El estilo barroco está caracterizado por su gran
suntuosidad, surgida en Roma el siglo XVII extendiéndose por Europa durante
los cien años siguientes. La fusión de arquitectura, pintura y escultura
produjo edificios espléndidamente decorados. Apela a las emociones por lo que
este estilo fue aprovechado por la Iglesia y el Estado. Es Francisco
Herrera,
llamado el Mozo, para distinguirlo de Juan Herrera, ya fallecido, quien
aporta la primera muestra del barroco a España con el Pilar de
Zaragoza y la Iglesia de San Cayetano de la misma capital, ya francamente
barroca. Le siguen Juan Mora, Alonso Carbonell, autor de la casa del
Ayuntamiento de Madrid, y el italiano Crescenzi, quien impulsa con vigor la
nueva tendencia artística barroca. Evolucionó en vertientes como el Rococó,
y en España, América Latina y Portugal en el llamado estilo "churrigueresco"
en honor del arquitecto salmantino José Benito Churriguera, (1665-1725)
considerado por algunos como el más alto representante del barroco
español.
Obra maestra de Churriguera es la fachada del Ayuntamiento de Salamanca.