El psicodrama dibujado El quiasma del devenir Sergio Canadè Lo que no cae por su peso El sitio de Ruth Tarquini

SITUACIONES CONFLICTIVAS EN EL EJERCICIO DEL ROL PROFESIONAL I

SERGIO CANADÈ. Trabajo presentado en el VI Encuentro Catalán de Psicodrama en Sant Cugat del Vallés-Barcelona . 1986.  Encuentro organizado por Sergio Canadé y Ruth Tarquini

Comenzaré explicando lo que entiendo  por rol y por situación conflictiva, seguir con una referencia a la técnica del Role-Playing como medio para aprender a estructurar los roles profesionales.

Para la concepción psicodramática la personalidad se manifiesta a través de los roles. El rol implica interacción, vínculo.

El individuo se relaciona a través de los roles ,por medio de ellos se integra a lo social.

El rol es una actividad, una conducta, se manifiesta dentro de un acontecer. Es una secuencia de conductas relacionadas con el otro polo de la interacción; este otro polo es a su vez otro rol, conductas que realiza otra persona.

Aprender un rol, desarrollarlo, va a implicar siempre un proceso en el tiempo y en el espacio con los otros. Por ejemplo el rol de hijo solo aparece y se desarrolla en relación con el rol de padre. Si bien el ejemplo es aparentemente sencillo y fácil de ver, no por conocido impedirá ver otras variables que intervienen en la estructuración de los roles .

El rol de padre hace referencia a algo bastante definido, también podemos decir que hay muchas maneras de ser padres. Estas modalidades del rol por un lado están pautadas, normativizadas por la cultura: no es lo mismo un padre alemán que un padre turco. Se espera que actúe de determinada manera, hay expectativas con respecto a los roles. Un rol es una secuencia de acciones adquiridas en una situación de interacción.

Supongamos que le preguntamos a un adolescente: si tu fueses padre ¿qué harías como padre?. El puede decirnos muchas cosas, de diferente orden. ¿De dónde obtiene ese conocimiento?. Por un lado él es hijo, por lo tanto a desarrollado este rol interactuando con su padre, por otro él ha visto actuar a otros padres con sus hijos y las cosas que dicen éstos de aquellos. Sabe que es lo que él espera de un padre y cuales son las cosas que según su experiencia  y la lectura que él hace de ellas están acertadas o no dentro del rol de padre y nos dirá según su fantasía como se resuelven los conflictos que puedan haber aparecido en el juego del rol.

Más adelante cuando él sea padre y esté dispuesto a asumir ese rol todos estos elementos influirán en el desempeño del rol. Podemos decir entonces que en este adolescente no hay un rol desarrollado como padre, pero sí hay un rol latente o potencial del mismo, punto de anclaje de identificaciones y deseos reparatorios, que en su momento también influyen a la hora de aprender un rol, obstaculizando o facilitando su desarrollo.

Hasta aquí hemos visto que un rol es una conducta con otra persona, que está pautada por normas sociales e influenciada por factores internos del que aprende el rol: llamo rol latente  a este aspecto encubierto, velado.

Todo rol forma parte de una escena y es inseparable de ella. Engarza dentro de una estructura, cuyas partes interdependientes son los roles que intervienen y el tipo de vínculos que establecen entre ellos. Cuando los roles son incompatibles entre sí configuran una escena conflictiva.

En toda relación recogemos experiencias que están en contradicción entre sí y que promueven sentimientos, actitudes, contradictorios. Cuando el yo no puede resolver el conflicto, la angustia generada por el mismo lo llevará a defenderse de la desorganización (confusión). La defensa básica es la disociación, de la cual surgen las demás defensas.

 Si una persona está disociada del rol que ejecuta, hablamos de falsos roles o roles defensivos. A su vez también el rol se disocia al dividir la estructura del vínculo. En este último caso los roles solo canalizarán conductas de un determinado polo ( y a veces pareciera ser que hubiese un acuerdo tácito en hacerlo de esta manera por parte de los integrantes de la relación cuando es una relación muy estructurada.)

La disociación impide o defiende de la emergencia de sentimientos ambivalentes y confusionales, cuyo monto el sujeto no puede relacionar o asociar.

La disociación empobrece al rol ya que elementos que forman parte del mismo están anulados, racionalizados, reprimidos, proyectados, aislados, desplazados, inhibidos, idealizados, y todo esto para impedir la emergencia de la ansiedad y la ambivalencia.

El resultado es un rol estereotipado, rígido, a través del cual la persona no se realiza . Realizarse quiere decir ser real, verdadero. De esta situación hay conciencia en la medida que la persona percibe que cuando ejecuta el rol hay desgaste, cansancio, ausencia de creación. “No hay escapatoria”, lo disociado está en la parte latente del rol buscando la manera de manifestarse, sino es como “vivir de memoria”.

El individuo trata de reparar para metabolizar la ansiedad . Muchas veces no se tiene éxito.

Desde el punto de vista de la dramatización de un rol profesional la ansiedad aparece cuando la persona “se sale del rol”, suspendiendo la interacción. Por medio de llanto, la agresión o la risa. También cuando en el juego aparece una actitud rígida y repetitiva.

Por medio del juego dramático tratamos de profundizar en la escena para que el rol latente se haga manifiesto de manera simbólica y así poder relacionar el rol latente y el manifiesto.

En el Aprendizaje de roles se busca un análisis de la relación profesional detectando lo latente y así estructurar e integrar el rol o por lo menos conseguir un mejor abordaje del mismo en la realidad. La primera tarea del grupo es definir las características del rol que vamos a cuestionar y responder. Elegimos dejar los otros vínculos que tiene aparte del profesional.

En psicodrama terapéutico se trabaja con la totalidad de la persona, no se excluyen escenas y esto es lo que le da un fuerte componente terapéutico. El Aprendizaje de Roles facilita afinar roles conocidos, configurar roles nuevos, se trata de superar las vaguedades e incertidumbres que existen entre el conocimiento teórico y su aplicación práctica. También para detectar y modificar estereotipias en los roles que ya posee.

Las situaciones donde el rol está en juego se trabajan en el escenario en un contexto de juego, de “como si”. Ahí se investiga. El objetivo es pedagógico y en la medida que resuelve ansiedades tiene también un efecto terapeútico. Si un rol profesional se tiene que “curar” es menester una psicoterapia, no un juego de roles.

Acerca del valor de la dramatización en el aprendizaje de un rol: permite probar, experimentar el rol en un medio más cercano a la realidad que la teoría y más abstracto y por lo tanto más manejable que en los espacios grupal y social. Y de consecuencias no irreversibles.

La dramatización es una intermediaria entre la acción comprometida y la reflexión teórica. Entre la subjetividad y la objetividad. Nos permite experimentar en el escenario psicodramático el rol en una situación de interacción con otra(s) persona, “como si” fuese una situación vincular real .(es simbólicamente real y dramáticamente social)

Favorece la incorporación conciente del afecto a la acción, al pensamiento. Mantiene el lenguaje conectado a la acción. La palabra se utiliza en su función de comunicación. Además al dramatizar se obtiene una imagen del rol y de la escena que lo incluye mucho más específica.

Necesitamos diferenciar si los temores que aparecen en el juego del rol profesional se deben a una falta de diferenciación del rol con el resto de la personalidad o contaminado con otros roles. O si se trata de temores por una falta de conocimiento del rol que pone en duda a la persona que lo ejerce de cual es exactamente el límite de su operatividad. Si se trata de un no sé o de un no puedo.

En un primer momento es menester una dramatización exploratoria para precisar de manera más concreta la dificultad (la demanda). Una vez que tenemos el conflicto (con quién hay que hablar y de qué) se investigan los aspectos latentes del rol por medio de dramatizaciones en cuadro fijo, las deseadas, las evitadas, las catastróficas a fin de lograr una escena interferente. Esta escena  es un vínculo que relacionado o no con la tarea profesional, es lo escindido o no integrado al rol ,contiene el afecto nuclear del cual el sujeto se defiende.

La tercera etapa es la transformación de la escena aplicando los recursos del psicodrama. La inversión de roles nos permite la posibilidad de reintroyectar lo depositado en el otro. Darse cuenta de lo depresivo, el duelo y de lo persecutorio. No es sólo ponerse en el lugar de otro, si sé cuál es su lugar me doy cuenta del mío. Es también descubrir el propio.

El espejo permite solucionar la situación de “no verse”en el ejercicio del rol.

El soliloquio incorpora un compromiso más personal en la tarea.

La interpolación de resistencias una mayor agudeza y precisión

El grupo una riqueza de puntos de vista  al circular la escena por los miembros del grupo.

SERGIO CANADÈ. 1986

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