050325 Donosti

Estas detenciones son fruto del análisis de la información obtenida tras la detención de Aymar Altuna el 19/03/05.
Este Comando llevaban dos meses en Guipúzcoa preparando una amplia trama de apoyo a ETA
Su objetivo era poner en marcha una campaña de crímenes que podría haber comenzado antes de las elecciones autonómicas y en la que incluían atentados «de gran impacto».
Vivían obsesionados por la seguridad y extremaban las medidas de protección para evitar ser detectados.
Su principal misión era poner en marcha el denominado 'complejo Donosti', nombre que recibió en la década de los noventa la estructura creada por ETA en Guipúzcoa. El grupo fue bautizado con esa expresión para describir su amplia red de colaboradores 'legales' -no fichados- que convertía al comando en una trama muy difícil de desmantelar por las fuerzas de seguridad.
El último 'comando Donosti' fue desarticulado por la Guardia Civil en octubre de 2002, cuando se encontraba en fase de organización y no había podido ejecutar aún ningún atentado.

El magistrado dictó su ingresó en prisión y el secreto sobre la causa para intentar esclarecer algunas de las actividades de los componentes del 'Donosti' en el pasado, especialmente las del ex colaborador del 'comando Vizcaya' Iker Olabarrieta en el año 2002. En esa fecha, Olabarrieta formaba parte del 'comando Urbasa', al que se le vincula, entre otras acciones, con el asesinato del juez de la Audiencia de Vizcaya José María Lidón.

Según las pesquisas policiales, la campaña del puente de la Constitución fue encargada al 'comando Ina', formado por Aimar Altuna y Carmelo Laucirica, y a un segundo grupo formado por Sara Majarenas y Mikel Orbegozo, los dos etarras detenidos en Valencia el pasado 17 de febrero cuando se disponían a iniciar una oleada de atentados en Levante.

Los dos grupos se habían repartido la zonas donde debían poner sus bombas. Laucirica y Altuna colocaron sendos artefactos explosivos en Ávila, León, Valladolid y Santillana del Mar, mientras que los otros dos terroristas viajaron hasta Almería, Ciudad Real, Alicante y Málaga. Todas las minibombas que pusieron debían estallar el día 6 de diciembre, aunque la colocada en Almería fue detectada un día antes y pudo ser desactivada.

Una vez finalizada esta misión, los cuatro etarras se reunieron en Teruel, donde comenzaron a preparar una nueva compaña de atentados a partir de las informaciones que les había entregado la dirección etarra en Francia. En esa cita, Majarenas y Orbegozo ya comenzaron a estudiar la posibilidad de atentar contra el Palacio de Congresos de Madrid. Según la Policía, el 9 de febrero hicieron estallar un 'Renault 19' con 40 kilos de explosivos frente al edificio, horas antes de que el Rey inaugurase la feria internacional de arte Arco.