ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL FERROCARRIL "CUENCA MINERA DE RÍOTINTO"
FERROCARRIL DE MINAS DE PEÑA DE HIERRO
Las Minas de Peña de Hierro, situadas a unos 3 kms. al norte de Nerva y próximas a las de Ríotinto, comenzaron a explotarse hacia 1.850, pero no sería hasta la llegada de la entidad londinense "The Peña Copper Mines Limited" en 1.902 (Brown, 1.909) cuando se reactivasen los trabajos mineros, se levantaran nuevos grupos de viviendas para albergar a los trabajadores y se construyera el ferrocarril minero de Peña de Hierro al Castillo de las Guardas (Sevilla).
Antes de la llegada de la sociedad inglesa, el transporte de minerales se realizaba utilizando el ferrocarril de Ríotinto hasta el muelle de Huelva, conviniendo unas tarifas concretas, según el volumen de mineral arrastrado. Para ello fue necesario construir un pequeño ramal de 4 kms. que sirviera de enlace entre Peña de Hierro y Ríotinto, ramal propiedad de esta última empresa. Pero problemas en las tarifas aplicadas o en el servicio prestado, amén de un abultado número de pleitos con la Ríotinto Company, indujeron a The Peña Copper a plantearse seriamente la construcción de un ferrocarril que abaratase el transporte de sus minerales. Para ello estableció un acuerdo con la empresa bilbaína "Sociedad Anónima de Minas de Cala", explotadora de las minas del mismo nombre, para la construcción de un ferrocarril entre Peña de Hierro y las Minas del Castillo de las Guardas, en la provincia de Sevilla. Desde este último punto, los trenes de mineral podrían continuar por el ramal de Minas del Castillo-Ronquillo y enlazar en esta última estación con el ferrocarril de Minas de Cala-San Juan de Aznalfarache, finalizando el recorrido cerca de Sevilla. San Juan de Aznalfarache contaba con un muelle de embarque en la margen derecha del río Guadalquivir (Perejil Delay, 1.998).
De los 20 kms. que tenía este ferrocarril, unos 8 discurrían por la provincia de Huelva y el resto por la de Sevilla. Contó también con servicio público de viajeros y transportes de mercancías y dispuso de dos locomotoras de vapor, una de ellas denominada Peña de Hierro. Para el uso interior y de maniobras en la mina, existió una pequeña red de 600 mm, con cinco locomotoras de vapor, de las que recordamos : Peña Copper, Balastrera y Gorila (Llauradó, 1.984; comunicación de Alberto Vázquez Vázquez).
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