NOVENA DE NUESTRA SEÑORA DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN DE COTOCA
DIA PRIMERO
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS ( Página 5 del libreto )
Señor mío Jesucristo mi Redentor y Salvador yo me arrepiento de todos los
pecados que he cometido hasta hoy, y me de pesa de todo corazón porque con ellos
ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío en tu
infinita misericordia el perdón, la paz y la vida eterna. Me anima, Señor, el
considerar entre tus beneficios el haberme dado por Madre espiritual a la que
fue tu Santísima Madre María.
Te agradecemos, Señor, que nos permitieran como se apareciese entre nosotros con
el título de Purísima.
Concepción de Cotoca. A ti llegamos, Señor, una vez más, llenos de confianza.
Recíbenos, y escúchanos... Amén.
ORACIÓN
María, Madre de Jesús y Madre nuestra, Inmaculada y llena de gracia en este
primer día de la novena te pedimos por toda Bolivia y de modo particular por
todos los que te veneramos y amamos en este departamento de Santa Cruz. Bendice,
Señora nuestra Patria para que se superen las dificultades y todos tengan la
oportunidad de vivir dignamente, en paz y en mutua ayuda , como hijos del mismo
Padre Dios y que sintamos tu protección en el progreso por la unión y felicidad
de todos. Haz, Señora, que superemos los egoísmos personales y raciales. Que no
haya entre tus hijos esclavitud por la opresión económica, ni odios por las
diferencias sociales. Amen.
( Lo demás como el Primer Día Pág. 7 )
Se rezan cinco Ave Marías, saludando a esta divina Señora en los cinco estados
de su pureza.
Yo te saludo y felicito, María Santísima pura y sin mancha en tu concepción.
Llena eres de gracia. Ave María.
Yo te saludo y felicito, María Santísima pura y sin mancha en tu nacimiento.
Llena eres de gracia. Ave María
Yo te saludo y felicito, María Santísima pura y sin mancha antes
del parto. Llena eres de gracia. Ave María
Yo te saludo y felicito, María Santísima pura y sin mancha en el parto. Llena
eres de gracia. Ave María
Yo te saludo y felicito, María Santísima pura y sin mancha después del parto.
Llena eres de gracia. Ave María
A N T I F O N A
Bienaventurada Madre del Redentor, puerta del cielo que siempre está abierta,
hermosa estrella que guías a los que navegan en el mar tempestuoso del mundo ;
socorre a los que están caídos en el pecado y que desean librarse de él. Tú, que
fuiste libre desde el primer instante de tu Concepción, y con pasmo de los
mismos Ángeles concebiste a tu Creador, líbranos de Ias tribulaciones e
impurezas del alma y cuerpo.
V.- Es siempre inmaculada la Concepción de la Virgen Santa María.
R.- De cuya gloriosa pureza se alegran todas las almas devotas.
ORACIÓN
Omnipotente y sempiterno Dios y Señor nuestro, que eres esperanza, premio y
consuelo de los afligidos que te invocan y quisiste que todos los bienes que
tenemos y esperamos alcanzar nos viniesen por mano de la Santísima Virgen María
por cuya inmaculada.
Concepción te preparaste digna morada ; concédenos te suplicamos, que todos los
que veneran piadosamente tu nacimiento en carne mortal, y te ruegan delante de
esta milagrosa imagen aparecida sientan el perpetuo socorro de su patrocinio y
sean libres en el cuerpo y en el alma de toda tribulación. Tú que vives y reinas
por todos los siglos de los siglos. Amén.
GOZOS
Pues sois de los pecadores el consuelo y la alegría.
! Oh Madre, clemente y pia Escuchad nuestros clamores
Si en vuestra imagen hermosa
Sin detención encontramos
Todo el bien que deseamos
En esta vida penosa ;
Si en todo tiempo graciosa
Dispensáis vuestros favores Con Franca soberanía
! Oh, Madre etc.
Fénix de amor encontrada
para remediar al hombre
ostentáis este renombre
En vuestra imagen sagrada.
Con tal timbre coronada
Se aumentan más los ardores
De nuestro amor cada día.
! Oh, Madre etc.
Como aquella nubecita
Que Elías vio en el Carmelo
Así por nuestro consuelo
Obraste esta maravilla.
De una imagen tan sencilla
Salieron tantos primores
Que son asombro del día.
!Oh, Madre etc.
!Qué copiosa y qué incesante
Es la lluvia soberana. De milagros con que ufana
Nos beneficiáis amante !
No pasa ningún instante,
sin que derraméis favores
Con general bizarría
!Oh, Madre etc.
Todo el que imploró confiado
y con sincera intención
Vuestro amparo y protección
Salió siempre consolado :
Infinitos han mudado
En delicias sus dolores
Porque os buscaron por guía
!Oh, Madre etc.
No hay enfermedad penosa,
No hay trabajo ni desgracia
Que vos con pronta
eficacia
No remediéis generosa
Si es que con fe fervorosa
Quien busca vuestros favores
De los vicios se desvía.
!Oh, Madre etc.
Entero el pueblo cruceño
así lo confiesa ufano
Porque jamás clamó en vano
Si en su clamor puso empeño
Con modo el más halagüeño
En sus congojas mayores
Le habéis dado la alegría :
!Oh, Madre etc.
Casa común del consuelo
Es vuestro Templo sagrado
Pues en el habéis fijado
Vuestro maternal desvelo;
Por eso con tanto anhelo,
Sin récelos ni temores,
os clamamos noche y día
! Oh, Madre etc.
Feliz pueblo de Cotoca
Tierra mil veces dichosa,
!Qué riqueza tan preciosa
Dios en tu templo coloca!
Su dulce nombre se invoca
Para alcanzar los favores.
Que nos prodiga María
! Oh, Madre etc.
ORACIÓN
! Oh Santísima Virgen María, Madre de Dios,
más con el corazón que con los labios,
te doy gozoso el parabién por tus incomparables excelencias;
y aprovechándome de esta feliz ocasión,
presento ante tu virginal acatamiento mis humildes ruegos
esperando cuides en adelante de mi alma y dirijas mis pasos,
pues no se ha oído jamás que haya vuelto desconsolado
quien de veras recurrió a Tu patrocinio.
Con esta confianza, te suplico benignísima Madre de la
Iglesia por nuestro Soberano Pontífice y por sus
intenciones; por nuestro señor Arzobispo y por el
clero de la Diócesis; por nuestros gobernantes y por
todo el pueblo cristiano; finalmente te pido por la
exaltación y propagación de nuestra Santa Fe Católica,
por las necesidades de la Santa Iglesia; para que nos
preserves de los peligros del alma y cuerpo,
y por Ia salvación de todos los cristianos
y el descanso de las benditas almas del purgatorio. Amén.
ANTÍFONA
Bienaventurada Madre del Redentor, Abogada de los
pecadores, socorre a todos los que están caídos en e! pecado y desean liberarse
de él. Tú que fuiste libre de todo pecado desde el primer instante de tu
Concepción.