Este trabajo nos va a permitir reflexionar
acerca de una educación creativa tomando como punto de partida el diplomado
de Creatividad en la Educación.(1) El trabajo está
estructurado en tres temas principales que se entrelazan alrededor de una
idea central: educar en la creatividad. Así, podrá leerse una primera
parte dedicada a reflexionar acerca de las características de una educación
creativa. En la segunda se hará referencia a la experiencia formativa del
diplomado de Creatividad en la Educación. Se mencionan aquí las
necesidades por las cuales surge, sus objetivos e intenciones formativas.
Una última parte enfatiza una serie de recomendaciones teórico-metodológicas
para educar en la creatividad.
Deseamos que la lectura de estas páginas
ofrezca una serie de cuestionamientos, conocimientos y sugerencias para
todos los que se dedican a educar en, por y para la creatividad.
Educar en la creatividad
Educar en la creatividad es educar para el
cambio y formar personas ricas en originalidad, flexibilidad, visión futura,
iniciativa, confianza, amantes de los riesgos y listas para afrontar los
obstáculos y problemas que se les van presentado en su vida escolar y
cotidiana, además de ofrecerles herramientas para la innovación.
La creatividad puede ser desarrollada a través
del proceso educativo, favoreciendo potencialidades y consiguiendo una mejor
utilización de los recursos individuales y grupales dentro del proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Siguiendo con estas ideas no podríamos hablar de
una educación creativa sin mencionar la importancia de una atmósfera
creativa que propicie el pensar reflexivo y creativo en el
salón de clase.
La concepción acerca de una educación creativa
parte del planteamiento de que la creatividad está ligada a todos los
ámbitos de la actividad humana y es el producto de un devenir histórico
social determinado.
Siguiendo con esta manera de pensar tendríamos
un concepto de creatividad acorde con los planteamientos anteriores,
que bien puede ser el siguiente.(2)
Creatividad es el potencial humano integrado por
componentes cognoscitivos, afectivos, intelectuales y volitivos, que a
través de una atmósfera creativa se pone de manifiesto, para generar
productos novedosos y de gran valor social y comunicarlos transcendiendo en
determinados momentos el contexto histórico social en el que se vive.
Este concepto, integracionista o conjuncionista,
plantea una interrelación dialéctica de las dimensiones básicas con que
frecuentemente se ha definido la creatividad de manera unilateral:
persona, proceso, producto, medio.
Por otro lado, este educar en la creatividad
implica el amor por el cambio. Es necesario propiciar a
través de una atmósfera de libertad psicológica y profundo humanismo
que se manifieste la creatividad de los alumnos, al menos en el sentido de
ser capaces de enfrentarse con lo nuevo y darle respuesta. Además,
enseñarles a no temer el cambio, sino más bien a poder sentirse a gusto y
disfrutar con éste.
Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que
una educación creativa es una educación desarrolladora y
autorrealizadora, en la cual no solamente resulta valioso el aprendizaje
de nuevas habilidades y estrategias de trabajo, sino también el
desaprendizaje de una serie de actitudes que en determinados momentos nos
llenan de candados psicológicos para ser creativos o para
permitir que otros lo sean.
Diplomado de Creatividad en la Educación
El Diplomado de Creatividad en la Educación
surge en 1995, como parte de un trabajo de la Dirección de Educación
Especial del Subsistema Integrado, encaminado a responder a un modelo de
escuela comprensiva, creativa y diversificada. En ese momento
se estaba consciente de que el éxito futuro del proyecto de integración
educativa no sólo dependía de cambios organizativos y curriculares, de
apoyos técnicos y económicos, sino también del cambio de actitudes de
los protagonistas de dicha labor y de una nueva cultura de la integración
dirigida hacia una escuela inclusiva,(3) o sea, una escuela
para responder a las necesidades educativas de todos los alumnos.
Esta escuela inclusiva tiene que enfrentarse con
una serie de problemáticas, a las cuales no debe ser ajeno este diplomado,
tales como:
-
Existen dificultades de aprendizaje que
tienen su base en una carencia o falta de empleo adecuado de las
habilidades de pensamiento creativo y reflexivo.
-
En nuestros salones de clase, en ciertos
momentos, predomina un clima poco participativo, activo y centrado en
los alumnos.
-
Algunos maestros no tienen conciencia de que
poseen creatividad y que la pueden poner al servicio de sus alumnos.
-
Existe, en ocasiones, una actitud poco
creativa en los maestros, que se caracteriza por mostrarle al alumno que
no es exitoso y competente.
A partir de las necesidades anteriormente
mencionadas, el diplomado se planteó como objetivo preparar profesionales
competentes y con recursos para generar cambios innovadores y creativos en
el ámbito educativo; así como lograr en éstos el rompimiento de barreras
psicológicas que estaban alojados, en ocasiones, en sus cabezas y corazones.
Este propósito, para ser llevado a la práctica,
se acompaña de una serie de focos de intenciones formativas. Los que guían
el diplomado y su fundamento se plasman en las siguientes acciones:
-
Sensibilizar a los participantes
sobre el valor educativo y social de la creatividad; así como su valor
estratégico para adaptarse a los cambios que exige la integración
educativa .
-
Capacitar a los participantes
proporcionando conocimientos y desarrollando habilidades sobre la
creatividad y su proyección en la educación; considerando al docente
como profesional de la educación creativo e innovador.
-
Transferir la creatividad a contextos
educativos del aula y del centro escolar. El grado de transferencia irá
desde los meros aprendizajes de técnicas e instrumentos a la elaboración
de proyectos innovadores para mejorar la práctica educativa de forma
colaborativa e institucional. La aplicación de los conocimientos y
habilidades o estrategias asumidas a contextos diferentes de aquellos en
los que se adquirieron son la mejor garantía de la eficiencia de un
aprendizaje.
Los ejes en torno a los cuales se distribuyen
los contenidos curriculares son:
1. La creatividad y su incidencia en los agentes
educativos.
2. La creática y su concreción en los programas
y estrategias de estimulación creativa.
3. Creatividad aplicada al currículum, con
especial incidencia en los aspectos diferenciales y de las áreas de
expresión.
En el primer eje se abordan las
cuestiones conceptuales y de fundamentación de la creatividad, al tiempo que
se transfieren a los componentes educativos correspondientes. También
perseguirá, como objetivo fundamental, la construcción de climas creativos,
sin que se descuiden la asimilación de contenidos y su aplicación.
En el segundo eje se dará capacitación
respecto a la utilización de técnicas, estrategias, métodos y programas de
estimulación del pensamiento creativo y crítico, sin dejar de lado la
sensibilización y la transferencia de conocimientos ni la elaboración de
propuestas concretas de intervención, con prioridad en el desarrollo de
competencias a fin de que los participantes adquieran conocimientos y
habilidades en la utilización de técnicas, estrategias, métodos y programas.
En el tercer eje se transferirán los
conocimientos y habilidades logradas al ámbito curricular, de modo que se
elaboren programas de acción para sujetos con necesidades educativas
especiales, así como a áreas curriculares como la expresión plástica,
musical, motriz, escénica, de lenguaje y de ciencias.
Ya por último, deseamos señalar en esta parte
del trabajo que durante estos cuatro años se ha tenido el diplomado en
diferentes municipios del estado de Jalisco.
También han participado en la experiencia
maestros,(4) especialistas en las diferentes
áreas de la educación y otros interesados que laboran en los diferentes
niveles educativos.
El total de los alumnos que han participado
hasta el momento de escribir este trabajo es de 938; éstos tienen, en su
mayoría, el nivel de licenciatura como último grado de estudios.
También hemos conformado una red de profesores
para el diplomado en los diferentes temas de Creatividad en la
Educación que éste aborda. Además de rescatar de los grupos del
diplomado a los mejores alumnos para que formen parte de la planta docente
de éste.(5)
Recomendaciones teórico-metodológicas para
educar en la creatividad
Educar en la creatividad implica partir de la
idea de que ésta no se enseña de manera directa, sino que se propicia y que
para esto es necesario tomar en cuenta las siguientes sugerencias:
-
Aprender a tolerar la ambigüedad e
incertidumbre. El maestro pudiera favorecer en los estudiantes
el desarrollar una tolerancia a la ambigüedad, dándoles más espacio en sus
clases para pensar sobre una situación problemática que se les presenta y
estimulándolos a reflexionar desde el principio de la clase. También
logrando que formen parte de las reglas del grupo, un periodo de ambigüedad
ante los trabajos y conocimientos que deben edificar. No debe temer a este
periodo de germinación de los conocimientos. Este último estará asociado a
una incubación de las posibles soluciones.
Siguiendo con esta idea, la incertidumbre es
otro alimento de la clase creativa. Es decir, se debe crear un clima dentro
del proceso de enseñanza-aprendizaje donde el conocimiento que se está
trabajando no se dé como inmutable y estático. La escuela necesita la
incertidumbre para que el alumno se lance a explorar el conocimiento que no
logró construir totalmente en el salón de clases o fuera de éste.
-
Favorecer la voluntad para superar obstáculos
y perseverar. Cuando empezamos con un proyecto innovador para la
educación, debemos partir siempre de dos metas: la primera, ser fieles a los
objetivos que deseamos alcanzar; y la segunda, estar conscientes de que para
llegar a lograrla se van a presentar toda una serie de barreras a derribar.
Se elimina una y aparece otra y así sucesivamente hasta alcanzar nuestro
objetivo. Los obstáculos se convierten en oportunidades y no en amenazas.
-
Desarrollar la confianza en sí mismo y en sus
convicciones. En la escuela se debe cultivar la confianza en sí mismo a
través de indicadores que no siempre sean las buenas notas y el pasar de
grado. Otros indicadores que se debieran tomar pueden ser: la apertura
mental, la originalidad, asumir riesgos y plantearse preguntas que en
determinados momentos pongan en duda el conocimiento que se está trabajando,
entre otros.
-
Propiciar una cultura de trabajo para el
desarrollo de un pensamiento creativo y reflexivo. El maestro que
desea lograr un clima donde los alumnos aprendan a pensar y crear mejor debe
trabajar duro. A veces los resultados alcanzados no son los esperados o no
son tan gratificantes en un periodo corto de tiempo, pero hay que seguirle
poniendo todo el empeño, ya que las huellas formadoras que se dejan en los
alumnos trascienden el presente y se recogen en el futuro.
-
Invitar al alumno a transcender el presente
con un proyecto futuro. El maestro creativo constantemente se anticipa a
cómo va a ser la clase siguiente. Todavía no ha finalizado la clase y él ya
está viendo qué recursos pedagógicos va a emplear para que la siguiente sea
de mejor calidad. Además se acompaña de una forma optimista de ver la vida.
Esta anticipación se relaciona mucho con el disfrute por el proceso de
enseñar más que por los resultados que pueda obtener. También él invita a
sus alumnos a creer que toda idea soñada puede ser una idea posible.
-
Aprender a confiar en lo potencial y no sólo
en lo real. El profesor debe confiar en las capacidades potenciales de sus
alumnos y no solamente en las reales. Debe favorecer una enseñanza
desarrolladora y colaborativa en donde lo que el
alumno puede realizar con su apoyo pueda hacerlo solo el día de mañana.
-
Vencer el temor al ridículo y a cometer
errores. Debemos enseñar a nuestros alumnos a vencer el temor al
ridículo y a cometer errores, ya que esto representa romper con reglas
establecidas. En el caso del temor a cometer errores es importante aprender
a reciclar los mismos como fuente de aprendizaje. Además, evitar que
el alumno tenga miedo a equivocarse ante el maestro por razones como las
siguientes: perder su cariño, romper con la imagen de buen estudiante,
contradecir el método de aprendizaje que sigue el educador.
-
Desarrollar tanto en nuestros maestros como
en los alumnos, una actitud diferente ante la responsabilidad del proceso de
enseñanza-aprendizaje. Los alumnos deben tomar poco a poco la
responsabilidad de su propio aprendizaje en la medida en que desarrollen una
motivación intrínseca en torno a esto. El maestro debe facilitar y
mediar las oportunidades para que los estudiantes decidan lo que necesitan
saber y con qué herramientas construirlo y favorecer la ejercitación de
estrategias para lograr lo anterior.
-
En los salones de clase debería estar bien
visible la siguiente frase: "Vivan los riesgos que nos permiten ver las
nuevas aristas del conocimiento". Se debe incitar al alumno, por ejemplo, a
dar una respuesta no convencional en una prueba, diferente a la ofrecida por
el profesor como modelo en la clase o, en vez de dar la respuesta, dar él la
pregunta.
Siguiendo este pensamiento, es necesario
incorporar el cambio como algo cotidiano en la actitud para la vida
de nuestros estudiantes. Desarrollar una actitud favorable al cambio
les va a permitir ver más al aprendizaje como un proceso dialógico y
dialéctico en el cual los educadores pueden solamente proceder
indirectamente a la verdad, zigzagueando a lo largo del camino, a veces
enfrentándose a contradicciones, retrocesos, avances y una carga de
satisfacciones llenas de una lucha tenaz contra los obstáculos y las
frustraciones.
-
La autoridad para validar el conocimiento
debe partir de un proceso social, dialógico y cooperativo. Para esto
es necesario romper con aquellas creencias en las cuales el maestro tiene la
verdad acerca del conocimiento a construir y el alumno debe encontrarla bajo
el control de este experto; donde el maestro constantemente habla y el
alumno escucha y les hace sentir en las clases que está plenamente seguro de
lo que enseña, que hay poco que descubrir e indagar en relación con esto.
Este tipo de maestro genera actitudes en los
alumnos ante el aprendizaje que se caracterizan por la inseguridad, la
pasividad, la sumisión, la dependencia, la repetitividad, la reproducción de
conocimientos más que la construcción activa del mismo.
-
Cuando se propicia un clima creativo la
motivación intrínseca y la de logro deben estar presentes. La
primera en el sentido de que debe nacer, desarrollarse y realizarse en el
propio proceso de enseñanza-aprendizaje, sin requerir de recursos externos.
En el caso de la segunda, implica desarrollar una actitud en los alumnos
ante los logros que van teniendo en la escuela, que propicie el pensar no
sólo en ser competentes, sino también ser excelentes; así como disfrutar de
los trabajos que realizan pero nunca estar completamente satisfechos con los
mismos, para de esta manera seguirlos mejorando.
-
Es necesaria la contextualización del
conocimiento y las habilidades de pensamiento crítico y creativo.
Contextualizar implica no concurrir en situaciones como las siguientes: se
imparte tal y como se había leído en el texto básico de la asignatura, el
cual generalmente es una selección de lecturas realizada hace más de tres
años, y en la que en ocasiones faltan las referencias de donde se tomó o no
se cita de forma correcta; se pide que se observen determinados
conocimientos tal como los mencionaba un reconocido estudioso del tema; se
exigen tareas a los alumnos como si fuera esta la única asignatura que
recibiera, olvidando el resto de ellas; se quiere reproducir un experimento
tal como se había realizado en un país desarrollado; se trabaja en la clase
tal tema o autor porque está de moda y todos lo citan; se extrapolan
técnicas creadas para una actividad docente a otra completamente diferente.
-
Las necesidades fundamentales del alumno
están relacionadas con enseñarle a pensar creativa y reflexivamente, o sea,
a pensar de manera excelente. Lo que se requiere es un alumno
imaginativo y cuestionador de las verdades que aparecen a través de la voz
del maestro o de los libros de textos y un constructor de puentes
imaginarios para que transiten las ideas invisibles para la mayoría y en un
momento determinado se hagan visibles; que analice las experiencias y
conocimientos de la realidad y los sistematice a través de su pensamiento
crítico y creativo, con la cooperación de un educador con profundos
conocimientos de grupo y de mediación.
-
Quitar los lentes empañados que en
determinadas ocasiones no permiten ver la ignorancia. Se vive con
lentes empañados cuando: año tras año se repiten las clases tal como
se planificaron la primera vez; se termina una licenciatura, maestría o
doctorado y nunca más se vuelve abrir un libro de texto o se asiste a un
curso de posgrado para el enriquecimiento de la práctica educativa; cuando
no se tiene la valentía de decir al alumno qué es lo que se sabe y qué es lo
que no. Si se desea limpiar los lentes se debe emplear el conocimiento de
manera flexible. Además, es necesario favorecer que el alumno busque fuentes
alternativas de lectura a las oficialmente sugeridas y dejar un espacio de
conocimiento a aportar por éste durante la clase. También tomar conciencia
de que aprender implica reconocer nuestras ignorancias y realizar un
análisis en cuanto a lo que sabemos genuinamente y lo que simplemente
memorizamos.
-
Es más valioso cubrir una pequeña proporción
de conocimientos a fondo que una gran cantidad. Es más útil que el
alumno obtenga una pequeña parcela del conocimiento que una gran cantidad
pero de manera superficial, y que discuta el significado de los mismos y
descubra los sentidos que pueden tener de acuerdo a su historia y cultura.
-
Pensar de forma creativa y reflexiva por
parte del alumno puede darse rara vez de forma verbal del maestro hacia los
alumnos. Es decir, una persona no puede dar de forma inmediata
a otra lo aprendido, ya que el reflejo de la realidad en el ser humano es
mediado; pero sí, en cambio, puede crear una atmósfera creativa que
favorezca las condiciones óptimas para que el alumno aprenda por sí mismo a
pensar de estas maneras.
-
Convertir las aulas en espacios para
asombrarnos, experimentar e investigar. Uno de los recursos más importantes
y al alcance del educador es la capacidad de asombrarse ante cada comentario
reflexivo o creativo de sus alumnos. Para lograr lo anterior él propicia un
conocimiento lleno de sorpresas y situaciones inesperadas. Es decir, lleva a
los alumnos a disfrutar de lo inesperado y lo incorpora dentro del proceso
de enseñanza-aprendizaje que está ocurriendo.
-
Los estudiantes necesitan tratarse como
personas, es decir, tener una buena comunicación cuando están creando o
pensando. Los alumnos requieren aprender a escuchar críticamente,
tener apertura hacia el juicio del discrepante o ante los puntos de giro(6)
de la dinámica de razonamiento del grupo o para apreciar las dos caras de un
asunto tratado. Además, necesitan aprender a retroalimentarse a sí mismos y
a los otros durante un proceso creativo o crítico. Los maestros deben
modelar actitudes comunicativas para lo anterior.
-
El cuestionamiento es un excelente indicador
de que se está trabajando el pensamiento creativo y crítico. Se parte de
considerar que los alumnos que formulan preguntas que invitan a pensar e
imaginar están aprendiendo. Los maestros tienen a la pregunta como una de
sus estrategias fundamentales.
-
Construcción de las habilidades de
pensamiento creativo y crítico a trabajar en dos planos. Se parte de que
todo lo aprendido y por aprender por el alumno se le va a presentar siempre
en dos planos: uno fuera de él (interpsíquico) y el otro dentro de él
(intrapsíquico). Durante la clase, el lenguaje de los otros —en cuanto al
desarrollo de la habilidad a trabajar— va a ir formando parte del lenguaje
de todos a través del diálogo que se va realizando. Todo esto se va dando en
el plano interpsíquico. Ahora lo anterior se va interiorizando y va formando
parte de las herramientas psíquicas del alumno. Aquí se está hablando de un
plano intrapsíquico.
-
Matrimonio entre los conceptos cotidianos
que trae el alumno acerca de la habilidad de pensamiento creativo o crítico,
a trabajar con los científicos acerca de la misma. Cada vez
que se comience a trabajar una clase, se debe tratar de que el alumno
comente sobre los conceptos cotidianos que posee acerca de la habilidad o
conocimiento a trabajar para vincularlos de manera orgánica con los
científicos. De esta manera los conceptos científicos se enriquecen de la
vida cotidiana de los estudiantes que transcienden las paredes del aula y a
su vez los cotidianos encuentran una lectura más sistematizada, objetiva y
abstracta sobre la realidad por medio de los científicos. De esta forma
tendremos un aprendizaje más rico de sentidos y significados.(7)
-
Unidad de lo cognoscitivo y lo afectivo en
cada sesión de atmósferas creativas. Cuando se está trabajando
el pensamiento creativo y reflexivo se parte siempre de que la actividad
lúdica que se esté realizando va a movilizar los recursos afectivos e
intelectuales de la persona que esté ejercitando en ese momento la misma.
Además, es importante crear un clima donde se dé un matrimonio entre los
afectos y el intelecto, así como también buscar un equilibrio entre lo
afectivo e intelectual, para lograr un espacio dinámico y motivante para el
buen pensar y crear.(8)
A manera de conclusión pudiéramos señalar lo
siguiente:
Educar en la creatividad debe orientarse al
desarrollo personal y mejora profesional de la práctica educativa de todos
los implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje, dentro de un contexto
histórico social dirigido a la integración educativa, partiendo del criterio
de que la creatividad nos permite tener una actitud flexible y
transformadora que propone romper las murallas o barreras para edificar la
nueva escuela del futuro, cuyos principales apellidos sean: integrada,
solidaria, respetuosa, reflexiva, divergente, desarrolladora, abierta y
consistente con las necesidades de todos los alumnos.
Todo lo anteriormente expresado conlleva una
educación en la creatividad que propicie un sistema de actividades y
comunicación donde el pensamiento reflexivo y el creativo se desarrollen a
la par de una actitud coherente.
Cada alumno que egrese de una escuela formado
con esta visión deseará que en los lugares donde llegue se manifieste el
pensar, crear, sentir, comunicar y compartir por respeto a sí mismo y a sus
semejantes.
Notas
1. Este diplomado es el primero que se
realiza en la Secretaría de Educación Pública del Estado de Jalisco sobre la
temática de la creatividad en la educación. Ha sido auspiciado por de la
Dirección de Educación Especial del Subsistema Integrado a través de la
Coordinación de Formación y Actualización de Docentes.
2. Este concepto fue creado en agosto
de 1998 por el doctor Saturnino de la Torre, con algunas sugerencias
nuestras.
3. En este sentido, se puede afirmar
que en estos últimos años se advierte una evolución del concepto de
integración al de inclusión, se pasa de pensar en el ser humano
que se integra a reflexionar sobre el contexto que debe satisfacer las
necesidades de todos los que se encuentran en él.
4. De esta cantidad actualmente están
terminado el diplomado 458 maestros.
5. Nos ha interesado sobre todo que
los profesores que organizan y propician las unidades de aprendizaje, no
sólo tengan un alto grado de especialización en los temas que abordan, sino
que sean ejemplo de una actitud creativa ante sus alumnos. No sólo con
palabras sino también en los productos de su vida profesional. Durante estos
años hemos contado con los principales representantes del tema de
creatividad en la educación en Hispanoamérica y en México. Personas que han
dejado huellas emocionales, intelectuales y de conocimiento en sus alumnos
por su implicación motivacional en la actividad pedagógica. Son
profesionales que constantemente se plantean proyectos e iniciativas en los
espacios educativos donde laboran, a través de un trabajo en ocasiones
paciente, silencioso y lleno de vencimientos de obstáculos. A continuación
citamos algunos de los profesores que han trabajado en la experiencia: David
del Prado Díez, director del Master Internacional de Creatividad; Saturnino
de la Torre, docente investigador del Departamento de Didáctica de la
Universidad de Barcelona; Fernando González Rey, profesor titular en la
Universidad de Londres y en la Escuela de Altos estudios de Ciencias
Sociales de París; Albertina Mitjáns, decana de la Facultad de Psicología de
la Universidad de La Habana, miembro del Consejo Científico Superior de la
Academia de Ciencias de Cuba; Celedonio Castanedo, catedrático de la
Universidad Complutense de Madrid; Carmen Merino, creadora del Primer
Diplomado a Distancia de Metodología Cualitativa de la Universidad Nacional
Autónoma Metropolitana; María de los Ángeles Tovar, catedrática de
Psicología Social de la Universidad de La Habana y la Iberoamericana en
México; Ana María Zepeda, presidenta de la Sociedad Mexicana de Creatividad;
maestro Hilario Recio Sánchez, profesor del Programa de Educación Virtual
del TEC de Monterrey, Campus Sinaloa; doctora Orquídea Abreu Márquez,
miembro de la Asociación Mexicana de la Creatividad y de la Federación
Latinoamericana de Orientadores para el Desarrollo Humano; doctor Orlando
Batista Carrera, miembro de la Asociación Mexicana de la Creatividad, asesor
pedagógico y científico de la Asociación Calpulli de los niños; doctor Mauro
Rodríguez Estrada, creador de la Asociación Mexicana de Creatividad; doctora
María Ana Rodríguez, profesora del Master de Creatividad de la Universidad
de Santiago de Compostela; maestro Guillermo Tapia García, coordinador de la
Maestría en Educación de la Universidad Iberoamericana de León, Guanajuato;
maestro José Luis Díaz Vega, Premio Nacional "Mexicano Creativo" y Premio
Nacional en Juguete Didáctico otorgado por la Universidad Tecnológica de
León; maestra María de los Dolores Valadez Sierra, creadora del Programa de
Atención a Niños Superdotados y del primer Diplomado en Educación Especial
del Departamento de Psicología Aplicada del Centro Universitario de Ciencias
de la Salud de la Universidad de Guadalajara; maestra Silvia Valencia
Abundis, jefa del Departamento de Psicología Aplicada del Centro
Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara;
Pedro Solís Cámara Reséndiz, uno de los investigadores mexicanos más
prestigiosos a escala internacional en el campo de los estilos cognitivos y
actitudes de paternidad; maestro Omar Trujillo Grass, uno de los principales
exponentes del tema de Geriatría y Creatividad en el Centro Iberoamericano
de Geriatría en La Habana Cuba; maestra Alma Cervantes, asesora del Palacio
de Bellas Artes, miembro de la Mesa Directiva de la Sociedad Mexicana de la
Creatividad; Ramiro Humberto Albarrán Romero, coordinador de los programas
de Maestría Vía Satélite de la Universidad Tecnológica de México y director
de Desarrollo Académico del Tecnológico de Monterrey, campus Toluca; Gloria
Simcha de Ruben, pionera y fundadora de la profesión de Terapia de
Movimiento en EU e Hispanoamérica; Lilian Dabdoub, representante en México
de la Red Internacional de Creatividad; Marga Iñíguez Tarragó, asesora del
Ministerio de Educación de Colombia; maestra Katia Bisol, consultora en
organizaciones, trabaja actualmente para la empresa Shering Ploug de Brasil;
maestra Lilia Ponce, de la UNITEC de México; Nidia Álvarez, profesora de la
Universidad Pedagógica "José Martí" de Camagüey y del Centro de Ciencias de
la Educación de la Universidad de Camagüey; Miguel C. Jarquín Marín,
coordinador del Doctorado de Terapia Gestalt del Instituto de Terapia
Gestalt de Occidente. Dentro de los graduados de este diplomado, o que han
apoyado su puesta en marcha, encontramos a los siguientes compañeros:
Antonio Martínez Pérez, Carmen García Estrada, María Carmen Meléndrez,
Agustín Silva Villa, Eduardo Montelongo, Carlo Agassini Garibay, Guillermo
Gutiérrez Padilla, Rosario Leticia González, Martín Castellón, Laura
Navarro, Enrique Rodríguez, Luz Victoria Llamas, Heber Ávalos Gómez, Juan
Barajas Godínez, Paula del Carmen Contreras, Leticia del Carmen Rodríguez
Villarreal, María del Pilar Reguillo Cruz.
6. Estos consisten en cambios en la
dinámica de razonamiento. Pueden ocurrir en una clase provocados por uno de
sus miembros al asumir una actitud problematizadora durante la misma. En tal
caso la dinámica grupal, pudiera decirse en lenguaje figurado, que iba en el
sentido de las manecillas del reloj y a partir de ese punto de giro
comienza a caminar en sentido contrario.
7. Hemos observado que, en
determinados momentos, un alumno provoca un punto de giro en la
dinámica afectiva y cognoscitiva del grupo. Lo logra con una pregunta o un
comentario que invita a la reflexión grupal respecto a lo que hasta ese
momento se había dicho; ello a su vez provoca un crecimiento en el resto del
grupo, que invita a buscar, explorar e investigar nuevas aristas del
problema en cuestión, lo cual enriquece la construcción del conocimiento que
se venía dando hasta ese momento. Pongamos un ejemplo: en un grupo de
estudio, durante un seminario, se estaba analizando el surgimiento del
psicoanálisis; de pronto un estudiante comentó que no le perecía confiable
la exposición, pues se habían omitido algunos autores que iniciaron dicha
corriente, tales como Adler y Jung. Fue interesante captar que hasta ese
momento el razonamiento se movía en una dirección: aceptar como obvio todo
lo que se decía. A partir de la inquietud del estudiante, el pensamiento
grupal tomó otro rumbo. A los alumnos que introducen puntos de giro
es necesario abrirles un espacio como una oportunidad para mejorar el
razonamiento y la creatividad del grupo.
8. En el caso de los sentidos, ellos
se manifiestan en la conciencia del ser humano como aquello que refleja y
lleva en sí sus propias relaciones vitales. Estos expresan la relación del
motivo de la actividad que estamos efectuando respecto al objetivo directo
de su acción. Por ejemplo, yo puedo saber mucho sobre esquizofrenias, pero
todavía no tiene un sentido para mí, si no entra en mi vida familiar a
partir de que tenga un tío con dichas características; el significado
inicial de la esquizofrenia se enriquece con una serie de sentidos.
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