LA REALIDAD SOCIAL CHILENA A INICIOS DE LOS 1980

La insurgencia social contra Pinochet . Sebastián Jans

Una etapa de reflujo

Las consecuencias sociales

El paupérrimo rostro de Chile

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insur2-3.jpg (32358 bytes)  El rostro de la pobreza dura fue la patética cara de Chile a inicios de los 1980.

 

EL PAURÉRRIMO ROSTRO DE CHILE.

Una encuesta realizada por Gallup, y que es la base de un trabajo de Dhase, es ampliamente demostrativa sobre la realidad social de los sectores proletarios de las tres más grandes ciudades chilenas, en el año anterior al estallido de la insurgencia social contra Pinochet.

La mencionada encuesta, realizada sobre 194.848 familias pobres con niños menores de 6 años, demostraba que un 79,2 % de estos niños, se encontraba desprotegidos, esto es, carecían de la alimentación necesaria, de la atención de salud requerible para su edad y del cuidado apropiado para proteger su crecimiento en condiciones de seguridad social.

Por ejemplo, un 30 % de los niños de las familias encuestadas, no tomaba leche todos los días; un 12 % no la tomaba nunca ni tenía acceso a los sustitutos; un 28,7 % carecía de posibilidades para incluir carne en su dieta. En Santiago, constata que un 60,3 % de los niños menores de 6 años de estratos pobres urbanos no cubría sus necesidades de alimentación, y que sus familias realizaban un gasto mensual per cápita en alimentación inferior al nivel mínimo. En Valparaíso, se advierte un porcentaje mayor (75,2 %), mientras en la ciudad de Concepción se llegaba a una cifra realmente abismante: un 88,1 %.

Los resultados de la investigación, llevaron a Dahse a señalar "que la situación de los menores de 6 años de estratos urbanos pobres, es extremadamente grave; lo cual, de persistir, será un obstáculo al desarrollo de sus potencialidades tanto físicas como intelectuales, y, por esta vía, restará apreciablemente su contribución a la sociedad del futuro".

Contribuye a conocer la cara de la pobreza en Chile, un estudio del Programa de Economía del Trabajo de la Academia de Humanismo Cristiano, que, a principios de 1980, señalaba que las familias obreras, teniendo como referencias los años 1966 y 1978, habían menguado sus dietas en la mayoría de los alimentos, entre los cuales destacaban la carne (40% menos), el arroz (40% menos), la leche (30% menos) y el azúcar (25%) menos.

Obviamente, estas cifras parciales no son lo suficientemente ilustrativas en cuento a la magnitud del problema del hambre, que se advertía en las poblaciones, barrios y campamentos de las ciudades del país. En el campo, la situación era aún peor, así como en provincias con altos niveles de extrema pobreza, como era el caso de Arauco, Atacama y Maule.

Eran miles de mujeres, hombres y niños, que solo se alimentaban con un par de marraquetas de pan y un poco de té al día, o bien, que todos los días almorzaban un plato de arroz o fideos, que muchas veces provenían de la caridad, de una racha de suerte o de los pocos pesos logrados a través del Programa de Empleo Mínimo. En muchos sectores populares el problema del hambre era tan patético, que el único alimento lo constituía el conseguido en la "olla común", instalada en la parroquia del barrio, a iniciativa de los pobladores más conscientes de la necesidad de organizarse.

Si el problema del hambre era dramático, el problema habitacional no lo era menos, constituyendo la otra cara de la miseria. Era normal que, en las barriadas populares, en un sitio de 160 mts. cuadrados vivieran 7 u 8 familias, compartiendo una casa o una construcción de material ligero, sobre todo en poblaciones muy populosas, como era el caso de La Bandera, La Victoria, La Legua, José María Caro, Huamachuco, El Pinar, etc.

En la encuesta que sirve de referencia al estudio de Dahse, se advierte que, en las 194.848 familias testeadas, un 71,4 % vivía en casas de material ligero (madera, paneles, etc), cités o poblaciones en muy mal estado de conservación, en tanto, el 28,6 % restante, vivía en chozas, mediaguas construidas con materiales de deshechos, a lo más con 2 ambientes.

Ingreso per cápita en familias de estratos pobres urbanos

con niños menores de 6 años en 1982 (mensual)

Ingreso Menor de $ 1.000

68.969 familias

Ingreso entre $ 1.000 y $ 2.000

99.025 familias

Ingresos mayores a $ 2.000

20.592 familias

Ingresos no precisados

6.262 familias

Fuente: "Situación del niño de la familia pobre. El caso de Chile." F.Dahse.

Se calculaba, a fines de los 1970, que, para solucionar el problema habitacional, Chile requería construir 900.000 casas o departamentos. Esto llevó al gobierno de Pinochet a buscar alguna medida paliativa y ofreció un plan de subsidio habitacional, que también buscaba reactivar el mercado de la construcción. Para ello se exigía un ahorro previo de $ 100.000.- y un préstamo bancario adicional, aportando el Estado el tercio restante.

Desde luego, era absurdo pretender que los 300.000 trabajadores del Programa de Empleo Mínimo (PEM), ganando $ 2.000.- mensuales, de los cuales gastaban la mitad en pan, pudieran destinar siquiera un centavo en ahorro habitacional. Así pues, de 1978 a 1982, el sistema de subsidio solo había funcionado en un 32 % y en familias con ingresos superiores a $ 20.000.- mensuales, en su mayoría correspondiente a miembros de las Fuerzas Armadas.

El hambre, el hacinamiento, la promiscuidad y todo el cuadro de condiciones paupérrimas en que se encontraban los trabajadores, constituirán uno de los detonantes que provocará la violenta reacción contra la dictadura.

Si consideramos que la extrema pobreza consiste en la suma de los siguientes factores: a) ingresos inferiores al promedio de una canasta familiar mínima, b) alimentación inferior al promedio de calorías diarias necesarias para una persona, c) vivienda inadecuada (hacinamiento, transitoria, deteriorada, construcción con deshechos), d) educación básica incompleta, e) carencia de vestuario apropiado, y otras condiciones de vida mínima, en las 34 comunas que componían la Región Metropolitana, en 1982, había más de 1.515.000 personas en condiciones de extrema pobreza, lo que significaba el 37,4 % de la población regional, aunque, en algunas comunas (La Granja, Pudahuel, Quilicura, La Florida) superaban el 50 %.

Los índices de la miseria en Chile

Año

Extrema pobreza sobre total habitantes

1940

54 % (1)

1954

44 % (2)

1968

17,6 % (3)

1982

42,2 % (4)

Fuentes: (1,2,3)S.T.Mill "La obreza: un desafío del Estado" Revista Mensaje, Nro 270, 1978.

(4) Rolando Drago. "Tabla comparativa de extrema pobreza". Documento de Trabajo, 1982.

 

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