¿COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN
O ARREGLO DE CUENTAS?[1]
(4 de septiembre de 1937)
(...)Los gángsters de la
G.P.U. han asesinado en España al dirigente del P.O.U.M. Andrés Nin. Nin era mi
adversario. Por el contrario Fenner Brockway le consideraba como un camarada.
Si el Buró de Londres y los demás Poncios Pilatos «imparciales» hubieran
organizado una investigación sobre las
falsificaciones de Moscú inmediatamente después del proceso de Zinoviev y Kamenev, la G.P.U. no se hubiera atrevido a lanzar contra los dirigentes
del P.O.U.M., la falsa acusación, según la cual colaboraban con el general
Franco. Sin embargo, no lo hicieron.
Esta gente «imparcial» ha
protegido a la G.P.U. Resultado: Nin ha sido asesinado, igual que decenas y
centenas de sus camaradas. El P.O.U.M. ha sido aplastado. No es necesario
volver sobre los errores cometidos en el pasado,
pero, ¿no creen que ha sonado la hora para una investigación internacional
sobre los crímenes cometidos en España por la G.P.U?
( ... ) Para terminar, creo necesario evocar otro hecho no desprovisto de importancia Fenner Brockway ha propuesto la constitución de una comisión internacional de investigación sobre mi actividad política, pretendiendo incluir, con una curiosa precipitación, a Norman Thomas, Otto Bauer y otros de mis enemigos políticos jurados.[2]
La propia idea de un juicio «oficial» sobre la actividad política de
una persona o un partido, constituye un absurdo de tal calibre que no podría evocarse
más que en un periódico humorístico de provincias. Esto es algo que Fenner
Brockway no puede entender. Sin embargo ha intentado explotar las sangrientas
confusiones de Moscú para golpear al bolchevismo -al trotskysmo- al cual odia,
intentando disimular su lucha fraccional bajo la cobertura de una
«investigación» imparcial: ya es sabido que a los especialistas en moral les
gusta pescar en agua turbia.
Nosotros, «inmorales bolcheviques», actuamos de otra forma. Criticamos
abiertamente a Nin cuando vivía, y no cambiaremos nuestra apreciación sobre él,
después de su muerte. Sin embargo, como no hemos dudado ni un minuto en la
incorruptibilidad de este militante proletario, estamos dispuestos a hacer todo
lo posible para rehabilitar su nombre y para atacar implacablemente a sus
verdugos.
Declaramos por adelantado a
Fenner Brockway y a los demás especialistas en moral, que ninguno de nuestros
camaradas ni simpatizantes intentará explotar la investigación sobre el asesinato de Nin, para hacer un arreglo de cuentas
con él.
Para luchar contra el centrismo y el oportunismo, no tenemos ninguna
necesidad de escondernos tras una comisión creada para otros fines. Dejamos
estos métodos a los Tartufos de la moral idealista. Somos mucho más
materialistas y preferimos llamar a las cosas por su nombre y a la estupidez,
algo propio de gente estúpida.
Los golpes contra nuestros adversarios los damos abiertamente y sin
otra responsabilidad que la nuestra propia.[3]
[1] T. 4206: sacado de «Encore une fois contre Fenner Brockway», publicado en La Lutte ouvriére, el 9 de diciembre de 1937. Fenner Brockway secretario del Buró de Londres -al que estaba adherido el P.O.U.M.- había expresado el rechazo de esta organización a colaborar en los trabajos de la comisión de investigación sobre los Procesos de Moscú -a la que reprochaba haber sido constituida a iniciativa de un comité de defensa de Trotsky- anunciando la intención de llevar su propia investigación, cuyas conclusiones aún no habían sido dadas a conocer. Se sabe que las organizaciones adheridas al Buró de Londres consideraban en general válidas las conclusiones estalinistas de los Procesos de Moscú, a pesar de que el P.O.U.M. había apreciado correctamente la relación que existía entre la represión contra los viejos bolcheviques en Moscú y la represión contra los revolucionarios en España. Trotsky subraya aquí las contradicciones de sus adversarios «centristas».
[2] Norman Thomas era el dirigente del Partido socialista americano, Otto Bauer el dirigente -en la emigración- del Partido socialdemócrata austríaco. Trotsky escribe del primero (Su moral y la nuestra, p. 54): «Al llegar de España, Norman Thomas ha declarado que los trotskystas ayudaban "objetivamente a Franco", y gracias a este absurdo el propio Norman Thomas ha otorgado un apoyo objetivo a los verdugos de la G.P.U. Este apóstol excluía a los trotskystas de su partido al mismo tiempo que los verdugos de la G.P.U. asesinaban a sus camaradas en la U.R.S.S. y en España». Sobre Otto Bauer escribió (Ibidem, p. 56) «Otto Bauer no se burla con moderación de la justicia de Vychinski más que para apoyar "imparcialmente" la política de Stalin: "El destino de la U.R.S.S. es el propio del estalinismo mientras el desarrollo interno de la U.R.S.S. no sobrepase la fase estalinista»».
[3] Trotsky expone aquí los temas que desarrollará más ampliamente en Su moral y la nuestra, a principios de 1938.