Editorial de SLAT 45, Marzo 2003 Luego de las vacaciones de verano, un poco sorprendidos por la actitud del gobierno con el cambio de fecha en la subasta del Aeropuerto de Carrasco (eso no hace mas que demostrar debilidad por parte del Ejecutivo), aduciendo que los oferentes necesitan mas tiempo, pero en realidad lo que se va a hacer es subir la tasa de embarque para "ayudar" a que los números le cierren a estos. Lamentablemente ese cuento ya lo vimos y lo seguimos sufriendo con el otro aeropuerto concesionado al CAISA (en Punta del Este), donde, además de exterminar el tráfico de aviación general y ejecutiva del Jagüel se le perdonó la instalación de un equipo tan necesario como es un ILS, (que ellos por su propia cuenta habían ofrecido en la licitación) a cambio de una irrisoria suma de dinero equivalente aproximadamente a un tercio de su valor de compra, en 5 cómodas cuotas anuales, cuya primera venció sólo hace cuestión de un año!!! y el propio gobierno ni siquiera intimó al pago. Claro que el entonces Gerente de ese aeropuerto es ahora Presidente de Antel, en una mágica jugada de ajedrez de nuestros políticos. Aquí, lo único que nos falta, es que el comprador de Carrasco sea ese señor argentino que tiene un monopolio en su país y además, tampoco paga los cánones prometidos, aunque bien sabe cobrar las tasas y alquileres a las empresas, rehenes del sistema inventado. Lamentablemente, si la subasta tiene lugar con éxito, tendremos que esperar un tiempo bastante prudencial para poder juzgar el acierto o no de la misma y en este último caso armarnos de paciencia y optimismo, ya que seguramente para cuando termine la concesión (allá por el 2033) tendremos poca fuerza para protestar o lo que es peor... a esa altura ya nos habrá fallado la memoria.