Los monitores muestran tanto la información que aportamos, como la que el ordenador nos comunica.
Desde los primeros que aparecieron con el fósforo verde, la tecnología ha evolucionado junto con la fabricación de nuevas tarjetas gráficas. Ahora no se concibe un ordenador sin un monitor en color. Ahora la "guerra" está en el tamaño y en la resolución que sean capaces de mostrar.
Tamaño
Son las dimensiones de la diagonal de la pantalla que se mide en pulgadas.
Podemos tener monitores de 9, 14, 15, 17, 19, 20 y 21 ó más
pulgadas. Los más habituales son los de 15 pulgadas aunque cada vez
son más los que apuestan por los de 17 pulgadas, que pronto pasarán
a ser el estándar. Los de 14 pulgadas se usan cada vez menos. Todo
esto se debe a que que las tarjetas gráficas que se montan ahora soportan
fácilmente resoluciones de hasta 1600x1280 pixels.
Resoluclón
Un pixel es la unidad mínima de información gráfica que
se puede mostrar en pantalla. Cuantos más pixels pueda mostrar el monitor
de más resolución dispondremos. Traducido a lenguaje "de
la calle" quiere decir que más elementos nos cabrán en
ella. Es igual que si vivimos en un estudio de 25 m2 y nos mudamos ¡Oh
fortunal a una casa de 300 m2. Nosotros somos los mismos, sólo que
disponemos de más espacio. Si trabajáis con Windows la resolución
ampliada es fundamental, podréis tener más iconos en pantalla,
podréis tener abiertas varias aplicaciones y verlas a la vez, sin tener
que maximizar cada una cuando cambiéis a ellas, etc.
La resolución está íntimamente relacionada con las dimensiones del monitor, pero no podemos guiarnos fiablemente por esto. Por ejemplo, hay algún monitor de 15 pulgadas que alcanza resoluciones de hasta 1600 x 1280, pero las dimensiones físicas de la pantalla hacen que todo se vea muy reducido, siendo un engorro y además pagamos por unas características que nunca utilizaremos. Para estas resoluciones ampliadas os recomendamos: un monitor de 15 pulgadas para 1024 x 768, y uno de 17 o 20 pulgadas para 1280 x 1024 pixels.
Entrelazado
Es una técnica que permite al monitor alcanzar mayores resoluciones
refrescando el contenido de la pantalla en dlls barridos, en lugar de uno.
Lo malo de esta técnica es que produce un efecto de parpadeo muy molesto,
debido a que el tiempo de refresco no es lo suficientemente pequeño
como para mantener el fósforo activo entre las dos pasadas. Procurad
que vuestro monitor sea no-entrelazado.
Frecuencia
de barrido vertical
El rayo de electrones debe recorrer toda la superficie de la pantalla empezando
por la esquina superior izquierda, y barriéndola de izquierda a derecha
y de arriba abajo. La frecuencia de refresco, medida en Hertzios, es el númeto
de veces que el cañón de electrones barre la pantalla por segundo.
¿Por qué es tan importante este valor? Pues porque si es una
frecuencia baja, se hará visible el recorrido del haz de electrones,
en forma de un molesto parpadeo de la pantalla. El mínimo debe ser
de 70 Hz, pero un buen monitor debe ser capaz de alcanzar frecuencias superior.
Cuanto mayor sea el valor de este parámetro mejor, ya que permitirá
mayores resoluciones sin necesidad de entrelazar. La imagen será más
nítida y estable.
Tamaño
del punto (Dot Pltch)
Un punto del monitor es la unidad mínima física que puede mostrarse
en la pantalla. Dependiendo de la resolución lógica que utilicemos
se adaptará la salida para que un pixel ajuste perfectamente con una
o un conjunto de estas celdillas físicas de pantalla. Si un monitor
tiene las celdillas muy pequeñas, menor será el tamaño
del pixel lógico, con lo cual las resoluciones altas serán más
precisas en la calidad de la imagen. Un tamaño muy bueno del punto
es de 0.25 mientras que uno de 0.28 o superior muestran resultados deficientes
en resoluciones mayores a 800 x 600 pixels.
Existen otros parámetros interesantes, como por ejemplo la posibilidad de almacenar configuraciones en la memoria del monitor, que sea de exploración digital controlada por un microprocesador, la posibilidad de desmagnetizar el tubo (degauss), de ajustar las dimensiones de la imagen, control de color, brillo y contraste, ahorro de energía, baja radiación, etc.
Existe una gran variedad de monitores en el mercado entre ellos están los Sony, Hitachi, Samsung, Philips Brilliance, Eizo, Nanao, Toshiba, Proview, etc.
Lo que sí debe quedar claro es que si queréis resoluciones de 1024 x 768 optad por uno de 15 pulgadas y mirad muy bien las especificaciones del entrelazado y tamaño del punto (sobre todo).
Filtros
para el monitor
Si el monitor es importante para poder ver qué hacemos y lo que nos
dice el sistema, más importante son nuestros ojos y nuestra salud.
Está demostrado científicamente, y en la práctica, que
trabajar ante un monitor produce cansancio, picor e irritación de ojos,
vista cansada, dolor de cabeza y visión borrosa. El filtro es un elemento
imprescindible, y hasta tal punto que es obligatorio en todos los centros
de trabajo. El monitor emite una serie de radiaciones y acumula en la pantalla
electricidad estática, causantes de estos síntomas. Los filtros
de pantalla se encargan de reducir estos efectos de las radiaciones y de descargar
la electricidad estática. Entre las radiaciones emitidas se encuentran
la ultravioleta, la infrarroja, la visible (luminosidad), y VLF y ELF (generadas
por los campos electromagnéticos que crea el sistema de alimentación).
Entre las demás ventajas de instalar un filtro frente a nosotros destacan
la eliminación de los reflejos en la pantalla, el aumento de la definición
de los colores y caracteres y la reducción de la cantidad de polvo
y suciedad que se fija a la pantalla (principalmente por el humo de tabaco)
debido a la electricidad estática.
En el mercado existe una gran cantidad de filtros cuyo precio oscila entre las 3.000 y 20.000 pesetas. La diferencia se ve sobre todo en el precio, aunque se justifica en el proceso de fabricación, concretamente en el tratamiento del cristal. Los mejores están tratados por las dos caras, poseen filtro ortocromático, un cable para la descarga de la electricidad estática (generadas sobre todo al encender el monitor) y reducen la radiación emitida hasta en un 99%.
La
alternativa LCD
Últimamente se habla del avance de la tecnología LCD o cristal
líquido, llegando incluso a citarse como posible alternativa de futuro
frente al tradicional CRT.
Ventajas como el ahorro de consumo y de especio (LCD posibilita la fabricación de pantalla extraplanas, de muy poca profundidad), así como la prácticamente nula emisión de radiaciones, aportan un gran interés a este tipo de dispositivos.