La vida te da sorpresas... ¡Y el Gobierno del Dr. Jorge Battle también! ¡Ya que no para de sorprendernos! Aunque ahora la sorpresa es el pésimo negocio que pretende hacer con el Remate Público del Aeropuerto Internacional de Carrasco. Que, por las características bien podría considerársele de "mamarracho" si no estuviéramos hipotecando su futuro, el de nuestros hijos y a Ahora sí, a un precio por demás ridículo. Paso a detallar: 1) El Aeropuerto es, además de lo que obviamente significa, una gran oficina recaudadora del estado. Por sus arcas se vierten a Rentas Generales una cifra estimada en el peor de los casos de 30 millones de dólares. 2) Las tasa de los aeropuertos están pensadas (y por eso son tasas, NO IMPUESTOS) para recaudar dinero para mantener y mejorar el propio sistema de navegación aérea. 3) El Poder Ejecutivo gasta actualmente para el funcionamiento actual del sistema del transporte aéreo nacional (que no es ni por asomo cerca del ideal, ni tampoco se mantiene con los estándares necesarios mínimos) unos escasos 5 millones de dólares. Cualquier simple ciudadano puede deducir con los puntos detallados anteriormente que hay unos 25 millones de dólares que anualmente se vierten a Rentas Generales (eso es el Estado Uruguayo) y que no se están utilizando para mantener el estándar del propio aeropuerto de Carrasco, ni los otros del país, ni el Radar, ni el Control de Tránsito Aéreo, ni nada relacionado. Ahora bien, el propio Poder Ejecutivo pretende privatizar el Aeropuerto de Carrasco para que un inversor privado se haga cargo de las obras necesarias (¿) porque no se dispone del dinero para afrontar los gastos y, como parece que aún a un precio de regalo no existe nadie interesado en quedarse con un generoso retorno (los genios de las matemáticas le llaman TIR, creo yo) , deciden rebajar el tamaño de la terminal aérea a construir y como si esto fuera poco, además de disminuir las garantías, ofrecen que el concesionario comience las tan necesarias obras ¡sólo 41 meses después de rematado el bien! Yo me pregunto, y discúlpenme los lectores que sea tan ingenuo, pero, ¿no podría el propio estado uruguayo hacer lo mismo que el concesionario y aguantarse unos mesesitos, juntar un poco de esa platita que el propio aeropuerto recauda y hacer las obras por cuenta propia? tal cual como viene haciendo con una de las pistas, su sistema de aterrizaje por instrumentos (ILS) y sus luces de aproximación de última generación... ¿O es que se hace tan imperioso regalarle a un concesionario privado lo que bien podemos y sabemos hacer (en definitiva) los mismos uruguayos? Que no nos pase con Carrasco lo mismo (o peor) que con Laguna del Sauce, cuyos directores consiguieron cerrar el Jagüel, llevando a niveles de inexistencia las operaciones de aviación general y ejecutiva, no instalaron el Sistema de Aterrizaje por Instrumentos prometido en el pliego de licitación y al día de hoy no hubo aumento de la cantidad de pasajeros, ni de las aerolíneas y ni si quiera existe el negocio de la carga. Aunque parezca mentira, vuelvo a lo del título... Daniel Regueira – slat@adinet.com.uy SLAT www.geocities.com/slaturuguay