Acetileno

En 1836, Edmundo Davy, profesor de química en la Universidad de Dublín, Irlanda, descubrió que cuando se agrega agua al carburo de potasio se produce una violenta reacción química con formación de un gas incoloro. Este gas se llama acetileno. Al arder con cantidad limitada de aire lo hace con llama fuliginosa, o sea que produce mucho hollín, pero con exceso de aire I con oxígeno pura da una flama de intensidad deslumbradora capaz de alcanzar temperaturas próximas a los 3,500 ºC. El acetileno puro despide un olor parecido al del éter, pero las impurezas que contiene el acetileno comercial le comunican un olor aliáceo.

Posteriormente a Davy, algunos investigadores descubrieron que otros carburos metálicos, al reaccionar con el agua, también despedían acetileno. Finalmente, el francés Enrique Moissan y el canadiense Tomás L. Wilson desarrollaron simultáneamente, en el año de 1892, el procedimiento comercial para preparar el carburo de calcio. Basta calentar en un horno eléctrico una mezcla de piedra caliza y coque para obtener fácil y económicamente esta sustancia, que se ha convertido en la principal fuente comercial para la preparación del acetileno. La reacción química que da origen a este gas es sencilla: basta poner en contacto gradual el carburo de calcio con el agua. Hay en el comercio, con tal fin, multitud de generadores. Para ciertos usos especiales se ha encontrado más conveniente almacenar el gas en cilindros de acero.

Por la intensidad de su flama y la facilidad de su preparación se generalizó mucho su uso para cocinar y para alumbrado, así como en fanales de bicicletas y automóviles. La electricidad lo ha reemplazado en muchos de estos usos, pero todavía suelen encontrarse generadores de acetileno en aldeas y fincas rústicas. Como la longitud de onda de esta luz penetra mejor en la neblina, son múltiples sus usos en la navegación. Existe además la ventaja de que los aparatos que se usan en faros y boyas funcionan automáticamente, con luz piloto durante varios meses. Por igual razón se usa también en los faros de aviación, para marcar las rutas transcontinentales, así como los campos para aterrizajes de emergencia.

El acetileno es un valiosos agente químico al que se recurre en diversos procesos de síntesis orgánica. Según sean el catalizador y las condiciones de la reacción, se obtienen diferentes productos de mucha utilidad. Así, por ejemplo, su reacción con el agua forma el acetaldehído, un compuesto que se oxida fácilmente y se convierte en ácido acético, del cual se consumen grandes cantidades de la preparación de rayón, acetato de celulosa -para película fotográfica- y numerosos solventes de uso industrial.

El acetileno se combina con el hidrógeno y da etileno, el cual se utiliza como anestésico. También se obtienen del acetileno formaldehído –de uso general en la industria de los plásticos-, glicol y alcohol etílico.

Otro de los derivado importantes del acetileno es el butadieno, que se emplea en la preparación del caucho sintético.

Uno de los usos principales que tiene el acetileno en la industria moderna es en la soldadura autógena y en el corte de piezas de acero con soplete oxiacetilénico. Dado que la temperatura de la flama de tales sopletes puede elevarse hasta unos 3,500 ºC, esta herramienta ha llegado a considerarse imprescindible en los trabajos mecánicos ya que se usa en la construcción de puentes y estructuras de acero para edificios, así como en la fabricación y reparación de locomotoras, automóviles, aeroplanos y muchas otras máquinas.

 

 

 

 

 

Bibliografía:

Libro: Enciclopedia Barsa

Autor: - - - - - - - - - - - -

Editorial: Encyclopaedia Britannica

Págs.: 36-37 Tomo II



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