El cazador astronauta

Amanecía y sobre la sierra, en un hueco de tierra árida, el hombre despertó estirando sus brazos y piernas entumecidos, después se irguió y miró hacia el naciente. Al cabo de un rato buscó a su alrededor un objeto pequeño que siempre llevaba consigo: era una piedra afilada atada a un trozo de madera. Lentamente bajó hasta el valle y caminó en busca de una presa para saciar su apetito. Ya había andado bastante y el calor del día dejaba sentir su fuerza; el cazador se acercó a un arroyo para refrescarse. Estaba inclinado sobre el agua cuando dos vigorosos brazos se cerraron alrededor de su cuerpo, fue alzado en el aire y arrojado contra el suelo con rudeza; al mismo tiempo un cuerpo pesado cayó sobre él, oprimiéndolo contra la tierra. Con la agilidad y la rapidez de un felino arqueó su cuerpo y se puso en pie mirando a su atacante: un macho de su misma especie que le gruñía con fiereza mostrando ojos y rostro terribles. Entonces miró en torno y con desenvuelto ademán mientras soltaba un potente grito se lanzó en bravío combate. La pelea cuerpo a cuerpo, la piel ensangrentada, en un momento sus dedos fuertes alcanzaron la maza de piedra afilada que clavó en el estómago de aquella fiera.

Medio aturdido, lo vio desplomarse en el suelo, apretó los puños robustos y curtidos. Sus ojos brillaron mientras observaba el cuerpo caído que emitía los quejidos de una muerte lenta. Notó que aquel a quien había vencido era su igual: esto le produjo una extraña y maravillosa sensación, se sintió el más poderoso, y como si un aguijón se hubiera incrustado en su cuerpo subió apresurado a lo alto de la colina y desde allí lanzó un tremendo grito. Un grito que parecía decir :

¡A vosotros, quien quiera que seáis,

en este inmenso lugar

de ahora en adelante

ya no estáis a salvo,

ya no dormiréis en paz ,

pues un guerrero ha despertado para nunca ya claudicar!

Después, el ajetreado sendero del tiempo lo conduciría a ser también: jefe, rey, mercader, escriba, juez, sacerdote, tamborilero, artesano, verdugo, esclavo y esclavizador. También escudero, pirata, herrero, médico, ladrón, sacamuelas, comediante, científico, torero, abogado, obrero, político, pistolero, buzo, ingeniero, gigolo, campesino, astrólogo, barrendero, aviador, maestro, traficante, poeta, astronauta.

Es probable que también sea un mozo guapo o un hombre rico envuelto en rango y prestigio,pero instintivamente será perseguidor y perseguido. Cuesta creer que a pesar de los siglos transcurridos en verdad para nada le sirvan las experiencias pasadas que sólo lo conducen a inútiles discusiones. Y como en todo el mundo y en cualquier época los cuervos son del mismo color, cuando el sangriento festín de la guerra se vuelve a celebrar, el guerrero resurge para pelear.

¿Cómo nos hemos metido en este pandemonio?

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