IMPRESCINDIBLE

1. Plaza Navona
2. Panteón
3. Fontana de Trevi
4. Plaza de España
5. Castillo de Sant´Angelo
6. S. Pedro del Vaticano
7. Plaza del Capitolio
8. Foro Romano
9. El Coliseo
10. Termas de Caracalla

Encabezan el ranking de los lugares que no te puedes perder de ninguna de las maneras en una primera visita a esta ciudad, por su belleza, por su magia, por su importancia como prototipos, o, simplemente, por su enorme popularidad. Seguramente los has visto alguna vez en el cine, en la televisión o en las fotos de viaje de algún familiar, pero nada es comparable a disfrutarlos "en directo". Aquí te los sugerimos pero, claro, tendrás que ampliar la información con una buena guía de viaje o a través de tus profesores. Son lugares que crean adicción, y si vuelves a Roma, tendrás ganas de revivirlos y disfrutarlos a otras horas, de otra manera. Lástima que, seguramente... ¡eso mismo piensan algunos de los millones de turistas que visitan Roma cada año!
Por suerte, como verás al final, en el "Nivel avanzado" de Imprescindible, hay muchos más lugares de gran interés y seguramente no tan transitados. No dejes de visitar alguno de ellos. Y si no ahora...¡la próxima vez! Si tienes algún comentario o sugerencia que hacer sobre los lugares que se indican en esta página o sobre otros que se omiten en ella, puedes ponerte en contacto con Álvaro Sáenz de Valicourt.

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Cuando acabes de visitar esta página de Imprescindible, en Galería I encontrarás más fotografías de estos diez lugares y en Galería II de otros que han ido apareciendo a lo largo del texto y en "nivel avanzado".



1. Plaza Navona

Es una de las plazas más bellas del mundo. Se trata de una composición del Barroco maravillosa y está edificada sobre los cimientos de un antiguo estadio de la antigua Roma, de ahí su forma alargada con finales curvos. En el pasado fue mercado y también escenario de curiosos juegos de agua. Dominando la plaza se levanta la "Fuente de los Cuatro Ríos", del gran Bernini. Admírala y dale la vuelta varias veces, merece la pena. Y como telón de fondo, la Iglesia de Sant´Agnese, de Borromini. Visita la plaza por la mañana, cuando se instalan pintores y artesanos, o ya al atardecer, cuando las fuentes empiezan a iluminarse.



2. Panteón

Lo mandó edificar Adriano en el S.II d.C. Su cúpula es media esfera de 43 m.de diámetro y sirvió de inspiración a los grandes arquitectos del Renacimiento. Está rematada por un gran oculus, por el que el 21 de junio al mediodía se filtra el rayo de luz que...¡iluminaba al emperador al entrar por la puerta!



3. Fontana de Trevi

Esta fuente, la más deslumbrante de todas las de Roma, es ya del S.XVIII y en realidad es la fachada del palacio que está detrás. Está presidida por Neptuno. El agua, que brota por todas partes, recrea el poder y la turbulencia del océano. Produce un rumor inolvidable, sobre todo a las horas en que el volumen de turistas que suelen abarrotar la plaza es menor. Aquí se bañó la actriz Anita Ekberg en la mítica escena de la película La dolçe vita, de Fellini (1960). No se sabe dónde ni cuándo ni por qué se puso de moda lanzar una moneda a la fuente por encima del hombro, como garantía de un nuevo viaje a Roma, pero es un rito que es casi obligado cumplir.



4. Plaza de España

Éste es seguramente uno de los lugares más populares de la ciudad, con su magnífica escalera del S.XVIII que es punto de encuentro de jóvenes de todo el mundo. No dejes de sentarte en ella un rato. La hora más indicada es la del atardecer porque luego puedes subir hasta la iglesia de la Trinità dei Monti y tu esfuerzo se verá compensado con una de las vistas de Roma más hermosas, con el sol poniéndose sobre un horizonte salpicado por decenas de cúpulas. La luz a esa hora es mágica, de un color rojizo intenso muy romano. ¡No lo olvidarás! Si después quieres ver los escaparates ya iluminados de las tiendas más lujosas...¡date un garbeo por Vía Condotti!. También puedes leer a Vargas Llosa...



5. Castillo de Sant´Angelo

La llegada, cruzando el río Tíber, es de esas imágenes que no se olvidan fácilmente por su potencia. Las esculturas del puente son muy buenas y fueron realizadas por discípulos de Bernini. Deténte un rato en él. No olvides hacer una foto del Tíber con el Vaticano al fondo. Pero no te demores porque pueden cerrarte el Castillo y perderte una visita interesante y, sobre todo, una panorámica espectacular de Roma desde la terraza superior. La verdad es que el edificio es muy complejo y ha sufrido muchos cambios a lo largo del tiempo. Lo levantó Adriano (como el Panteón y la Villa Adriana) y a lo largo de la historia ha sido mausoleo, castillo, cárcel, refugio de papas, museo...



6. San Pedro del Vaticano

En San Pedro del Vaticano intervinieron los mejores arquitectos del momento, aunque el que dejó la impronta definitiva fue Miguel Ángel con su cúpula y...¡La pietà!. Pero Bernini no le va a la zaga, porque aparte del Baldaquino del interior, diseñó la plaza de San Pedro, un portento de la escenografía barroca. Busca los centros del óvalo y ¡verás alineadas las columnas del pórtico! . El ambiente cambia mucho a lo largo del día. Por la mañana, te encontrarás, sobre todo, religiosos de todo el mundo en peregrinación. Por la tarde, montones de turistas (¡prohibido el short o la minifalda!). La hora mas sugerente es al caer la tarde, cuando se vacía y encienden las luces.



7. Plaza del Capitolio

Otra vez el genio renacentista de Miguel Ángel, ahora en un trabajo urbanístico de gran calidad. Una amplia escalinata de bordes no paralelos nos asciende a la plaza; en ella los dos palacios laterales los proyectó Miguel Ángel utilizando un orden colosal de pilastras corintias. Ambos divergen hacia el palacio del fondo y los tres enmarcan la estatua ecuestre de Marco Aurelio. Estas divergencias le dan una mayor profundidad al espacio, en un efecto que anuncia ya el Barroco. Ahí están los Museos Capitolinos. Este lugar es un remanso de paz en un entorno muy ruidoso. Por una esquina de la plaza verás el Foro Romano. Desde aquí tienes una buena perspectiva de lo que te espera...



8. Foro Romano

Bueno, ya lo has visto desde arriba, desde la plaza del Capitolio. Ahora sólo falta que te protejas bien del sol y te decidas a recorrer, guía en mano, la maravilla de lo que queda de los edificios más representativos de la antigua Roma y algunos otros de épocas posteriores. Es necesario estar un poco concentrado para poder echarle la imaginación necesaria para evocar lo que debió de ser aquello. No olvides que por aquí se encuentran muchas de las raíces de la cultura occidental. Presta atención al arco triunfal de Septimio Severo con su profusa decoración y a los restos de la basílica de Majencio, que tenía una estructura parecida a la de las termas. Haz un alto en el camino y si te quedan fuerzas...¡el Coliseo!



9. El Coliseo

Aquí estamos ante el mayor anfiteatro del imperio romano ya que su capacidad era para 55.000 espectadores, con 80 accesos. En él tenían lugar luchas a muerte de gladiadores y peleas de animales salvajes financiadas por el emperador y los ciudadanos ricos; la entrada era gratuita. Es del S.I d.C. pero su estructura sirvió de referencia para el diseño de todo tipo de estadios. En la fachada, enmarcando los arcos, tienes superpuestos los órdenes dórico, jónico y corintio, uno por piso.



10. Termas de Caracalla

Es quizá lo menos conocido del ranking pero posiblemente sea el edificio más impresionante por sus dimensiones. Son del S.III d.C. Hay que mirar a lo alto e imaginar lo que sería si sus bóvedas estuvieran completas. Una auténtica catedral dedicada al ocio, los romanos tenían una gran afición al agua...


GALERÍA I: Visítala y encontrarás muchas más fotografías de estos diez lugares

Nivel avanzado

Pero aquí no se acaba todo. Como te decíamos, hay muchísimos más lugares de interés. Te citamos algunos de ellos.
El Palatino, las catacumbas (por ejemplo las de San Calixto), las basílicas (Santa Inés, San Pablo Extramuros...) y la iglesia de Santa María in Cosmedin, conocida sobre todo porque su pórtico alberga la Bocca della Verità, donde según la tradición, si metes la mano en su boca mientras dices una mentira ésta se cerrará sin remedio... Aquí se rodó una mítica escena de Vacaciones en Roma, con Gregory Peck y Audrey Hepburn.
No deberías perderte la iglesia de Santa María degli Angeli, de Miguel Ángel, donde podrás hacerte una idea de como era el espacio interior de unas termas como las de Diocleciano. Y tampoco la iglesia de Sant´Ignacio, con la increíble perspectiva de su bóveda en trompe-l´oeil, del jesuita Andrea Pozzo, ya casi en el S.XVIII (¿cómo se puede dibujar de ese modo para un lugar tan complicado?) y la exquisita plaza rococó que está al lado, con sus elegantes edificios de fachadas curvas.Ya que hablamos de hallazgos perspectivos, son muy representativos de la escenografía del Barroco los que hicieron Borromini en su galería del Palacio Spada y Bernini en la Scala Regia de los Palacios Vaticanos. Si viajas con tu profesor/a de dibujo seguramente te podrá explicar los secretos de todo eso.Y para seguir con Bernini, no dejes de visitar la Iglesia de Sant´Andrea al Quirinale, a unos cien metros de otra que ya hemos citado varias veces: San Carlo alle Quattro Fontane, de Borromini. Debes intentar entrar en ambas. Son dos pequeñas joyas del Barroco resueltas utilizando recursos diferentes, quizá porque las personalidades de los dos genios y su manera de entender la arquitectura eran muy distintas. Eso les llevaría a mantener unas complejas relaciones, llenas de mutua admiración y antipatía. Y ya que estás aquí, podrías bajar otros cien metros y allí te encontrarás con el Palacio Barberini, donde trabajaron juntos los dos a la muerte de su viejo maesto Maderno (un buen arquitecto que proyectó la Iglesia de Santa Susana y que, además de diseñar la fachada de San Pedro del Vaticano, cambió, a instancias del papa, su planta de cruz griega por otra de cruz latina, solución que mejoraba la liturgia pero que oculta en parte la vista de la cúpula de Miguel Ángel desde la plaza). El Palacio Barberini alberga la Galleria d´Arte Antica, un museo muy recomendable. Su Gran Salón tiene una impactante bóveda pintada al fresco por Pietro da Cortona. Éste fue el arquitecto de Santa María de la Pace, con su hermoso pórtico semicircular que quizá inspiró a Bernini.
Si aún dispones de tiempo tampoco olvides la Piazza del Popolo y el acceso a la colina del Pincio, un ejemplo de urbanismo de gran nivel, proyectado por Valadier y de un efecto escenográfico versallesco, con sus dos iglesias barrocas semigemelas situadas entre las tres calles que divergen hacia la ciudad. También tiene interés la Piazza Esedra (de la República), de finales del S.XIX, y cerca de allí, ya en pleno S.XX, la ondulante cubierta del vestíbulo de la Estación Termini, un buen ejemplo de la arquitectura italiana de los años cincuenta que puede que hayas visto ya en algunas películas.Y, además, los paseos junto al Tíber por la tarde y la Isla Tiberina o la emocionante vista de Roma desde el faro del Gianicolo o desde la terraza del Pincio a la caída del sol. También la curvada y elegante Via Véneto que sirvió de escenario, entre otras, a La dolce vita de Fellini y muchos lugares más, ya que esto no pretende para nada ser una lista exhaustiva ni mucho menos.Algo de todo esto es posible que te atrape, y si así ocurre, lo tienes mal, te quedarán ganas de volver una y mil veces...

Sta. Mª degli Angeli Sant´Andrea Quirinale
Iglesia de Sant¨Ignacio
Plaza de Sant´Ignacio La Estación Termini

GALERÍA II: Visítala y encontrarás fotografías de muchos lugares que han aparecido en estas páginas

 
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