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Construcción de una flautita del Museo de Templo Mayor

Roberto Velázquez Cabrera
Primera versión en Ingles junio 11 de 2001. Actualización 15 de noviembre de 2005

El objetivo de este artículo es mostrar y describir un procedimiento que se pudo haber utilizado en la construcción de cuatro flautitas mexicas que estaban en exposición en una vitrina del Museo del Templo Mayor de Ciudad de México. Fueron encontradas en una ofrenda del Juego de Pelota del Recinto del Centro Ceremonial de Tenochtitlan con silbatos, modelos de otros instrumentos musicales (miniaturas de Teponaztlis y tambores de barro), piedras pulidas y otros artefactos. Los tubos de las flautas están cerrados con una representación de la cara que dicen es de Xochipilli (dios de la música, danza, canto y juego). Esas flautitas mexicas de formato pequeño son únicas en los hallazgos arqueológicos y representan retos para saber exactamnte su proceso de construcción, tocado y utilización, ya que actualmente son desconocidos. En la vitrina no se proporcionaba al público ninguna otra información referente a las flautas de la ofrenda.

Las mejores copias se han hecho usando arcilla muy fina sin arena. La arcilla de las flautas mexicas parece ser más arenosa, pero su análisis detallado no se conoce. La copia obtenida en el ejercicio descrito abajo no es necesariamente exacta en sus dimensiones y las formas, puesto que los dibujos o las radiografías de las flautas no están disponibles y el acceso a las flautas para obtener sus medidas es restringido. El tamaño de las flautas parece estar entre 7.2 y 7.6 centímetros. Son de tamaño similar pero no son iguales. Las medidas de los aerófonos antiguos se hicieron visualmente. Ahora, no se puede incluir una foto del modelo original porque es necesario obtener un permiso para hacerlo.

Considerando experiencias anteriores en la construcción de este tipo de flautas mexicas y del análisis visual de las pequeñas flautas en la vitrina y de otras flautas quebradas de la misma estructura, es muy probable que la construcción original se hizo en varias piezas y procesos muy delicados. Los pasos de elaboración y las herramientas principales de trabajo manual pueden ser los siguientes:

Nota. Un click en el número de la foto de cada sección conduce a una imagen ilustrativa.

Foto 1. Varias herramientas de la madera y de arcilla. Pequeños palillos: uno cónico para moldear el tubo resonador; otro aplanado y afilado para hacer la boca, el borde y el hoyo sonoro (o boca); y uno redondo para perforar los agujeros tonales. Un molde de la arcilla se puede utilizar para hacer la cara de Xochipolli, ya que parece ser igual en los aerófonos originales.

Foto 2. El tubo del resonador se puede formar con una tortilla de la arcilla. Hay varias maneras de hacer una tortilla conveniente o un pedazo plano de arcilla de un espesor predeterminado. Uno de ellos implica usar dos pequeñas tablitas del espesor deseado. Dos tablitas finas (2 milímetros) de paletas pueden ser utilizadas y una madera redonda como rodillo empleado de una manera similar a la usada en la formación de una masa plana de la pasta del trigo. El espesor que resulta está entre 2 y 3 milímetros. Un segundo enfoque es emplear el proceso común utilizado en la elaboración manual de las tortillas de maíz, usando las manos y dos tablas planas.

Foto 3. La tortilla de la barro se enrolla alrededor de un palillo, que es un poco cónico y de diámetro menor en el extremo lejano y hecho del diámetro deseado.

Foto 4. Se alisa el tubo y se corta en ambos extremos (un poco inclinados) a la longitud deseada (que no se sabe con exactitud) previendo la reducción del barro después de su secado y quemado.

Foto 5. Un palillo redondo se puede utilizar para marcar y crear los cuatro agujeros tonales.

Foto 6. Con un palillo afilado y aplanado es posible cortar y moldear la boca y su bisel (o borde).

Foto 7. Una operación muy delicada es aplanada del bisel en forma de cuña.

Foto 8. Se ajustan los agujeros tonales y se eliminan las rebabas internas. Los agujeros tonales y el bisel pueden ser hechos después de cubrir el tubo y el aeroducto, pero esto hace difícil poder aplanar los agujeros en el interior, para evitar la turbulencia que puede interferir con la producción de sonidos puros.

Foto 9. La parte posterior del tubo se cubre con un pedazo aplanado de arcilla.

Foto 10. La pieza posterior se aplana al mismo nivel de la parte superior del agujero sonoro o boca y se coloca enfrente de la cara del bisel o borde afilado.

Foto 11. Con otra tira de la arcilla aplanada se moldea el aeroducto (o canal del aire de excitación) que se pone alrededor de un palillo con la forma interna del aeroducto. La elaboración del aeroducto en forma separada y su parchado al cuerpo de la flauta, es una práctica común en muchos aerófonos antiguos Mexicas (silbatos, ocarinas y flautas). Esto se puede verificar observando algunos fragmentos de aerófonos rotos de museos.

Foto 12. El aeroducto moldeado se pone sobre la boca y el bisel previamente preparados. La dirección del aeroducto debe ser ajustada de modo que el instrumento genere los sonidos fuertes y claros mientras que el chorro de aire es partido por el bisel. Puede ser necesario afilar el bisel. Ésta es una operación de gran refinamiento y finura. Un décimo de milímetro puede ser la diferenciar entre buenos sonidos y el silencio.

Foto 13. El aeroducto moldeado se pega al tubo usando dos pedazos pequeños de arcilla aplanada con la forma de un vírgula (que también es un símbolo antiguo relacionado con el habla y el canto) en las dos caras de la boca. También sirven como guía para el aire de la salida. El mecanismo sonoro debe ser probado y si se requiere es posible hacer nuevos ajustes. La forma externa e interna de la boca se afina y se alinea.

Foto 14. Se moldea la cara usando un pedazo de la arcilla y el molde.

Foto 15. La parte posterior de la cara en el molde se aplana y se pega al frente de la pequeña flauta.

Foto 16. La cara se refuerza, con pequeños pedazos de arcilla, tomando la oportunidad de hacer ajustes laterales y superiores al pelo y a los adornos.

Foto 17. Ésta es la flauta fresca elaborada. Una vez terminado y afinado el mecanismo sonoro, la flauta se deja secar lentamente en la sombra. Después de que varios días se pone en el sol dos o tres horas y entonces se puede quemar con madera o carbón de leña, elevando la temperatura gradualmente. Debido a su formato y espesor pequeños puede ser quemada hasta en un brasero. Parece que las flautas originales no tienen pintura decorativa.

Comentarios generales.

1. La importancia de este trabajo es que proporciona la primer descripción detallada conocida de los pasos posibles para la elaboración de un aerófono antiguo relevante de barro.

2. Procedimientos similares, con los cambios pequeños, se pueden aplicar a otras flautas conocidas relevantes mexicas como las llamadas muy agudas, tezcatlipoca, y otras flautas clasificadas por Leopoldo Batres como la 130 que fue analizada por el autor previamente y otras de diversas culturas.

3. Esas flautas mexicanas pueden ser muy similares a la flauta barroca moderna, pero fueron construidas y utilizadas muchos siglos antes de la perfección de la flauta de pico en otras áreas geográficas.

4. El trabajo será complementado con el análisis de varias reproducciones experimentales. La versión final de este artículo corto será incluida en un capítulo del estudio en esas pequeñas flautas.

5. Este papel es para consulta pública. Daré la bienvenida a opiniones sobre una mejor manera posible de hacer la construcción. El artículo se puso en varios foros especializados de constructores de instrumentos musicales y ocarinas, pero no se recibieron opiniones para mejorar la construcción. La única opinión recibida fue de los hermanos Cortés de Texcoco, los mejores fabricantes mexicanos de cantadores de barro que pude encontrar. Generalmente, ellos hacen los agujeros tonales y el bisel después del ensamblaje de los aerófonos, para poder hacerlos muy rápidamente. Si este procedimiento fue utilizado en el pasado, los aerófonos antiguos deben tener rebabas en la parte interna del tubo.

6. Las flautitas antiguas del Museo del Templo Mayor ya fueron analizadas en una tesis doctoral de Adje Both, pero como aun no se publica sus datos no se pueden incluir sin su permiso.

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