Piotr Rutemberg
y su Máquina
Por Henri Leveque
*
Piotr Rutemberg (nacido como Piotr Ilich Rutemberg; en ruso: Петр Ильич
Рутенберга)
fue un físico, ingeniero e inventor ruso. Es conocido principalmente por la invención de un aparato mecánico
cuyo objetivo era convertir las emociones
humanas en música. Este artefacto fue conocido posteriormente
como
Máquina de Rutemberg
(en ruso: Рутенберг машины;
Rutenberg mashiny).
Nació en Moscú el 7 de mayo de 1865. Hijo
único de una familia acomodada, creció en un ambiente
intelectual y creativo en
el que convivían las artes y las
ciencias. Su madre, pianista, quien lo bautizó Piotr Ilich por haber nacido el mismo día del mes que Piotr Ilich Tchaikovski, le inculcó el amor por la música.
Su padre, un importante ingeniero mecánico de la ciudad, influyó en su formación
técnica. Buscando encontrar un nexo
entre los aspectos materiales y sutiles de la existencia humana, Rutemberg estudió ingeniería y más tarde física, especializándose
en los fenómenos acústicos.
Inspirado por las
hipótesis del psicólogo alemán Gustav Fechner, quien buscaba demostrar la relación entre las magnitudes físicas y sensoriales, y las posteriores investigaciones realizadas por Wilhelm Wundt
en el campo de la psicología experimental, Rutemberg comenzó a concebir desde muy joven
la idea de que la manifestación
física de las emociones podía ser capturada por una
máquina que las convirtiera en sonido. Creía que
la tendencia humana a expresar emociones mediante la música debía tener una
analogía en la propia dinámica del mundo
emocional, y ser, por lo tanto, decurrente de ella. Rutemberg pensaba que, de poder materializarse
en forma acústica, el “sonido”
de las emociones humanas seguiría un patrón muy
cercano al de la música. Esta materialización habilitaría un registro
sonoro y escrito de la emocionalidad humana, y proporcionaría bases empíricas para un estudio más sistemático de la misma.
Rutemberg fue
un activo militante del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR), en donde trabó amistad con Vladimir Ilich
Lenin, quien lo invitó
a hacer una presentación del primer prototipo
de su máquina durante una reunión
de la Unión de la lucha por la emancipación de la Clase Obrera, en San Petersburgo,
en diciembre de 1895. Sus investigaciones continuaron durante los
años de creciente lucha revolucionaria y, aún siendo mayormente
fallidas, encontraron gran receptividad en el ambiente de amplia experimentación científica y artística que siguió
a la Revolución Bolchevique
de 1917.
Durante ese
período, Rutemberg continuó intentando probar su teoría con distinta
suerte. Construyó para esto los
más diversos modelos de máquinas, grandes y pequeñas, que funcionaban con diferentes tipos de energía, llegando a concebir modelos impulsados a vapor, e incluso alimentados por una especie de rudimentaria pila solar de su invención (en ruso: солнечная батарея;
solnechnaya bataryeya). El procedimiento utilizado
para convertir las emociones en sonido es prácticamente
desconocido. Se cree que Rutemberg estimulaba a los participantes de sus investigaciones mediante técnicas evocativas, registrando las alteraciones producidas por las emociones
en la piel mediante el contacto directo de las manos de los
sujetos sobre la máquina, o bien a través del
uso de electrodos fijados en el cuerpo.
A partir de las reformas políticas
implementadas desde el ascenso al poder de Iósif Stalin, las investigaciones de Rutemberg fueron consideradas “resabios de
un sentimentalismo burgués completamente ajeno a las bases pragmáticas del realismo
socialista”. Consecuentemente,
todas las máquinas existentes hasta ese
momento, así como
sus planos constructivos y todos los apuntes teóricos
fueron destruidos. Poco tiempo después,
Piotr Rutemberg, junto a otras personas de su equipo, fue
enviado a trabajar en el laboratorio (sharazhka) de electroacústica del gulag de Kolyma,
en donde presuntamente vivió hasta el fin de sus días (no existe
registro de sus actividades ni su fallecimiento en los archivos oficiales
del gobierno soviético).
Algunos cronistas de la época afirman que, ayudado por una asociación de músicos internacionales,
Rutemberg logró escapar de Siberia en 1947, iniciando un largo exilio que lo llevó
por distintos países de Europa, África y América
Latina. En 1956 viaja
a la Argentina,
fijando su domicilio en Buenos Aires, en donde
vivió hasta su muerte, en 1962. Durante su estancia en esa ciudad continuó compartiendo secretamente sus nociones teóricas
y filosóficas, así como los escasos
registros sonoros sobrevivientes de sus antiguas investigaciones soviéticas, entre científicos y artistas locales, amparado en el anonimato de una casa de relojería que regenteaba bajo el nombre falso de Pedro Abramovich. Atemorizado por la suerte que
había corrido su amigo Léon Theremin
—secuestrado por la KGB en los
EEUU y deportado a la URSS—
durante los
años de su presunto exilio en la capital argentina
,
Rutemberg nunca abandonó la clandestinidad. Aunque varias personas afirman haberlo conocido personalmente, y muchas de sus
ideas y descubrimientos todavía
circulan en ámbitos
musicales y académicos argentinos,
su estadía en territorio argentino nunca pudo ser comprobada fehacientemente.
En los albores
de la década de 1960, las investigaciones de Rutemberg comenzaron a ser reconsideradas por los seguidores de Wilhelm Reich, quienes
encontraban en ellas
ciertas similitudes con la Teoría
del Orgón. No obstante,
sin planos ni anotaciones disponibles, todos los intentos
de reproducción de una Máquina de Rutemberg fracasaron, y con el tiempo su existencia fue
adquiriendo ribetes legendarios. Su veracidad ha sido refrendada por algunas fotografías
y unos pocos registros fonográficos en cera tomados durante las investigaciones, cuya autenticidad siempre ha sido puesta en duda.
(Artículo publicado originalmente en Petite
encyclopédie de la musique contemporaine. Éditions Laforet, Paris, 1981. Traducido del francés).
*Físico y musicólogo francés
de amplia participación en
el campo de la acústica y la semántica
musicales, es uno de los más reconocidos
historiadores de la obra de
Piotr Ilich Rutemberg.
Última actualización: noviembre
de 1999