
banderas y escudos de sus 22 cantones tienen cruces, símbolos y colores que
podrían ser interpretadas perfectamente como de origen templario. Siempre se
distinguieron por la bravura y honestidad de sus soldados. Otra coincidencia,
los actuales guardias del Vaticano, no son los famosos Guardias Suizos?.
Esta región de la Europa Central, no era un misterio para los Templarios, la
Orden monopolizaba en la zona el movimiento de soldados, mercaderías que iban y
venían desde Francia al norte de Italia utilizando los pasos de montaña para
cruzar los Alpes, que actualmente son de territorio suizo.(Casualmente en uno de
los pasos del Simplon está el famoso convento de San Bernardo celebre por los
perros de salvataje). El pueblo de Sion (Jerusalem) en el canton de Friburgo
cuyo escudo es Blanco y Negro por mitades como el Beauceant Templario.
La evidente facilidad de los Templarios para que sin despertar sospechas y
sabiendo que vigilaban el puerto de La Rochèlle y Marsella, fueran formando una
enclave de refugio en lo que hoy es Suiza, resulta una hipótesis por demás
atractiva.
Además si vemos lo que es hoy ese país, una economía basada en la banca,
granjas, productos farmacéuticos, ingeniería de alta precisión, parecería que
ninguno de estos aspectos es ajeno a los objetivos de Templarios S.A. Los
Templarios eran banqueros , habiendo demostrado que en sus vastas extensiones de
tierras eran expertos granjeros y explotadores de recursos naturales, estaban
involucrados en la alquimia, madre de la química y las medicinas orientales y
sus necesidades guerreras y constructoras los hacía los mejores ingenieros de
alta precisión, además si consideramos aspectos religioso culturales, en este
país conviven tres idiomas oficiales (francés, alemán e italiano). Si bien hay
mayoría protestante, conviven sin problemas otras religiones. Su manera
colegiada de gobernarse, su neutralidad mantenida aún durante las dos guerras
mundiales, ser sede de organismos internacionales (Naciones Unidas) que sin duda
estarían perfectamente acorde con el espíritu de la Orden,
son aspectos que, creo,
merecerían un estudio mucho más exhaustivo, lógicamente mi intención en este
caso es simplemente dejar planteada una hipótesis, a mi entender más que
razonable y lógica.
7- ACTUALIDAD DEL ENFOQUE TEMPLARIO EN ASPECTOS ECONOMICOS, FINANCIEROS Y
CONTABLES El resultado o
conclusión es que el Templarismo engendró una especie de regla de cómo el mundo
debía ser regido o manejado (Mangement), desde el punto filosófico, religioso y
sobre todo económico.
En ningún lugar, ni en Europa ni en el mundo conocido, podemos encontrar un
sistema económico como el que fue liderado por la Orden del Temple, y que sin
duda siguió más adelante de la caída de la Orden; siguiendo nuestro razonamiento
lo más parecido sería la Confederación Suiza.
Mucho se ha escrito sobre el Renacimiento, los ideales protestantes del mundo
Occidental libre de las restricciones de la Edad Media y del Catolicismo
castrante; la Orden encontró una forma de hacer florecer el conocimiento, de
propiciar los conocimientos científicos y promover un cierto orden capitalista,
sin traicionar una profunda espiritualidad.
Ya sabemos que los Templarios no fueron dioses, tuvieron sus mas y sus menos,
algunas instituciones fueron corruptas otras demasiados soberbias, pero sin duda
nos legaron un sistema de trabajo y un concepto de discreción, de preservación
de la confidencialidad, de búsqueda de la eficiencia y excelencia, que no creo
que haya razón para pensar que no sea esto un antecedente del actual sistema
económico.
Qué hubiera pasado si en aquel fatídico octubre de 1307, Felipe no hubiera
destruido a los Templarios?
Los únicos que movían capitales parecidos, en su época, eran los mercaderes
italianos junto a sus banqueros genoveses y venecianos, pero estos lo hacían en
beneficio de sus estados o en el de ellos propio, constituían potencias
capitalistas nacionales o particulares, el temple era el único que aplicaba el
concepto moderno de institución multinacional , esparcido por toda Europa
Occidental, en volumen nadie llegó a manejar el "capital social" que disponían
los Templarios.
Algunos opinan que el sistema de letra de cambio era muy parecido a lo que hoy
llamamos "cheque de viajero", o tarjeta de crédito, que permite retirar en un
cajero automático los fondos previamente depositados en una entidad bancaria, en
este caso el propio Temple.
No dejemos de pensar que esto sucedía en los albores de la Edad Media y los que
nuestros caballeros de cota de malla y manto blanco proponían, parecía ser nada
más ni nada menos que un American Express Medieval.
En cierto modo, dada la prosperidad y el incesante comercio desarrollado en la
época, gracias al intercambio de las cruzadas, no difería mucho de la oferta de
consumos que hoy nos devora.
Si analizamos aquellas peregrinaciones llenas de espiritualidad y deseos de
aventura, tampoco difieren mucho de nuestros actuales deseos de turismo. Unas
eran motivadas por la búsqueda de la salvación y las otras por el ocio.
8- CONCLUSIONES FINALES
Siguiendo con la vía de deducción que nos brindan los aspectos económicos
financieros de la Orden del Temple nos atreveríamos a concluir que los
Templarios sobrevivieron a su debacle, virtualmente intactos, fueron y continúan
siendo una potente fuerza de conocimiento, espiritual y material que manejó al
mundo y continúa haciéndolo en alguna medida, en pos de un objetivo de lograr
una civilización que lleve a la humanidad a un futuro de perfección.
Muy avanzada la Orden en el aspecto espiritual lo fue también en su organización
económica de características sinárquicas y con ramificaciones internacionales.
No sería descabellado reconocer que los Templarios supieron preparar el futuro
dejando su huellas y su ejemplo al alcance de aquellos que supieran descifrar su
enigma.
Con sus cerca de 10.000 encomiendas, repartidas en 17 países, su poder económico
hizo tambalear a tronos y tiaras.
La Orden del Temple tuvo en sus manos todos los recursos para hacer arrodillar a
Papas y Reyes, pero llegado el momento no lo hizo. Los conflictos que se
hubiesen suscitado a raíz de su rebelión habrían hecho trizas las estructuras
político-religiosas de la época y de la civilización medieval que tanto
quisieron impulsar y mejorar. No existen dudas de que el Temple se propuso
impulsar el bien y el avance de la humanidad en los tiempos en que actuó, su
pragmatismo nunca les hizo olvidar que eran hombres con ideas y medios de la
Edad Media, que trabajaban con y para individuos con los niveles intelectuales y
psicológicos de su tiempo, ellos que vislumbraban un futuro distinto y mejor,
llegado el momento, no tuvieron otra salida más que el martirio y el sacrificio
de la Orden.
Bibliografía
The Warriors and the Bankers. Butler & Dafoe
L´Ordre des Templiers. John Charpentier
Histoire Mystèrieuse des Templiers. Laurent de Vargas
Les Mystères Templiers. Louis Charpentier
Les Mystères Templiers d´hier et d´aujourd´hui. Hervé Laurent
La tragédie des Templiers. Georges Bordenave
I Templari. Enrico Badellino
El Misterio de los templarios. Juan G. Atienza
The Temple and the Lodge. Michael Baigent & Richard Leigh
La Espada y el Grial. Andrew Sinclair
Les Templiers. Régine Pernoud
Templarios: La historia oculta. Ricardo de la Cierva
Los templarios y otros enigmas medievales. Juan Eslava Galván
Los Caballeros Templarios. Horacio Amadeo Della Torre
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