I Seminario de Ciencias Sociales y Humanas del ICCI
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FILOSOFÍA POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA

 

María Fernanda PERDOMO

Estudiante del Doctorado en Filosofía. Universidad Autónoma de Barcelona (UAB)

 

 

El Nacedor

Eduardo Galeano

¿Por qué será que el Che tiene esta peligrosa costumbre de seguir naciendo? Cuanto más lo insultan, lo manipulan, lo traicionan, más nace. El es el más nacedor de todos.
¿No será porque el Che decía lo que pensaba, y hacía lo que decía? ¿No será que por eso sigue siendo tan extraordinario, en un mundo donde las palabras y los hechos muy rara vez se encuentran, y cuando se encuentran no se saludan, porque no se reconocen?

 

SI EL POETA ERES TU

Si el poeta eres tú
como dijo el poeta,
y el que ha tumbado estrellas
en mil noches de lluvias
coloridas eres tú,
qué tengo yo que hablarte, Comandante.

 

RESUMEN

 

La erudición que caracteriza los trabajos filosóficos no está dentro de una breve ponencia. Y no lo estará porque el discurso filosófico-político está saturado, parece alejar cada vez más de la realidad, se está volviendo día a día tan elitista que ya no encuentra simpatizantes...

Esta charla estará enfocada hacia las consecuencias reales de la política neoliberal en un país latinoamericano como Colombia, de la mentalidad y hermandad latinoamericanas, de nuestro mestizaje, de la mujer víctima (viudas de la guerra)de las diferentes formas de violencia y de la intervención de Estado en este tema y en otros como la educación pública. Cabe destacar también los logros de los líderes estudiantiles que se organizaron como grupos de presión frente al abandono del Estado

 


 

Es pan de cada día comentar acerca de la violencia, del abandono del Estado, de la violación de los derechos humanos, de la cínica y simple formalidad de las leyes, de los diferentes conflictos bélicos que azotan a diferentes regiones del mundo. En lo que la gran mayoría de nosotros coincidimos es que, ya no hay una verdadera autoridad que defienda al ciudadano.

 

En Latinoamérica, concretamente, nuestras Constituciones están muy bien hechas sobre el papel, pero, en la práctica ocurre todo lo contrario; corren ríos de sangre en las regiones más pobres, un ejemplo claro es el del Urabá Antioqueño (al Noroeste de Colombia). Aquí no habría que cuestionarse el discurso sobre la libertad y la igualdad, la retórica sobra y los hechos escasean...Sin condiciones básicas de vida como, la educación, la salud, la alimentación y la vivienda es, extremadamente difícil hablar de paz, de estabilidad, de fe en las leyes y de respeto por la autoridad gubernamental.

 

Sumado a esto, hay una imagen demasiado triste y dolorosa: las mujeres víctimas de la violencia en un territorio como el de América Latina, rico en recursos naturales y humanos y que se debate entre la globalización y la deshumanización.

 

Lo que muchos llaman Era de la globalización, de la apertura, ha dejado tantas víctimas como los diferentes enfrentamientos bélicos entre la subversión y las fuerzas del Estado. Colombia es la prueba de ello, desde el año 90, se entregó oficialmente el poder a los nuevos monarcas: los grandes empresarios y los "dueños" del sistema financiero. Con la excusa de que "el país anda mal pero la economía anda bien", el gobernante de aquel entonces, dio inicio a una etapa de privatización como si fuera el último alarido de la moda. De la manera más descarada se le fue recortando el presupuesto a la educación, ya se empezaba a reemplazar la palabra "beca" por la de "préstamo".

 

Él como tantos otros presidentes hispanoamericanos se creían con el derecho a introducirnos en la "Modernización", a su retorcida e individualista idea de "Futuro", por poco y llegamos a pensar los estudiantes que el futuro era simplemente la deshumanización y la desaparición del Estado que alberga a ciudadanos comprometidos con lo social. Llegamos a plantearnos si es que tendríamos que definirnos como "Agentes económicos" para seguir sobreviviendo en "el nuevo país". Supongo que el cajero electrónico sería proclamado el "oráculo de la postmodernidad" y que nos debería preocupar enormemente el impuesto al neón.

 

Bueno, a partir de aquí, cualquiera de los que continuara en el poder no podría echar marcha atrás a la política privatizadora, modernizante, futurista. Uno de los pasos más decisivos fue cuestionar lo útil, lo práctico en la educación y, de ahí, se dictaminó que el inglés tendría que ser la lengua predominante para ser de verdad "ciudadanos del futuro", "gente in". De la manera más incuestionable se retiró la enseñanza del francés de los dos últimos años del bachillerato, los políticos con su aguda visión futurista, consideraron que ya se tendría que retirar la lengua gala, que lo más conveniente era dedicar más tiempo a las clases de informática y de inglés, pueda que a estos funcionarios públicos les bastaba con señalar un perfume para llevárselo a casa y así, dar por concluidas las clases de la lengua de Rousseau y Voltaire... A los parvularios también llegó el futuro: No más subvenciones para la alimentación y matriculación de los niños de las guarderías públicas, de ahí en adelante, cualquier gasto lo asumirían los padres con su disminuido pero bien ganado salario. Sí la miseria bien distribuida, provocaba bostezos bilingües con ideas informáticas y muchísima responsabilidad privada.

 

Ni qué decir de su posición en cuanto a la rebelión armada: el gobierno pregonaba a través de sus potentes medios de comunicación que si ya se había caído el Muro de Berlín entonces, la guerrilla no tenía razón de ser, que los esfuerzos tendrían que encaminarse hacia lo que los políticos concebían como voluntad de paz. El monólogo de la maquinaría del poder se hizo tan evidente que el escepticismo del pueblo se salía hasta por los poros.

 

La guerra civil no declarada que vive Colombia ha dejado una cantidad estruendosa de viudas, todas éstas mujeres que siempre estuvieron mentalizadas para ser cabezas de familia, mujeres que no tuvieron acceso a la educación por motivos que escandalizarían a los países ilustrados. Bajo la responsabilidad de estas madres, mujeres, esposas y trabajadoras, recae el peso de la educación de unos 4 hijos en promedio por familia. No hay duda de que en el territorio colombiano se han puesto la inmensa mayoría de muertos de la guerra del narcotráfico. Que los combates entre guerrilla, ejército, policía y delincuencia común siguen agrandando la cifra de mujeres que tienen que convivir con la desesperanza, con el dolor, con la violencia exacerbada.

 

Desde una masiva campaña de alfabetización, de control de la natalidad y de capacitación técnica y profesional para las mujeres, se tendrían que empezar a tratar los problemas que padece Colombia. ¿Por qué se le sigue dando la espalda a un planteamiento tan sencillo que daría tantos beneficios a la mujer? He de suponer que no hay una verdadera voluntad de parte del gobierno, lo único que ha podido hacer es patrocinar ONG'S fundadas por la Iglesia Católica y por damas de la alta y exquisita sociedad que, se empeñan en hacerles creer a las mujeres de las zonas deprimidas que la sexualidad tiene que estar ligada a la reproducción y que el Dios salvador que gobierna desde el Vaticano es, quien les envía a todos los seres que albergan en sus vientres que, hay que saber llevar la pobreza que, hay que aceptar con resignación todas las desgracias que se les vengan encima. Casi todas estas Fundaciones (¿o frustraciones?) tienen como tema tabú la anticoncepción, les suena pecaminoso, indigno, rebelde, soez. Temen en el fondo, la verdadera autonomía de la mujer, ven como un peligro cualquier motivo que induzca a la mujer a asumirse como individuo porque así, la iglesia no tendría como llenarse los domingos, ya nadie le podrá lavar la ropa al cura y a la dama de la crema y nata que habita un palacete a media hora de un tugurio. Sí, lo que se teme es que toda esta fuerza laboral de trabajos despiadadamente explotados, llegue a pensar por sí misma.

 

Hasta el momento, no se ha visto una ONG que trabaje verdaderamente al margen de la Iglesia, el Medioevo sigue estando vivo en América Latina. Para la muestra un botón: si se quiere plantear el tema del aborto o del avance de la contracepción siempre se le pide opinión primero al Clero, ni siquiera se le consulta a las mujeres! Es increíble que en pleno siglo XXI sea esta institución divina la que siga dando pautas de comportamiento a la mujer bajo el pretexto de que su cuerpo encierra el pecado, la tentación.

 

Las viudas de la guerra y en general, todas las mujeres víctimas de la violencia, difícilmente podrán rehacer su vida si los ministros de Dios y las creadoras de ONG'S no sientan las bases sobre la capacidad de pensar y de sentir de la mujer. Era tan triste tener que ver de cerca el proyecto de una ONG en una importante ciudad del occidente colombiano que se vanagloriaba de trabajar por las adolescentes embarazadas... Su labor consistía en darles albergue de hacinamiento en una sede ubicada en una zona céntrica y, darles una alimentación de dudosa calidad, proveerlas de hilos y agujas para tejieran y bordaran y nada más!! Muchas de ellas no sabían leer ni escribir, pero a las monjas que colaboraban con esta institución laica sólo le interesaba que tuvieran fe en Dios y que lo demás vendría por añadidura que cualquier maltrato sería recompensado en la otra vida que, sus hijos no eran producto de un descuido sino que los enviaba la divina providencia.

Ni qué decir de la violencia intrafamiliar contra la mujer. Con la excusa de que el Estado no puede intervenir en los asuntos internos de una familia, se permite que continúe el maltrato físico y psicológico a la mujer. ¿Hasta qué punto el Estado puede ser neutral respecto a estos problemas? Se necesita urgente una política que proteja de verdad a las mujeres que denuncien agresiones en el seno de la familia, lo que también, pone sobre la mesa la protección de los infantes del maltrato por parte de sus progenitores. Si la autoridad gubernamental se lava las manos respecto a problemas fundamentales como estos que tienen que ver con la salud mental de sus ciudadanos, no se le puede llamar legítimo.

¿Cómo obedecer leyes de un Estado cuya autoridad está tan erosionada? ¿Por qué los ciudadanos estábamos obligados a pagar el impuesto a la guerra? ¿Es imposible para nuestro gobernante crear un impuesto para la educación? ¿De qué manera debemos actuar los ciudadanos cuando dudamos de la legitimidad de la ley? ¿Será posible que llegue a "cuajar" la idea de un verdadero plan de desarrollo comunitario que tenga a la mujer como eje?

 

Y en el ámbito de las mujeres que tuvieron acceso a la educación universitaria cabe destacar el excelente plan que tuvo la universidad pública colombiana: El Servicio de Salud Universitaria, cuyo modelo fue el de la Universidad del Valle, le brindaba de manera gratuita toda la atención médica a los estudiantes, profesores y trabajadores de este platel. Para las estudiantes había una seguridad que les permitía estudiar con calma puesto que los gastos de salud femenina y embarazo, estaban cubiertos por el Estado. Las condiciones estaban dadas para que la estudiante no abandonara sus actividades académicas, incluso, después del parto, su bebé y ella seguían siendo atendidos por el SSU. Pero, en cuanto llegó la era privatizadora, se consideró que estos subsidios tendrían que ser retirados gradualmente, para que el estudiantado se fuera acostumbrando a costearse sus propios gastos. Muchas mujeres lo vieron como un atentado contra su decisión de ser madres, contra su oportunidad de verse en un plano paralelo al intelectual. Parece que el ritmo neoliberal pide que las mujeres o sean madres o sean intelectuales en ejercicio.

 

El autor anglosajón Ronald DWORKIN, se deleitaría con el modelo económico de la universidad pública porque vería que se puede hacer realidad, en algunos países latinoamericanos, la igualdad de derechos y que la desobediencia civil y la objeción de conciencia no son meros discursos de unos cuantos filósofos que hacen la revolución desde la silla. ¡Se puede lograr! Pero, el costo es grande, se necesita mucha paciencia y honestidad para llevarlo a cabo.

Por su parte, Hanna ARENDT y John RAWLS, verían un trozo de su filosofía en las acciones de los grupos estudiantiles de esta parte de la América Latina. Aquí, por haber una desigualdad social más marcada, cada logro de los grupos de presión de los estudiantes se vuelve toda una victoria.

Ambos filósofos de la política ven la desobediencia civil y la objeción de conciencia como lo que permite a la democracia continuar con vida. Arendt es más explícita cuando argumenta que el cambio se da al margen de la ley y que, es la ley la que lo legitima. Esta autora propone el reconocimientos de grupos de desobedientes civiles y de objetores de conciencia para que tengan participación en la legislación de un gobierno, puesto que no todas las leyes son justas y, al no serlo, los ciudadanos sienten que el Estado está incumpliendo un pacto tácito, que se resquebraja la reciprocidad que es lo que fundamenta el contrato.

No hablo solo por las mujeres sino por todos los estudiantes de las universidades públicas; muchos de ellos ingresaron al Alma Máter con muchas ilusiones y con muy poco dinero, necesitaban la base de tener garantizada una comida al día, un buen servicio de salud, una matrícula asequible y un entorno favorable como son: las zonas deportivas, bibliotecas bien dotadas, zonas verdes, bajos costos del transporte. Algo que parece mentira pero se logró durante más de 3 décadas. La utopía pudo ser posible durante algún tiempo gracias al esfuerzo conjunto. Y los resultados se vieron: un excelente nivel académico, deportivo, un sindicato fuerte, la creación de institutos de investigación, la creación de una emisora y de una programadora de televisión, el reconocimiento internacional en muchos de sus planes de estudio, la diversidad racial y socioeconómica... En fin, esto se logró y quedó en la historia. Ahora muchos tenemos que asistir con tristeza e impotencia al menoscabo de la universidad pública como modelo social porque así lo ha querido el modernizante neoliberalismo. También, se puede ver de inmediato las nefastas consecuencias de esta política privatizadora: quienes tengan dinero para estudiar lo harán, los que no, pues que engrosen la lista de los escépticos de la legitimidad del Estado, de la negación del futuro, del dinero fácil, de la mediación monetaria, de la pérdida de valores; y algo tanto y más preocupante aún, el nivel académico mediocre porque todo en la universidad se vuelve oferta y demanda.

La universidad pública en Colombia no en vano ha sido el foco de la guerrilla. Desde las diferentes facultades, se sacrificaron muchísimos estudiantes para crear grupos de presión que oxigenaran la democracia, que pusieran el dedo en la llaga en cuanto al abandono del Estado en casi todo el territorio colombiano. Casi todos los derechos que se alcanzaron a ejercer y disfrutar en la Universidad del Valle, se los debemos a quienes se organizaron para presionar al gobierno local y nacional de que el presupuesto de la nación tenía que tener en cuenta la educación con lo que acarrea. Gracias a ellos que nos abrieron camino, logramos tener la capacidad de explorar en el ámbito académico, cultural, científico, deportivo, político, socioeconómico, se logró una verdadera autonomía universitaria.

El modelo económico que tenía la universidad en su época dorada consistía en una cobertura buena y verdadera de la asistencia médica, el cobro de la matrícula se hacía de acuerdo a la declaración de renta de los estudiantes, el servicio de cafetería, daba una comida balanceada y a un costo simbólico; la mayoría de los estudiantes becados no pagaban por el almuerzo y los que pagaban, lo hacían de acuerdo al nivel de ingresos, pero todos comían la misma calidad y cantidad.

Este no es un argumento en apología a las guerrillas es, el más sincero reconocimiento a grupos de presión que lograron que el Estado se hiciera partícipe del progreso y el respeto por sus ciudadanos. Muchos de estos líderes que el gobierno señaló como al margen de la ley, dieron hasta su vida por continuar con sus ideales.

Con la ideología de los estudiantes de la universidad pública vivimos de cerca el argumento de Henry David Thoreau quien argumentaba que un buen ciudadano no era el que obedecía las leyes sin la más mínima protesta, todo lo contrario, el buen ciudadano se cuestionaba los dictámenes del gobierno, se hacía partícipe de la política comunitaria y, en algún momento, como le sucedió en verdad a este filósofo y poeta de origen francés, negarse al pago de un determinado impuesto porque lo considera injusto. Exactamente sucedió que Thoreau fue encarcelado por no pagar el impuesto al clero. Éste argumentaba que si él no entraba a la iglesia y no creía en ese dios, ¿ por qué tenía que destinar una parte de su dinero para dicho impuesto? Thoreau, proponía la creación de un impuesto para la educación, en su opinión, el pueblo necesitaba más escuelas y menos iglesias. Fue el primer objetor de conciencia y, el que dio el verdadero paso a la desobediencia civil que, luego, continuó M. Ghandi.

Sin utopías no se vive y menos si se está en una universidad y, lo que han logrado gran parte de las universidades públicas latinoamericanas es concienciar y hacer que se reconozcan y se ejerzan los derechos del estudiantado y de los ciudadanos en general. Estaría en total desacuerdo con todos aquellos que digan que los planteamientos de izquierda surgidos en la universidad pública son cosas pasadas de moda. El corazón y la ilusión JAMÁS están de moda y, menos en el sentir de pueblos como el latinoamericano que tiene una inmensa riqueza cultural producto de su mestizaje con el indígena y el negro.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

Arendt, Hanna, "Crisis de la república". Taurus. Madrid. 1973.

Arendt, Hanna, "De la historia a la acción". Paidos. Barcelona. 1995.

Dworkin, Ronald, "Ética privada e igualitarismo político" . Paidos. Barcelona. 1993.

Rawls, John, "Teoría de la justicia". F.C.E. 1979.

Di Stefano, Christine, Perspectivas feministas en teoría política". Paidos. Barcelona. 1996.


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