Cristianos, judíos, musulmanes, budistas e hinduistas oraron por la paz en un encuentro interreligioso realizado en la Santa Casa de Ejercicios, Independencia 1190, al cumplirse 54 años de la explosión de la bomba atómica en Hiroshima.

   Yoshie Kamioke, que ahora vive en Olivos, tenía entonces 17 años y todavía recuerda ese estremecedor momento. "Cuando me di cuenta, alrededor estaba muy oscuro, como si fuera de noche -dijo-. No sabía qué había ocurrido. Muchos pedían auxilio. Sus gritos aún resuenan en mis oídos. Me dolía todo el cuerpo, pero yo tenía suerte: por un pelo, pero todavía sigo viviendo. Aunque me siento muy triste pensando en las personas que fallecieron."

   El 5 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó una bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima y causó la muerte de 100.000 personas.

El encuentro de ayer fue organizado por la Comisión Episcopal de Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo y otras Religiones. El presidente del Episcopado, monseñor Estanislao Karlic, dirigió una extensa meditación, siendo seguido en silenciosa escucha por los asistentes. "Para pedir la paz, hoy queremos encontrarnos con Dios", expresó.

   Al final, los cinco grupos se congregaron en un patio, y leyeron un llamamiento, que dice: "No hay victoria auténtica en la humillación y la derrota del otro. Dios quiere la paz".