Índice:
- La Palabra de un Maestre.
- La gesta continua.
- La hora había llegado.
- Contactos y números atrasados
La palabra de un
Maestre
Nerina Sturgeon
Periodista de Infobae
Nota Publicada el 22 de
Noviembre de 2005 con motivo de la Asamblea del Consejo Magistral en Bs.As.
El título original de la nota es "Por primera vez hablan los Templarios,
Protagonistas del Código Da,Vinci" en infobae.com.
Vivieron en el ostracismo 684 años. El
Código da Vinci y la aparición de un documento secreto los regresó a la vida.
Por primera vez, Antonio Paris, maestre templario italiano, habla con un medio
sobre los misterios de la organización y del rol argentino dentro de ella.
Exclusivo de Infobae.com.
Si el tiempo se encarga de impartir la
verdadera justicia, podría asegurarse que los miembros de la Orden del Temple
desarrollaron una paciencia digna de envidia a lo largo de 684 años.
El silencio se quebró recién este año gracias al actual maestre de la Orden
Soberana y Militar del Temple del Jerusalén, el italiano Antonio Paris, quien
rodeado de las máximas autoridades de la institución aceptó una entrevista
exclusiva con Infobae.com.
Paris representa a unos dos mil miembros (“aproximadamente”) con los que
cuenta en la actualidad la orden fundada en 1119 por un grupo de caballeros
devotos de Dios y dispuesto a llevar una vida apegada a las reglas cristianas.
Y consagrados a la lucha por preservar los valores y tesoros de Jesús, entre
ellos el Santo Sudario y el Santo Grial. Los Templarios fueron una orden
espiritual y también un ejército medieval con una doble misión: luchar como
cruzados contra los infieles musulmanes y resguardar las fortunas de otros
príncipes y señores del medioevo que se aventuraban en la misma guerra.
Los templarios –para quienes no leyeron el best seller El Código da Vinci-
vestían cruces rojas sobre un manto blanco y fueron hasta 1307 una
organización militar cristiana que desarrolló un poder político y económico lo
suficientemente grande para hacer temblar las estructuras de los gobiernos de
Europa y del propio Vaticano.
Dueños de conocimientos científicos de avanzada, aseguran que el propio
Cristóbal Colón llegó a América gracias a mapas que los Templarios habían
trazado luego de su propio desembarco en las tierras, cuyo descubrimiento se
le adjudica al almirante genovés desde 1492.
También dicen ser quienes desarrollaron lo que hoy conocemos como bancos,
cheques y tarjetas de crédito, y los pioneros de lo que en la actualidad se
llama Comunidad Económica Europea.
Pasaron a la clandestinidad en 1318 cuando el entonces rey de Francia Felipe
el Hermoso –uno de los principales deudores de la Orden- firmó la detención,
tortura y posterior quema en la hoguera de decenas de templarios a partir de
una acusación contra la que nada podían hacer. Los monjes de la orden fueron
hallados culpables de esoterismo, herejía y de incurrir en el “pecado
nefando”, es decir, de practicar la homosexualidad. Un delito que se pagaba
con la hoguera, como informa, entre otros, el escritor Osvaldo Bazán en
"Historia de la Homosexualidad en la Argentina".
El papa Clemente V, según se conocía hasta ahora, también había firmado un
decreto vaticano para la disolución de una orden, que hasta entonces respondía
directamente a sus decisiones. En efecto, la Orden del Temple se había
convertido en un Estado dentro de otros estados y debido a la masa de efectivo
con la que contaban eran una amenaza permanente.
Pero quizá el lado más atractivo para los neófitos del culto es el que quedó
ligado al esoterismo, a los rituales sagrados, el ocultismo y el cuidado de
tesoros místicos como la copa en la que Jesús convidó su sangre a los
discípulos de la última cena, el manto con el que quedó grabado su rostro
antes de morir crucificado y algunos evangelios que habrían sido escritos por
su propia mano.
-¿Por qué decidieron romper un silencio de tanto años ante un medio de
comunicación masivo?
-Diremos que hay una suerte de aparición pública de la Orden a raíz del
descubrimiento de un documento vaticano donde el Papa Clemente V, quien en
1318 condenó a la Orden, firmó su perdón- explica Antonio Paris.
El revelador documento fue hallado, según Paris, el 13 de septiembre del 2002
por la investigadora norteamericana ante el Vaticano Bárbara Frey, y lo que
tiene de especial es que le devuelve a los templarios su vida pública.
De acuerdo al máximo jefe de la Orden del Temple, la Argentina tuvo un papel
protagónico en el aquel día histórico: “Uno de los que vio el documento en el
acto de apertura del archivo fue el Prior Horacio de la Torre, la máxima
autoridad argentina y con muy buena relación con el Vaticano”.
El país también cuenta con otro hito dentro de la Orden como el de tener la
Primera Dama Templaria de Latinoamérica, Pilar Berenger.
-Es de suponer que eso ocurrió luego del reconocimiento de Juan Pablo II...
-No. Oficialmente no ha ocurrido nada, pero lo fundamental es que ya no tiene
razón de ser la suspensión de la Orden. Creíamos que habíamos sido exonerados
en el aspecto religioso, de hecho Clemente V suspendió a la Orden en su parte
monacal, pero también en ese mismo año se contradijo. Hasta la aparición del
documento la Orden siguió trabajando en lo que hace a los Caballeros.
En términos históricos, que los Caballeros del Temple recuperen su prestigio
monacal significa volver a ocupar un lugar dentro de la Iglesia de Roma. Algo
que no deja de provocar comezón en la alta curia.
Si bien aseguran que la Orden es cristiana y entre sus miembros hay tanto
católicos como protestantes, lo cierto es que los primeros integran el 90 por
ciento del grupo que por el año 1300 hizo temblar el poder europeo.
-Si no están reconocidos aún por el Vaticano, ¿por qué tanta algarabía?
Oficialmente no fuimos reconocidos, pero este documento existe y ahora la
comunidad científica de todo el mundo lo sabe, tenemos una prueba. Los únicos
que fueron admitidos para mirar este documento fuimos nosotros, con
delegaciones de la Argentina, Francia, Italia, España y Portugal. Esto es de
grandísima importancia.
-¿Por qué, qué no han hecho hasta ahora?
-La Orden ha tenido varias funciones. Hay mucho de rescate de todo lo que es
el estudio de la orden medieval. En los siglos XI y XII la Orden dejó muchas
enseñanzas en materia de economía, literatura y sociología. Las cruzadas
fueron un ir y venir de conocimiento, la gente sólo recuerda la parte militar,
pero todo el conocimiento de los árabes de geometría, arquitectura y alquimia,
entre otras materias, fueron llevados por los templarios de Oriente a
Occidente, hay un montón de antecedentes que fueron aportados por los
templarios y que a raíz de eventos políticos fueron escondidos y no atribuidos
a ellos.
Paris se apura en aclarar que los templarios modernos tienen tres objetivos,
“uno espiritual, otro cultural y el último de caridad y solidaridad”.
-¿Cómo los llevan a la práctica?
-Sobre el tercer objetivo tenemos una idea particular: no trabajamos para
resolver en pesos los problemas de la sociedad actual. Creemos que es limosna
que no estamos interesados en dar. Nuestro objetivo es ayudar con la solución
de un pequeño problemas. Por ejemplo, el Priorato de España ayuda a un
hospital en África. No ayuda a todos, ayuda a uno con los elementos necesarios
para ese hospital y sostiene esa ayuda. El Priorato de Italia tiene una casa
de niños que se llama La Casa de los Pobres en donde resuelve el problema de
la comida, el vestido, los medicamentos y el dinero, en la forma que podemos.
En la Argentina, el Priorato (cuyo titular es el Prior Carlos Lacú-Puyou) le
llevó agua corriente a los indios Wichís y tiene varias escuelas que, en
concreto, les manda materiales. Pero no queremos hacer publicidad de esto,
queremos apostar al futuro, queremos apostar a cosas que se puedan
transformar. En Nápoles, por ejemplo, hay médicos creyentes que están en
contacto con gente que no tiene medios para ser atendidos.
-¿Cuál es la tendencia religiosa que tiene la orden?
-Queremos dejar en claro que somos una orden laica pero cristiana, muy
mariana, no somos ninguna secta o estamos impulsados por una visión divina.
Somos caballeros, rescatamos los valores de la caballería espiritual, todo lo
que es la filantropía y el bien a nuestros hermanos. En la Argentina hemos
sido un poco los iniciadores, desde aquí se han formado los prioratos de
Colombia, Chile, Paraguay, Brasil y Uruguay, y esta es la primera vez que
viene un gran maestre a Latinoamérica. Por eso la importancia de esta visita.
Las aceitadas relaciones que la Iglesia local tiene con el actual gobierno
vaticano también resulta de interés para este grupo que, según algunos de sus
historiadores, desembarcó en la Argentina mucho antes de la llegada de los
españoles (ver nota relacionada).
Fiel a su espíritu cruzado, la Orden también se encuentra hoy en expansión por
toda Latinoamérica. “Nuestros hermanos –revela el líder- están trabajando para
llevar el trabajo templario a Perú, Ecuador, El Salvador, México y Venezuela.
-¿La gente puede acercarse a la Orden?
-No hay problema mientras cumplan los requisitos y los valores que tenemos.
Nosotros no salimos a buscar gente o hacer propaganda. En cada país hay
posibilidades de ingresar, para ello se necesita ser un buen cristiano,
conocer la historia del Temple y compartir la enseñanza de nuestro señor
Jesucristo.
-Hablo de acercarse a pedir ayuda, por ejemplo, económica, teniendo en cuenta
las necesidades de las poblaciones de esta parte del mundo...
-Para ayudar tenemos medios limitados.
-La Orden surge con poder militar, ¿cómo lo implementan ahora?
-Cambiamos la espada por la palabra. Pero defendemos la fe y los principios
morales sin una armadura. Es un símbolo de nuestra fuerza y voluntad de
defender el cristianismo y todo lo que es la preparación del nuevo hombre.
Siempre buscando el camino hacia la mayor espiritualidad y acercarnos a Dios.
El Código da Vinci
El escritor Dan Brown basó su exitosa novela El Código da Vinci en dos ejes de
fundamental importancia para la Orden Templaria: sus trabajos para codificar
los escondites de los tesoros cristianos y la vinculación non sancta con la
Iglesia Católica desde el punto de vista económico.
El líder de los Templarios dice que el libro “es una excelente novela que no
se ajusta a la realidad y que ayudó a que mucha gente piense que alrededor de
los templarios hay miles de secretos, cosas ocultas y oscuras. Que hay
serpientes, que estamos vinculados con la masonería y no sé cuántas cosas más
que no son ciertas”.
-¿Qué es cierto dentro de la Orden?
-Primero, que la Orden no es puramente católica, el Prior de Inglaterra es
anglicano, el de Australia es bautista; en Rusia, es ortodoxo; aquí está el
capellán del Consejo Magistral, que es un arzobispo ortodoxo. En cuanto al
Código da Vinci, lo primero que hay que decir es que habla de cosas que ya
habían sido tratadas antes y las da como ciertas, como por ejemplo los
Evangelios de María Magdalena, y que Jesús tenía hijos y estaba casado. Mucho
de lo que escribe el autor fue copiado de un manuscrito de la biblioteca de
París escrito en 1920. Es un documento actual y lo que dice Brown fue dicho
antes por unos reporteros de la BBC de Londres que tomaron un supuesto
manuscrito y lo publicaron. Lincoln, uno de los autores, aclara que él
escribió en condicional y lo tiró como una teoría. En la última edición
sacaron esas partes, que dicen que está probado.
-Pero el libro no deja a la Orden mal parada sino a la Iglesia...
-Sí, pero no dice la verdad.
-La Orden termina siendo eliminada por un tema de poder y porque su poderío
económico le hacía sombra al poder político de la época...
-Es cierto. Y también es cierto que el peor enemigo de la Orden fue la Orden
misma. Era un estado dentro del Estado. Los temas económicos y financieros
eran muy importantes y decidían una parte muy importante de la política de ese
momento. Los templarios tenían tanto dinero que se transformaron en los
banqueros del rey. Habían organizado un sistema económico que anticipó al
banco, la tarjeta de crédito, el cheque. También tenían una flota,
desarrollaron conceptos de arquitectura de avanzada, tenían sus propios
templos, eran una civilización y esta fue una razón por la cual Felipe el
Hermoso les pidió dinero y después no se lo pudo devolver. Pero la otra razón
fue meramente política: la orden trabajaba por una Europa de estados unidos y
eso era una realidad inaceptable por entonces. Pensaba que esta unidad europea
debía estar bajo las órdenes del Papa, inclusive los reyes. El rey de Francia
no lo aceptó de ninguna manera y tanto desde lo económico como desde lo
político decidió eliminarla. La Iglesia Católica también estaba en problemas
con los Templarios porque el Papa había dicho que sólo los templarios podían
ganar dinero. A los obispos no les gustó mucho.
Los templarios nombraban a sus propios capellanes -que no respondían al obispo
sino al Maestre del Temple y al Papa, y a nadie más. Se comprende cómo una
gran parte de la Iglesia Católica miraba esto como una amenaza. Además, tenían
un alto prestigio militar, eran las tropas mejor entrenadas de Europa.
-¿Es cierto que tienen bajo custodia el
Santo Grial?
-No lo tenemos y en este punto vamos a dividir las cosas: las serias y las de
fantasía. Los templarios fueron custodios de las reliquias que estaban en
Jerusalén, custodiaron el Santo Sudario, tenemos pruebas de que fue movido por
los templarios para salvaguardarlo, podría ser también hayan movido otras
reliquias, entre ellas el cáliz sagrado. Después mucha historia se encargó de
alimentar el mito. Hay cosas que no están probadas. Hay mucha gente que puede
escribir sobre esto pero nosotros vamos a decir lo que es. Los templarios
fueron custodios del templo de Jesús, entre ellos el cáliz de la última cena,
pero nosotros caminamos con las pruebas.
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-¿La orden está hoy en una cruzada para
desmitificarse?
-Sí, la gente nos tilda de brujos, chantas y otras cosas, pero a la luz de lo
que se descubrió ahora podemos probar que la Orden es cristiana, tenemos una
historia y un trabajo por hacer.
(Nota Hecha por Infobae a Nuestro Querido Maestre en el marco del Consejo
Magistral realizado en la Argentina).
La gesta continua
Fr+ Rodolfo Mansilla
Cronista del Priorato General de Argentina
A veces la existencia nos sorprende con
algún suceso que marca un antes y un después en la vida de cada uno.
Exactamente eso es lo que ocurrió entre el 11 y el 13 de noviembre del 2005 en
la Quinta Nazareth, ubicada en San Miguel, Provincia de Buenos Aires. Tres
días en la vida. Vistos desde ahora son tres días ya transcurridos, pero
inolvidables. Su alcance es de tal magnitud que ya conforman una página de
historia, reciente y vigente en la evolución del Temple.: no sólo del Priorato
Argentino, sino a nivel mundial. Y no es una exageración.
El tradicional retiro de fin de año, esencial para practicar el balance de la
actividad anual del Priorato General Argentino y las preceptorías locales, y
realizar las investiduras de los hermanos, esta vez tuvo un grado mayor de
importancia.. El PGA esta vez fue el encargado no sólo de organizar dicho
retiro, sino de recibir las autoridades mundiales de la Orden Soberana y
Militar del Temple de Jerusalem y de otros hermanos de América.
Estuvo presente el Maestre del Temple, Fr. Antonio Paris;Juan Gallo Della
Torre Preceptor del Consejo Magistral y Prior del P.I.C.T. Otros miembros del
Consejo Magistral a travez de sus representantes: Monseñor Alexandros I,
Capellan General del Consejo Magistral, Fr. Luis Barros, secretario del
consejo magistral, Sor Janet (miembro del Consejo Magistral para los Estados
Unidos), Gennaro Nappo, Bailío de Nápoles y ayudante de Campo del Maestre, y
se contó con la presencia de Sor.+ Prisca Ortigoza, Priora general del
Paraguay, , Fr. Monastic, Prior General de Brasil, el Fr. Javier Prior General
de Colombia, Fr. Vladimir, Prior General de Chile, Fr. José Luis Mateus,
posteriormente nombrado Preceptor General de Uruguay, y contando las
autoridades, locales encabezadas por nuestro Prior General, Carlos Lacú, el
Consejo Magistral, los Fr.+ Caballeros, Las Damas, los hermanos templario de
oficios, sargentos y novicios, provenientes de La Pampa, Tandil, la Patagonia,
Buenos Aires Provincia y Capital... en fin: hablamos de más de un
ciencuentenar de personas destacadas durante esos tres gloriosos días en San
Miguel.
¿Por qué gloriosos?
Por el nivel de sucesos ocurridos, como las investiduras, y la comprobación
del crecimiento en cantidad y calidad de hermanos de las preceptorias
argentinas y americanas. También por los temas desarrollados, todos atinentes
a mejorar la organización del Temple hacia adentro y hacia fuera. Por ejemplo
se va a establecer un estatuto mundial, para que los Prioratos de otros países
puedan adaptar los propios, respetando siempre sus principios e idiosincracia
particulares. Se pudo rereconfinar, como un pacto de honor, la sagrada misión
del Temple en nuestros días. Pero dejemos hablar al Gran Maestre, Antonio
Paris, quien en un tramo de sus varias intervenciones, expresó lo siguiente:
“Esta reunión para mí representa un parangón a lo que viví hace un año, en
Santiago de Compostela, cuando fui investido como Maestre. Tiene esa misma
importancia, y acaso superior, porque puedo decirles ahora, frente a frente
como hermanos, que sin vosotros nada puedo hacer. Siento la universalidad del
Temple y su magisterio en nuestros días... la caridad, espiritualidad y
cultura. Ayudar a los peregrinos de hoy, y dar respuesta a los problemas de
hoy. “
Y también tuvo lugar un reconocimiento de esxtraordinaria importancia, que
será narrado en futuras entregas con mayor detalle.
En sucesivas notas seguiremos refiriendo con más detalle las disposiciones y,
Dios mediante, las aplicaciones en la práctica sobre lo dispuesto. Porque por
vez primera, el Temple Mundial, cuya cabecera estas en el Hemisferio Norte,
bajó al sur, dando muestras de lo grato que resultaba hacerlo, y agradeciendo
a Dios que hayan surgido los recursos para emprender los viajes y las estadías.
No podemos cerrar una nota así sin mencionar que este suceso ya había sido
vislumbrado por uno de los soñadores más prácticos y aplicados que haya dado
el Temple Argentino. Me refiero a nuestro primer prior, ya fallecido, el Fr.
Horacio de la Torre. Quienes lo conocimos sabemos que Horacio estaba allí, en
medio del bullicio fraternal, pero también compartiendo el silencio profundo
de las vigilias, los ritos y las meditaciones. Para muchos, en vida de
Horacio,, era impensable una reunión mundial del Temple en suelo argentino.
Pero a los hechos hay que remitirse. Y acaso el día de mañana este inolvidable
retiro no forme parte solamente de la historia del temple, sino de la historia
americana. Que así sea, y non nobis.
La hora había llegado
Sor+ Mary-Su
La hora había llegado.
Tras meses de aguardar con ansiedad la celebración del Concilio Templario,
éste se presentaba al fin portador de todo su cronograma de actividades
cuidadosamente planificadas y lo que es más, engalanado esta vez por la
presencia del Maestre Internacional y personalidades llegadas un poco de todas
partes.
¡Qué emoción! Mi primer concilio, aquél donde sería investida en calidad de
Sargento y encima, de relevancia inédita en la Republica Argentina dada su
internacionalidad.
Ignoraba el número exacto de novicios con los cuales me encontraría, si bien
ya tenía una idea aproximada de los mismos desde que compartimos un foro
dirigido por el Hno. Preceptor de la Región Patagónica, Víctor Bassino.
Un par de años atrás, el destino quiso que una tarde de fines de noviembre
cambiásemos impresiones con Fr. Juan Galo Della Torre en Morrison, especie de
comandería templaria si las hay. Recuerdo que en los meses previos a ese
encuentro, acababa de pulir mi primera novela, la cuál tenía por destino un
concurso literario del momento. A la sazón, un elemento tentador que diese
sustento histórico a mi audaz trama, se materializó en Los Templarios, y
Martín Walker me dio el impulso que faltaba.
Fui por más a internet y la casualidad quiso que tropezara con la página de
Argentemple. De allí entonces pasé a la reunión con Fr Juan y a todo lo que se
vino desarrollando a posteriori de la misma.
Si bien mucho me había informado y ciertas madrugadas me sorprendían
tenazmente estudiando sobre el Temple, la cosa no era tan fácil. Comencé
entonces el curso para Sargentos y tiempo después, aprobé el mismo. Para ese
entonces los libros relacionados con la epopeya templaria se habían acumulado
sobre mi escritorio; las páginas de internet y el fluir de emails era
constante para abundar sobre el tema. Tuve ayuda desde Estados Unidos, Francia
y España. En éste último país hasta conseguí editor.
Pero yo no vivo en Buenos Aires y sabido es que la distancia impide muchas
veces confraternizar o establecer lazos de camaradería con anterioridad a un
determinado evento. De allí que una comezón interna azuzara mis entrañas los
días previos a tan trascendental encuentro entre templarios.
Las actividades de mi esposo impidieron su asistencia y la mía a la cena de
bienvenida en el Círculo Militar (el 11 de noviembre p/pdo) con que se
homenajeó a los recién llegados por parte de las autoridades locales de la
Orden. No hubo jueves por la noche en mi caso, de modo que mi ansiedad
respecto del ya inminente encuentro con desconocidos iba in crescendo a medida
que se aproximaba el 12 de noviembre, fecha pautada para el encuentro de todos
y cada uno.
Las 7 horas de la mañana de ese día me sorprendieron haciendo una síntesis de
mi diseño de campaña en una casa soleada de Olivos. Claro, había escrito nueve
páginas y Fr Víctor había sido tajante: No más de 10 minutos para cada
exposición.
Puntualmente tres horas más tarde mi esposo me acercó hasta Morrison y allí
hube de presentarme por mi cuenta ante los que me habían precedido, sin que
estuviese presente mi único referente humano conocido entre ellos. Amablemente,
el diálogo fluyó de manera espontánea entre Fr. Alejandro, el Obispo ortodoxo,
José Luis llegado la víspera de Uruguay también a Investirse, el Prior de
Brasil y yo. Al poco tiempo la presencia de los demás hermanos fue dando calor
a este preámbulo de concilio que entre todos estábamos conformando, al sumarse
el Prior de Colombia, Janet Wintermute de los Estados Unidos, el Maestre
Antonio Paris llegado de Roma y Gennaro Nappo proveniente asimismo de Italia.
Cuando me presentaron al anteúltimo de los nombrados, estimo que cometí un
exabrupto involuntario al dirigirme al Maestre en estos términos: “Usted es el
Maestre Paris? ¡Pero que joven se le ve, lo imaginaba una persona muy mayor!...”
A lo que él rápidamente replicó: “¿Me imaginabas viejo como de 90 años”?
“Bueno-insistí- quizá no exactamente de 90 años pero es cierto que no tan
joven”. Todos los presentes rieron. Hasta ese momento, en mi imaginación de
novicia, un maestre internacional era representado como alguien de barba y
cabellos blancos...
Se aguardó el arribo de algunos participantes venidos del interior, como
Javier Murillo llegado de Trelew, de tal suerte que el autobús que debía
conducirnos a la Quinta de retiros de Nazareth pudo al fin partir a eso de las
12,30 horas al destino previsto.
Recuerdo que el encuentro con Fr. Víctor fue muy emotivo, pues tras largos
meses de contacto epistolar nos veíamos finalmente cara a cara.
Como pudimos, nos fuimos conectando durante el viaje con los llegados a último
momento y la conversación se volvió amena durante la escasa media hora que
duró el trayecto a San Miguel. Sor.+ Janet y yo confraternizamos de inmediato
al compartir el primer asiento de la derecha del autobús.
A nuestro arribo a la casa de retiros, comprobamos que algunos hermanos habían
llegado por su cuenta en automóvil de tal manera que los saludos e
intercambios amistosos prosiguieron durante un buen rato. De tal suerte que
fuimos conociendo a.....TODOS
Una vez que los novicios hubimos (los siete en total reunidos al fin!!)
entregado a Fr. Guido nuestros relojes, anillos, pulseras, cadenas y celulares
como estaba estipulado de antemano, se presentó Fr Juan Galo y nos entregó a
cada uno las tarjetas identificatorias de rigor que deberíamos exhibir de
ahora en más en un lugar visible de nuestro pecho como así también un pin
esmaltado con una cruz templaria sobre un fondo de bauseant.
Alguien urgió a presentarse a almorzar; los tiempos marcaban un retraso del
cronograma...
Y comenzaron las actividades...
Debo aclarar que entre el grupo de novicios se estableció de inmediato un nexo
muy fuerte, lo que nos permitió mantenernos muy unidos, trabajar (con chanzas
de por medio) armoniosamente, apoyarnos entre todos y cambiar impresiones casi
de continuo. Guardaré mientras viva ese tan especial contacto entre esos seis
caballeros y yo, única mujer del grupo a investirse.
La hermana Graciela y sus asistentes nos deleitaron durante nuestra estada en
la quinta de Nazareth con sus frescos manjares servidos en pulcras y largas
mesas, y en mi caso particular, dado que padecí de dolor de estómago durante
el primer día y medio, debo aclarar que las porciones me parecieron
abundantísimas.
Al ceder mi malestar (producto de mis tensiones internas) luego de desarrollar
mi diseño de campaña, recién fui capaz de alimentarme un poco más y hasta
degustar moderadamente los vinos rojos de bodegas Colón, con una cruz
templaria en su etiqueta. Hasta ese detalle habían tenido en cuenta los
organizadores. Creo que nuestro Prior Lacú alguna intervención tuvo al
respecto.
Y así se sucedieron las horas, matizadas de informes, charlas y exposiciones
en el aula, con algún coffe break de por medio y siempre mucha simpatía por
doquier. Cuando el Capítulo sesionaba, nosotros los novicios trabajábamos
guiados por Fr. Rodolfo Mansilla con sus exactas interpretaciones sobre el
Combate Interno de cada uno, Sor Claudia García, Fr. Rubén Miranda y también
bajo las directivas de Fr. Carlos Menegazzo.
Por supuesto que no me explayaré sobre lo que sentí en el momento de mi
Iniciación, (y todas sus correspondientes etapas) pues ello corresponde a algo
tan privado como mi vocación templaria. Se trata de experiencias ligadas al
espíritu que sólo mis compañeros novicios y yo podemos compartir... la emoción
contenida de José Luis, el sentimiento radiante de Hugo, la callada emotividad
de Marcelo, el brillo de los ojos de Javier, la pletórica disposición de Joao
y el propio júbilo de sentirme parte activa de tan magníficas ceremonias
conducidas por el Gran Maestre Paris y brillantemente secundadas por Fr.
Carlos Lacú, Fr. Facundo Della Torre, Fr. Juan Galo Della Torre, Sor Pilar
Berenguer, Fr. Víctor Bassino, Fr. José Castillo, Fr. Guido Bee , Fr Carlos
Menegazzo, Sor Prisca y Fr Jorge del Paraguay, el Obispo Alejandro, Fr.
Gennaro Nappo, Sor Janet Wintermute, Fr Luis Barros de Portugal, Fr. Wladimir
y Fr. Germán ambos de Chile ,Sor Ana María Silva , Fr Monastic del Brasil y
Fr. Javier de Colombia, me marcaron profundamente en mi calidad de novicia,
compartiendo momentos inolvidables del mismo modo que con mis queridos
sargentos “guías” (algunos de los cuales asumieron como caballeros el domingo
13) a quienes me he referido anteriormente.
En suma, una experiencia fascinante, algo largamente esperado que me brindó
mucho más de lo que mis expectativas lograron perfilar un día.
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