Es introducido a occidente, o mejor dicho, reintroducido al público en general por el sabio Eliphas Leví, padre del ocultismo moderno, y en su magna obra "Esplendores de la kabbala", que puede usted descargar en nuestra sección de Biblioteca de modo absolutamente gratuito, da su opinión sobre esta figura, del siguiente modo:
El Baphomet no es un Dios, es el signo de la iniciación; es también la figura jeroglífica del gran tetragrama divino. Es un recuerdo de los querubes del arco y del Santo de los santos. El Baphomet es análogo del Dios negro de Rabí Simeón. Es el guardián de la llave del templo. Es el lado oscuro de la faz divina. Por eso, en las ceremonias iniciáticas, se exigía del recipiendario que diera un beso a la faz posterior de Baphomet, o del diablo, para darle un nombre más vulgar. Ahora bien, en el simbolismo de la cabeza de dos caras la que está detrás de Dios es el diablo, y la de detrás del diablo es la figura jeroglífica de Dios.">>
Sin embargo es Gabriel López de Rojas, filósofo contemporáneo y cabeza de la Ordo Templis Orientalis, quien se centró en el estudio de la figura del Baphomet. Los significados del nombre Baphomet varían según autor, para Montague Summers, autonombrado "experto" en demonología y brujería, deriva el nombre al griego Baph Metis, o "bautismo de Luz". En Rojas la fugura del Baphomet es lo que a la esfinge a Leví, es decir, el arcano mayor, la síntesis del dogma universal, y por ende dios de la luz y la iniciación.
¿Pero cuál es el simbolismo del Baphomet? Lévi dibujó la figura de Baphomet con cabeza de cabra, rasgos andróginos y símbolos iniciáticos y herméticos, sentado sobre un cubo. Entre los cuernos de la entidad, dibujó un pentagrama y una antorcha. Y, en su cuerpo, añadió unos pechos femeninos y un falo con forma de vara de Hermes, un brazo masculino y otro femenino y una mano hacia arriba y otra mano hacia abajo, señalando una Luna creciente y otra Luna menguante. Cada brazo tenía una palabra en latín: SOLVE y COAGULA. Baphomet aparecía con unos cuernos. Repasemos los citados símbolos, desde la simbología y la ciencia hermética. La antorcha simboliza la Luz divina y es llevada por aquel que porta la Luz a la Humanidad y a los iniciados. Baphomet es, por todo lo dicho, según la simbología, el dios que porta la Luz.
El pentagrama o estrella de cinco puntas ha sido utilizado desde los albores de la Humanidad. Los pitagóricos lo denominaban Pentalfa y algunos iniciados lo han vinculado a Sirio, del cual dicen que fue el primer dios que conoció la Humanidad. El pentagrama es igualmente el símbolo del Hombre, guiado por la mente y el corazón, el pentagrama inverso es el Hombre guiado por sus genitales, es decir, por sus pasiones desordenadas.
El resto de la simbología de Baphomet debe observarse desde el hermetismo y sus siete principios herméticos. Los símbolos de Baphomet están ligados al hermetismo y sus siete principios herméticos, por ser el dios verdadero que porta la Luz a los iniciados y a la Humanidad.
Veamos la relación:
Las palabras SOLVE y COAGULA de Baphomet hacen alusión a la facilidad para disolver y crear y simbolizan el “todo es mente, el Universo es mental”.
Una mano hacia arriba y otra mano hacia abajo de Baphomet simbolizan el “como es arriba, es abajo”.
Las citadas manos y la vara de Hermes en vibración simbolizan el “nada está inmóvil, todo vibra”.
Las dos direcciones de las manos, la Luna negra y la Luna blanca, los pechos femeninos y el falo masculino del Baphomet simbolizan el “todo es doble”.
Las fases lunares que simbolizan las dos Lunas situadas abajo y arriba de Baphomet simbolizan el “todo fluye y refluye, avanza y retrocede, sube y baja”.
Las palabras SOLVE y COAGULA simbolizan el “toda causa tiene su efecto y todo efecto parte de una causa”.
Los pechos femeninos y el falo masculino, los dos tipos de brazo y otros símbolos de Baphomet simbolizan el “todo es masculino y femenino”.
Baphomet es pues, en Leví el ídolo que derrota al ídolo, la otra faz de Dios, pues la luz, mientras más brilla, más oscuras serán las sombras que cause, para Rojas es la conceptualización del Hombre y de Dios, aunque en lo personal discrepo con varias opiniones del filósofo Rojas, debo admitir que ciertamente funciona como conceptualización del Hombre primigenio o primordial, mejor aún que el simbolismo del andrógino. Esto porque la cabeza forma un pentagrama con la punta hacia abajo, y en su frente encontramos un pentagrama con la punta hacia arriba, lo cual es natural al Hombre, su voluntad no es en sí ni buena ni mala. Es un ejemplo muy propio del ocultismo, donde en una sola imagen describimos a Dios, al Hombre y al Mundo.
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