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INTRODUCCION
Desde que los hermanos Olliver y Wilbur Write
inventaron el primer avión hacia el año 1903 han habido muchos accidentes de
aviación. Pero los primeros de ellos
eran los menos trágicos, pues el número de pasajeros era ínfimo. El incremento de la tecnología ha hecho
posible que cada vez más los aviones puedan cargar un mayor número de viajeros
pero al mismo tiempo ha hecho posible que volar sea cada vez más seguro.
Dada la gran cantidad de aeronaves que circundan los
cielos nos preguntamos en ocasiones ¿cómo es que no colisionan? La respuesta está en los profesionales de la
aviación que permanecen largo tiempo cuidando el espacio aéreo y a las claras
reglas de aeronáutica que están diseñadas para la prevención de accidentes.
Pero los accidentes ocurren. El objetivo de este material es aclarar al
lector que no siempre los accidentes son causados por el piloto. Hay una gran variedad de condiciones que se
dan para que ocurra un accidente aéreo.
Aquí se cubren únicamente algunas diferentes pero comunes causas.
EL AVION
El avión es un prodigio de
la física y la tecnología, ha cumplido con el deseo del hombre de conquistar
los cielos, y es considerado como el medio de transporte más seguro. A pesar de esto muchas personas tienen aún
miedo de volar y es comprensible debido a que muchos accidentes aéreos (algunos
recientes) han mermado la confianza de los pasajeros en estos aparatos.
El promedio de accidentes de
aviación es muy bajo en comparación con los accidentes terrestres. Hoy en día mueren muchas más personas en
accidentes de tránsito que en accidentes relacionados con aeronaves. Sin embargo, permanece el miedo a volar
porque cuando existe un accidente aéreo, que son los menos, tiene repercusión
mundial a través de la prensa y pareciera que son los más.
El avión es el medio de
comunicación más seguro que existe hasta ahora, pero todo este argumento nos
lleva entonces a hacer una pregunta lógica, ¿por qué se caen entonces los aviones?
Las
personas comúnmente creen que la causa principal de los accidentes aéreos es
por la falla en los motores o simplemente un “error” del piloto, y aunque esta
última es la más atribuida por los fabricantes y la gente en general, no es del
todo cierto.
Las causas que puede hacer que un avión se
precipite a tierra es extensa y está delimitada mayormente por condiciones
meteorológicas como lluvia, temperaturas extremas, niebla, fuertes vientos,
etc. así también como mal
funcionamiento de controles o indicadores, errores de diseño, mantenimiento inapropiado y reparaciones de
baja calidad. Aunque el error del
piloto es la menor de ellas se incluirá en este artículo.
Error del Piloto
En 1996 un avión Boeing 757 de la compañía
“Alas Dominicanas” partió del Aeropuerto Internacional de Puerto Plata con
destino fijado hacia Alemania. Apenas
unos minutos después de haber despegado, el avión con un centenar de pasajeros
se precipitó en aguas del Océano Atlántico desde una altitud de 7,000 pies en
sólo 3 minutos.
En este
caso sabemos que fue un error del piloto (más bien obstinación o prisa)
combinado con una falla de los
indicadores del avión. Cuando el
piloto está rodando el avión por la pista hace una llamada a su copiloto a los
108 Km/h: “Airspeed Alive” (velocidad de viento vivo) que significa que el
indicador de volocidad funciona, luego a 144 Km/h hace la segunda llamada
“Cross check” para asegurarse que los indicadores de velocidad del piloto y el
primer oficial están sincronizados. En
el vuelo del 757 de Alas Dominicanas el copiloto registró en la segunda llamada
del capitán que ambos instrumentos no estaban sincronizados, el piloto no
canceló el vuelo, antes bien decidió despegar ignorando el mal funcionamiento
de este importante indicador.
Error del Piloto.
En
algunas ocasiones los pilotos causan el accidente por ignorar advertencias
prescritas por los servicios especializados como los FSS y la FAA, por
inexperiencia al desconocer detalles y trucos que solo se adquieren con las horas
de vuelo, por apresurarse a hacer cosas antes de que la torre les autorice
dejando así a un lado la seguridad aérea (la cual es estricta), por olvidar
procedimientos que deben hacer, procedimientos que deben estar escritos en una
lista y que el piloto debe ir paso por paso haciendo y tachando en la lista
pero que por su falso sentimiento de experiencia a veces obvia, resultando en
un olvido que es frecuentemente causa de un accidente y finalmente por una
tripulación no apta para volar.
Mal funcionamiento de los controles o
indicadores
Como se
ha dicho en el ejemplo anterior, en ese mismo vuelo de Alas Dominicanas además
de la obstinación del capitán por despegar a sabiendas de que tenía un
instrumento defectuoso, el instrumento mismo fue causa del accidente.
Todos los
aviones cuentan con un instrumento llamado Indicador
de Velocidad del Aire que tiene
como función decir la velocidad relativa a la que se mueve la aeronave, y un Altímetro cuya función es decir la
altura (véase ilustración). El primero
funciona con la presión del aire al impactar un sensor del instrumento que está
fuera del avión, este impacto se llama presión dinámica y se compara con la
presión dentro del avión que se llama
presión estática y da como resultado la indicación de la velocidad del
avión. El altímetro funciona solo con
la presión estática, según el avión se eleva la presión estática desciende y el
altímetro mide este descenso de presión como aumento de altitud. Cuando por alguna razón el indicador por el
cual se conoce la presión dinámica se obstruye, la presión dinámica no está
disponible, así que la comparación de las dos presiones no es válida y el
indicador de velocidad actúa como un altímetro, es decir que si el avión sube,
el indicador de velocidad dirá que el avión va más rápido, y si el avión desciende el indicador de
velocidad dirá que el avión va más despacio.
De este modo el indicador de velocidad al estar obstruido en realidad
está midiendo altura y no velocidad. El
peligro radica en que los aviones necesitan cierta velocidad para mantenerse en
el aire, si la velocidad del avión cae por debajo de ésta entra en pérdida[1]
y el avión no puede sustentarse en el aire.
En el
trágico vuelo del 757 cuando el indicador de velocidad del aire marcó que el avión
volaba demasiado rápido debido a su altura, el capitán recortó la potencia
haciendo que la aeronave perdiera velocidad y consecuentemente su sustentación,
desplomándose finalmente en el océano.
Mal
Funcionamiento de los controles.
Gran
parte de los accidentes ocurren por errores de mantenimiento como estos, por
lecturas incorrectas de algunos instrumentos, por obstrucción de las vías
de acceso a causa del polvo, hielo o
algún otro elemento natural, por partes de las superficies de control obstruidas
o no funcionando.
Error de diseño
Algunos
aviones cuando salen de la fábrica no están del todo probados y tienen algunas
fallas estructurales que no son evidentes en el momento de iniciar sus
servicios útiles pero que están latentes y que más tarde o más temprano
acarrearan la desgracia de los pasajeros, sus familias, la línea aérea y los
fabricantes. Este es el caso de dos
aviones relativamente conocidos, el McDonnell Douglas MD-11, muy usado en
aerolíneas nacionales como APA e internacionales como American Airlines; y el
Airbus Industries A320 utilizado mayormente por aerolíneas europeas como Air
France. En este caso nos referiremos
como ejemplo solo al Airbus A320.
El Airbus
A320 es el primer avión en incorporar toda una cabina totalmente digital, tanto
así que el control de mando ya no es el “yoke”
o timón que se utiliza en los aviones convencionales, sino una pequeña
palanca de mando semejante a la usada en los aviones militares. En este tipo de avión el control depende
mayormente no del piloto, sino de la computadora que está en la nave. Por esta misma causa este avión ha tenido
tres accidentes fatales en menos de cuatro años. Uno de ellos ocurrió cuando el piloto al darse cuenta que el
aterrizaje no era posible intentó elevar la nariz pero la computadora no se lo
permitió, porque ésta intentó aterrizar a pesar de lo reducido del espacio.
Errores de diseño.
Ocurren
cuando el avión sale de la fábrica con fallas no detectadas, en ocasiones estas
fallas no son obvias como impurezas en los materiales de construcción y los
fabricantes culpan a los pilotos de accidentes como estos.
Mantenimiento Inapropiado
La causa
más común de accidentes aéreos ocurre por un mantenimiento preventivo
inadecuado. Esta causa es más evidente
en aviones de gran antigüedad cuando son sometidos vuelos largos, compresión y
descompresión que finalmente terminan desgastando el avión. No obstante esta falla no está reservada
solo a este tipo de aeronaves. En
aviones recientes un mantenimiento negligente puede acarrear un desastre.
Un avión Boeing 747 de la línea Japan
Airlines se estrelló entre las escarpadas montañas de su país a solo unos
minutos de haber despegado. Al
investigarse el hecho se determinó que el avión había sido reparado siete años
atrás. En la reparación los ajustes no se
hicieron como se recomienda por el fabricante y el tiempo debilitó los soportes
reparados. Aquel fatídico día se desprendió
la parte trasera de la nave en una explosión debido a la diferencia de presión
existente que destruyó la cola y con ellos los controles. El avión se mecía de un lado a otro hasta
que dio con el suelo. Los pilotos nunca
supieron siquiera la causa de la falla.
Mantenimiento Inapropiado.
Ocurre
por falta de fondos para hacer un programa preventivo adecuado por parte de las
aerolíneas, aviones que deberían estar fuera del servicio por antigüedad,
personal no calificado o sencillamente negligencia.
CONCLUSION
Una vez
finalizado el documento pensaría el lector todo lo contrario a lo afirmado en
las primeras páginas acerca de la seguridad de los aviones como medio de
transporte. Realmente entre lo
expresado en las primeras páginas y lo expresado en las postreras no hay
contradicción alguna.
Se
atribuye a las aeronaves la mejor seguridad de transporte al mismo tiempo que
se argumentó bastante acerca de las causas por las cuales un avión (o mejor
dicho sus usuarios) puede ser víctima de un desastre. El hecho es que no se ha aclarado en que porcentaje. Aunque bien es cierto que las causas pueden
ser muchas, no deja de ser cierto además que son muy pocas las ocasiones en que
más de una causa pueden combinarse de modo que provoquen un desastre.
Por lo
cual he de reiterarse una vez más que muchos aviones seguirán cayendo, del
mismo modo que muchas más personas perderán sus vidas en los automóviles, pero
que el número de aviones caídos será ínfimo con relación a los muchos cientos
de miles más que seguirán volando.
[1] Se llama pérdida cuando el aire no pasa fluídamente por las alas y el avión pierde su sustento.
Crf. Private Pilot Manual, Jeppesen Sanderson, 13ra. Edición, 1995 pág. 17