" SOY HUEVERO..." | |||||||||||||||
Adaptacion de narracion hecha por: Juan de Dios Martina Alva |
Compa�ero Gilmer Diaz Tello | ||||||||||||||
Antes que se pierda en el olvido, quiero contarles algunos de mis recuerdos del viejo y querido colegio �San Ramon�: Como recordaran, en aquellos tiempos teniamos el curso de �Instruccion Pre-Militar� o IPM. Su objetivo era dar instruccion militar y preparar �sub-oficiales de reserva�. Algunos de nosostros obteniamos grados de �Cabo� o �Sargentos 2do. de Reserva�. En ese curso famoso habia un examen teorico y otro practico. El examen practico consistia en hacer tiro al blanco en el �Campo de tiro� ubicado a orillas del rio Mashcon. Para eso nos daban 7 balas, 2 de ellas servian para determinar la desviacion que podia tener el fusil Mauser. Las 5 balas restantes tenian puntaje de 5 puntos cada una. Me acuerdo bien claro�, como si hubiese ocurrido ayer, que nuestro companero y amigo el �Shilico� Diaz Tello cuando apuntaba al bull para poder disparar cerraba el ojo derecho en lugar del izquierdo. Solo Dios sabe que habria alguna razon biologica o sicologica, pero en esos momentos mi angustiado companero el �Shilico� no podia cerrar el ojo izquierdo. Asi que cuando disparaba no habia rastro de perforacion en el tablero del bull. Por eso, los que controlaban - y que estaban agazapados en una zanja a modo de trinchera- comunicaban moviendo unas paletas, que no habia rastro alguno de bala. Igual suerte corrieron las 5 balas de puntaje. Nunca perforaron ni siquiera el borde del tablero de bull. Por consiguiente el �Shilico� sacaba cero puntos de nota y para poder aprobar el curso tenia que �sacarse la mugre� estudiando la teoria del curso. Y como castigo adicional el �Chuto� (o Instructor) lo mando a la punta del cerro Mashcon a gritar bien fuerte: ! SOY HUEVEROOOOOOOOOOOOO�..!!! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ustedes companeros recordaran que cuando dabamos examenes finales de IPM ya era el mes de Diciembre. Era la epoca de lluvias torrenciales. Parte del examen era �ranear� o rampar o arrastrarse sobre el suelo con el fusil y asi disminuir las probabilidades de recibir un balazo enemigo. Bueno, pues, habian companeros que cuando �raneaban� esquivaban los charcos de agua empozados en el patio del Colegio. Y el �Chuto� al darse cuenta de esta artimana les hacia que �ranearan� directamente sobre el charco de agua y sin levantar el poto. Ya se imaginaran�. Cuando se levantaban esos pobres companeros, estaban hechos una desgracia. Como hubiese querido tener una camara fotografica y grabar para la posteridad esas caras juveniles que yo se muy bien maldecian mentalmente al �famoso� instructor Vera. Con esta narracion espero colaborar con un granito de arena a visitar en el tiempo y revivir por un momento aquellas vivencias juveniles en nuestro viejo �San Ramon� |
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