I Seminario de Ciencias Sociales y Humanas del ICCI
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LA APROPIACION DE LOS ESPACIOS COMUNES EN LA PROLONGACION DE LOS CONFLICTOS

Nelson Molina Valencia

 

RESUMEN

 

Los conflictos han sido pensados tradicionalmente como la divergencia entre aspectos sobre los cuales es posible esperar o desear un acuerdo. La propuesta de Serresiana en torno a la guerra y el contrato conducen a pensar el conflicto desde una perspectiva alternativa. El conflicto surge de la ocupación de un lugar común en torno al cual se zanja una disputa. Lo social no es el único aspecto a ser considerado en tanto que sólo constituye el libreto de un escenario que involucra mayor cantidad de elementos, a partir de los cuales se define la comunidad. Lo natural y lo tecnológico son ahora parte del mundo y de la explicación a través de la consideración del principio de simetría. El conflicto colombiano constituye un ejemplo en de la perspectiva metáforica y simétrica fundamentada en Serres (1991–1995) y Bruno Latour (1991–1992–2000). Una consecuencia paralela se proyecta hacia la redefinición de las ciencias sociales y humanas.

 

Palabras Clave: conflicto, contrato, simetría, metáfora, Colombia.

 

Key Words: conflict, contract, symmetry , metaphor, Colombia

 

INTRODUCCION

"LA GUERRA ES LA PAZ

LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD

LA IGNORANCIA ES LA FUERZA"

(George Orwell, 1984).

 

Que el mundo no es como aparenta es una discusión tan antigua como la costumbre bípeda de caminar. Empiristas, idealistas, materialistas, positivistas, pragmáticos, escépticos y todas las combinaciones entre ellos han sostenido argumentos a favor o en contra de la afirmación inicial. El conflicto es uno de esos temas que una vez trabajados no dejan tranquilo el mundo al que han entrado y permanentemente las preguntas éticas sustentan la preocupación y permanente reflexión. El tema adquiere mayor relevancia cuando las expectativas vitales están atravesadas y teñidas por el tipo de conflicto en medio del cual se vive y la manera como se expresa. El conflicto hace parte inseparable de condición del mundo, y es partir de este postulado que desarrollaré las líneas posteriores. Ante todo, insisto, se trata de una postura ética atravesada por la racionalidad de una reflexión y la estética de una ilusión.

La dialéctica en época de los griegos desarrolla una postura en relación con los contrarios conducente a un tercer punto a través del cual se disuelve la diferencia. La búsqueda de síntesis es un principio propio de la dialéctica retomado por Hegel y Marx siendo este último quien sostuviera que el conflicto social era el origen de la sociedad y de su transformación. La perspectiva marxista es contraria a los enfoques funcionalistas, en los cuales el conflicto es disfuncional y hay que reparar las condiciones que dieron origen a este para que todo vuelva a su orden. Ibáñez (1988) hace un recorrido por las distintas perspectivas teóricas en torno al conflicto, del cual quisiera reseñar los siguientes elementos:

  1. El conflicto puede presentarse a diferentes niveles: individual, interpersonal, grupal y macro-social. Cada una de las perspectivas es representada por diversos autores en el campo de las ciencias sociales.
  2. Lewin (1948), en la perspectiva individual, habló del conflicto como una circunstancia de duración variable, pero limitada. Las características del conflicto están asociadas a las caracteríticas de las fuerzas antagónicas y su solución "puede realizarse mediante la actuación del propio individuo o de otro agente, ya sea modificando las características materiales de la sitación, ya sea cambiando meramente la represemtación cognitiva de ésta última" (Ibáñez, p. 10).
  3. Deutsch (1973), en la perspectiva interpersonal, fundamenta su trabajo en la teoría de juegos y la teoría de la acción razonada. En consecuencia el conflicto deviene cuando se incumplen las reglas del juego o cuando los beneficios de la acción no son los esperados.
  4. Sherif (1966), propuso que el conflicto surge cuando varios individuos o grupos persiguen propósitos incompatibles. "El conflicto produce por si mismo las condiciones para su propia extesión, cohesionando los grupos en conflicto, distorsionando la representación del out-group, suscitando actitudes de hostilidad que se van reforzando por sí mismas, creando en sí misma una memoria histórica de agravios y de problemas, que dificulta todo de desescalada" (Ibáñez).
  5. Simmel (1955) y Cosser (1973) en una perspectiva macro social sostienen, respectivamente, que el conflicto permite cualificar las condiciones de lo social en tanto que emergen singularidades, y asegura el permanente reajuste de las normas sociales y las relaciones de poder.

Las perspectivas presentadas provienen de la psicología social y tienen una característica en común: centran su capacidad explicativa en la dimensión cognitiva, racional y/o normativa. Además la valoración del conflicto va desde su deseabilidad hasta la búsqueda de soluciones funcionales que conduzcan al orden. Ibáñez (1988) al respecto concluye que "el orden social y el conflicto son, a la vez, mutuamente exclusivos o incompatibles, y estrictamente complementarios" (p. 19).

Presentado un paneo demasiado general de algunas características en torno al conflicto (social), están desplegadas las herramientas para establecer las diferenciaciones o contactos con la propuesta que se expone a continuación.

 

EL CONFLICTO Y EL ESPACIO COMUN.

 

El análisis del discurso y la sociología del conocimiento nos han mostrado la manera como las teorías son construcciones fundamentadas en recursos retóricos y metafóricos. Así, los conceptos adquieren características de realidad en tanto que permiten hablar del mundo desplegando nuevas relaciones con él. Si todas las teorías están escritas con metáforas queriendo escapar o no a la representación, la propuesta del conflicto y el espacio común surge a partir de un ejercicio metafórico que me permite visualizar una comprensión acerca del primero. La invitación es a seguir el camino teórico en medio de un juego de metáforas seleccionadas y revisadas con una aspiración ética. Veamos de manera general la propuesta y luego analicémosla en algunos de sus puntos.

El conflicto surge cuando una posición relativa (material, ideológica o social, etc...) aparece deseablemente valorada por dos o más entidades. Las vías por las que puede resolverse son diversas y van desde el abadono del espacio común y la negociación hasta la movilización de la fuerza, la coacción o la eliminación de una de las partes. Declarar la disputa es tener un algo en común que define un contrato y un algo-otro que se interpone. De no ser así ni siquiera cabría la posibilidad de movilizarse hacia el zanjamiento de un acuerdo. La resolución de la disputa implica la creación de diferencias, en lugar de su homologación, la apertura de espacios para la circulación y movilidad. Estar en posiciones relativas diferentes garantiza posibilidades de relación particular con los elementos del mundo, de manera que no se desea el mismo acceso, ni la misma vía, ni el mismo beneficio de aquello con lo cual se conecta. La disputa se resume, por el dominio de los espacios, lugares, comunmente codiciados.

La propuesta implica cuatro aspectos: (a). Qué es conflicto, (b). la superación del conflicto, (c). el contrato del conflicto y (d). el movimiento del conflicto.

El mundo es el espacio que permite que las entidades se relacionen y el movimiento sea una constante, paradojicamente definida por el cambio. Lo estable es lo cambiante. Ante esta característica es imposible anticiparse a la ocurrencia de eventos, más acá de conocer las posibles entidades que entran en relación, la manera como lo hacen y algunas de las consecuencias. El mundo es un tinglado de redes en el cual personas, cosas, animales, objetos, plantas y todos los a se mueven unos en relación con otros, más lejos o más cerca, en el mismo canal o en otros, a velocidades y ritmos diferentes, cruzándose y descruzándose entre sí. Estos movimientos son los que generan el conflicto. La metáfora en cuestión es espacial, de redes, de caminos, posiciones y alternativas. Hecha esta articulación desarrollemos los cuatro aspectos citados arriba.

 

QUE ES CONFLICTO?. La ocupación de una misma posición relativa en el mismo momento por dos entidades diferentes en movimiento hacia proyecciones semejantes. El movimiento genera fricciones permanentes así como ampliación de trazados incrementando y manteniendo posibilidades de desplazamiento. Cuando dos entidades se mueven y se encuentran en vía de proyecciones semejantes tiende a producirse el posicionamiento temporal de uno de los dos debido a la semejanza. No pueden permanecer dos entidades en el mismo lugar y solo a través del movimiento es posible generar espacios para los dos. Se trata de encontrar una posición en la red, en el mundo de relaciones que haga posible la diferenciación gracias a los contactos que se definen, partiendo de una probabilidad de conexión casi infinita. Es precisamente por las posibilidades de movimiento que se trata de una posición relativa. No es absoluta la posición que se ocupa, es solo un lugar de tránsito, con proyecciones de movimiento tan amplias como cercanas, reducidas como distantes. La permanencia en el mismo lugar genera el escalonamiento del conflicto y su prolongación temporal, lo cual reifica mutuamente los deseos de movilidad. Es sólo a partir de la movilidad y el reconocimiento que se ocupa un lugar común que es posible permitir que las entidades encuentren formas alternas de relación en lugares diferentes que no sean comunes. En otras palabras: el conflicto surge ante lo similar y se resuleve por medio de la diferencia.

Algunos ejemplos para pensar la noción expuesta son los siguientes: dos niños discutiendo por un mismo juguete, los candidatos a puestos de elección, el lugar que los miembros de un pareja han de ocupar en la cama, la elección de carrera ante los padres, entre otros. Hay que definir aquello por lo cual el conflicto aparece: siempre se trata de un punto en común que se quiere ocupar en forma más o menos similar y que ha de ser abordado. La movilización, el cambio supone redefinir los espacios en los que la acción de la entidad se ha de proyectar.

No relativizar la posición significa al menos dos cosas. En primer lugar, petrificar el cambio, la transformación y asumir posiciones estáticas en torno a las cuales se pueden tejer conflictos, o la evitación de algunas trayectorias por este lugar. Segundo, definir posiciones de verdad que impidan el abandono del lugar en detrimento de las partes en conflicto o aquellas que resultan irradiadas por él .Sin embargo evitar el paso de trayectorias por algún lugar de la red no significa que el espacio obviado esté ocupado por entidades poco móviles; puede ser todo lo contrario, y tratarse de la evitación de un conflicto o de un lugar al que la proyección de una entidad no alcanza a enrolarse. Tener una posición relativa es mantener constantes las posibilidades de conectar, de moverse y cualificar las condiciones de existencia. He aquí parte de la dimensión ética.

Finalmente las entidades son los a del mundo, en el mundo, en relación permanente. Latour (1991) propone llamar comunidad a este conjunto de aes en tanto que la condición humana no es la única enrolada en configuración de las relaciones. Las cosas y demás entidades se mezclan con el ser humano y el ser humano con éllas superando la categoría social que limita los márgenes explicativos al mundo simbólico o a una acción sin escenario (Serres, 1991). A partir de una perspectiva simétrica es posible proponer que los conflictos se susciten entre entidades que despliegan carecterísticas diferentes y así pueden ocupar espacios comunes, como por ejemplo la vida, cuando se trata de una epidemia transmitida por insectos a humanos. El conflicto está trazado y una de las dos entidades ha de movilizarse. La vida es el lugar, moscos, virus, bacterias y humanos las entidades y su relación supone movimientos. Mientras no se toquen las trayectorias de los a en cuestión, el conficto no aparecerá; sus trayectorias no se cruzan.

 

SUPERACION O MOVILIZACION DEL CONFLICTO? El conflicto es inevitable en tanto que el movimiento esté presente y sea una característica deseable. De esta manera el planteamiento de la superación del conflicto supone la finalización del mismo, pero siempre con la posibilidad de suscitar otro y así sucesivamente. Aún así, los conflictos no son los mismos en tanto que la importancia del lugar codiciado es variable espacio-temporalmente y las entidades que lo disputan pueden transformarse. La perspectiva tradicional de resolución de conflictos, como la misma palabra lo indica, propone finalizar la disputa por dos vías generales, con matices entre sí: proactiva y no proactivamente (Salas, 1988). La via no proactiva supone el uso de la fuerza, la coacción y la violencia para la superación de las condiciones conflictivas. Se trata de un mecanismo de presión cuyos objetivos pueden ser uno o más de los siguientes: la apropiación del espacio del adversario, su eliminación o la apropiación de sus recursos. Las vías proactivas para la resolución de los conflictos son básicamente tres: negociacion, mediación y arbitramento. Aquí se despliegan estrategias retóricas y constructoras de realidad de manera que sea posible la movilización de las partes en conflicto. Toda transformación de conflicto es movimiento.

Si el conflicto es una condición actualizada permanentemente en una comunidad, ¿es posible hablar de una superación que supone su finalización? Se trata de la idea que transmite el verbo superar en tanto que sugiere ir hacia algo mejor. No me cabe duda que el desatar un conflicto libera la posibilidad un movimiento horizontal, vertical, diagonal, no solo hacia arriba ni hacia abajo sino hacia cualquier vector tridimensional, sin limites de expansión. Por el contrario, anudar un conflicto, es limitar la movilidad de las entidades en él atadas, son n nodos de una red que permancen en el mismo lugar y que han de soltarse entre sí, con mayor o menor éxito, teniendo en cuenta que la movilidad comunitaria supone el cruce permanente de entidades enroladas o conflictuadas. Las alternativas tradicionales para la superación de los conflictos hacen parte de lo posible, solo que como ya lo sugerí, prefiero llamarles movilización, permitiéndome introducir una tercera alternativa: el abandono.

Abandonar un conflicto es desplazarse desde la posición relativa en disputa hacia otra en la cual no exista el valor común de la posición. En este caso no se violenta, no se negocia, no se media ni se busca arbitramento. La relatividad de la posición hace que el conflicto se desvanezca porque una de las partes, o varias, se movilizan hacia otros espacios de la red sin desear el logro de la posición común o algo de ella (circusntancia en la cual ya no es la misma por la cual se ató el conflicto).

En conclusión, no todo conflicto ha de ser resuelto. Los conflictos se ven transformados en tanto que las entidades que los atan se movilizan hacia otras posiciones de la red debido a acciones de diversa índole: proactivas, no proactivas o abandono. Sin embargo es posible que luego de la movilización de un conflicto, las entidades recurran a posiciones en común semejantes a las iniciales, reactualizando el conflicto, o que mantengan distancias relativas, en cuyo caso el abandono o la resolución se convierten en nuevas oportunidades conflictivas, no necesariamente efectivas.

 

EL CONTRATO DEL CONFLICTO. Contrato implica reconocimiento de un alter frente al cual se define una acción. No es necesaria su firma para la adquisición de derechos. Atar un conflicto supone la presencia de por lo menos dos entidades que se disputan un lugar relativamente deseado, con lo cual el contrato ha entrado en vigor. El contrato por el que entra en vigencia un conflicto es más que una explosión en un lugar común. Decir contrato implica la movilización de medios y recursos a través de los cuales el conflicto se activa.

El carácter implícito o explícito de la contratación de un conflicto no es una diferencia sustancial en las características que éllos tienen. La ocupación de un lugar común define el conflicto, y en tanto que ninguna de las partes se movilice, la disputa por el posicionamiento despliega condiciones que reconocen al alter, le invitan a persuadir un movimiento y actuar con los recursos propios y aquellos que le incentive el mismo accionar del alter. La resolución del conflicto es deshacer el contrato, y en consecuencia la dinámica de las comunidades se desplaza en un permanente atar y desatar contratos entre los miembros que las componen. De acuerdo con Serres (1991-1995), el contrato garantiza la pervivencia de los miembros de la comunidad que entran en conflicto. Contratar el conflicto es el reconocimiento de las condiciones de la(s) entidad alter y por tanto asumir un compromiso en contra de la propia desaparición, es decir a favor de su propia preservación. Un conflicto contratado conduce al movimiento; en caso contrario se trata de una violencia destructora, aniquiladora, desorganizada que por cualquier medio olvida las implicaciones de las acciones que despliega.

Dos preguntas emergen sin que sea posible orientar una respuesta en este momento: (a). El movimiento de desatar el conflicto tiene consecuencias éticas para las entidades implicadas, cuáles son ellas en relación con el tipo de movimiento?; quizá se trata de analizar que no toda resolución potencie o aminore las entidades, sino de cuáles son los efectos de la transformación de éllas en tanto que reorganización de relaciones y medios de movilización. (b). Existen conflictos que no se encuentren mediados por un contrato?. Tiendo pensar que no. En mayor o menor medida un contrato se eleva del narcicismo destructor de la entidad, en cuyo caso ella también desaparecería –por efectos de la violencia–; otra cosa es que sus motivos sean un nuevo vínculo de conflicto con otras entidades.

 

EL MOVIMIENTO DEL CONFLICTO. El conflicto se transforma a través del movimiento en los espacios comunes que son ocupados por dos o mas entidades. La movilidad es el acto por el cual la diferencia, la transformación, la actualización y el mismo conflicto se hacen posible en las comunidades. Cómo opera el movimiento del que se ha hablado desde las primeras líneas, sus detenciones y sus nuevos despliegues?

La metáfora de la red ha servido como espacio del espacio para explicar el origen y mantenimiento de los conflictos. Pero la visualización de las redes no siempre permite completar la idea que deseo transmitir. Un símil ayudará en este propósito. Hace un tiempo leía Los Autoanutas de la Cosmopista, novela de la que no recuerdo su autor, quien viajaba en una furgoneta desde París a Marsella por la autopista, deteniéndose a pernoctar cada dos estaciones de descanso y abastecimiento. Tardó casi 30 días en cumplir su recorrido. La red es un potencial de autopista flexible que conectaría nodos del mundo, a todas las entidades que en él se encuentran en un margen de posibilidades casi infinita. Sin embargo la red no es un lazo que une, sino un canal que comunica, por el que el tránsito se hace posible y en el cual las entidades se transforman con el movimiento. El conflicto deviene cuando dos o más entidades permanencen en el mismo lugar sin que se produzca movimiento en relación con la posición valorada por los dos, en cuyo caso ya no es lo mismo y la red como las entidades se han transformado. La red a diferencia de la autopista no tiene vías. La red es un efecto espacial del movimiento y no un espacio constrictivo para él.

La adquisición de la posición valorada constituye buena parte del centro del conflicto en tanto que las entidades posiblemente no se muevan si no han conseguido la posesión del bien valorado por el que llegaron hasta allí. A este nivel se desprenden dos inquietudes: (a). el lenguaje con el que se describe el mundo define las relaciones en términos de posesión, adquisición y propiedad privada, con lo cual entidades no humanas tendrían dificultades para ser incorporadas a la propuesta. (b). la posición relativa no es propiedad de una entidad, sino un punto de paso en medio de la red posible, lo cual redefine las caracteísticas de las relaciones de la modernidad centradas en la propiedad ahora consideradas desde el tránsito y lo disponible (Serres, 1995).

 

EL CONFLICTO COLOMBIANO

 

Colombia se ha debatido en un conflicto armado sostenido desde la misma independencia de España en 1819 con la Batalla de Boyacá donde Bolivar y su ejército libertador consiguieran la victoria en la primera de las cinco batallas andinas. El poder político ha sido la posición relativa codiciada permanentemente y cuya apropiación ha generado buena parte de los desplazamaientos violentos impidiendo que nuevas entidades pasen por él y cerrando las posibilidades de acceso. Los procesos de negociación que se han dado en el país, desde el sostenido con el M-19 hasta los actuales con las FARC y el ELN (ambos grupos guerrilleros), son movilizaciones de las partes con el ánimo de desatar los conflictos donde cada una de las partes se ha visto transfomada. El despliegue explictivo del conflicto y sus efectos bajo la metáfora descrita en el texto sería un ejercicio extenso del cual solo quiero proponer algunos ejemplos que insinúan el juego posible con una mirada alternativa de los conflictos.

  1. Las leyes y el derecho son manifestaciones de contrato (Serres, 1991). Los contratos modernos han olvidado el mundo en el que se inscriben y alegóricamente se llaman sociales. Un forma de contrato social se explicita en la carta Constituyente de los Estados, que reifica temporalmente el marco general de derecho para el ordenamiento legal de un país. Desde la independencia jurídica de España en 1819, Colombia ha tenido un marco de 8 cartas constitucionales, que explicitan la permanente disputa por el control de los recursos del país, la forma de administrarlos y las personas que lo harían. Las primeras siete Constituciones aparecen entre 1821 y 1886, año en que se promulga el marco legal que reglaría el país durante los 105 años sucesivos, a pesar de mútliples modificaciones. La posición en disputa durante las constituciones del siglo XIX era la administración del país político. Liberales y conservadores defendían la legitimidad de un modelo de control del poder político, ahora sí bajo dos perspectivas diferentes: federal y centralista, respectivamente. El contrato de la disputa se fundó en la reivindicación de cada posición como legítima y superior, y así el partido gobernante de turno transformaba el contrato social (Alcántara, 1999). Eran dos partidos posicionados en el mismo punto sin haber espacio para los dos. La violencia ha devenido múltiple porque las alternativas para la solución de la disputa no han sido negociaciones, sino nuevas imposiciones, diversas sin capacidad de enrolar al otro ni lo otro del país.
  2. Una breve descripción de la situación de los 50´s resume el fin de la violencia política partidista para posteriormente, unidos rojos y azules, enfrentar la movilidad de la violencia insurgente. "La nueva derrota de los liberales en las elecciones de 1946 propició el cierre de filas de este partido en torno a la figura del nuevo líder reformista Jorge Eliecer Gaitán. Mientras tanto, el país fue entrando poco a poco en una dinámica de violencia generada parcialmente por la frustración liberal derivada de su irremediable separción del poder y en parte por la actividades de la terrible policía chulavita, que con la connivencia de las esferas oficiales en algunos departamentos persiguió con crudeza a los liberales de Caldas y Boyacá (...) Bajo su gobierno –Laureano Gómez (1950-1953), de filiación conservadora– se vivió una auténtica guerra civil partidista, con un coste humano de 200.000 víctimas, circunstancia que propició el golpe militar del general Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957)... llegando a denominarse golpe de opinión. Su gobierno, que ensayó una política parcialmente populista, terminó en el periodo transitorio de una Junta Militar (1957-1958), que abrió paso a la implantación del Frente Nacional" (Alcántara, 1999, p. 320). Relatos de abuelos completan la descripción anterior cuando con angustia y desolación recuerdan haber visto bajar los cuerpos de los conservadores o liberales en medio de los cauces de los ríos. "Mijo, eran época tremendas...esos –rojos o azules–, (según fuera la preferencia), siempre han sido malos, cometían cuanta barbaridad existía, había que andarse con mucho cuidado". La naturaleza, el mundo, participaba del acto violento impusando los cuerpos hacia la desaparición, camuflándolos entre su espesor o sirviendo de cortina para camuflar las acciones de los contrincantes.
  3. Las guerrillas "actúan predominantemente en áreas en gran medida marginales que sin embargo han adquirido un peso esencial en la economía, zonas de estracción de recursos naturales como el gas y el petróleo, de agroindustria e, incluso de cultivos ilícitos, de ahí que en ocasiones hayan sido vinculadas al narcotráfico" (Alcántara, 1999, p. 360). El conflicto se funda en el control, manejo, planeación y administración de recursos comunmente valorados por medio de los cuales se configura poder político. Éste deja de ser un ejercicio en abstracto y se relaciona directamente con aquello a lo cual se refiere. La posición relativa conecta con los mismos recursos en disputa, altamente valorados por las partes. Desde este planteamiento es posible seguir considerando a Colombia un país altamente urbano, cuando buena parte de su economía pasa por relaciones con la tierra?, mas aún, cuando las relaciones exteriores se matizan permanentemente por las plantas psicoactivas altamente codiciadas, el café, el carbón, las esmeraldas, el petróleo y el banano, entre otros productos?. Los planos de movilización de la guerrilla son las montañas que en su topografía encuentran un medio selvático, accidentado, multiforme y extenso, en donde la tecnología militar del Estado se enfrenta a múltiples limitaciones. Los frentes guerrilleros se componen de campesinos provenientes de diversas situaciones socioeconómicas y generalmente de poca favorabilidad. Estos elementos del contrato de guerra desplegado por la guerrilla colocan en escena "una gran capacidad técnico-operativa capaz de poner en jaque a las Fuerzas Armadas, además de una larga tradición de lucha guerrillera alimentada durante generaciones" (Alcántara, 1999, p. 360). El conocimiento del terreno así como de formas de supervivencia le hacen, entre sus miembros, una fuerza con amplio poder operativo y táctico.
  4. Bien dice Serres que los contratos, los acuerdos, preceden la explosión de la violencia. Múltiples actores luchan por la misma posicion relativa: inicialmente liberales y conservadores, luego guerrillas contra grupos políticos tradicionales, en un conflicto que continúa aún mas complejo y múltiple en actores y propósitos, y que se ha movilizado hacia medios violentos, hacia al declaratoria –implícita y explícita– de una guerra. La búsqueda y acceso al poder político (capaz de movilizar las decisiones en torno a las políticas públicas del país, por dar una definición demasiado amplia) constituye la posición relativa frente a la cual se reivindica participación, transformación e incursión. Asumir el combate supone hacer efectiva la declaratoria de guerra y ejercer el estado de derecho creado en el contrato. Antes emprender otros re-corridos, Serres (1995) nos recuerda que "el combate, la competencia, la victoria y el dominio del más fuerte suelen imponerse sobre el diálogo, el robo sobre el intercambio, el perjuicio sobre el don. ...La violencia reduce la sabiduría en silencio" ( p. 36). Ya nos aproximaremos en el tránsito del texto a la vanidad de las guerras subjetivas que sostienen los actos efectivos de las explosiones de violencia.

 

ACORDE FINAL

Una sinfonía es un conjnto de acordes, de movimientos. Es el resultado del juego con el tiempo, los sonidos y la combinación de posibilidades también, casi infinitas. Cerremos pues este movimiento sinfónico, disfónico o afónico, pero pretendido sonoro.

Si el conflicto es inevitable en la comunidad, hay que pensar en opciones impregnadas por éticas y estéticas deseadas, donde las condiciones de existencia de las entidades del mundo se mantengan y multipliquen a través de proyecciones, líneas de fuga o danzas, cruces e intersecciones. El conflicto está en lo mismo, su resolución en la diversidad. Pensar el conflicto de esta manera supera la limitante tradicional que enfrenta dos contrarios, distanciados a los que es necesario acercar, siendo un ejercico aveces poco fértil o desgastante. Suponer que un acuerdo es el origen de la diferencia, por paradójico que parezca, coloca el análisis en un lugar diferente que puede orientar la movilidad de las entidades hacia otros rumbos que antes quizá no se consideraron; la simetría es el centro del planteamiento en el análisis y despliegue del conflicto.

De esta manera, conservarse en un lugar no es cambiar; es apoderarse de espacios por los cuales otros han de pasar incrementando la posibilidad de conflictos escalonados y de difícil movilización pacífica. Moverse es potenciar el cambio y relativizar permanentemente la posición en aras de asumir perspectivas proactivas.

 

Notas:

(1) Estudiante de Doctorado de Psicología Social Crítica, en la Universidad Autónoma de Barcelona.  Docente del programa de psicología de la Universidad Pontificia Bolivariana, Bucaramanga- Colombia.

(2)Entiéndase a como actante, haciendo alusión al concepto que Akrich y Latour (1992) definen cuando hablan de el punto de paso de acciones en una red al cual se asigna un carácter en la misma. Gracias al principio de simetría actante es cualquier entidad en el mundo que interviene en una red de relaciones.

(3) Para atar hay que coincidir en un mismo punto, por lo tanto cuando un conflicto inicia es atado, mientras que cuando se termina es posible sostener que se desató, contrariamente a lo que la idea general evoca.

(4) La noción de enrolamiento proviene de la Actor Network Theory y deacuerdo con Callon (1986) y Callon y Law (1982) se define como un conjunto de roles interrelacionados en un proceso, que son atribuidos y aceptados por los actores involucrados. "La teoría del enrolamiento está relacionada con las formas en la que se propone un orden provisional y en ocasiones de adquiere" (Citas en Gálvez, 1996). Falta realizar un análisis más detallado de la relación y exclusión de las nociones enrolamiento y conflicto en una comunidad definida según los criterios de Latour.

(5) Una aproximación a la infinidad de relaciones se define en función de todas las entidades del mundo con que cada actante puede generar vínculos, algo similar a la siguiente progresión: [a-1(n)]* [a-2(n)]* [a-3(n)]* [a-4(n)].....

(6) Los fragmentos hacen parte del Trabajo de Investigación que desarrollo en el Programa de Doctorado en Psicología Social en la UAB. Abril de 2001.

 

BIBLIOGRAFIA Y REFERENCIAS

 

Akrich, M.; Latour, B. (1992). A summary of Convenient Vocabulary for the Semiotics of Human and Nonhuman Assemblies. En: Bijker, W; Law, J. (Eds.) Shaping Technology /Building Society. Studies in Sociotechnical Change. Cambridge: MIT Press.

Alcántara, M. (1999). Sistemas Políticos de América Latina. Volúmen 1, América del Sur. Madrid: Tecnos.

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Callon, M; Law, J. (1982). On Interests and Their Transformation: Enrolement and Counter-Enrolement. Social Studies of Science, 12, 615-625

Cosser, L. (1973). Continuities in the study of social conflict. New York: Free Press.

Deutsch, M. (1973). The resolution of conflict. New Haven: Yale University Press.

Gálvez, A. (1996). La nueva genética como punto de paso obligatorio. Una psicosociología de la traducción. Trabajo de Investigación. Unidad de Psicología Social. Universidad Autónoma de Barcelona.

Ibáñez, T. (1988). El conflicto social. Perspectivas clásicas y enfoque renovador. Boletín de Psicología, 18, 7-21.

Latour, B. (1991). Nunca hemos sido modernos. Barcelona: Cátedra.

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