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¿Qué
es el zen para mí? Fundamentalmente
significa la práctica de la atención en la vida corriente. Esta práctica te lleva a estar más
consciente de la realidad, menos dormido ante el mundo que te rodea. La
meditación te va introduciendo en un mundo de silencio interior, que está ahí
como un substrato permanente, a pesar de todos los ruidos exteriores e
interiores en que nos movemos. Esta
práctica profundiza en tu ser verdadero y hace que tu actuar sea una transparencia
de lo que llevas dentro. Entonces no
necesitas justificar tu ser con las cosas que haces. El actuar se convierte en algo simple y
natural. Practiqué
zen hace muchos años. Ahora hago un tipo de meditación silenciosa que es
parecida. ¿Qué
es el haiku para mí? El
haiku tiene mucho que ver con todo lo que he dicho anteriormente sobre la
práctica de la atención y con la concentración. Estar atento al instante que vives, te hace experimentar la realidad
tal cual es: una hoja de árbol sobre el asfalto que se mueve a expensas del
viento, pasa el tráfico. Tú la ves,
la sientes, te das cuenta de lo que hay ahí, sin pensar nada, sin analizar
nada. Unido al momento que estás viviendo. Esto es un momento haiku. Yo creo que todos vivimos momentos haiku,
unos con más conciencia y otros con menos. Después
de vivir esto, que para mí es lo más importante, viene la tarea (o el juego)
de expresarlo en esta forma llamada haiku.
A veces, cuando vives el momento, esto te sugiere algunas
palabras. Otras veces las tienes que
buscar. Comienzas a rumiar el
haiku. Con el cincel de la técnica lo
vas puliendo, hasta redondearlo lo más posible. Elaboras distintas opciones hasta que te decides por una. Otras veces, las menos para mí, el haiku
brota limpio y claro. Introducirse
en este camino del haiku es algo maravilloso, porque poco a poco (muy
lentamente) vas viendo cómo algo tan mínimo tiene una riqueza y profundidad
enormes. Gregorio Dávila 10/2/2005 |