Suburbio
Ra
La vida es un camino ancho, para algunos sin escollos, para otros "privilegiados del futuro", la vida es un camino angosto, lleno de piedras.
Más, el primero, suele estar lleno de rosas, y el segundo, de espinas.
Cuando el ser humano opta por transitar el camino "ancho" lo hace ciegamente embelesado por el placer del mundo, llámese confort, dinero, sin el cual no se puede tener aquél, pero es el caso que cuando se lo transita no se piensa que el mismo no lleva a nada. O mejor dicho, conduce al puerto de la desesperación, porque el tener lleva a la ambición de tener más y más y ese es el "desear humano", lo contrario al "desear divino" que tiene único fin a Dios. Esta es la meta a la cual se llega transitando el camino "angosto", lleno de espinas y tropiezos que el hombre con dificultades, hiriéndose pero nunca hiriendo al prójimo, dándose y nunca negándose a él, que es el Hermano y en quien se refleja Dios.
Tomando Él esa forma humana del que necesita, del que sufre, del que está solo, el que ayuda así a su prójimo sin esperar retribución terrena alguna, tendrá el merecido premio, por eso decíamos en el comienzo que éstos que transitan el camino "angosto" son "los privilegiados del futuro" porque ellos verán a DIOS.