El verso con métrica y rima

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      IRELIA PÉREZ      

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comentarios a su obra

DIRECTORIO DE ESTA AUTORA

su obra 1

su obra 2

                 SU OBRA 2          

    En esta página encontrarás las siguientes poesías:

 

DE ROCA A CRISTAL

"Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas."
Mario Benedetti

A veces soy aquel risco
que un farallón señorea,
sometiendo a la marea
como galán levantisco;
otras… simplemente cisco
flotando, sobre el carbón…
Puedo ser quizás halcón
—desdeñoso y zahareño—
pero también un pequeño,
desamparado gorrión.

A veces quiero ser una
Brunilda: mito y mujer,
y el corazón proteger
con barricadas de tuna.
Pero si asoma la Luna
sus trenzas, sobre el erial,
viajo de roca a cristal,
se torna musgo la piedra…
Duerme así, vestido en piedra,
el frescor del manantial.





        TRASCENDENCIA

"Como el espacio soy, como el vacío…"
Alfonsina Storni

                            I

¿Quién conoce en qué claustros busca asilo
la bestia que en mí duerme?... ¿Quién la ampara?...
Acaso ni yo misma… Bestia rara;
con garras de corchea y verticilo.
Bajo la Luna Llena aguza el filo
para apresar islotes errabundos;
cautiva de relojes moribundos
se duerme entre los brazos del aloe;
mientras bajo su frente le corroe
soñar con utopías de otros mundos.

                            II

¿Sabes tú cuántos mundos he soñado,
ni cuántos elefantes amarillos,
jugando con sus trompas de chiquillos
a inventarme, por sol, un emparrado?
¿Quién descifra las ansias del tornado
que persigue en mi sombra alguna estrella?...
Acaso si la alcanza, desde aquella
isla-espectro, dormida sobre el río,
florezca algún recodo de vacío,
y en su polvo me encuentren… como huella.



 

RAMITA DE ADORMIDERA

Cantando vino la noche
sobre el jardín;
ramita de adormidera,
ciérrate aquí.
Ya duermen Lirio, Verbena,
Rosa y Jazmín;
ya duermen la Mariposa
y el Colibrí.
También mi niño precioso
se va a dormir;
ramita de adormidera,
ciérrate aquí.





BAJO UNA SOMBRILLA

Bajo una sombrilla
color azafrán,
despacio pasea,
de azul, la ciudad.
Tacón en la acera
se escucha pasar;
las rejas desanda,
camina el portal.

Posa en las vidrieras
su mirada verde,
gatos bailarines
pinta en las paredes
y se va con ellos
a inventar los puentes
por donde mañana
cruzarán sus duendes.

A los vagabundos
perros de su escolta,
les regala el sueño
de un plato de sopa;
la ciudad-pradera,
la ciudad-mascota,
la ciudad-columpio,
la ciudad-paloma.

Canta por la tarde
bajo un framboyán,
danza con los niños
rondas por la paz.
Al fin, en la noche,
cierra el ventanal…
Y se va durmiendo,
abrazada al mar.





DESDE UN LAÚD

Esa garganta
que canta y canta
desde un laúd;
misterio viejo
sobre el espejo
de luna azul.

Una presencia
con transparencia
de amanecer;
ondula y crece
mientras se mece…
Dulce vaivén.

Con la mirada
de carcajada
multicolor,
al cielo sube
tras una nube.
Lluvia de sol.

Cual vuelo de aves,
los rizos suaves
vienen y van.
En su pradera
canta y te espera,
de miel… el mar.





                     SI…

"…vuelve si cantan los gorriones sombríos en las tapias…"
                                                Eliseo Diego

Si lloviznara aceitunas;
si caminar se pudieran
relámpagos, y si fueran
de manantiales, las dunas.
Si amanecieran dos lunas
mañana, por mi tejado;
si un halcón enamorado
me hablase desde el espejo
y no ese absurdo reflejo
de zunzún encarcelado.

Si asolara un huracán
con libertades, la Tierra,
sepultando Hambre y Guerra
bajo arco iris de pan.
Si por cada Peter-Pan
hubiese un amanecer;
si el mundo fuese mujer;
si se muriera la Muerte…
¡Ay, si pudiera tenerte
en mi almohada, como ayer!






EN TU VORAZ MAREJADA

"Quiero ser lo más seguro:
moléculas de espejismo,
cumbre que vuela al abismo,
eco de luz en lo oscuro"
Lourdes Díaz Canto

Para tu barca salina
que navega soledades
—presagio de tempestades
escarchadas en neblina—
quiero ser la cantarina
ola, que acaricia el muro,
muelle con voz de futuro,
alucinado en su entrega…
Para tu barca andariega,
quiero ser lo más seguro.

Pero si bulle, sedienta
y apasionada, tu piel;
mi carne será el bajel
que doblegue su tormenta.
Sol, océanos de menta,
te ofreceré y en el sismo
de hirviente canibalismo
que me abrasa… flamearás;
poro a poro, gustarás
moléculas de espejismo.

Ven hacia la tempestad
de lava, que se agiganta
en mi volcán, mientras canta
un aire de libertad.
Ancla fiero en su humedad
y libera un cataclismo;
proa solar, hipnotismo
de alas, para una gaviota;
sed que bebe cada gota,
cumbre que vuela al abismo.

Riza con champán la vela,
baja de mi vientre al fondo
para dejar, en lo hondo,
tu alucinadora estela.
Haz que por quemante… duela
el torrente que conjuro;
quiero ser —si me aventuro
en tu voraz marejada—
canción de tierra sembrada,
eco de luz en lo oscuro.





         HASTA EL CENTRO DE TU SELVA

"…con estas voraces ganas
de comerte tu sonrisa…"
Fayad Jamis

Voy a viajar hasta el centro
de tu selva, con sus lobos;
allí soplaré mis cobos,
que llevan el mar adentro.
Cuando me venga al encuentro,
rugidora, la manada,
hallará —de empalizada—
mi piel, cuidando el castillo;
embotaré su colmillo
en mi boca alucinada.

Con mieles y enredaderas
he de ceñir tu jauría
—como sol— al mediodía
que baila por mis caderas.
Quedarán lacias las fieras,
y por brebajes de amor,
donde antes hubo espesor
de selva, lobo y colmillo,
bostezará un montecillo
susurrante y temblador.





DISFRÁZAME DE JUGLAR

¨…mi humilde canto en la plaza
como el bordado de un tres.
Emilio Comas Paret

Quiero pasear el futuro
por tus pechos de odalisca,
confundirme en la arenisca
salobre, que araña el muro…
Cante al tambor, en lo oscuro,
esa entrepierna que abrasa;
arráncate la mordaza,
disfrázame de juglar;
desnuda ven, a escuchar
mi humilde canto en la plaza.

Con sus tacones, la luna
despereza a la vigilia,
y tú, mi Habana-Cecilia,
—mulata como ninguna—
te bebes, una por una,
las piezas del ajedrez
con hierbabuena… Después
llega el son, quiebra su manta,
y florece en tu garganta…
como el bordado de un tres.





           MISANTROPÍA

"Agrio está el hombre
sobre el mundo."
Alfonsina Storni

                     I

¿Cómo le explico a mi perro
(venturoso irracional)
por qué a su amor animal,
sin cortapisas, me aferro?
Flotando en un mar de hierro
va la condición humana,
—fatídica cortesana,
coleccionando avatares—
orfebre de sus pesares,
de sus miedos, artesana.

                       II

Pasión y talento empeña
en inmolar el futuro;
por un tobogán oscuro,
embriagada, se despeña.
Es espíritu desdeña
por el poder… ¡Triste yerro!
Miro delante y me aterro…
Entonces huyo, descalza,
al prado tibio, que valsa
en los ojos de mi perro.





PORQUE ME PRESTAS TU VOZ

"Yo te quiero, verso amigo,
porque cuando siento el pecho
ya muy cargado y deshecho,
parto la carga contigo."
José Martí

Porque a tu sombra, la piel
me abanico con estrellas
y va amaneciendo en ellas
mi guirnalda de laurel;
porque —navegante fiel—
viajas el verbo, conmigo;
en tus trincheras me abrigo
del silencio y de la hoz…
Porque me prestas tu voz,
yo te quiero, verso amigo.

Si me miras, a horcajadas,
sobre una gota de sol,
siento como si un crisol
fundiese las marejadas;
porque tus olas —manadas
felinas, siempre al acecho—
cruzan cantando el estrecho
de mi garganta-laúd
y florecen en alud…
porque cuando siento el pecho

cautivo en su desnudez
y escarchado por la nieve,
llega tu danza y me llueve
pinceladas de niñez.
Eclipsas la lobreguez
con que se amordaza el pecho;
pones rimas en barbecho
y vuelves, con su aluvión,
cuando está mi corazón
ya muy cargado y deshecho.

Eres espada y rosal,
lo que grito y lo que callo;
ciudadela en que amurallo
este blanco manantial.
Eres esa voz plural
que va cantando conmigo.
Cuando me llamas, te sigo,
y si agobiada se inclina
mi espalda, mientras camina…
parto la carga contigo.





  RAYO A RAYO, VERDE A VERDE

Pasear las nubes quisiera
a lomos de un papalote;
ver desde allí el primer brote,
la crisálida primera;
flamear, como una bandera
que alumbre al trino suicida;
llevar capullos de vida,
sembrarlos aquí y allá…
por donde embriagada va
la Muerte, mal repartida.

Quisiera viajar la aurora
rayo a rayo, verde a verde,
y el manto donde se pierde
esa dama que atesora
siluetas, cuando enamora
al Lucero, sin hablar;
que me preste un azahar
el vuelo de su fragancia
y se enrede la distancia
al pecho de mi cantar.

No quiero oír carillones
doblando, tras el cortejo;
¡vayan, gnomos del espejo,
a verdear los camellones!
Cuando hormigas, en turbiones,
vengan, de mi cripta en pos;
cuando se entretejan los
rizomas bajo mi planta
y se pudra esta garganta…
quede en el verso, mi voz.

 

 

 

 


AUTÉNTICA POESÍA - Herrera/Muñoz - 2001

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