TECNE
Literatura Homoerótica:
El Periodo de la Antiguedad


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Si buscamos en los archivos de la historia humana los rastros de la literatura gay, encontramos grandes huecos y lagunas ... que casi siempre nos llevan a elementos fálicos.
En los comienzos de la civilización humana, los hombres de la antiguedad imaginaban un cielo macho que fertilizaba a una tierra hembra, relacionando los procesos de la naturaleza con los procesos humanos básicos como el sexo, la reproducción y el nacimiento. En la India de la antiguedad, se representaba el poder dador de la vida (asociado con el dios Siva) por medio de un modelo de un pene en piedra o metal llamado lingam, llegando a ser un objeto central de culto que se encontraba en casi todas las casas comunes, en las que, como parte de un rito de fertilización, se insertaba en un hueco que representaba la vulva o yoni, como principio femenino.
Los antiguos egipcios, veneraban a un dios terrenal llamado Geb que era representado haciendo el acto sexual con la Diosa del Cielo. Tenían también otro Dios llamado Bes, que era de naturaleza orgiástica (al igual que el Baco de los romanos o el Dioniso de los griegos) y un tercero llamado Min que se representaba siempre con la verga en erección. En cuanto consiga un scaner, prometo mostrarte una foto que esta en mi poder donde aparece un hombre en posición a cuatro, con un pene erecto que le llega hasta las axilas, mientras que, en el espacio que queda entre su pene y el piso, se encuentra otro hombre de dimensiones más pequeñas, en posición de autofelación y con una verga gigantesca. ¡¡¡Es increíble que haya sobrevivido hasta nuestros días esta imagen fundamental!!!!
Los antiguos griegos veneraron Priapos y Hermes indispensables en toda plaza pública y en todo hogar que se respetara ... llegando a ser considerados amuletos de la BUENA suerte que se reproducían en menor proporción para ser llevados colgados al cuello como amuletos contra el mal de ojo ... tradición que persiste a la fecha con ligeras variantes (en Santiago de Compostela se siguen vendiendo hoy pequeños dijes de la buena suerte, para variar, que son descendientes directos de los priapos y Hermes griegos).
Con tales antecedentes nos preguntamos ¿qué pasa con la literatura? La respuesta se reduce por un lado a unos cuantos himnos religiosos que hacen relación a los atributos viriles de los dioses como fuerza fecundante, generadora de poder y fuerza y por el otro, a uno de los poemas más antiguos y hermosos que existen, donde se desarrolla el primer amor de corte homosexual que yo conozco:

El poema de Gilgamesh.

El poema de Gilgamesh, escrito alrededor del año 2,500 a.c., poema épico sumerio encontrado en 1846 en la ciudad de Nínive y que se supone pertenecía a la Biblioteca de Asurbanipal, cuenta la historia de como surge una profunda y sincera amistad entre dos gigantones: Gilgamesh y Enkidu. Pero una diosa se enamora de Gilgamesh y le propone darle todo a cambio de su amor.
Gilgamesh la rechaza diciéndole, además, sus defectos:

'Al vigoroso León, dejas como gusano,
a quien llega con radiante plumaje le rompes las alas;
a quien como brioso corcel se te acerca, lo anulas.
Conmigo harías lo mismo ...'
(...y a la fecha muchas mujeres siguen siendo la copia al carbón de Ishtar...)

La Diosa, indignada, decide vengarse de Gilgamesh. Primero, junto con un toro, destroza la ciudad donde Gilgamesh y su amigo viven, pero Enkidu mata al toro. Isthar, la Diosa, enfurecida pide a los dioses venganza y logra que Enkidu muera en los brazos de Gilgamesh. Gilgamesh caerá abatido con lágrimas en los ojos por la muerte de su muy querido amigo ... tal y como unos cuantos siglos más tarde, Aquiles caerá ante el cuerpo de su amado Patroclo.

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