ENTREVISTA A SLAVOJ ŽIŽEK.

"Soy un Ateo combativo"

 
 

Por Doug Henwood, Entrevista

y Charlie Bertsch, introducción. | Febrero 2002

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es difícil volverse una super-estrella en el mundo de la publicación erudita. La mayoría de las personas que leen tus productos también pueden escribirte. Para destacar en una muchedumbre inteligente se requiere suerte y perseverancia. Slavoj Žižek ha demostrado ampliamente ambas cosas. Cuando Yugoslavia empezó a separarse como consecuencia de la Guerra Fría en 1990, la prístina Eslovenia era la primera de sus repúblicas en declarar su independencia. Nosotros nos estremecimos al mirar el renacimiento de las "naciones" que habían desaparecido en Alemania, la Unión Soviética, o, en este caso en Eslovenia, primero por el Imperio Austrohúngaro, y luego por Yugoslavia. Así como este país poco-conocido emergió, Žižek apareció con un aura de novedad. Su trabajo, simultáneamente alentó y profundamente invoco el sueño de un mundo de pos Guerra Fría en que el pensamiento libre transcendería todas las fronteras.

 

Una década después, todos sabemos qué rápidamente esa esperanza se convirtió en desesperanza. Pero la estrella de Žižek no ha oscurecido. Si algo ha pasado, es que ha crecido aún más su luminosidad. Las personas comenzaron a leer a Žižek porque ellos no podían creer que la Europa comunista pudiera producir semejante pensador elástico, ahora lo leen por la sencilla razón de que él es Žižek. Para cualquiera que se haya cansado del enmudeciente discurso político del mainstream en Occidente, que encuentra duro de creer que el hueso-seco del izquierdismo americano de un Noam Chomsky representa la única posibilidad para la resistencia, para quién busque una crítica al capitalismo global sin recurrir a los eslóganes marxistas desvaídos, el trabajo de Žižek enciende bien la promesa de algo. Desde su fundamental-ruptural libro de 1988 El Sublime Objeto de la Ideología hasta su crítica mordaz en 1999 de la intervención de los gobiernos Occidentales en la antigua Yugoslavia, titulado OTAN ¿La Mano Izquierda de Dios?, Žižek nunca ha suspendido su pensamiento. ¿Y qué más podemos preguntar de un intelectual? Como el propio Žižek sugiere en la presente entrevista, la filosofía nos ayuda, no a "purificar" nuestro pensamiento, sino a hacerlo más complejo.

 

Lo que realmente pone a Žižek aparte de otros estudiosos mayores es su buena voluntad para tomar riesgos. Si se leyeran todos sus libros en una sucesión rápida, se vería que ellos a veces se contradicen entre si. Pero también se vería cómo la tensión entre ellos refleja el propósito real de Žižek: hacernos ver el mundo con ojos frescos. Al contrario de la inmensa mayoría de los pensadores académicos, Žižek no está angustiado sobre ser "descuidado." Él extirpa a través del reino de las ideas buscando cualquier cosa que demuestre ser útil. No le importa si sus resultados vienen de tradiciones intelectuales diferentes, si ellos son, en algún sentido, filosóficamente incompatibles. Žižek escribe obligándolos a colaborar. Marx, Freud, Hegel, Kant, Lacan,... y Alfred Hitchcock, David Lynch, y la banda de agit-prop electrónica eslovena Laibach, todos entran juntos en una mezcla deleitable. Este deleite, finalmente, reside en qué sella el trato para los lectores de Žižek. Es una cosa para iluminar las preocupaciones políticas contemporáneas con la ayuda de puntos filosóficos densos; es completamente diferente que hacer visiones divertidas. Es lo que Žižek hace.

 

Editor del Left Business Observer y escritor en el Wall Street Doug Henwood habló con Žižek a propósito de los ataques terroristas del 11 de septiembre en el Pentágono y el World Trade Center, él le formulo algunas preguntas sobre lo que sigue, sus consecuencias. En los días que siguieron al ataque, la toma de Žižek fue de importancia - un ensayo increíblemente difundido titulado Bienvenido al Desierto de lo Real – que circuló a través de listas mundiales de correo electrónico. Al contrario de la inmensa mayoría de los comentaristas, Žižek no estaba satisfecho con expresar escepticismo y ultraje. Sus palabras ofrecieron un antídoto a la baba estúpida en las grandes cadenas, CNN, y Fox News. Reflejada y muchas veces "prevista" la tragedia en las películas norteamericanas, Žižek se negó a embotar su borde crítico: "En cierto modo, América consiguió aquello sobre lo que tanto fantaseó."

 

Esta entrevista es un fragmento de la antología BS de Joël Schalit The Anti-Capitalism Reader, publicado por Akashic Books en el verano del 2002.

 

 

 

BS: En general, las obras anarquistas tienen un papel muy importante en la política y la contracultura radical norteamericana. ¿Su pensamiento tiene alguna influencia de esto?

 

Žižek: Indudablemente puedo entender donde reside el atractivo del anarquismo. Aunque soy bastante consciente de la naturaleza contradictoria y ambigua de la relación de Marx con el anarquismo, Marx tenía razón cuando él llamo la atención de cómo anarquistas que predican "no Estado, no poder" como una orden para realizar sus metas usualmente forman su propia sociedad qué obedece a reglas más autoritarias. Mi primer problema con el anarquismo siempre es, "Sí, yo estoy de acuerdo con sus metas, pero díganme cómo nos organizamos." Para mí, la tragedia del anarquismo es que termina siendo una sociedad confidencial autoritaria que intenta lograr las metas anarquistas. El segundo punto es que tengo problemas en cómo el anarquismo es apropiado a los problemas de hoy. Yo pienso, si nosotros necesitamos algo, es una organización más global. Yo pienso que la izquierda debe romper esta ecuación según la cuál una organización más global significa un control más totalitario.

 

 

BS: ¿Cuando usted habla de una organización global, esta usted pensando de algún tipo de Estado global, o tiene en mente organizaciones no-estatales?

 

Žižek: Yo no tengo ningún prejuicio a ninguna cosa aquí. Por ejemplo, mucha gente del ala izquierda desechan hablar de derechos humanos universales, pues los toman simplemente como otra herramienta del imperialismo americano, para ejercer presión en los países del Tercer Mundo u otros países que a Estados Unidos  no le gustan, para así poder bombardearlos. Pero esto no es tan simple. Como todos nosotros sabemos, siguiendo la misma lógica, Pinochet fue arrestado. Aun cuando él salio libre, esto provocó un tremendo cambio psicológico en Chile. Cuando él dejó Chile, él era universalmente temido, una eminencia gris. Él volvió como un hombre viejo a quien nadie tiene miedo. Así, en lugar de desechar las reglas, bien merece la pena jugar el juego. Uno debe apoyar por lo menos estratégicamente la idea de algún tipo de corte internacional y entonces intentar ponerlo para un uso más progresista.

 

América ya se preocupa por esto. Hace unos meses, cuando el Senado todavía estaba bajo el mando Republicano, adoptó una medida que prohíbe cualquier corte internacional para tener cualquier jurisdicción sobre los ciudadanos norteamericanos. Usted sabe que ellos no estaban hablando sobre alguna corte del Tercer Mundo antiimperialista Mundial. Ellos estaban hablando sobre la Corte de la Haya, qué está dominada por los europeos occidentales. Lo mismo va para muchas de estas agencias internacionales. Yo pienso que nosotros debemos tomarlas todas. Si está fuera del dominio del poder Estatal, esta bien. Pero a veces, incluso es parte del poder estatal. Yo pienso que la izquierda debe superar este miedo primordial del poder estatal, porque es alguna forma de mando, es una pena.

 

 

BS: Usted describe la estructura interior de los grupos anarquistas como autoritarios. Pero el modelo popular con los activistas más jóvenes hoy es explícitamente anti-jerárquico y orientado al consenso. ¿Piensa qué hay algo furtivamente autoritario sobre semejantes estructuras claramente libres de mando?

 

Žižek: Absolutamente. Y yo no estoy disuadiendo aquí; Yo estoy hablando de mi experiencia personal. Quizá mi experiencia es demasiado estrecha, pero no se limita a alguna región balcánica misteriosa. Yo tengo contactos en Inglaterra, Francia, Alemania, y más - y todo el tiempo, bajo la máscara de este acuerdo general, había una persona aceptada bajo algunas reglas no escritas como el amo confidencial. El totalitarismo era absoluto en el sentido de que las personas pretendían que ellos eran iguales, pero todos ellos la obedecían. La trampa era que estaba prohibido declarar claramente que él era el jefe. Tenías que falsificar algún tipo de igualdad. El estado real de la acción no podía articularse. Esa es la razón por la que yo soy profundamente desconfiado de este "simplemente coordinemos esto en una manera igualitaria." Yo soy más pesimista. Para salvaguardar esta igualdad, tienes una figura más siniestra del amo, quién presiona a los otros para salvaguardar la pureza del principio no-jerárquico. Esto no es sólo teoría. Yo estaría contento de oír hablar de grupos que no están agarrados en esta dialéctica extraña.

 

 

BS: Nosotros hemos visto durante los últimos años el crecimiento de un amplio anti-capitalismo - o como decimos en Estados Unidos, anti-sociedad o anti-globalización - movimientos, más organizados según los principios anarquistas. ¿Piensa qué estas demostraciones sean una señal de algún reavivamiento de la izquierda, un nuevo movimiento?

 

Žižek: Depende. No en el sentido de ser en parte bueno y en parte malo, sino porque la situación es indecisa - quizá incluso indecidible. ¿Qué saldrá del movimiento de Seattle es el terreno de la lucha? ¡Yo pienso que es PRECISAMENTE AHORA - después del ataque en el World Trade Center - que la tarea de "Seattle" recobrará su urgencia plena! Después de un período de entusiasmo por la venganza, habrá un nuevo periodo (ideológico) de depresión, ¡¡¡y ESE punto será nuestra oportunidad!!!

 

 

BS: Mucho de esto dependerá de la habilidad progresista de correr la voz.

 

Žižek: Soy bien consciente de la censura de los grandes medios de comunicación aquí. Por ejemplo, incluso en los grandes medios de comunicación europeos, qué se supone que están más abiertos, nunca verás un examen detallado de la agenda del movimiento. Consigues algunas cosas ominosas. Hay algo oscuro sobre eso. Según las reglas normales del juego liberal, debes esperar ser invitado por algunas de estas personas en algún programa de TV, confrontarte con tus adversarios, puestos en una polémica vigorosa, pero no. Su agenda se ignora. Usualmente ellos se burlan por defender alguna política izquierdista anticuada o un algo particularista, como las condiciones locales salvadoras contra la globalización. Mi conclusión es que los grandes poderes deben tener por lo menos algún tipo de pánico. Ésta es una buena señal.

 

 

BS: Pero muchos de los movimiento no tiene ninguna agenda explícita para ofrecer. ¿Por qué la élite tendría tal pánico?

 

Žižek: No me gustan algunos idiotas izquierdistas anticuados, o algunos tradicionalistas locales. Soy bien consciente que Seattle etc. todavía es un movimiento que busca su forma, pero yo pienso que tiene el potencial. (Aunque) no hay ninguna agenda explícita, hay una perspectiva que reprocha esta globalización por también ser el excluyente no obstante, no una verdadera globalización sino sólo una globalización capitalista.

 

 

BS: Al mismo tiempo que este movimiento estaba creciendo, había un cordón de victorias electorales para la derecha - Forza Italia de Silvio Berlusconi en Italia, Partido de la Libertad de Jorg Haider en Austria, nuestro propio Bush. ¿Qué hace de éstos?

 

Žižek: Ellos no deben ser infravalorados. Lo pondré en mis viejos términos anticuados estalinistas: hay dos desviaciones a ser evitadas aquí, izquierda y derecha. La desviación derechista es el total endoso a sus antagonistas liberales, es decir, "esta bien, nosotros tenemos nuestros problemas con Gore o Blair pero ellos son básicamente nuestros tipos, y nosotros debemos apoyarlos contra la verdadera derecha." Nosotros también debemos evitar el error opuesto, qué es que todos ellos son lo mismo. No importa realmente si es Gore o Bush. A este enfoque sólo le falta un paso para llegar a la posición que dice, "así que, es incluso mejor para nosotros tener a Bush, porque entonces nosotros vemos al verdadero enemigo."

 

Nosotros debemos dirigir hacía el rumbo medio apropiado: manteniendo nuestra distancia crítica hacia la izquierda moderada, uno no debe tener miedo cuando ciertos problemas están en riesgo, para apoyarlos. Lo que está en riesgo es lo siguiente: parecía que en los años noventa, después de la desintegración del socialismo, la  izquierda de la Tercera Vía representa los intereses universales del capital como tal, para ponerlo de la manera marxista antigua, y las partidos derechistas representan sólo intereses particulares. En los Estados Unidos, los Republicanos designan a cierto tipo  de personas ricas, e incluso ciertas partes de las clases bajas – que coquetean con la Mayoría Moral, por ejemplo. El problema es que esos políticos derechistas como Haider están jugando el juego global. No sólo lo hace la izquierda de la Tercera Vía; nosotros tenemos ahora también una Tercer Vía derechista, qué intenta combinar capitalismo global libre con una política cultural más conservadora.

 

Aquí es donde yo veo el peligro a largo plazo de estos triunfos derechistas. Yo pienso que más pronto o después la estructura de poder existente se obligará cada vez más a violar directamente sus propias reglas democráticas formales. Por ejemplo, en Europa, la tendencia detrás de todos estos movimientos como el revisionismo del Holocausto y así sucesivamente, es un esfuerzo por desmantelar el acuerdo general ideológico de la segunda post-guerra mundial alrededor del anti-fascismo, con una solidaridad social construida alrededor del Estado de Bienestar. Es una pregunta abierta acerca de lo que lo reemplazará.

 

[* Nota del Editor: Semejantes nuevos poderes emergentes en el gobierno de los Estados Unidos concedieron para la vigilancia doméstica seguida de los ataques al WTC y el Pentágono, suspender el habeas corpus, los derechos de los inmigrantes, concedieron permisos a los servicios de seguridad para supervisar sus actividades en telecomunicaciones, y revisar o estudiar sus archivos bancarios sin el permiso de un juez]

 

 

BS: ¿Qué hay sobre la transición de Clinton a Bush? ¿Qué significa esto desde su punto de vista?

 

Žižek: La cosa triste es que Clinton dejó devastada a la izquierda, dejo al Partido Democrático desorientado. Hay personas que dicen que su salida deja algún cuarto para un resurgimiento del ala izquierda del partido, pero eso será difícil. El verdadero problema de Clinton es su legado; no hay ninguno. Él no sobrevivía como un movimiento, en el sentido que él haya dejado una impresión a largo plazo. Él era simplemente un oportunista y ahora simplemente él está fuera. Él no surgió como una figura como Thatcher o Reagan que dejaron un cierto legado. Esta bien, usted puede decir que él dejó un legado de compromiso o triangulación, pero el gran fracaso está en este nivel ideológico. Él no dejó atrás una plataforma con la que los liberales moderados se podrían identificar.

 

 

BS: Muchos lectores de publicaciones underground americanas leyeron Noam Chomsky y Howard Zinn, y el material que sale de pequeños periódicos anarquistas. De la lectura de su trabajo, ¿qué de ellos podrían estar extrañando?

 

Žižek: Martin Heidegger dijo que la filosofía no hace las cosas más fáciles, las hace más duras y más complicadas. Lo qué ellos pueden aprender es la ambigüedad de tantas situaciones, en el sentido de que siempre que nosotros nos presentemos en los grandes medios de comunicación con una oposición simple, como la tolerancia multicultural vs. el fundamentalismo étnico, la oposición nunca es tan bien definida. La idea es que las cosas siempre son más complejas. Por ejemplo, la tolerancia del multiculturalismo, o por lo menos un cierto tipo de multiculturalismo, genera o involucra un racismo mucho más profundo. Como regla, este tipo de tolerancia confía en la distinción entre nosotros los multiculturalistas, y los otros étnicos intolerantes, con el resultado paradójico de que se usa el anti-racismo para desechar DE UNA MANERA RACISTA al otro como un racista. Por no mencionar el hecho que este tipo de "tolerancia" es como regla patrocinadora. Su respeto para el otro no puede sino recordarnos el respeto a las creencias de los niños ingenuos: nosotros los dejamos en su ignorancia bendita para no herirlos...

 

Tomando a Chomsky. Hay dos rasgos problemáticos en su trabajo -  aunque va sin decir que yo lo admiro mucho. Uno es su anti-teoricismo. Un amigo que almorzaba recientemente con él me dijo que Chomsky anunció que él había concluido que la teoría social y la teoría económica es inútil - esas cosas son absolutamente evidentes, tal como el terror del Estado norteamericano, y que, lo que todos nosotros necesitamos saber son los hechos. Yo discrepo con esto. Y el segundo punto es toda su crítica de los Estados Unidos, Chomsky retiene un cierto compromiso a lo que es el ingrediente más elemental de la ideología norteamericana, el individualismo, una creencia fundamental de que América es la tierra de los individuos libres, y así sucesivamente. Así, de esa manera él es profundamente y problemáticamente norteamericano.

 

Usted puede ver algunos de estos problemas en el escándalo del famoso Faurisson en Francia. Todo lector lo sabe, Chomsky escribió el prólogo para un libro de Robert Faurisson, qué fue amenazado con prohibirse porque negó la realidad del Holocausto. Chomsky exigió que aunque él se opone al contenido del libro, el libro todavía debe publicarse en razón de la libertad de expresión. Yo puedo ver el argumento, pero no puedo apoyarlo aquí. El argumento de esa libertad de prensa es la libertad para todos, incluso para aquéllos quienes nosotros encontramos repugnantes y totalmente inaceptables; por otra parte, hoy son ellos, mañana seremos nosotros. Parece lógico, pero yo pienso que evita la verdadera paradoja de la libertad: que algunas limitaciones tienen que garantizarla.

 

Entonces, para entender lo que acontece hoy - para entender cómo nosotros nos experimentamos a nosotros mismos, para entender las estructuras de autoridad social, para entender si nosotros realmente vivimos en una sociedad "permisiva", y cómo las prohibiciones funcionan hoy - para esto nosotros necesitamos la teoría social. Ésa es la diferencia entre yo y los nombres que usted mencionó.

 

 

BS: Chomsky y gente como él parecen pensar que si nosotros consiguiéramos los hechos allí afuera, las cosas se presentarían tal como son. ¿Por qué esto es erróneo? ¿Por qué "los hechos" no son suficientes?

 

Žižek: Permítame darle una respuesta muy ingenua. Yo pienso que básicamente los hechos ya son conocidos. Tomemos los análisis de Chomsky de cómo la CIA intervino en Nicaragua. OK, (él proporciona) muchos detalles, sí, ¿pero yo aprendí algo fundamentalmente nuevo? Es exactamente lo que yo había esperado: la CIA estaba jugando un juego muy sucio. Claro, es más convincente si usted aprende los detalles sucios. Pero yo no pienso que nosotros realmente aprendimos allí algo dramáticamente nuevo. Yo no pienso que meramente "sabiendo los hechos" realmente pueden cambiar las percepciones de las personas.

 

Para ponerlo otra manera: La propia posición de Chomsky en Kosovo, en la guerra de Yugoslavia, muestra algunas de sus limitaciones, debido a una falta de contexto histórico apropiado. Con todos sus hechos, él consiguió un mal cuadro. Hasta donde yo puedo juzgar, Chomsky compró una cierta narrativa - que nosotros no debemos echar la culpa a Milosevic, que todas los partidos eran más o menos culpables, y occidente apoyó o incitó esta explosión debido a sus propias metas geopolíticas. Todos no son lo mismo. Yo no estoy diciendo que los serbios sean los culpables. Yo apenas repito mi viejo punto de que Yugoslavia no estaba fuera con la secesión de Eslovenia. Estaba encima desde el momento en que Milosevic tomó Serbia. Esto activó una dinámica totalmente diferente. Tampoco es verdadero que la desintegración de Yugoslavia fue apoyada por el occidente. Al contrario, occidente ejerció una presión enorme, por lo menos hasta 1991, hacia los grupos étnicos para permanecer en Yugoslavia. Yo vi a James Baker [Ministro de Relaciones Exteriores anterior] en la TV Yugoslava diciendo que apoyaba los esfuerzos del ejército Yugoslavo por prevenir la secesión de Eslovenia.

 

La última paradoja para mí es que, debido a que le falta un armazón teórico, Chomsky a veces iguala los hechos de manera errónea.

 

 

BS: Hace años, usted estaba envuelto con la banda Laibach y su proto-estado, NSK (Neue Slovenische Kunst). ¿Por qué usted se involucró con ellos?

 

Žižek: La razón fue que me gustaron en un cierto momento (que fue durante los últimos años del "socialismo realmente existente") en que ellos fueron una tercera voz, una voz perturbadora, que no encajaba con la oposición entre los viejos comunistas y los nuevos demócratas liberales. Para mí, su mensaje era que había mecanismos fundamentales de poder de las que nosotros no podríamos librarnos con el simple pasaje a la democracia. Éste era un mensaje perturbador que ponía a todos nerviosos. Ésta no era ninguna estructura teórica abstracta. En los tardíos 1980s, las personas consiguieron este mensaje instintivamente - y es la razón por la qué Laibach fue reprimida más fuertemente por los nuevos democráticos, los poderes nacionalistas en Eslovenia que previamente por los comunistas. En los tempranos 1980s, ellos no tenían ningún problema con los comunistas, pero a mediados de los-1980s y en adelante, ellos tampoco no tenían ningún problema. Ellos se hicieron de nuevo con la transición de poder. Con sus rituales burlones del poder totalitario, ellos transmitieron un cierto mensaje sobre el funcionamiento del poder que no encajaba con la creencia ingenua de la democracia liberal. El milagro fue que ellos lo hicieron a través de ciertos rituales en etapas. Después, ellos intentaron cambiar su imagen (para ponerlo términos de marketing) y fallaron.

 

 

BS: Usted habla y escribe mucho sobre la cultura popular, particularmente las películas. ¿Cómo es qué su pensamiento sobre la cultura pop se relaciona a su pensamiento sobre la política?

 

Žižek: Ya no podemos más, como lo hicimos en los viejos buenos tiempos, (si ellos fueran muy buenos) oponer la economía y la cultura. Ellos se entrelazan, no sólo a través de la comercialización de la cultura sino también a través de la culturalización de la economía. El análisis político hoy no puede desviarse de la cultura de masas. Para mí, las actitudes ideológicas básicas no se encuentran en los grandes cuadros de las declaraciones filosóficas, sino en las prácticas del mundo de la vida - cómo te comportas, cómo reaccionas - qué no sólo se refleja en la cultura de masas, sino que es, hasta cierto punto, incluso generado por la cultura de masas. La cultura de masas es el campo de batalla ideológico central de hoy.

 

 

BS: Usted ha estado hablando recientemente sobre reavivar a Lenín. Para muchas personas jóvenes políticamente activas, Lenin es una figura del diablo. ¿Qué encuentra usted valioso en Lenin, o en la tradición leninista?

 

Žižek: Yo tengo cuidado para hablar sobre no repetir a Lenin. Yo no soy un idiota. No significaría nada sobre volver al Partido de la clase obrera leninista hoy. Lo que me interesa sobre Lenin es precisamente que después de la ruptura de la Primera Guerra Mundial en 1914, él se encontró en un bloqueo total. Todo salió mal. Todas los Partidos social demócratas apoyaron a Rusia en la guerra, y había una erupción masiva de patriotismo. Después de esto, Lenin tenía que pensar sobre cómo reinventar da modo radical, la política revolucionaria en esta situación de avería total. Éste es el Lenin que me gusta. Lenin normalmente se presenta como un gran seguidor de Marx, pero es a menudo impresionante leer en Lenín la línea irónica que dice "sobre esto no hay nada en Marx." Esto es completamente un paralelo negativo. Así como Lenin se esforzó al reformular por completo el proyecto socialista, nosotros estamos en una situación similar. Lo qué Lenin hizo, nosotros debemos hacerlo hoy, a un nivel mucho más radical.

 

Por ejemplo, en el nivel más elemental, el concepto de Marx de explotación presupone una cierta teoría obrera del valor. Si usted toma distancia de Marx, el edificio entero de su modelo se desintegra. ¿Qué hacemos con esto hoy, dada la importancia de la labor intelectual? Ambas soluciones estándar son demasiado fáciles - para afirmar que hay aún producción realmente física se va uno al Tercer Mundo, ¿o son los programadores actuales un nuevo proletariado? Como Lenin, nosotros estamos en un callejón sin salida. Lo que me gusta en Lenin precisamente es lo que asusta a las personas sobre él - la voluntad cruel para desechar todos los prejuicios. ¿Por qué no violencia? Horrible como puede parecer, yo pienso que es un antídoto útil a todo el aséptico, frustrando, el pacifismo políticamente correcto.

 

Tomemos la campaña contra el cigarro en los Estados Unidos. Yo pienso que éste es un fenómeno mucho más sospechoso de lo que parece ser. Primero, lo que está profundamente inscrito en ello es una idea de narcisismo absoluto, que siempre que usted esté en contacto con otra persona, de algún modo él o ella pueden infectarlo. Segundo, hay una envidia del intenso goce del fumar. Hay una cierta visión de subjetividad, una cierta falsedad en el liberalismo, eso se reduce a "yo quiero estar solo por otros; yo no quiero tampoco conseguir estar cerca de los otros." También, en esta lucha contra las compañías de tabaco, usted tiene un cierto tipo de yuppies políticamente correctos que lo están haciendo muy bien financieramente, pero que quiere retener una cierta aura anti-capitalista. ¿Qué buena manera de enfocarse en el obvio tipo malo, el gran Tabaco? Funciona como un enemigo sucedáneo. Todavía puedes seguir ganando en la bolsa de valores, pero puedes decir, "Yo estoy contra las compañías del tabaco". Ahora, debo dejar en claro que yo no fumo. Y no me gustan las compañías del tabaco. Pero esta obsesión con el peligro de fumar no es tan simple como podría parecer.

 

 

BS: Usted también ha dicho que algunos de sus lectores que rascan sus cabezas encima de las cosas positivas, usted ha estado escribiendo últimamente sobre la Cristiandad. ¿Qué hay en la Cristiandad que encuentre digno?

 

Žižek: Yo me tiento decir, "la parte leninista". Soy un ateo combativo. Mis inclinaciones son casi maoístas. Deben convertirse las iglesias en silos de grano o palacios de cultura. Lo qué la cristiandad hizo, en una versión religiosamente envuelta en misterio, es darnos la idea del renacimiento. Contra la noción pagana del destino, la cristiandad ofreció la posibilidad de una apertura radical, que nosotros podemos encontrar un punto cero y podemos borrar el pizarrón. Introdujo un nuevo tipo de ética: no que cada uno de nosotros debe hacer vuestro deber según vuestro lugar en la sociedad - un Rey bueno debe ser un Rey bueno, un sirviente bueno debe ser un sirviente bueno - sino en cambio esa independencia de quién yo soy, yo tengo el acceso directo a la universalidad. Esto es explosivo. Lo que me interesa es sólo esta dimensión. Por supuesto, esto se tomó así después por los filósofos seculares y los pensadores progresistas. Yo no estoy defendiendo a la Iglesia de forma alguna como una institución, ni siquiera de una manera mínima.

 

Para un ejemplo, tomemos a Judith Butler, y su tesis de que nuestra identidad sexual no es parte de nuestra naturaleza sino se construye socialmente. Tal declaración, semejante posición feminista, sólo podría ocurrir contra el fondo de un espacio cristiano.

 

 

BS: En varios momentos usted ha usado la palabra "universalismo." Por traficar en semejantes conceptos, la gente que usted identificaría como las fuerzas políticamente correctas lo han acusado de eurocentrismo. Usted ha escrito una defensa izquierdista radical incluso para el eurocentrismo. ¿Cómo responde a los cargos del campamento PC contra usted?

 

Žižek: Yo pienso que debemos aceptar que ese universalismo es una noción eurocentrista. Esto puede sonar racista, pero yo no pienso que así sea. Incluso cuando países del Tercer Mundo atraen libertad y democracia, cuando ellos formulan su lucha contra el imperialismo europeo, ellos están en un nivel más radical que endosa la premisa europea de universalismo. Usted puede recordar eso en la lucha contra el Apartheid en Sudafrica, el Congreso Nacional Africano (ANC) siempre atrajo los valores universales de la Ilustración, y era Buthelezi, el partidario del régimen negro pagado por la CIA, quién atrajo los valores africanos particulares.

 

Mi antagonista aquí es la posición ampliamente aceptada de que nosotros debemos dejar atrás la demanda por la verdad universal - que lo que nosotros tenemos es en cambio simplemente narrativas diferentes sobre quienes somos nosotros, las historias que nosotros contamos sobre nosotros. Así que, en esa visión, el orden ético más alto es respetar la otra historia. Todas las historias deben contarse, cada grupo étnico, político, o sexual debe darse y tener el derecho para contar su historia, como si este tipo de tolerancia hacia la pluralidad de historias sin el valor de verdad universal fuese el último horizonte ético.

 

Yo me opongo radicalmente a esto. Esta ética de narración normalmente esta acompañada por un derecho para narrar, como si el acto más alto que puedes hacer hoy fuera narrar tu propia historia, como si sólo una madre lesbiana negra pudiera saber lo que es ser una madre lesbiana negra, y así sucesivamente. Ahora esto puede sonar muy emancipatorio. Pero el momento en que nosotros aceptamos esta lógica, nosotros entramos en un tipo de Apartheid. En una situación de dominación social, no todas las narrativas son iguales. Por ejemplo, en la Alemania de los años treinta, la narrativa de los judíos no era únicamente una entre muchas. Ésta era la narrativa que explicaba la verdad sobre la situación entera. O, tome hoy la lucha gay. No es suficiente para los homosexuales decir, "nosotros queremos oír nuestra historia". No, la narrativa gay debe contener una dimensión universal, en el sentido de que su demanda implícita debe ser que lo que les pasa no es algo que los involucre sólo a ellos. Lo que está pasando con ellos es un síntoma o signo que nos dicen algo sobre lo que está equivocado con la integridad de la sociedad hoy. Nosotros tenemos que insistir en esta dimensión universal.

 

 

 

Slavoj Žižek, filosofo y psicoanalista, es actualmente investigador Senior en el Kulturwissenschaftliches Institut, en Essen, Alemanía. Sus últimas publicaciones son On Belief, (Routledge, 2001) y Did Somebody Say Totalitarianism? (Verso, 2001)[¿Quién dijo Totalitarismo? (Pre-Textos, 2002)].

 

Doug Henwood es el editor de Left Business Observer y autor de Wall Street: How It Works and for Whom (Verso, 1997), y “Él fue reaccionario en su adolescencia, pero sobrepasó las posibilidades del sistema” que será publicado próximamente en A New Economy?

 

Charlie Bertsch es miembro del Bad Subjects Production y un profesor auxiliar de inglés en la Universidad de Arizona.

 

 

Título Original: "I am a Fighting Atheist: Interview with Slavoj Žižek"

Extraído de: Bad Subjects, Issue # 59 , February 2002

Copyright©2002 Charlie Bertsch, Doug Henwood y Slavoj Žižek. Todos los derechos reservados.

http://eserver.org/bs/59/zizek.html

Aparecido originalmente en: Slavoj Žižek entrevistado por Doug Henwood, “Interview with Slavoj Žižek,” en The Anti-Capitalism Reader: Imagining a Geography of Opposition, ed. Joel Schalit (New York: Akashic Books, 2002), 80 pp.

 

 

 


<< Regresar




Hosted by www.Geocities.ws

1