La pasada campaña
resultó ser bastante buena, tal y como estaba previsto y
según las poblaciones estimadas de las diferentes especies
antes del inicio de la Temporada.
La caza menor se
mantuvo más o menos estable, analizando los diferentes
altibajos por los cuales atraviesan las diferentes especies.
Destacando la
enfermedad declarada entre las liebres, como uno de los
mayores contratiempos.
Pero el peor de todos
los resultados sin duda, corresponde a la caza mayor, y más
particularmente, al jabalí, pues aún siendo mayor la
densidad de estos ejemplares que en pasadas campañas, debido
a la falta de acierto, tan sólo un 17 % del total de
los jabalíes sobre los que se disparó, fueron abatidos.
Los corzos mantienen el
auge propio de las últimas campañas, deparando un futuro de
bellos lances.
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