"Quien hace una obra por la sola gloria de Dios,
aunque no prospere, no se perturba, pues ha obtenido
el fin que pretend�a, que era agradar a Dios, despu�s
de haber obrado con rectitud de intenci�n"  
(San Alfonso M� de Ligorio: "Pr�ctica del Amor a Jesucristo") 

    "Estamos en tiempos en que no podemos dormir; la voluntad de Dios no nos quiere inactivos, en un estado de posici�n pasiva para aceptar todos los acontecimientos como queridos por El. Hay muchas cosas que pasan en el mundo, que El no quiere que pasen y nuestro deber es tratar de evitar que sucedan. 

   Pensemos que no solamente ofende a Dios el que peca; tambi�n lo ofende el que pudiendo impedir que se cometa alg�n esc�ndalo no hace lo que est� en su mano para impedirlo. Pong�monos en el lugar de un padre cuyo hijo ha sido asesinado. Su indignaci�n no estar� dirigida solamente hacia el asesino, sino tambi�n hacia aquellos que presenciaron el asesinato y no hicieron nada para evitarlo. Ante nosotros se cometen esc�ndalos que pueden dar muerte a muchas almas. �Pobre de aquel en cuyas manos estuviera evitar la muerte de un alma y no hiciera nada para impedirlo! 

   Conformismo con la voluntad de Dios, si; pero despu�s de que hayamos hecho por nuestra parte todo lo que podamos para que las cosas sucedan de la forma m�s favorable para el bien de las almas". (Introducci�n a "Conformidad con la voluntad de Dios", de San Alfonso Maria Ligorio)

   Teniendo presente estas estas consideraciones, es que un grupo de laicos de la ciudad de C�rdoba, Argentina, nos reunimos y resolvimos construir un sitio en Internet para volcar all� nuestras inquietudes.

   Somos fieles y obedientes a Cristo y a su Esposa, la Iglesia. Cat�licos dispuestos a proclamar la Verdad revelada en la Sagrada Escritura. Profesamos y creemos TODOS los dogmas de la Santa Madre Iglesia. Seguimos sus ense�anzas y su Magisterio infalible contenido en la Tradici�n y en las ense�anzas de los Pont�fices y Concilios. Confirmamos mantener los 2000 a�os de tradici�n cristiana sin cambios.

   No abrimos juicio, no juzgamos a nadie; solamente exponemos los hechos, y las dudas que surgen de los mismos. Tampoco somos te�logos y por lo tanto no arribamos a conclusiones. Nos limitamos a publicar art�culos de personas capacitadas para hacerlo.

 Pero la desorientaci�n es grande. Solamente con nuestro catecismo en la mano podemos ver que nos quieren dar una nueva religi�n.

"En tiempos venideros han de apostatar algunos de la fe,
dando o�dos a esp�ritus falaces y a doctrinas de demonios,
  que con hipocres�a hablaran mentiras..." 
(I Tim., 4. 1-2).

"... vendr� tiempo en que no podr�n sufrir la sana doctrina,
  sino que, teniendo una comez�n extremada de o�r, recurrir�n
a una caterva de maestros siguiendo sus propias concupiscencias.
  Cerraran sus o�dos a la verdad, y los aplicaran a las f�bulas..." 
  (II Timoteo, 4, 3-4) 

DEC�AMOS AYER