El  Quinto  "D"
Autor: Nelson D�vila Barrantes
         Nuestro profesor Ceferino Vel�squez, m�s conocido como �El Shefe�, le pidi� al "Chino" Aliaga Magui�a que se cambie de lugar. Lucho Alfaro, su compa�ero de carpeta bipersonal, lo  mir�  con un poco de sorpresa, su timidez lo hizo pensar que de repente le iba a reprender por algo, pero no fue as�. Debido a su baja estatura el profesor hizo un tremendo esfuerzo por elevarse y poder alcanzar el tablero para sentarse y poniendo sus pies en la parte que le serv�a de asiento al "Chino" deposit� su anatom�a mirando de frente al resto de alumnos. Cogiendo su libro nos indic� que abri�ramos nuestros cuadernos para comenzar a dictarnos un cap�tulo de la Historia del Per�.
           Este era su estilo de ense�anza. No preparaba su clase con anticipaci�n, de manera que lo que hac�a era volcar el contenido del texto escolar en nuestras carpetas de trabajo. Este dictado lo interrumpi� para amonestar al "�ato" Benel qui�n se bromeaba con su carnal el �Conejo" Cabanillas Guevara. Ambos se sentaban al final, eran vecinos de San Jos� y desde su estrat�gico lugar en plena clase nos lanzaban con una liga proyectiles de papelitos enrollados que ca�an en nuestras espaldas y orejas caus�ndonos mucho dolor.
            �A ver '
eshe' alumno Benel...que le 'pasha' que no 'preshta' atenci�n. 'Shenor' brigadier tome nota de 'shu' apellido y me 'alcanzha' el papel al final de mi 'clashe' ...� Transcurrido los minutos de la clase, el sonido del timbre indic� que su hora hab�a terminado y nos hizo la advertencia que en la pr�xima nos tomar�a el  examen bimestral.
             Apenas abandon� el aula todos abrimos nuestros maletines para cambiar el uniforme color caqui por el de educaci�n f�sica. Nos tocaba dos horas de ese curso, y ya el profesor Zafra estaba en el patio esper�ndonos. Salimos en desbandada y fuimos de frente a la canchita de fultbito. Con anterioridad hab�amos concertado un encuentro, es por eso que el �Negro" Guti�rrez le pidi� al �Pava" Rojas que arme su equipo. Yo no destacaba como buen jugador, de manera que esperaba que me env�en al arco. El resto de mi equipo lo conformaban �Fonsho" Salas, el "Buitre" Franciles S�nchez, �Tash�n" Ricardo Garc�a Burga y el otro �Negro" Brophy, de suplentes esperar�an �El Frejol" Ver�stegui y el hermano del "Pava' el "Flaco" Carlos Rojas. Por el equipo contrario alineaban el mism�simo "Pava�, el ��ato" Tirado Llaque, el "Chino" Aliaga Magui�a, "�ato" Benel, el "Fiero" Gait�n Pajares y escuch� que preguntaron por el �Huevo" Torres.
              Menos mal que hoy no ha venido a estudiar pens�, con tremendo arquero nos sacan la "mierda", de modo que mandaron a ocupar ese puesto a Jes�s S�nchez Valera, alias �Calambrito� ( ya explicar� por que).
El "prof" Zafra fung�a de �rbitro. Empez� el ardoroso partido y a los 5 minutos me vi cara a cara con el "�ato" Benel, dispar� un tremendo patad�n a boca de jarro. Lo �nico que hice fue cerrar los ojos y hacerme a un costado para que pase la pelota. "Fonsho" Salas vino a recoger la bola del fondo de mi arco y me increp� mi conducta.
�Carajo�, me dijo, "al menos te hubieses tirado".
�Est�s huev�n�, le contest�, �que cosa quieres, que me desaparezca?...Si deseas ven a tapar t�...�
No me hizo caso y coloc� la pelota en el centro del campo. El ten�a una forma bastante peculiar de jugar, se luc�a dribleando al rival, muchas veces girando en 180 grados como las manecillas del reloj y siempre mordiendo la lengua.
Empatamos con gol del "Negro" Al� y el final del primer tiempo terminamos 3 a 3. No lo hice mal pues salv� muchas oportunidades de gol. Cuando iba a terminar el cotejo nos estaban ganando 4 a 3, el profesor avis� que faltaban 2 minutos para el final, en una avanzada de mi equipo el "Negro" Brophy dispar� con tanta fuerza al arco contrario que me asombr� la agilidad de "Calambrito" S�nchez Valera quien cogi� la bola como si la embolsara entre sus brazos. Fue una tapada en seco. Cuando de pronto vi que cay� al suelo sin soltar la pelota. Pens� que estaba fingiendo. Todos corrimos hacia �l. Nos miraba fijamente con los ojos enrojecidos. Salas trataba in�tilmente de quitarle el bal�n para continuar el juego y poder empatar pero estaba convulsionando. Su apodo "Calambrito" era por sus constantes ataques de epilepsia.

             Zafra toc� su silbato y di� por concluido el partido con una derrota nuestra.
Refiri�ndome a este compa�ero, Jes�s S�nchez, recuerdo que su enfermedad lo usaba muchas veces como medio para impresionar a los dem�s profesores. Cuando estos repart�an los ex�menes calificados y �l observaba su nota que por lo general era desaprobatoria, se los quedaba mirando y empezaba con sus convulsiones. Entonces ellos se asustaban. Se sent�an culpables de que por haberlo "jalado"  estaban ocasionando su malestar. Llamaban al brigadier y le ped�an que informe a "Calambrito" que se dedique a estudiar otros cursos y que no se preocupara por el suyo. Esta t�ctica le daba resultado por que la us� con todos. Estudiar "Letras" era sin�nimo de vagos. Lo que en realidad era casi cierto. Odi�bamos las matem�ticas, el �lgebra y la trigonometr�a.

            Otro episodio digno de recordar es cuando en plena clase de "Lecturas Literarias" una delegaci�n del 5to �B� pidi� permiso al profesor Mazarino Baz�n para informarnos que est�bamos citados a una reuni�n y acordar nuestro viaje de promoci�n. Nombramos nuestros representantes. No recuerdo quienes fueron. Al d�a siguiente nos comunicaron que en asamblea, donde asistieron delegados de las dem�s aulas se hab�a acordado que el destino era el sur, espec�ficamente las ciudades de Ica, Arequipa, Cusco y Puno. Todos re�mos, no le d�bamos cr�dito. Recuerdo que �Frejol" Ver�stegui dijo: �Est�n huevones...No iremos ni a Jes�s. V�yanse a la mierda...�
            Que equivocados estuvimos. Cuando el "Loco" Grosso, �Cielito Lindo" D�vila y el �Camalero" Cueva nos dejaban los talonarios de entradas para el cine, de rifas de toretes y de artefactos los devolv�amos intactos. No vend�amos ni un ticket. Esto sirvi� de excusa para que nos excluyan del proyecto. En el mes de Septiembre, debido a su constancia, a sus esfuerzos hab�an acumulado una gran cantidad de dinero, como para llegar hasta Bolivia. Viendo esa realidad, que todo era posible, nuevamente nos quisimos integrar, pero no aceptaron. Estaban muy desilusionados con nuestra conducta. Fue as� que en casa, mi padre se enter� que solo viajar�a mi hermano, por lo que exclam�: "Si no viajan los dos, no va ninguno".
Augusto trataba de explicarle que no depend�a de �l, que mi sal�n no hab�a hecho los m�ritos necesarios para colaborar en esta empresa, pero mi viejo no escuchaba explicaciones. Yo intervine y en un esfuerzo por calmar los �nimos le dije que no deseaba viajar, que estaba mal en unos cursos y ten�a que dedicarme a estudiar. Mi hermano me miraba incr�dulo. Se hab�a salvado.
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