LIBRO SEGUNDO Cap. LII. De las cosas en que el Rey Nezahualcoyotl se mostraba mas Riguroso y justiciero. |
Aunque los Reyes y Señores
de Vasallos, deben ser Amorosos y Píos con los de su República,
no de tal manera que olviden la Justicia a que estén obligados para
la conservación de su Pueblo; y aunque a esto están todos
obligados, hay muchos que en algunas cosas exceden, por parecerles que
también esas mismas cosas pasan de los límites de la razón
y así las castigan como exorbitantes y demasiadas. De estos, fue
el Rey Nezahualcoyotl, el cual incitado de su natural condición,
castigaba con sumo rigor al Traidor ..., mandándolo despedazar y
cortar por sus coyunturas, por ser este pecado tan grave, que no hay cosa
segura en el mundo cuando pasa por manos de un Traidor: al que revolvía
un Reino con otro y era amigo de llevar y traer nuevas de alteración,
hacía morir atado a un palo de Encina a manera de Asador y puesto
a las llamas del Fuego, donde moría rabiando;
el pecado nefando castigaba en dos maneras, al Paciente mandaba
atar a un madero grueso y le hacía sacar las Entrañas por
el sexo que fue paciente, y los Muchachos de la Ciudad lo cubrían
de ceniza, hasta que quedaba enterrado en ella, y luego hechaban sobre
la ceniza leña y le pegaban fuego; al Agente le cubrían de
ceniza todo y enterrado en ella moría; al Adultero hacia poner la
cabeza sobre una loza y luego le dejaban caer otra grande sobre ella y
hacíanle saltar los sesos y así moría; al que mataba
a otro, hacía degollar; al ladrón mandaba arrastrar y luego
ahorcar. La borrachera; castigaba en dos maneras, al Señor o Caballero
que la cometía luego a la primera vez, sin aguardar segunda, lo
ahorcaba y luego era su cuerpo arrastrado por las Calles y hechado después
en un Río, dedicado para este solo efecto; pero el Villano, a la
primera vez era vendido y a la segunda ahorcado; y decía que la
culpa del Caballero, así como era mayor, por su mayor Dignidad,
así había de ser su castigo más riguroso que el de
la gente plebeya. Estas son las culpas que castigaba este Rey, con este
rigor dicho, y en otras que se cometían en la República,
se había con más misericordia. |
Fuente del documento: Copia facsímil del texto original de Torquemada: "De los veinte i un libros rituales i monarquía indiana", Capítulo LII, del Libro II de la obra, publicado en "Historia de México", Vol. 4, Pág. 755. Salvat Mexicana de Ediciones, S.A. México 1978.
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