|
|
|
|
|
|
|
|
|
TRIBUTO AL MAESTRO ¡Qué difícil se hace,para el que no está acostumbrado a tomar la pluma y volcar sus sentimientos en una hoja en blanco!,casi tan difícil (supongo)como manejar bien una katana, y creo que casi tan peligrosa como ella. En este primer encuentro con ustedes, Amigos Practicantes de este arte maravilloso llamado KARATE-DO, trataré de volcar mis sentimientos lo mas coherentemente posible, y si de coherencia hablamos comenzaré por casa:: lo mucho o poco de lo que se de karate se lo debo a sensei SATOSHI TAKEMURA y a la vida, porque vivir también es un arte, entendiendo por vivir, ser recto y leal a sus convicciones. Qué intrincados caminos nos traza el destino: continuamente se habren y cierran círculos. Por un lado un hombre, una persona de bien, que viene prácticamente del otro lado del planeta, cargando en sus espaldas su arte maravilloso combinado con su humildad y simpleza; de este otro lado del mundo, -entre otros yo-, los que tuvimos la suerte de conocerlo y practicar a su lado; cómo imaginar siquiera cuando era niño o adolescente que en algún momento de mi vida alguien venido de tan lejos iba a marcar tan profundamente mis conocimientos y mi forma de ver la vida. El mundo está por suerte sembrado de seres, cuya calidad interior es apropiada para influir en el comportamiento humano, ya que esto no requiere nada que no esté dentro de uno mismo y el cual es posible de realizar, son estos maestros, los que con los gestos o ejemplos mas sencillos, nos conducen por un camino que permite al hombre entender la realidad de la vida y de uno mismo. Uno descubre fundamentalmente, que el adversario más temible es uno mismo: superar y reconocer nuestras propias limitaciones y egoismos, pacificarnos por fuera y armonizarnos por dentro. El Budo según los grandes maestros no se practica solamente en el dojo, es un arte de vivir que se experimenta a cada instante, el verdadero dojo o espíritu es el que el practicante debe construirse en su corazón, en lo más profundo de uno mismo. Por un lado las relaciones entre maestro y discípulo son muy simples y esa simplicidad genera muchas veces confusión y discusión en ciertos detalles técnicos o filosóficos transmitidos por él. Por otro lado, la simplicidad es confundida con humildad, eso lleva al alumno a no entender que la simplicidad del maestro debe ser correspondida con la humildad del discípulo. Muchos practicantes tienen la costumbre de criticar a su maestro afirmando que el entrenamiento deberia ser hecho de manera diferente, comparando los entrenamientos de otros profesores u otros estilos, dando opiniones como si el dojo fuese un lugar de debate. El sensei o maestro que nos orienta sabe lo que esta haciendo y su discípulo debe ser sumiso a los métodos y principios utilizados, para aprender gradualmente en sus conocimientos, por lo tanto la amistad debe estar basada en el respeto mutuo y estar siempre predispuesto para aprender, cada practicante tiene una finalidad cuando se decide a practicar karate-do, por snobismo, otros por problemas de salud, para competir o como arte marcial, quien lo haga de esta última manera deberá hacerlo con el corazón, respetando al compañero y ayudándose mutuamente, eso servirá para despertar el interior de cada uno, recordando siempre una de las premisas del karate-do que dice: "Quien practica karate no se perfecciona para luchar, lucha para perfeccionarse". SENSEI TAKEMURA, siempre fué una persona desinteresada en los aspectos materiales, teniendo como meta la enseñanza a travéz del ejemplo, austeridad, simpleza, sacrificio y honradez. Sensei: los que te entendimos estamos manteniendo tus enseñanzas para continuar la divulgación y honrar el verdadero KARATE-DO OKINAWENSE junto al noble espíritu del Budo. LOS ESPERO EN EL PRÓXIMO NÚMERO FELIX HECTOR GALVÁN 3º DAN INSTRUCTOR DE LA FILIAL BS. AS. |