Meditación

"El sendero de la línea recta"

Solo la correcta meditación puede dar origen a la correcta comprensión. Lo esencial es que el meditador se comprenda a si mismo. El meditador y su meditación son una sola cosa, y no están separados. Si uno no se comprende a si mismo. Si la atención se fija en los objetos de meditación, esta se convierte en un proceso de auto hipnosis. Así, las experiencias que se logran surgen de las propias creencias y del condicionamiento. Si el meditador busca un resultado, un objetivo, se hipnotizará a si mismo mediante su propio deseo. La meditación en un Maestro, en un mantram, en una imagen, se convierte en un proceso auto hipnótico; puede producir ciertos resultados, pero no traerá la iluminación. La voluntad de concentrarse fortalece su condicionamiento, causa credulidad y obstinación. Antes de concentrarnos es necesario comprender la estructura de nuestro propio ser. Con la percepción de nosotros mismos, surge el conocimiento y el recto pensar. Este cocimiento genera la correcta concentración. 

Por que se buscan medios de inspiración externos? La imagen de nuestras vidas es torpe, mecánica y materialista. Por eso se busca inspiración en maestros, santos y salvadores. Esta búsqueda termina esclavizándonos. La avidez por obtener resultados impide el conocimiento propio. Toda meditación que busca inspiración en otros, es idolatría. Solo el descubrimiento propio nos libera. 

Si no percibimos nuestras contradicciones, si alimentamos pasiones, si somos codiciosos, y envidiosos, la meditación solo fortalece estas características y produce auto encierro.

La mente es el resultado de la acumulación de intereses, anhelos y valores contradictorios. Siempre esta guardando y ansiando. Debemos comprender estas acumulaciones.

El conocimiento de uno mismo es difícil. Sondear a fondo cada pensamiento es una ardua tarea; pero es lo único que pondrá fin al errático pensamiento. Cuando uno trata de meditar, la mente divaga y parlotea sin cesar. El manejo o control de los pensamientos no sirve de nada. En lugar de controlar los pensamientos, es mejor tomar conciencia de ellos, estudiarlos a fondo, comprender su significado por mas ingrato que sea. Al seguirlos de esta manera, los pensamientos entregan su significado. La mente comprende sus repetidos pensamientos y se libera.

La percepción de uno mismo nos permite comprender y traspasar las capas condicionadas de la conciencia hasta ser uno con el Ser. Con la creación misma. 

Edgardo Tousón

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Revisado: 08 de Marzo de 2001

 

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