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Edición Especial nºI
LA
INVESTIDURA DEL CABALLERO
Índice
- Cómo han de ser fechos los
Caballeros. (Las VII Partidas de Alfonso X, el Sabio (1221-1284)
- La manera según la cual un escudero puede recibir la Orden de Caballería. (El
Libro de la Orden de Caballería, de Ramon Llull (1275-1276)
- Consideraciones acerca de la investidura u ordenamiento en el Temple. (Fr+
Horacio Amadeo Della Torre)
- La Pérdida de la Investidura. (Dra. Nelly R. Porro Girardi)
- El Caballero de la Cruz Roja. (Fr+ J. M. Nicolau)
- El Templo (Fr+ J. M. Nicolau)
Cómo han de ser fechos los Caballeros
(Las VII Partidas de Alfonso X,
el Sabio (1221-1284)
Espada es arma que muestra las cuatro significaciones que ya hemos dicho ( Ley
4: Cordura, Fortaleza, Mesura y Justicia); y porque el que ha de ser caballero
debe tener en si por derecho aquellas cuatro virtudes, establecieron los
antiguos que recibiesen con ella orden de caballería, y no con otra arma; y
esto ha de ser hecho en tal manera que, pasada la vigilia, luego que fuere de
día, debe primeramente oír su misa y rogar a Dios que le guíe sus hechos para
su servicio; y después ha de venir el que le ha de hacer caballero, y
preguntarle si quiere recibir orden de caballería, y si dijere que sí, hale de
preguntar si la mantendría así como se debe mantener; y después que se le
otorgare, débele calzar las espuelas, o mandar a algún caballero que se las
calce; y esto ha de ser según cuál hombre fuere o el lugar que tuviere. Y
hácenlo de esta manera por mostrar
Que así como al caballo ponen las espuelas de diestro y siniestro (pican a
ambos lados) para hacerle correr derecho, que así debe él hacer sus hechos
enderezadamente, de manera que no tuerza a ninguna parte. Y también ha de
ceñir la espada sobre el brial que vistiere, así que la cinta no sea muy floja,
mas que se le llegue al cuerpo, y esto es por significación de que las cuatro
virtudes que dijimos, debe siempre haberlas caronadas ( ceñidas, como la
montura a la piel del animal) así. Por esto antiguamente establecieron que los
nobles hombres hiciesen caballeros, siendo armados de todas sus armaduras,
bien así como cuando tuviesen que lidiar, mas las cabezas no tuvieron por bien
que las tuviesen cubiertas (...). Y desde que la espada le hubiere ceñido,
débela sacar de la vaina y ponérsela en la mano diestra, y hacerle jurar estas
tres cosas: la primera que no recele de morir por su ley si fuese menester; la
segunda por su señor natural; la tercera por su tierra; y cuando esto hubiese
jurado, débele dar una pescozada ( golpe dado con la mano en el pescuezo o la
cabeza) porque estas cosas sobredichas las recuerde, diciéndole que Dios le
guíe a su servicio y le deje cumplir lo que allí prometió; y después de esto,
hale de besar en señal de fe y de paz y de hermandad, que debe ser guardada
entre los caballeros. Eso mismo han de hacer todos los otros caballeros que
estuviesen en aquel lugar (...).
La manera según la cual un escudero
puede recibir la Orden de Caballería.
(El Libro de la Orden de Caballería, de
Ramon Llull (1275-1276)
Os remito, para el que le
interese, el texto íntegro del libro de la Orden de Caballería, escrito por
Ramón Llull. Para el que no lo sepa, Ramón Llull(1235) nació el Palma de
Mallorca y formó parte de la Corte de Jaime I de Aragón. Hacia el 1264 se
produjo en él un profundo cambio que le hizo un exaltado de la fe de Cristo y,
sin duda, el místico más importante del medievo. Escribió el LIBRO DE LA ORDEN
DE CABALLERÍA en el 1275, dividido en siete partes "a semejanza de los siete
planetas". Entre otros datos de interés, sabemos que se entrevistó con el
último Gran Maestre "Jacques de Molay" y que fué gran defensor de la unión de
todas las Órdenes Militares para una Gran Cruzada. Supo predecir el trágico
fin de la Orden del Temple y hay quien afirma que conocía la clave para evitar
tal suceso, pero no se le hizo caso.
Fr+ Antonio Sampol.
Bailiazgo de Mallorca, Gran Priorato de España
CUARTA PARTE
QUE ENSEÑA LA MANERA SEGÚN LA CUAL UN ESCUDERO PUEDE RECIBIR LA ORDEN DE
CABALLERÍA
1. Al principio, antes de entrar el escudero en la orden de caballería,
conviene que se confiese de las faltas que ha cometido contra Dios, al cual
quiere servir en la orden de caballería, y si está sin pecado, debe recibir el
precioso cuerpo de Jesucristo como corresponde.
2. Para armar caballero conviene alguna fiesta de las honradas del año, para
que por el honor de la fiesta se junten muchos hombres aquel día en aquel
lugar en que el escudero debe ser armado caballero, y que todos rueguen a Dios
por el escudero, que Dios le dé gracia y bendición por la cual sea leal a la
orden de caballería.
3. El escudero debe ayunar la víspera de la fiesta en honor del santo cuya
fiesta se celebra. Y debe ir a la iglesia a rogar a Dios la noche antes del
día en que ha de ser caballero, y debe velar, y estar en oración y en
contemplación, y oír palabras de Dios y de la orden de caballería Y si escucha
a juglares que cantan o hablan de obscenidades y de pecado, desde el primer
momento comienza a deshonrar y a menospreciar la orden de caballería.
4. Al día siguiente conviene que se cante misa solemnemente; y el escudero
debe ir ante el altar y ofrecerse al sacerdote, que está en lugar de Dios, y a
la orden de caballería, para ser servidor de Dios;y conviene que se obligue y
se someta a honrar y a mantener la dicha orden con todo su poder Aquel día
conviene que haya sermón, en el cual se expliquen los catorce artículos en que
está fundada la fe, y los diez mandamientos, y los siete sacramentos de la
santa Iglesia, y las demás cosas que atañen a la fe.Y el escudero debe
recordar mucho todas estas cosas para que sepa concordar el oficio de
caballería con las cosas que atañen a la santa fe católica.
5. Los catorce artículos son éstos: Creer en un Dios es el primer artículo.
Creer en el Padre y en el Hijo y en el Espíritu Santo son tres artículos. Y
conviene que el hombre crea que el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo son un
solo Dios eternamente, sin fin ni principio. Creer que Dios es creador de todo
cuanto existe es el quinto. El sexto es creer que Dios es recreador, esto es,
que ha redimido al linaje humano del pecado que Adán y Eva cometieron. El
séptimo es creer que Dios dará gloria a aquellos que están en el paraíso.Estos
siete artículos conciernen a la divinidad.
Estos otros siete conciernen a la humanidad que el Hijo de Dios tomó en
Nuestra Señora Santa María, los cuales siete son éstos: Creer que Jesucristo
fue concebido por obra del Espíritu Santo cuando San Gabriel saludó a Nuestra
Señora es el primero. El segundo es creer que Jesucristo nació. El tercero es
que fue crucificado y muerto para salvarnos. El cuarto es que su alma
descendió a los infiernos para liberar a Adán y a Abraham y a los demás
profetas que creyeron antes de morir en su advenimiento. El quinto es creer
que Jesucristo resucitó. El sexto es creer que subió a los cielos el día de la
Ascensión. El séptimo es creer que Jesucristo vendrá el día del iuicio, cuando
todos hayamos resucitado, y juzgará a buenos y malos. Todo hombre está
obligado a creer estos catorce artículos, que son testimonios de Dios y de sus
obras, y sin estos artículos ningún hombre se puede salvar.
La Ordenación del Rey Arturo
6. Los diez mandamientos que
Dios dio a Moisés en el monte Sinaí son éstos: A un Dios tan sólo adorarás y
servirás. No seas perjuro. Guardarás el sábado. Honrarás a tu padre y a tu
madre. No harás homicidio. No fornicarás. No harás latrocinio. No harás falso
testimonio. No envidiarás la mujer de tu prójimo. No tendrás envidia de los
bienes de tu prójimo. A todo caballero le conviene saber estos diez
mandamientos, para que en su orden no sea desobediente a los mandamientos que
Dios ha dado.
7. Los siete sacramentos de la Santa Iglesia son éstos: Bautismo. Confirmación.
El sacrificio del altar. La penitencia que el hombre hace de sus pecados. Los
órdenes que hace el obispo cuando hace presbíteros, diáconos y subdiáconos.
Matrimonio. Unción, Por estos siete sacramentos nos hemos de salvar; y a
honrar y cumplir con estos siete sacramentos obliga el juramento de caballería,
y por eso concierne a todo caballero saber a qué cosas obliga su oficio.
8. De todas estas cosas arriba dichas debe predicar el sacerdote, y de las
demás cosas que atañen a caballería; y el escudero que quiere ser caballero
debe rogar a Dios que le dé gracia y bendición para que todo el tiempo de su
vida pueda ser su servidor.
9. Cuando el sacerdote ha hecho lo que es propio de su oficio, entonces
conviene que el príncipe o el alto barón que quiere armar caballero al
escudero que pide caballería tenga en sí mismo virtud y orden de caballería,
para que pueda, por la gracia de Dios, dar virtud y orden de caballería al
escudero que quiere orden y virtud de caballería. Y si el caballero no es en
sí mismo ordenado ni virtuoso, no puede dar lo que no tiene, y es de peor
condición que las plantas, que tienen la virtud de darse las unas a las otras
su naturaleza, y eso mismo se sigue de las bestias y de las aves.
10. Caballero malvado que desordenadamente quiere hacer y multiplicar la orden,
injuria hace a caballería y al escudero; y de aquello por lo que debería ser
deshecho quiere hacer lo que no debe ser hecho. Y por la falta de tal
caballero sucede que algunas veces el escudero que toma caballería no es tan
ayudado por la gracia de Dios ni por la virtud de la caballería; por eso es un
necio aquel escudero que de tal caballero toma caballería.
11. El escudero debe arrodillarse ante el altar y levantar a Dios sus ojos,
los corporales y los espirituales, y sus manos a Dios. Y el caballero le debe
ceñir la espada, para significar castidad y justicia Y para significar la
caridad debe besar al escudero y darle un bofetón, para que se acuerde de lo
que promete y de la gran carga a que se obliga y del gran honor que recibe por
la orden de caballería.
12. Luego que el caballero espiritual y el caballero terrenal han cumplido con
su oficio de armar nuevo caballero, el caballero nuevo debe cabalgar y debe
mostrarse a la gente para que todos sepan que él es caballero y que se ha
obligado a mantener y a defender el honor de la caballería, pues cuantas más
gentes conozcan su caballería, mayor freno tendrá el nuevo caballero a la hora
de cometer faltas contra su orden.
13. Aquel día debe hacerse gran fiesta, dar convites, justar y las demás cosas
que corresponden a la fiesta de la caballería. Y el señor que arma caballero
debe repartir dádivas al nuevo caballero y a los demás caballeros nuevos. Y el
caballero nuevo debe ser dadivoso aquel día, pues quien recibe don tan grande
como es la orden de caballería desmiente su orden si no da según debe dar.
Todas estas cosas y muchas otras que serían largas de contar se refieren al
hecho de dar caballería. Consideraciones acerca de la investidura u ordenamiento en el Temple
Fr+ Horacio Amadeo Della Torre,
Preceptor General de la O.S.M.T.J. y Prior General de Argentina.
La Investidura ( vestirse por dentro) es (debería ser) el momento más
importante, sin duda en todo templario. Es (debería ser) el precioso y sagrado
momento en que tras profunda meditación el Novicio es recibido oficialmente en
la Casa del Temple e ingresa a ser un soldado de Dios , transformándose en
nuevo hermano. La Regla Primitiva, establece no recibir inmediatamente a ningún hermano sin
un cierto período de prueba. La Regla N° 11, dice: "Si un caballero secular, o
cualquier otro hombre desea separarse de la muchedumbre, de la perdición y
abandonar esa vida secular y elegir nuestra vida comunal, no consintáis en
recibirlo inmediatamente, pues esto es lo que dijo nuestro señor San Pablo:
Probate spiritus si ex Deo sunt, lo que quiere decir: Poned a prueba el alma
para ver si viene de Dios. Esta costumbre del noviciado parece haber caído
luego en desuso, ante las inminentes necesidades y urgencias de la guerra. Pero ya no hay ese tipo de guerra y la urgencia en incorporar caballeros ya no
existe por lo que consideramos muy saludable el respeto de esa Regla
Primitiva. Recordemos también que la caballería espiritual no es cuestión de
números, de cantidades, sino de calidad. Alfonso el Sabio, decía: "antiguamente
de mil hombres escogían uno para hacer caballero. Y Raimundo Lulio o Llull : "
...todo el pueblo se dividió en millares de hombres, y de cada mil de ellos
fue elegido y escogido uno ...."
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Históricamente el ingreso como
caballero estaba reservado a quienes ya pertenecían a la Caballería, vale decir,
en general , de la Nobleza. La Regla N° 337 relativa a la VIDA CONVENTUAL, reza:
" Ningún hermano, a menos que sea hijo o descienda del hijo de un caballero,
debería llevar manto blanco y tampoco deberían permitir los otros hermanos que
lo hiciera"... Upton-Ward , agrega a esta frase una nota que transcribimos: "
Esto refleja el desarrollo de la clase caballeresca en el siglo XIII, y también
el hecho de que la Orden no adiestraba hombres para que fuesen caballeros, sino
que normalmente aceptaba como hermanos únicamente a aquellos hombres que ya lo
eran".
De ahí que entonces, la acogida en el Temple, tras los compromisos del caso,
consistiera únicamente en colocar el manto sobre los hombros y atar las cintas
al cuello (Regla 678, ACOGIDA EN LA ORDEN), por parte de quien celebrara
Capítulo, tras lo cual el Capellán recitaría el precioso Salmo 133. Con el
tiempo, las costumbres y rituales se han transformado y al desaparecer casi la
condición de Caballero, la Investidura actualmente utiliza la simbología del
espaldarazo con la espada sobre ambos hombros y la cabeza, paso previo a la
colocación del manto.
En nuestro Priorato General de
Argentina, nos ha dado buenos resultados que todo ingreso se efectúe en el Grado
de Sargento ( manto oscuro con la cruz roja). Luego de cumplir un servicio y
trabajo variable que puede durar entre 6 meses y tres años, puede acceder al
Grado de Caballero- Recién ahí recibe el espaldarazo con la espada. Sólo ingresa
directamente como Caballero aquel que ya lo es por haber sido investido como tal
en otra Orden de Caballería reconocida.
Un Viernes a la noche los Novicios son recibidos según ritual especial en un
Convento en las afueras de Buenos Aires "separado de la muchedumbre" . Tras
pernoctar se convive todo el sábado, con intenso trabajo espiritual y se cumplen
algunas ceremonias reservadas a los iniciantes, tomándosele los compromisos y
promesas de regla. El sábado a la noche asisten a la Santa Misa, luego velan las
armas en la capilla y recién el domingo a media mañana ocurre la investidura.
Finalmente es servido un almuerzo de camaradería al que suelen asistir
familiares y amigos.
La convivencia obligada e intensa durante esos dos días de retiro del mundo
resultan muy útiles. Han ocurrido casos en que los postulantes, aún habiéndose
trasladado desde lejanas localidades, no llegaron a ser finalmente investidos
pues no resistieron la dura prueba.
Las ceremonias en cada Priorato, si bien mantienen intacta la esencia, varían
levemente en algunos detalles accesorios. En cualquier caso dan el marco
ceremonial al compromiso asumido por parte del ingresante lo que implica el
sagrado deber de transformar su vida para dedicarla a partir de ese momento, en
todos sus actos, al mejor servicio de Dios y sus semejantes a través de la Orden.
Todo lo complejo del gesto y del vestido fue aceptado, englobado y cristianizado
por la Iglesia en una sistemática litúrgica. A través del rito se crea una
alianza indisoluble entre todos los miembros de la caballería y de acatamiento
al mismo sistema de valores . La sagrada esencia de la ceremonia, debe estar tan
distante de lo profano como lo alcance a sentir el corazón. De no ser así, todo
el esfuerzo habrá sido vano.
La Pérdida de la Investidura
Dra. en Filosofía y Letras (Univ. de
Buenos Aires) Nelly R. Porro Girardi
El Código Alfonsí llama "desfacer
caballero" al proceso contrario al de la investidura.
El caballero puede perder la Orden ( de la Caballería) de dos maneras: o se lo
despoja sin recibir pena corporal o bien si los delitos son graves, precediendo
a la muerte.
Causas: hacer mal uso de armas y /o caballos, como venderlos, jugarlos a los
dados, empeñarlos, hurtarlos, en especial cuando estuviese en hueste; otorgar la
Orden (investir u ordenar) a alguien indigno; ejercer profesión considerada
deshonesta (comercio u otro vil menester de manos) no siendo cautivo.
Los motivos que originan la pena de muerte son derivados de aquellos cometidos
contra el señor que impliquen traición o eleve, entre ellos huir de la batalla,
desamparar a su señor, si se le hubiese matado el caballo, no darle el suyo o no
sacarlo de prisión.
El ceremonial de degradación comienza con un remedo de investidura, por mano de
un subalterno quien asimismo le arranca los elementos recién colocados, tarea en
general hecha por un escudero. No sólo se le quitará la espada sino también las
espuelas y l bajan del caballo dejándolo de a pie.
La autora del texto del que se sacan estas notas se pregunta si la solemne
ceremonia de "desfacer caballero" quedó en el terreno de lo teórico o si alguno,
en la práctica , padeció a la vez la humillación y el castigo que representa.
Hay autores que piensan que los reyes no tenían suficiente fuerza y poder como
para actuar contra algunos "vasallos inquietos" y por ello mal podían llevar a
cabo la ceremonia de la degradación, lo que no debe ser confundido con
estallidos de cólera de Alfonso X y de Sancho IV o también Alfonso XI.
Es más que probable que hayan ocurrido, eso si, degradaciones verbales o
epistolares, con la pérdida de los beneficios de pertenecer a la Orden.
El Caballero de la Cruz Roja
Por Fr+ J. M. Nicolau, Bailío de Baleares
Con los ojos de lagrimas
inundados y el corazón palpitante cual caballo encabritado, recibió sobre sus
hombros el peso de aquella espada; a través de la cual; su Maestre le imponía el
nombramiento de Caballero de la Orden del Temple; sabedor del significado de
este hecho; cerro sus ojos y elevó su espíritu al encuentro con Dios.
Cuanta dicha, cuanto honor ser Caballero de la Milicia de Dios; su misión algo
sin igual; ser defensor del Santo Sepulcro, de la tumba del Salvador y protector
del Peregrino que marcha al encuentro con Dios.
Días de gloria y sufrimiento su vida iba a conocer, dolor, hambre y sed; tendría
que padecer, lejos de importarle lo acepto con valentía, sabiendo que nuestro
Señor con amor lo observaría, sabiendo que asi la gloria encontraría...
Acabó la ceremonia y un nuevo hombre acababa de nacer, un hijo de Dios, un
campeón de la Cristiandad, con su espada la fe iba a defender.
-"Temblad pues Bárbaros y Rufianes, corrred ya Cobardes y Ladrones, que con
fuerza y valor os haré retroceder. Y sabed que la muerte no he de temer; pues si
vivir en él te acerca a su gloria, cuanto más lo hará morir por él."
Tomo su espada y su caballo y lanzose en pos de Tierra Santa y en su blanco
manto observó la cruz que allí portaba; rojo era su color; un gran sacrificio le
esperaba, miro al Cielo y sonrió; sabedor de que al fin... iba al encuentro con
Dios.
- "Padre; hacia ti voy, dispuesto a deffender tu nombre y tu ley, y si herido en
combate e de caer; dadme fuerzas, pues no debo desfallecer, curad presto mis
heridas y vuestra gloria haré prevalecer."
Luchó con honor, con fuerza, con valor y el lugar santo con su sangre conquistó.
Bello ejemplo de coraje y sacrificio de entrega y amor por Dios.
DOMINUS MIHI CUSTOS ET EGO DISPERSAM INIMICOS MEOS
NON NOBIS
El Templo
Por Fr+ J. M. Nicolau, Bailío de Baleares
En la oscuridad de la noche
caminaba pensativo dirigiendo mis pasos por aquel largo camino.
A lo lejos entre las sombras su silueta destacaba, su visión heló mi sangre y mi
paso decidido se volvió como perdido.
Mas anduve en mi camino hasta llegar ha aquel portal que cruzose en mi destino.
A su madera tres golpes dí y en aquel silencio me oí decir:
-Este humilde siervo de Dios solicita ser addmitido en el Templo del Señor.
Palpitaba el Corazón bien de angustia o de temor mas el silencio se rompió
y ante mi aquel Caballero así me habló:
-Bien venido seáis hermano y acompañadme al interior,
tomad pues aquí mi mano y seguidme presto y sin temor.
A lo que entonces respondí:
-Sea pues como decís y aceptad a este profanno que va al encuentro con Dios.
Crucé el umbral con decisión, con valentía e ilusión; mas no os contaré lo que
allí pasó; pues mi silencio juré por Dios, mas sabed que si mi Alma de maldad se
oscurecía, hoy de blanco y de pureza su color resplandecía. Y en mi pecho junto
al hombro una Cruz he de portar; sacrificio y sufrimiento su misión es recordar;
pues de sangre se vistió para honrar el sacrificio que sufrió Nuestro Señor.
Y pensad que aquí en el Templo andaremos sin temor sabedores del camino que
conduce a nuestro Dios.
Non Nobis Domine Non Nobis Sed Nomini Tuo Da Gloriam...
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