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Las 20.00 hs., y una cita con José Saramago...

La conferencia de José Saramago dió inicio bajo expectativas de inquietud
... sorpresivos carteles y mantas se mostraron inesperadamente, recordando la Huelga de la Universidad, el Ejercito Zapatista y el degradante caso de Chiapas, estado donde el ejercito mexicano se atrevió a fichar como delincuente a José Saramago, Ciudadano del Mundo.

México gana una vez más mostrándose ante los ojos del mundo como un país de bárbaros,
donde se trata a los hombres de valía como viles delincuentes... si es que no se les asesina.
Tal fue el trato que se le dio al premio Nobel de literatura 1998 cuando intentaba visitar el estado de
Chiapas y que el mismo José Saramago comentó al inicio de su lúcida conferencia, como ciudadano del mundo que es y con todo el derecho que le otorga su extraordinaria calidad humana, amén de su lúcida obra.

Y dio inicio la plática (99827 bytes)

Su humanismo y sapiencia contrastaron contra la hipócrita recepción oficialista que,
a fuerza de sentirse expuesta, tuvo que tolerar desesperadamente la presencia y palabras de este noble escritor y que, para mantener las apariencias, le entregó al día siguiente las llaves huecas de una ciudad a la que se le había negado toda publicidad en relación a la
estancia del escritor Saramago, para que su persona no provocara a nuestro nefasto gobierno, más dolores de cabeza...  dolores que solamente recuerdan la urgente necesidad de una conciencia de cambio en este país de indolientes, de gobernados que merecemos el mal gobierno que padecemos. Bien nos lo recordó el escritor: si hay alguna culpa, no es del gobierno, es de nosotros, los gobernados.

Saramago pausado, reflexivo, profundamente humano, desgranaba sin prisa su sintaxis ordenada y
correcta: meticulosamente correcta. Tal y como su escritura.

Elena Poniatowska dejó primero una semblanza del Saramago escritor y compañero suyo, del hombre que
colabora y participa.

Y comenzó la conferencia bajo una nota de no aplaudir hasta que el escritor terminara su lectura, después de la cual improvisaría un poco. Así, la conferencia se desarrolló en dos partes: la primera, el documento que nos leería; la segunda, una charla improvisada que, con el transcurso de la plática, se volvió la más fructífera, la parte medular por la cual había venido a acompañarnos un rato. Rato que se convirtió en un suspiro de conciencia y reflexión, que  terminó con una cálida ovación de pie por parte de todos los que asistimos a tan histórico evento... Por un momento, las palabras dejaron una catarsis manifiesta por palmas que se entrecruzaban con mucha, demasiada, emoción.... o mejor dicho, con profunda conmoción. La foto que sigue, publicada por La Jornada, muestra el final de la conferencia, cuando una gran cantidad de personas anhelaban eternizar el momento con el contacto, con la presencia de un autógrafo. Pero que mejor que agregar lo que sobre José Saramago escribió La Jornada al día siguiente, a pesar del gobierno mexicano, sus falsas ceremonias y sus todavía más falsos representantes e instituciones.

Colofón

Hoy, en 1999, el estado de derecho vigente en México, muestra ser la manera más eficáz de conducir a un pueblo a la barbarie, a la miseria y a la degradación más absoluta, aniquilando al hombre como individuo, sus valores e incluso sus tradiciones más naturales, volviendo lo que es en el individuo de suyo natural, un delito. Volviendo las palabras huecas y, por lo tanto, inutiles, como dejan constancia los hechos sucedidos en México desde la década de los 60's hasta 1999. Cada que este estado y sus falsas instituciones piden el diálogo con ellos para resolver los problemas que ellos mismos ocasionan y generan, ponen en marcha su aparato de aniquilación e intolerancia para conducirte a la nada y a tu degradación, Las cárceles mexicanas son el ejemplo más terroríficamente crudo de esto, mientras tu te asoleas en una silla al lado de la gran piscina, saboreando el sol del mediterraneo y un poco de cognac...

En este orden de cosas, cuando la nada aniquila al pueblo mexicano bajo la patética máscara dulzona de la demagogia, las palabras no sirven porque con ellas se fabrican a falsos delincuentes, Palabras huecas con las que se fabrican leyes que justifican y fomentan abusos y arbitrariedades. Mientras que todos y cada uno de los mexicanos no seamos asesinados, lo que necesitamos son acciones.

En tanto agonizamos, se siguen secuestrando a seres humanos en siniestros inmuebles, hijos actuales de los campos de concentración: centros de readaptación social, cárceles y penitenciarias mexicanas, los manicomios, ... donde toda huella de dignidad humana es eliminada, para dejar solamente lo peor que un ser humano puede generar. Cuando Victor hugo escribía "Los miserables", seguramente tenía en sus sueños al gobierno mexicano de fines del siglo XX  y a sus fraudulentas leyes e instituciones derivadas de ellas y aún él, se quedó corto. Esto es lo que el estado de derecho mexicano vigente al día de hoy ha dejado y seguirá dejando con su déspota imperio dictatorial de la ley, becerro de oro que alimenta con la sangre de millones de mexicanos a tal parafernalia. Mientras no cambien en el fondo las cosas, México será la eterna parodia de la democracia: un país en donde jamás se deja ver la realidad y la censura controladora abunda y prolifera hasta niveles inimaginables. En México, lugar de los depredadores rex, el gobierno se convierte en una parodia voluntaria que se parodia a sí misma.

Y, como bien nos lo recuerda este estado totalitario todos los días en todos los medios de comunicación: "Mexicanos al grito de guerra, el acero aprestad..." con la intención de un verdadero cambio donde las palabras sean respaldadas con hechos, no con el vació de la nada aniquiladora.

FICHEROS DE LO QUE PUBLICÓ La Jornada   :            [1]       [2]      [3]      [4]     

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HTML TECNE. Diciembre de 1999

Las fotografías fueron tomadas por Omar Meneses y publicadas por el periódico La Jornada el domingo 5 de diciembre de 1999.

 

 

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