TITULA ENFOQUES Pliegos de Carrasco, engendro maligno Tal como puede calificarse el deplorable decreto ampliatorio dictado estos días por el Poder Ejecutivo, que modifica las reglas y exigencias para participar en el remate del Aeropuerto Internacional de Carrasco. Y digo remate, y no subasta, porque a pesar de que son sinónimos, el remate me suena como desprenderse de cosas viejas, inservibles, y no por cierto cuadros de Picasso. Cuando en septiembre de 2001 se hizo el llamado, consultas de operadores aeroportuarios internacionales dejaron al descubierto y desnuda una sorprendente incapacidad en la normativa licitatoria. Los mejores desistieron y se retiraron, razón por la cual comenzó una sucesión de prórrogas que facilitasen, al menos, que se presentasen administradores de ganga y de ocasión. A ellos les vamos a entregar el Aeropuerto Internacional de Carrasco, viva imagen de la República Oriental del Uruguay. Sigamos: Los retazos (léase modificaciones del decreto y anexos) desdibujaron el mamarracho original para irlo derivando (pensamiento íntimo), a las aguas, mejor dicho a los cielos, del funesto administrador de los principales aeropuertos argentinos, AA2000 que, además, NO PAGA. Este engendro, que leí y releí decenas de veces, titulado Modificaciones, se da de narices con la normativa internacional en materia de llamados a precalificación, licitación, precios, etc. Se ha roto con toda impunidad la igualdad que debe primar entre los oferentes, incluso de aquellos que desistieron del proyecto macarrónico. A quienes en el pasado efectuaron consultas, se les respondió con evasivas, o bien por la negativa, idiosincrasia del gobernante uruguayo descendiente de la fusión de españoles, portugueses, brasileños, indígenas e italianos. Lo que antes fue NO, ahora es SÍ. Y vale la pregunta: ¿intervino en todo esto el Tribunal de Cuentas? ¿Qué va a ocurrir cuándo recurran los notoriamente perjudicados por la incapacidad o mala fe de los redactores del engendro? Miren: las bases técnicas se formularon con datos históricos a diciembre de 2001. El partido se siguió jugando y el 20 de mayo de 2003 (abracadabra), nos damos cuenta que cuestiones de la aviación comercial debíamos echar mano a información actualizada, y que en dos años mucha había que cambiar, ACHICANDO la terminal aérea porque ya no la necesitamos tan grande. Sigan mirando: antes, el contratista disponía, una vez aprobado el plan maestro, de 270 días para presentarlo a la Unidad de Control. Desde la semana pasada dispone de 360, vale decir que le regalaron 90 días. Sigan mirando: la Unidad de Control disponía de 60 días para aprobarlo. Ahora pasa a tener 150 días, es decir, otro regalito de 90 días, en un Aeropuerto Internacional de Carrasco que ya no da más y que se cae a pedazos. Por favor, sigan leyendo: Si la Unidad de Control formula observaciones, el contratista tenía 30 días para levantarlas. Hoy tiene 105 días. Para la aprobación, la Unidad de Control disponía de 15 días. Ahora, pasó a contar con 115 días. El proyecto ejecutivo: Ingresando al Proyecto Ejecutivo completo, que el contratista debía entregar a los 180 días, el cual sería aprobado en 60 días, mantiene los plazos. APARECE EL CANGREJO: A los 90 días de la aprobación se iniciaban las obras. Ahora, NO PODRÁN INICIARSE MÁS ALLÁ DEL MES 41 a partir de la toma de posesión del aeropuerto (le regalaron 38 meses, en cuyo lapso seguirá cobrando sin hacer obras nuevas). LLEGAN OTROS CANGREJOS: Los pliegos originales requerían una terminal para 1:600.000 pasajeros. Ahora eso se modificó. Se reduce a una terminal con capacidad para 1:300.000 pasajeros. Menos gastos para el inversor, beneficios extraordinarios con los cangrejos al acecho. Y que conste que no son los cangrejos sirí, que me encantan. La frutilla del postre: la frutilla del postre está contenida en el artículo 5º del engendro maligno, que crea una regalía conocida como amortización anticipada con exoneraciones que son definidamente discutibles. Este cambio tan grosero en las reglas de juego de la licitación ameritan la inmediata cancelación del remate. En su defecto desaparecerá el aeropuerto, la red de aeropuertos del interior, y si para muestra basta un botón, miremos cuánto tiempo le insume a un pasajeros que sale de Carrasco llegar a Europa o, más concretamente y cerca, a Lima, Caracas o Panamá. Ricardo Garzón