La Tradición Hermética
Actualmente, el encuentro de la
Psicología y la Tradición Hermética se complementan para facilitarnos la
posibilidad de descubrirnos.
Como evidentemente estamos mas actualizados sobre las técnicas y terapias de
la Psicología, revisemos ahora la propuesta de la Tradición Hermética, que
lejos de las fantasías y creencias que circulan tan profusamente, se refieren
a algo muy concreto, que es nuestro propio reconocimiento.
Con respecto a esto quiero decirles que asumir una propuesta; una línea de
acción a seguir, no quiere decir estar en contra de las demás.
Mi experiencia es que las creencias son obstáculos que nos impiden
trascender, y refuerzan la ilusión y el ensueño en que vivimos. Aunque cada
uno juega el juego que quiere, y se rodea de las creencias que mas le gustan.
Pero entremos en las definiciones:
La Tradición Hermética nos dice que estamos compuestos por una mente, capaz
de una tremenda comprensión cuando se encuentra liberada del sueño. Mas una
entidad espiritual (Soplo Divino) que permanece desconocida para nosotros en
este estado. Y una entidad astral, relacionada con el cuerpo físico.
Nuestra mente desconoce el espíritu, y por lo tanto no sabe de su grandeza. Así,
unida al cuerpo, desarrolla la personalidad. Esto nos mantiene en la ilusión
de que somos algo.
La personalidad es una identidad creada constantemente, que se basa en el
recuerdo. Para mantenerla necesitamos adquirir siempre nuevas características,
llámense profesiones, títulos, honores, posesiones materiales y personales,
aprendizajes, y creencias. (Aunque todo esto es útil para nuestra vida, se
torna conflictivo cuando lo utilizamos para imponer nuestra imagen)
Así vivimos atrapados en el ensueño de nuestra personalidad.
La única alternativa que tiene nuestra mente para reconocer el espíritu, es
despegarse de la imagen creada (personalidad).
La muerte Hermética (expresada en el Arcano 13 del Tarot) es el fin, aunque
sea momentáneo, de la personalidad, que nos permite renacer.
La verdadera iniciación que impartían los hierofantes, hace miles de años
atrás, era la transmisión de un intenso flujo de energía, que dejaba como
muerta a la personalidad.
En ese estado, la mente quedaba como en el limbo, sin ningún elemento de
anclaje. Entonces, debidamente guiada por el conocimiento adquirido
previamente, reconocía el espíritu, y se unía a el como antes estaba unida
a la personalidad. Así nace un nuevo Ser, capaz de trascender el ciclo de la
vida y de la muerte, y la ilusión del tiempo.
Por lo tanto, despertar del sueño significa darnos cuenta que vivimos engañados
por nuestra propia imagen, la personalidad, creyendo que eso es lo único
real, cuando en realidad es solo una ilusión acumulada en el recuerdo.
La muerte hermética es el estado en que la personalidad queda desactivada
(transitoriamente), dejando en libertad a la mente, para que pueda reconocer
al espíritu.
Para este proceso existen dos métodos:
Un antiguo libro de Alquimia (Libro della Misericordia) dice: "para la
sutilización unos emplean procedimientos exteriores, y otros procedimientos
penetrantes."
Julius Evola lo aclara:
"Puede actuarse provocando directamente la separación, de modo que, como
consecuencia, queden suspendidas las facultades individuales condicionadas por
el cuerpo y el cerebro, y así quede superado el obstáculo que ellas
constituyen; o:
Puede partirse de dichas facultades, sometiéndolas a una acción tal que,
como consecuencia, quede asegurada virtualmente la separación y la resurrección
en la Vida."
Son las dos Vías, denominadas seca y húmeda.
Tambien dice Evola:
"Por vía húmeda, sobre todo cuando los medios utilizados son violentos
y externos, la dificultad se encuentra precisamente en conservar la
conciencia, que se ve bruscamente privada del apoyo del "fijo" o
cuerpo.
La dificultad en la vía seca es tanto mayor cuanto mas desarrollado se
encuentra el sentido de la individualidad, con el consiguiente predominio de
las facultades cerebrales, característico en el hombre occidental
moderno."
Esta dificultad consiste "en superar la barrera construida por las
facultades comunes sin mas ayuda que esas mismas facultades".
Es decir que, nuestra propia mente, atrapada en la personalidad, es la que
debe liberarse a si misma. "Lo cual -dice Evola- implica una calificación
especial, una especie de "dignidad" natural, o una iniciación
preliminar".
Esta es, en síntesis, la propuesta de la Tradición Hermética.
La vía seca, opera dándonos cuenta de nuestro estado (ensueño) a partir de
nuestra propia mente, cosa que exige una atención y un reconocimiento muy
grande sobre nuestras actitudes y creencias (la alerta percepción que propone
Krishnamurti), donde la Psicología actual aporta su imprescindible ayuda. Y
es justamente lo que trabajamos en los talleres.
El resultado de este "darnos cuenta", es el despertar y el
reconocimiento de nuestro Ser. A esto se llega progresivamente, y en la medida
que nos descubrimos, nos liberamos de los condicionamientos y los conflictos
que tanto estropean nuestra existencia.
Edgardo Tousón.
Copyright © 2000 Comunidad Hermética.
Revisado: 08 de Junio de 2001