La Escuela Madrileña

La Escuela Madrileña es la que siguió la doctrina original de Martí, aunque las propias exigencias de la oratoria obligaron a algunas alteraciones.

En 1840, Francisco Bermúdez Sotomayor publica "Lecciones de Taquigrafía" y Antonio Iza Zamacola su "Compendio de la Taquigrafía Española".

Fuentes Villlaseñor En 1846, se publica en Madrid "Taquigrafía, o Arte de escribir tan velozmente como se habla y con la misma claridad que la escritura común, por Don Primitivo Fuentes Villaseñor, aumentada nuevamente de dos láminas para ejercicio en la lectura ". En esta obra, Fuentes introduce al sistema Martí algunas modificaciones de Serra.

En 1855, Luciano Guerrero de Escalante y Moreno publicó en Cádiz "Manual de Taquigrafía Castellana".

En 1870, Ricardo Villaseñor publica en Madrid "Lecciones de Taquigrafía", en el que incluye 28 terminaciones, y Joaquín Alejandro Galvez publica otra obra taquigráfica en Valencia.

En 1872, Leopoldo Suit y Agüero publica "Compendio de Taquigrafía o Arte de escribir siguiendo la rapidez de la palabra", basándose en la quinta edición de la obra de Martí publicada por Vela en 1845. Esta obra es de las mejores en cuanto a la exposición del método de la Escuela Madrileña.

También Guillermo Flórez de Pando publica en 1872 su "Tratado teórico-práctico de Taquigrafía". En 1887 publica la segunda edición de su Tratado.

En 1873, Carlos María Gaya y Marzal publica su "Tratado de Taquigrafía o Arte de escribir siguiendo la rapidez de la palabra".

En 1875, Quintín Bas y Martínez publica en Valencia "Principios de Taquigrafía Española", basado en la Escuela Madrileña. Divide sus treinta terminaciones en cinco grupos.

En 1881, Marcelino Brieva y Morales publica en Madrid "Tratado de Taquigrafía, dispuesto para aprender este Arte sin necesidad de profesor", siguiendo el método de Flórez de Pando. Aumenta a 41 las terminaciones e indica las terminaciones verbales.

En 1884, Luis Cortés y Suaña (1831-1901), director del "Diario de Sesiones" del Senado, publica un completísimo tratado teórico-práctico e histórico-crítico llamado "La Taquigrafía verdadera o Arte de escribir con la racional velocidad con que suelen hablar los buenos oradores". Contiene una serie de documentos sobre el desarrollo de la Taquigrafía en España. En 1888 aparece la segunda edición, "esmeradamente corregida y notablemente aumentada y perfeccionada". Había asistido a las clases de Martí y de Madrazo y fue director del "Diario de Sesiones" del Senado.

Carlos González Entrerríos, taquígrafo del Congreso y sobrino de Fuentes Villaseñor metodizó y amplió los signos de declinación y adoptó los prefijos de la Escuela Catalana para representar sílabas de uso frecuente al inicio de la palabra. González Entrerríos nació en Madrid en 1848 y luchó siempre por la unidad del sistema dentro del estilo clásico. En 1900 publica su trabajo "De los signos taquigráficos de preposición". En 1914 edita su obra completa, "Taquigrafía de la Lengua Castellana".

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