EL JAGUAR DE LAS CUATRO ZONAS, ESTILO Y SUBESTILOS DE LA AGUADA
1. Florencia Kusch - 2. Claudio Héctor Abal
Resumen
La idea central del trabajo, es profundizar el análisis de los procesos de cambio que afectan el sistema de representaciones que se generaliza con la Aguada. Se trata de una propuesta interdisciplinaria -que integra la visión del artista en el estudio de la plástica prehispánica- El objetivo central es ampliar el esquema descriptivo que se utiliza tradicionalmente, aportando nuevas formas de abordar el estudio de los procesos estilísticos En este sentido nos interesa investigar que elementos compositivos y temáticos son los que se generalizan, que grado de variabilidad acusan localmente, como se articulan en cada caso, que tipo de lectura admiten estas formas particulares, etc El marco de hipótesis del que partimos es el que se acepta actualmente para esta problemática.
Abstract
The central idea of the work, is to deepen the analysis of the processes of change that affect the system of representations that you generalizes with the Watery one. It is an interdisciplinary proposal -that integrates the artist's vision in the prehispanic study of the plastic one- The central objective is to enlarge the descriptive outline that is used traditionally, contributing new forms of approaching the study of the stylistic processes. In this sense it interests us to investigate that elements compositions and thematic they are those that you generalizes that degree of variability accuses locally, like they are articulated in each case that reading type admits these particular forms, etc The hypothesis mark of which we leave is the one that is accepted at the moment for this problem.
Plabras claves: Modalidades estilísticas - Cultura Aguada
En líneas generales hay cierto acuerdo en cuanto a que lo que se conoce como Aguada podría estar aludiendo a un momento de afianzamiento de las relaciones entre las poblaciones que ocuparon la región valliserrana, especialmente en las provincias de la Rioja y Catamarca. Posiblemente se trate de un momento de integración regional cuya evidencias mas claras estarían dadas por la iconografía, mas específicamente por la amplia distribución de un repertorio temático que se repite con algunas variantes en distintos ámbitos de este extenso territorio. "Se habla de trayectorias históricas locales, con elementos ideológico-religiosos compartidos con el área sur andina desde épocas tempranas y se piensa también en un proceso de complejización creciente de las sociedades previas a Aguada, entre las que se habría producido una intensa interacción desde lo socio-político y lo ideológico-religioso (Nuñez Regueiro y Tartusi, 1988; Pérez y Heredia, 1990), definiéndose así un "Período de Integración Regional" (Pérez Gollán 1994). Se han propuesto diversos modelos para explicar este fenómeno en términos de un desarrollo localizado o paralelo de la complejidad social, del flujo de bienes, de esferas de interacción o redes de intercambio a nivel regional y supraregional, etc. (Pérez Gollán et al 1995, Baldini, Gordillo y Kusch, 1995; Baldini y Kusch, 1996). Según el enfoque, esa ideología habría operado como mecanismo de cohesión, de legitimación de las desigualdades sociales, de control político y económico a diferente escala, etc. pero resulta claro que aquella funcionó -en uno o varios planos- como factor de integración intra e ínter societario. (Kusch y Gordillo, 1997)". La cara visible de estos procesos estaría dada por un sistema de representaciones relativamente estandarizado, que se incorpora a distintos objetos de uso ritual, y cuya presencia es recurrente en determinados espacios cúlticos de uso comunitario, como la funebria. La unidad ideológica y conceptual de este conjunto de imágenes se advierte mas en la continuidad de ciertas formas de articulación temática, (-como la planteada por las figuras antropofelínicas-, y por las estructuras de diseño que las sustentan), que en el modo de representación de cada tema. Los estilos pueden variar, pero es evidente que las imágenes, participan de un sustrato ideológico común, que en esta hipotética instancia de integración regional, reafirma su unidad temática, manteniendo constante ciertas formas compositivas muy generalizadas. En otras palabras, suponemos que la iconografía Aguada remite a un sistema de creencias, y que por lo tanto, su amplia distribución responde a la difusión de una forma de culto. Podemos especificar un poco mas este marco de hipótesis y admitir también que se trataría de un proceso de complejizacion gradual, y que esto se estaría manifestando en la evolución del sistema de representaciones. Por otra parte, la posibilidad de hablar de un proceso de integración se podría fundamentar en la trayectoria histórica de ciertas representaciones como la del jaguar. En efecto, no todos los temas aparecen simultaneamente, algunos de ellos ya se registran en Cienaga y en Condorhuasi, modificándose en función de las características del soporte. Nos referimos a este proceso en nuestro trabajo del 2000. "La continuidad conceptual y las relaciones de correspondencia entre Cienaga y Aguada, hacen pensar en la existencia de un sistema conceptual común para ambos estilos cerámicos. Este sistema, posiblemente de trasfondo religioso, aparentemente se asociaría desde un comienzo al complejo de ideas que en aquel momento sustentó el consumo de sustancias psicoactivas. Es importante destacar que -desde el comienzo- este conjunto de ideas se asoció, a la imagen del jaguar.
Este proceso comenzaría a perfilarse en torno a las representaciones antropofelínicas de Cienaga limitándose exclusivamente a las pipas de tres cuerpos, es probable que estas pipas se utilizaran en ceremonias en las que las prácticas fumitorias desempeñaron un rol fundamental y en las que el chamán (único depositario del conocimiento y control de esta temática religiosa) llevaba a cabo el control del ritual. En Aguada en cambio, y a raíz de los cambios que se producen en torno a la función del soporte, la misma temática va a pasar a la alfarería funeraria, y se va a plasmar en representaciones pintadas o grabadas. (Kusch,2000)".
Las Formas Del Jaguar
Las evidencias aportadas por la iconografía de los distintos ámbitos Aguada demuestra que cada ámbito propone sus formas y que cada repertorio de formas tiene su historia. Por otra parte, cada variante, se puede expresar en términos de una trayectoria cuyos extremos estarían dados por dos formas opuestas de concebir las piezas cerámicas. En uno de estos extremos se encuentra la cerámica Condorhuasi, esencialmente escultórica y claramente determinada por el sistema iconográfico vigente en este estilo. En el otro extremo podríamos ubicar las piezas Aguada de formas funcionales, donde la imagen complementa la pieza a partir de un planteamiento bidimensional. Entre un extremo y el otro se ubican una serie de alternativas intermedias que podrían estar indicando, de que manera se articulo la imagen con cada soporte en cada nueva instancia de uso. Por otra parte, hay que tener en cuenta también, que todo objeto remite a un contexto de uso que compromete aspectos mas complejos que el simple espacio físico del hallazgo. Este punto admitiría una investigación aparte, posibilidad que no descartamos para futuras investigaciones.
Similitudes y Diferencias
Un primer planteamiento de las diferencias entre las imágenes del jaguar, y de las figuras antropofelínicas de los cuatro ámbitos mas representativos de la Aguada lo realizamos en 1991(Kusch,1991) En el sintetizamos parte de los resultados del análisis estilístico realizado con piezas del Valle de Hualfin, Norte de la Rioja y Valle de Ambato. Allí, se trabajaron las distintas formas de representación de cada tema y su relación con las estructuras de diseño predominantes en el estilo, posibilidad que nos permitió identificar algunas constantes bastantes significativas en términos de unidad estilístico-ideológica en todos los estilos Aguada.
Similitudes
Todos estos estilos regionales coinciden en dos puntos básicos, uno de orden temático y el otro de orden estructural. Como ya lo señaláramos anteriormente, la característica general que amalgama a los cuatro subestilos de La Aguada (Ambato, Hualfín, Norte De La Rioja y Portezuelo) lo encontramos en el tema, a saber: el felino, el antropomorfo, el antropofelino, el pájaro y el ofidio. Otros, como los batracios, las lagartijas, las mulitas, etc, tienen un carácter mas local. En cuanto al orden estructural que rige el modo en el que se articulan los temas entre si, los aspectos constantes se dan en: a)las formas compositivas que admite cada tema, b)las estructuras de diseño en las que se manifiestan, y c)el modo en el que se atomizan los temas humanos y los temas zoomórficos en este tipo de motivos, la figura se desarticula siguiendo el patrón cabeza-cuerpo que se mantiene constante aun en las representaciones más complejas del estilo.
Diferencias
De esta manera, las diferencias operan manteniendo estos principios estructurales básicos, y las variantes se dan en torno al tratamiento plástico del tema. En Ambato encontramos grabada la forma, en Hualfín grabada y pintada, en el Norte de La Rioja se da pintada, y en Portezuelo se pinta el fondo, dándose por omisión la forma (solo en los detalles se da la forma pintada directamente). El hecho de grabar una forma con una herramienta punzante genera una línea claramente mas dura, provocando cierto dramatismo (recordemos el expresionismo alemán que parte de la xilografía, taco de madera grabado con cortaplumas) El pintar 1a forma con pincel, por el contrario, da lugar a líneas mucho más sensibles al poder ser modulada con infinitas posibilidades. Por otra parte estas tendencias se asocian a otras diferencias muy significativas entre el grupo oxidante y el reductor. Es interesante destacar que la cerámica grabada de Hualfin, y la cerámica negra de Ambato integran una serie de temas que casi no aparecen en la cerámica pintada del Valle de Hualfin, o del norte de la Rioja. En el primer grupo, los temas predominantes van a ser, las representaciones humanas con armas en las manos, las representaciones de jaguares repetidos a lo largo del campo decorativo del cerámico, y la representación de figuras humanas y jaguares combinadas o definiendo unidades tripartitas con la figura humana en el centro y los jaguares en los laterales del campo decorativo. Estas mismas imágenes son las que se repiten en Ambato, pero además se agrega la representación de enmascarados, con objetos en las manos, Es decir al parecer se trata de un conjunto de imágenes cuya denominación común es la de evocar personajes humanos o humano-felínicos bastante mas agresivos que las restantes representaciones de la Aguada. Se advierte también, especialmente en Ambato la presencia de representaciones relacionadas entre si por un vínculo anecdótico, aunque no llegan a ser escenas su distribución y su modo de representación parecerían referirse a una circunstancia compartida. En la cerámica pintada por el contrario, la figura del jaguar, muy estilizada se representa aislada y su relación con la figura humana se da casi exclusivamente a nivel de motivo. Se trata de un estilo mucho menos agresivo, en el que la sensibilidad del trazo desdibuja la dureza del modelo. En este sentido Portezuelo, (dentro de lo que es la pintura) representaría la culminación de una técnica que contribuye a desvirtuar el carácter agresivo del jaguar. Es interesante destacar que el hecho de pintar el fondo dando la forma por omisión, determina una abstracción mental compleja, poco frecuente; aquí encontramos una ambivalencia entre figura y fondo que da al diseño mayor unidad plástica Es más, en la cerámica grabada las fauces del jaguar están abiertas en clara actitud ofensiva, mientras que en Portezuelo la representación de fauces abiertas es muy escasa, predominando los jaguares sedentes con su boca cerrada y en actitud de descanso. Estas diferencias se agudizarán a partir de las técnicas de cocción empleadas en cada caso, ya que el grabado se asocia a la técnica de cocción reductora -que da lugar a pastas grises o negras, (Ambato y valle de Hualfin) en tanto que la pintura se asocia a piezas oxidantes (norte de la Rioja, Hualfin, Portezuelo) que en ocasiones pueden presentar un baño blanquecino como es el caso de Portezuelo.
Grados de Abstracción.
De la representación a la abstracción-significación.
Otra de las diferencias que se plantean entre los estilos locales tiene que ver con el grado de abstracción que se caracteriza en cada caso. En el camino que va de la representación a la abstracción, encontramos en Aguada toda una serie de posibilidades, exceptuando los extremos.
El grado más puro de representación lo encontramos en el realismo fiel (fotográfico)que aquí no se da.
A este le sigue un nivel de abstracción, que da lugar a lo que podríamos denominar representación abstraída, en el cual podemos reconocer todos los atributos (partes de lo representado), sus proporciones y su ubicación en la totalidad, (esto se ve en los felinos de Ambato y Portezuelo).
Le sigue un tipo de representación abstraída geométricamente, en la que podemos reconocer los atributos, pero su proporción y ubicación ya son reinterpretadas. ( Es el caso de los motivo compuestos de naturaleza múltiple y todas sus mezclas zoomórficas)(Ambato Norte de La Rioja y Hualfín).
Le sigue a ésta ultima la abstracción significación la cual nos da un signo de los atributos, que individualmente serían irreconocibles (Significan) solo a través del conocimiento de la secuencia es que podemos reconocerlos aun separadamente (Portezuelo).
Y por último tendríamos la abstracción pura, donde los elementos plásticos utilizados no representan mas que sus propias características plásticas, (por supuesto no lo encontraron en ninguno de los subestilos).
Espacio
El tema del espacio lo podemos ver desde dos puntos de vista, uno referente al espacio que contiene al diseño, soporte), (hoja de papel, lienzo, pared, cerámico, etc.)y el otro, sería la utilización del espacio dentro del diseño mismo.
Espacio que contiene al diseño
Hablaremos del primer caso, en Ambato, Norte de La Rioja y Hualfin, el diseño se subordina claramente a la forma del ceramio. El campo decorativo se encuentra delimitado en algunos casos por un espacio de banda, el cual igualmente se ajusta al diseño de la vasija. Portezuelo en cambio, delimita un espacio geométrico previo (zig zag, ortogonales, bandas, rombos) que se aplica sobre la forma del ceramio, pero que no se ve influenciado por él. Algunos ejemplos:
AMBATO.055. Las formas en la decoración se ven influenciada por la forma de la vasija, se puede ver la similitud del cuerpo en ambos casos circulares, las curvas de los miembros del felino correspondientes a la del cuerpo y cuello del ceramio, cuello y cabeza del felino, correspondientes al cuello y boca del ceramio.
AMBATO.002.En esta pieza obsérvese la concordancia entre curva y recta que se repite en el ceramio y en el felino.
AMBATO.029. En esta pieza obsérvese la concordancia del triángulo que se repite en el ceramio y en la decoración.
AMBATO.041. En esta pieza obsérvese la concordancia del ovoide que se repite en el cuerpo del ceramio, y en la decoración.
NORTE DE LA RIOJA.013 En esta pieza obsérvese la curva del ceramio que se repite en el diseño del lomo del felino.
NORTE DE LA RIOJA.027. En esta pieza obsérvese la concordancia del ovoide que se repite en el cuerpo del ceramio, y en la decoración.
Espacio dentro del diseño mismo.
Como ya apuntamos en las diferencias de los subestilos, la utilización del espacio dentro del diseño mismo, encontramos una marcada diferencia entre Portezuelo y los demás subestilos, ya que la forma se da como resultante del espacio, al ser éste el que se pinta. Aunque en Ambato grabado encontramos diseños donde el espacio está grabado con textura de rayado, podemos comprobar que primero se dibujó la forma, y luego se hizo la textura del fondo, en cambio en Portezuelo no encontramos ningún rasgo previo, el espacio es determinado por planos pintados directamente sobre el soporte. Sin temor a la redundancia. Volvemos a decir que, es interesante destacar que el hecho de pintar el fondo dando la forma por omisión, determina una abstracción mental compleja, poco frecuente en la historia del arte, aquí encontramos una ambivalencia entre figura y fondo que da al diseño mayor unidad plástica.
SINTETIZANDO
La posibilidad de evaluar sistemáticamente cada modalidad estilística y sus alcances en relación al conjunto cerámico Aguada depende en gran parte de la operatividad de los recursos metodológicos implementados en cada caso. Es más, las diferentes categorías de atributos que podemos reconocer en una representación pueden aportar distinto tipo de evidencias referidas a aspectos sociales del comportamiento plástico. Es por eso que uno de los objetivos centrales de este artículo es incorporar nuevos criterios de análisis a partir de un enfoque interdisciplinario que también contemple la visión del artista plástico. En este sentido hemos ampliado las posibilidades de análisis evaluando los temas claves del estilo Aguada desde las distintas formas de abstracción, esquematización, concepción del espacio, etc. que se caracterizan en cada caso. El primer problema que debimos abordar -y al que nos hemos referido ampliamente en otras publicaciones- es el de la unidad estilística. La posibilidad de reconocer que todas estas manifestaciones pueden ser incluídos en un mismo estilo, depende de lo que entendamos por estilo y de los elementos que consideremos claves en el planteamiento de la unidad estilística. En realidad esta es una vieja discusión que ya abordamos en trabajos anteriores. Lewis Williams (1986) habla de ciertos principios, de determinados detalles diagnósticos y de las metáforas como elementos identificatorios de una misma modalidad estilística, restando importancia a las diferencias temáticas que observa en el arte rupestre de su área de estudio, pero vinculando el repertorio temático a un mismo sistema de creencias. Este último punto es el que nos interesa de su planteo, la idea de relacionar lo representado con alguna forma de culto o con los principios religiosos vigentes en la sociedad. Sin duda la problemática planteada en torno a este aspecto es mas teórica que práctica, y depende del concepto de estilo que se esté manejando llegados a este punto no podemos eludir el tema de los límites del estilo y de su relación con el grupo. "Style has also been used to meassure social boundaries, and as such has assumed two distinct forms. Style is a conscious statement of group solidarity or identity, expressed in items of material culture (Conkey 1978). This form has been described by Wiessner (1983) as 'emblemic styte', represented by, for example, flags or emblems that trasmit a message of group(Franklin,1986)". Las evidencias arqueológicas en torno a la Aguada indicarían que se dio un uso intercomunitario, e intracomunitario del estilo que favoreció su manipulación y su amplia distribución, a partir de uno de los más comunes y accesibles artefactos, la cerámica, como medio para establecer la comunicación. Cuando esta manipulación excede el campo de lo temático y compromete a la imagen con un modo de representación relativamente estandarizado es difícil plantear la existencia de entidades autónomas. El modo de representación a veces puede transmitir información sobre la filiación del grupo humano o sobre su entidad étnica. Y esto es en realidad lo que unifica a las manifestaciones Aguada. Sin ánimo de profundizar en una cuestión que excede la presente propuesta, sólo queremos aclarar que lo que aquí se está evaluando es clave para la problemática Aguada, ya que aún se discute si se trata de una misma entidad sociocultural, o si simplemente es un conjunto de íconos originados en diversos ámbitos y articulados en determinadas instancias de un proceso socio político que aglutinó diversos grupos humanos en función de determinados intereses regionales. Si bien nuestra hipótesis inicial retoma el tema de la unidad estilística como fundamento de los vínculos existentes entre los cuatro ámbitos en lo estilístico, es claro que nos estamos refiriendo a un momento especifico de este desarrollo, en el que culmina un proceso de estandarización de la imagen que unifica en parte todas sus manifestaciones plásticas. Pero no descartamos la segunda hipótesis referida a la existencia de un proceso gradual de articulación de iconos procedentes de diversos ámbitos como preludio de la cuestión Aguada. En este trabajo solo intentamos obtener más evidencias en torno a los alcances de este proceso de estandarización de la cerámica no utilitaria, evaluando puntualmente los alcances de cada elección estilística. Del análisis de los procesos de abstracción que operan en cada uno de los estilos locales, se desprende que cada estilo estandariza su repertorio temático en torno a un a forma de abstracción que puede diferir de un ámbito a otro. Vimos así que en el Valle de Hualfin y en el norte de la Rioja los procesos de abstracción operan sobre imágenes muy estilizadas, pintadas, dando lugar a un tipo de abstracción que oscila entre lo que aquí se denominó representación abstraída y la abstracción geométrica es decir representaciones en las que las imágenes por su proporción y ubicación mantienen ciertas características identificatorias del referente real, aunque hay un proceso de reinterpretación de cada atributo. En la cerámica negra grabada de Ambato y en parte en la cerámica gris grabada de Hualfin, por el contrario predominan representaciones menos abstractas dando origen a un estilo bastante mas figurativo que los estilos pintados. Estas tendencias marcan un corte importante entre la cerámica reductora y oxidante de los estilos locales, y más específicamente entre la cerámica pintada y la grabada de cada sector. Ahora bien, estas diferencias se agudizan cuando evaluamos el modo en el que se representó cada tema recordemos que las manifestaciones Aguada más agresivas -tanto de jaguares como de figuras humanas-, se dan en la cerámica reductora en tanto que en la oxidante estos mismos temas se estilizan como ocurre con la cerámica pintada del norte de la Rioja y de Hualfín, dentro de esta técnica decorativa, la versión menos agresiva se da en Portezuelo, donde los felinos aparecen con las fauces cerradas. Por otra parte, y ante la posibilidad de evaluar las diferencias como resultante de funciones distintas, podemos también conjeturar en torno a los significados iconográficos que sustentan estas funciones. Si acordamos que cada uno de estas manifestaciones estilísticas cumplen un rol emblemático como referentes de determinadas entidades étnicas locales, podemos suponer también, que en cada caso se define un estilo que identifica a un grupo étnico y a su ámbito con determinados conceptos vinculados a la imagen del jaguar. De acuerdo a lo expuesto el Valle de Ambato, y en menor medida el Valle de Hualfín, se identificarían -en función de la cerámica reductora- con las versiones más agresivas de este sistema de representaciones, en tanto que el norte de la Rioja y Portezuelo transmitirían las versiones menos agresivas del conjunto. En este sentido, el sector oriental y el sector nor-occidental de Catamarca parecerían definir los espacios más conflictivos dentro del ámbito Aguada, marcando una línea de frontera con la ceja de selva que se extiende a lo largo del sector nor-oriental. "Paralelamente, es posible que las pinturas del oriente (pinturas rupestres) también hayan funcionado como hitos demarcadores de territorialidad, poder y dominio... (Gordillo, Baldini y Kusch, 2000)" Otra problemática plantea el caso Portezuelo, ubicado en el sector meridional de Catamarca, que a pesar de compartir un repertorio temático y ciertas formas compositivas con los restantes estilos locales, se separa de conjunto al incorporar ciertos principios de representación ajenos al estilo Aguada. Esto lo vimos claramente al considerar lo que en su momento denominamos el espacio que contiene al diseño. Allí pudimos constatar que Portezuelo es el único estilo que independiza al diseño, del soporte, esta es una característica que comparte con algunos estilos del momento de Desarrollos Regionales y que habría que evaluar en profundidad, teniendo en cuenta los fechados tardíos que dio en La Choya. Son muchos los interrogantes que plantea actualmente Portezuelo, se logro información invalorable a partir de los últimos trabajos realizados por Rex Gonzalez en aquella localidad, lo que queda por resolver es parte de la problemática que se plantea en torno a la Aguada en general. Nuestro punto de partida sigue siendo por el momento el estilo, o mejor dicho el estilo de la cultura material, admitiendo que la misma resulta de una suerte de recorte o de elección de las posibilidades formales que admite un objeto realizado para cumplir determinada función . En este sentido estas elecciones son también ideológicas. Si esto es así , podemos intentar interrogar a los objetos como referentes ideológicos , en la medida en que en ellos, materializan los acontecimientos pasados( Kusch,F, Valko,M.1999).
BIBLIOGRAFÍA
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Kusch, Maria Florencia, 2000. La iconografía de Portezuelo en el arte rupestre de Catamarca: un estudio comparativo. Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología Tomo homenaje a Carlos Gradin.
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Kusch, M.F. 2000. Paisaje e interacción en las sociedades prehispánicas del norte de La Rioja. Trabajo presentado en las Primeras Jornadas de Arqueología de La Rioja.Relaciones Trasandinas(en prensa).
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PEREZ GOLLAN, J. A. 1994 La cultura de La Aguada vista desde el valle de Ambato. Publicaciones del CIFFYH, Arqueología, Vol 46: 157-174. Córdoba.
1. Instituto de Ciencias Antropológicas. Facultad de Filosofía y Letras. UBA. 25 de Mayo 217.Capital Federal. Argentina. [email protected]
2. Instituto de Ciencias Antropológicas. Facultad de Filosofía y Letras. UBA. 25 de Mayo 217.Capital Federal. Argentina. [email protected]