Historia de la Guerra del Peloponeso
. . . IV . . .
[54] La proeza de Aristogitón y Harmodio tuvo su origen en un
caso de amor, caso con el que, extendiéndome algo más, demostraré que ni los propios atenienses ni los demás hablan con
exactitud ni de sus tiranos ni de lo sucedido. Cuando murió Pisístrato, ya anciano, detentando la tiranía, obtuvo el poder no Hiparco, como muchos creen, sino Hipias, que era el mayor. Como Harmodio estaba en la flor de la edad, Aristogitón, un ciudadano de clase media, se enamoró y estuvo ligado a él. Objeto Harmodio de los tanteos amorosos de Hiparco, no se deja persuadir y se lo revela a Aristogitón. Éste, muy dolido por su amor y lleno de temor ante el poder de Hiparco, por si intenta atraérselo por la fuerza, empieza a tramar el derrocamiento de la tiranía recurriendo al prestigio de que goza.
[55] Que Hipias ejerció el poder en razón de su mayor edad lo sostengo porque lo sé con más exactitud que otros gracias a la tradición; pero cualquiera podría darse cuenta de ello por lo siguiente: . . . |
[56] El caso es que Hiparco, tal como lo había planeado, humilló a Harmodio por haber rechazado sus intentos. Efectivamente, después de haber invitado como canéfora de una procesión a una hermana suya que estaba soltera, la despidió diciendo que para empezar ni siquiera se la había invitado por no creerla digna de ello. Aunque Harmodio lo tomó a mal, mucho más se enojó Aristogitón por su causa. Habían llevado a cabo todos los preparativos junto con los que colaboraron en la empresa, pero aguardaban a las Grandes Panateneas, único día en el que no resultaba sospechoso que formaran grupos armados los ciudadanos que participaban en la procesión. Ellos deberían empezar y enseguida les apoyarían en su lucha contra la escolta. Por razones de seguridad no eran muchos los conjurados, pues esperaban que incluso quienes no lo supiesen de antemano, mientras tuvieran armas, querrían al instante colaborar con ellos a la propia liberación en cualquier golpe de audacia que intentasen. . . .
[57] El día de la fiesta, mientras Hipias estaba en las afueras, en el llamado Cerámico,acompañado de su escolta , y organizaba cómo debía ir cada grupo en la procesión, Harmodio y Aristogitón armados de puñales se aprestaban a la acción. Pero cuando vieron que uno de los conjurados hablaba familiarmente con Hipias, pues era fácil abordarle, se llenaron de temor pensando que habían sido delatados y prácticamente estaban presos. Entonces, antes de que fueran apresados, quisieron tomar venganza, si podían, del que había cauzado su aflicción y por cuya culpa corrían peligro. Sin más, se lanzaron puertas adentro y encontraron a Hiparco junto al denominado Leocorio; atacándole de inmediato de manera irreflexica y airada, el uno por amor, el otro por el ultraje, le hirieron repetidamente hasta matarle. De momento, Aristogitón logró escabullirse de la escolta, al arremolinarse la muchedumbre, pero apresado después, no fue tratado de modo agradable. Harmodio pereció allí mismo al instante. . . .
[59] De este modo, por una pena de amor, se inició la conspiración y se dio en Harmodio y Aristogitón un atrevimiento irreflexivo ...
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La fuente de la cita textual es:
Tucídides: "Historia de la
Guera del Peloponeso".
Editorial Cátedra, Letras Universales 97, págs. 530 a 534.
Madrid, España, 1988.
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